El akuma que había traído a la realidad las pesadillas de París fue purificado, dejando a las personas que le daban vida a la ciudad completamente inquietos y convirtiendo la tarea de dormir como algo imposible.

Algunas personas se hicieron la noche más amena, burlándose los unos de los otros de sus extrañas pesadillas. Otros se brindaron consuelo y hubo quienes se acompañaron en la noche para lograr dormir un poco. Y al otro día, todos regresaron a sus actividades como buenamente pudieron, ya fuese con pocas horas de sueño o ninguna encima.

Justo como Marinette, quien llegó a primera hora al Colegio, dispuesta a observar a Adrien y Chloé buscando cualquier indicio que le confirmara lo que su pesadilla le había mostrado.

¿No crees que estás exagerando? Le había dicho Tikki cuando le contó su pesadilla. Después de todo, que Adrien apareciera en su habitación, replicando el movimiento de un personaje de película de terror mientras le decía cuánto amaba a Chloé y la observaba con la mirada fija era una situación completamente inverosímil.

Así que ahí estaba, esperando con los audífonos mal puestos mientras escuchaba a Chloé hablando con Sabrina.

—¡Esas son puras patrañas! —Se quejó la de chaqueta amarilla, observando sus uñas, aburrida por la pesadilla de su amiga.

—¿T-tú no tuviste una mala noche?

—Por supuesto que no, Sabrina —Mentía, claro que la había tenido. Una en la que Adrien le retiraba su amistad, porque por fin había entendido que ella no iba a cambiar, sin importar cuánto tardara en demostrar lo contrario.

Razón por la cual ella también había llegado temprano al Colegio, necesitaba verlo y asegurarse de que su amistad, tan oxidada como estaba, aún estaba ahí, latente.

—¡Adrien! —Gritó cuando el chico apenas había salido de su auto —Que bueno que llegaste, ¡estaba tan asustada!

—Pero dijiste que Sandboy no había llegado a... —La rubia le dio un manotazo a su amiga, interrumpiéndola.

—¿Mala noche, Chloé? —Preguntó el de ojos verdes, cuando la contraria había puesto otra vez su atención en él.

—¡Claro! Como todos —Aseguró mientras volvía a abrazarse al cuello de Adrien, que esta vez no tardó en responder el gesto.

Por su parte, Marinette observaba la escena, apretando el celular entre sus manos como si aquella escena que le era mostrada fuera toda la verdad que necesitaba ver para saber que su pesadilla era real.

—Deberías calmarte, chica. A menos que quieras comprar un teléfono nuevo —La mano de Alya se posó en el hombre de la azabache, que se sonrojó al ser atrapada —¿Debo adivinar o me contarás lo sucedido?

—Ya sabes qué paso.

—Sí, pero quiero detalles.

—Alya…

—Hola, chicas —Nino interrumpió la conversación, gesto que Marinette agradeció —¿Ya hablaron de sus pesadillas?

—Nino, no seas morboso —Pidió la morena a su novio.

—¡No es morbo! Solo que uno nunca sabe cuándo me servirán estas referencias para una película de terror —El chico acomodó su brazo izquierdo sobre los hombros de la futura periodista, que no tardó en verlo de mala manera junto a su amiga.

—¡Nino! —Exclamaron ambas.

—¡Está bien! No dije nada.

—Hola a todos —Se sumó una cuarta voz a la conversación.

—Hola, amigo. ¿Qué tal la noche?

—Incómoda, como para todos.

—¿Chloé está bien? —Preguntó Alya, a sabiendas de que Marinette ansiaba alguna respuesta.

—Entonces tú puedes preguntar, ¿pero yo no?

—¡Yo no estoy preguntando sus pesadillas! ¡Solo quiero saber si está bien o no!

La pareja empezó a discutir sobre sus acciones, dejando de lado a Adrien y Marinette.

—Creo que todos están un poco intensos hoy —Comentó el rubio a la azabache.

—S-sí, eso creo. Entonces… ¿Chloé está bien? —Adrien sonrió ante la pregunta. Sabía que ambas chicas tenían una relación a lo sumo cordial.

—Puede parecer que Chloé es algo… especial —Dijo a favor de no hablar mal de su amiga —Pero es una buena persona y se preocupa por sus amigos —Lo dijo sinceramente, él mejor que nadie sabía que las acciones de la rubia eran solo un intento por parecerse a su madre, pero no eran todo lo que ella podía ser —¿Y tú? ¿Estás bien?

—Emmm… bueno, y-yo… —La de ojos color cielo se encogió en su lugar, ¿qué iba a decirle ahora? ¿Qué había soñado con él? De ninguna forma.

El súper modelo posó su mano en el hombro de la chica, sonriéndole.

—Solo es una pesadilla, Marinette. No dejes que te moleste cuando no hay manera de que sea verdad.

—¿De verdad lo crees? —Adrien se encogió de hombros al tiempo que sonreía al recordar lo ansioso que estaba antes de que Plagg apareciera.

—Claro, siempre hay una salida —El timbre que dictaba el inicio de las clases sonó —Entremos a clase.

—Sí, vamos.

El bolso de Marinette se removió y la voz de Tikki diciéndole te lo dije sonó en su cabeza.

Siempre hay una salida, repitió la azabache las palabras del rubio mientras daba un par de palmaditas a su bolso y se apresuraba a entrar a clases. Solo había sido un akuma más, no tenía nada de qué preocuparse.


Gracias por leer, votar y comentar.

Cuánto extrañaba decir eso. xD

Tengo varias ideas sobre lo sucedido en este episodio, en un rato subo otro drabble. Ya saben, solo es la forma en la que imagino ciertos sucesos dentro del mismo episodio.