Aquel era un bello día en la ciudad de Seika* y en sus alrededores, especialmente cerca de aquel cerezo que era tan grande; al lado de ese árbol se podía distinguir la figura de un joven de cabellos castaños y ojos del mismo color. Su mirada se notaba algo perdida y reflexiva, como si algún tema lo tuviera muy preocupado y así era en realidad: se encontraba pensando en ella, su primer amor. Y es que a pesar de que habían pasado tres meses desde que ella había tomado su decisión, seguía siendo muy doloroso para él saber que el no fue al que decidió amar. De pronto la música que escuchaba le llamó la atención:
A quien tú decidiste amar
No sé si sepa que no hay personas
Como tu aquí en la tierra
Te prometo no vuelvo a llorar
Sé lo felices que están & cuiden
Lo que yo soñé, siempre quise para mí
Realmente eso era lo que pasaba por su mente, pues él sabía que no existían más personas tan especiales como Misaki: ella era una mujer con un grave temperamento, pero a la vez era alguien muy tierno y amable aunque le costara expresar sus sentimientos. Sabía que había cambiado a como era de niña pero su verdadera esencia seguía ahí, queriendo siempre ayudar y defender a los demás. Aunque cuando llegó no le cayó precisamente bien porque le quito su comida fue hasta que volvió a ver en sus ojos y volver a tratarla que se dio cuenta que seguía siendo la niña que le había robado su corazón... aunque alguien más hubiera tomado el de ella.
Pequeñas lágrimas rodaban por sus mejillas y otras más amenazaban con salir en ese momento aunque él quería evitar que siguieran rodando pues realmente quería sentirse bien por ella, porque se le veía muy feliz con él y así decidió tragar sus lágrimas una vez más como si no sintiera nada.
Tres meses y todavía no podía superarlo, sabía bien que esta herida era muy profunda. Pero como ya estaba por atardecer trató de sonreír una vez más para que si alguien lo viera no se diera cuenta de su dolor.
-¿No te había dicho que no debes mentir, ni siquiera en tus sentimientos Shintani?-Aquella voz lo sacó de sus pensamientos y dejó su música.
-Ayuzawa, ¿que haces por aquí?- respondió con una cara total de asombro pues hacía un tiempo que no había estado con Misaki y menos a solas.
-Tomó un pequeño paseo para reflexionar algunas cosas, pero todavía no respondes mi pregunta.-Su acostumbrada expresión impaciente le encantaba y solo sonrió ante esa expresión.
-No estoy mintiendo sobre mis sentimientos, realmente estoy bien.- Su bella sonrisa se veía muy sincera y al mirarla bien, pudó notar tristeza en sus ojos.- La que se ve un poco decaída eres tú, ¿qué sucede?
-No tengo nada, en serio ¿porqué todos creen eso? Jeje debes estar imaginando cosas.
El nerviosismo en ella se hizo presente, como en todas las ocasiones donde ella trataba de ocultar las cosas, especialmente a él. Había una razón por la que nunca podía mentirle y solo a él le podía decir las cosas, algo muy diferente a como ocurría con "el extraterrestre"* pues con el no podía sincerarse y mucho menos ahora.
Su típica sonrisa infantil se presentó en él y se acercó a ella un poco más, buscando la forma de que se sincerará con él.
-Por favor, no me mientas Ayuzawa, se qué tienes algo que te preocupa, dimelo por favor y haré mi mejor esfuerzo por ayudarte.
Su sonrojo estaba a no más poder, el tenerlo tan cerca y con toda la vergüenza que sentía, hacían que su cara pareciera un tomate. Costó algo de trabajo que se decidiera, pero por fin empezó a hablar
-Él solo era un extraterrestre pervertido justo como imagine.-De pronto se acercó a él para poner su cabeza en su pecho, aunque se había vuelto un poco más abierta a expresarse esto tomo por sorpresa a Hinata- Todo lo que me mostró de él era mentira, así que lo dejé aunque haya caído en su juego.
De pronto sintió como unos fuertes brazos la rodeaban, acercándola más a su pecho y se dio cuenta que era Hinata el que la abrazaba como si supiera que eso era lo que más necesitaba en ese momento aunque no lo expresara con palabras, como si él hubiera leído sus pensamientos. Realmente ese chico era más maduro de lo que podía parecer con su actitud.
-De verdad es un tonto por dañar a alguien tan especial como tú, pero no te preocupes, aquí estoy yo para consolarte si lo necesitas. Solo te pido que no ocultes tus sentimientos, ¿ de acuerdo?.
Pudo percibir como ella empezaba a derramar lágrimas que mojaban su suéter, lo cual no le interesaba en lo absoluto, mientras ella estuviera bien. En ese momento solo podía sentir desprecio hacia ese chico que no fue un buen vencedor después de todo. Quizás luego pediría los detalles, pero ahora solo quería ser el apoyo para esa muchacha tan fuerte que ahora se mostraba vulnerable frente a él, pues después de todo...
"Todavía te quiero, ¿acasó no lo ves?" Y ese fue su último pensamiento mientras acariciaba el cabello de aquella joven mientras la luz iba desapareciendo junto al atardecer.
Acotaciones:
1°= Le puse Seika a la ciudad porque es el nombre de la preparatoria y al menos yo no he escuchado el verdadero nombre.
2°= Forma en la que luego Misaki se dirigía a Usui cada que la hacía enojar más.
Hola a todos. Bueno, traigo esto porque vi el Kaichou wa maid- sama y simplemente me encantó. Pero lo que más me gusto fue la aparición de Hinata Shintani en los últimos capítulos. Casi todas amaron a Usui, pero no sé algo tiene Hinata que lo adoré mil veces más en su corta aparición que todo el anime en el que vi a Usui. Así que bueno, quisé hacer algo por él ¿les gusta? Pienso hacer una historia de esta pareja a partir de esto, pero todo depende de lo que se me ocurra y si alguno de ustedes me da su opinión lo haré con gusto. Repito: esto es una continuación desde lo que yo vi en el anime, así que agradecería no me dijeran que en el manga Hinata se queda con Suzuna, por favor.
Sayonara, Arielle.
