DESCARGO DE RESPONSABILIDAD: Kaichou Wa Maid-Sama no es mío. Y Usui es de Misaki…


TARDE DE DOMINGO

Un domingo cualquiera… Licht dormita perezoso al calor del sol que se cuela por entre las cortinas del ventanal, Usui lee y Misaki intenta estudiar recostada en el sofá.

'Intentar' es la palabra correcta.

¿Por qué?

Porque cierto idiota, desde el otro lado del sofá, le está haciendo cosquillas con los dedos de los pies en los suyos. Él finge leer, con el libro en la mano, la mirada atenta a las letras tras el cristal de sus gafas. Pero sus dedos se mueven sobre su piel, acariciándola ahora con suavidad… Nada demasiado evidente, es cierto, como si fuera accidental y totalmente casual.

Pero es mentira.

Ella lo conoce bien, y el muy %&$/% lo hace adrede.

Le dedica una mirada rápida, decidida a no caer en su trampa. Luce despeinado, con una camisa blanca con las mangas enrolladas, (des)abrochada despreocupadamente, y con las gafas que solo usa cuando está en su apartamento.

Justo como sabe que a ella le gusta.

Por raro que parezca, a Misaki los ojos de Takumi jamás le parecen más sinceros que cuando lleva las gafas. Algo extraño, pero es como si solo gracias a los cristales, ella pudiera ver al verdadero muchacho, y sus ojos no pudieran mentir cuando ella se mira en ellos. Como si él le mostrara su alma sin el disfraz de alien pervertido y acosador. Solo él, Takumi, sin apellidos ni máscaras.

¡Ah, cómo lo echaba de menos!

Apenas pueden verse desde que él asiste al Instituto Miyabigaoka, y quién lo diría, le falta su sombra constante en Seika. Porque una tiene todo el derecho del mundo a echar de menos a su novio, ¿verdad?

Pero antes muerta a que él lo sepa, faltaría más... Si no, lo tendría encima todo el rato, y no dejaría de besarla, de acariciarla, de…

¡Demonios!

—¿¡A quién le importa!? —exclama ella tirando sus apuntes al suelo antes de lanzarse a sus brazos.

Usui la recibe con su sonrisa de 'No puedes resistirte a mis encantos, ¿eh?'.

No, no puede. Y él bien que lo sabe…

En fin, siempre puede estudiar más tarde…

O quizás no…