Death Note le pertenece a su creador Tsugumi Ōba, el ilustrador Takeshi Obata, y a la Shonen Jump

Un relato extraño sobre L y Misa.

Espero les guste, gente bonita.

Postres

—La gente es más feliz cuando come cosas dulces— comento L, sentado en una silla de jardín (sentado a su muy particular manera) comiendo un delicioso pastel de queso, con grandes fresas.

—A Misa no le gustan las cosas dulces— dijo molesta, conformándose con una taza de té. Ella estaba sentada a su lado, en una silla de jardín idéntica a la de L.

—Es una pena, las cosas dulces son saludables para las personas— explico L, mirándola con sus grandes ojos, sin expresión alguna.

—¿Cómo podrían ser esas cosas buenas? Engordan y dañan la salud con el tiempo. Misa sabe que no son buenas— le explico molesta. Él siempre se las ingeniaba para hacerlo.

—No comer también lo es y no ayuda a la salud— dijo L tomando una nueva cucharada de pastel, sujetando la cuchara apenas con dos dedos (como si temiera contagiarse de algo) — Además, cuando la gente come cosas dulces, las hace felices—

—Comen bastante azúcar, es obvio— dijo ella mirándolo con desafió—¿Y que insinúas con eso de "no comer"? ¿Acaso dices que Misa no comía cuando era modelo? —

—Yo no dije eso— se defendió L con toda calma, pero luego la miro con sus ojos más abiertos, como si hubiese descubierto algo—¿Acaso no comías Misa-san? —

Ella sintió su cara arder del coraje—¡Por supuesto que Misa comía! Nadie vive sin comer— señalo indignada— Pero en otras casas— dijo mirándolo —Comer de más enferma—

—¿En cerio? — contesto L en un todo de completa sorpresa.

—Misa se pregunta como es que nunca te enfermaste— comento ella al aire— Pero, ahora que lo piensa— dijo mirando a su alrededor (un hermoso campo de flores de miles de hermosos colores) —Eso le explica a Misa por que Ryuuzaki tienen ojeras. El azúcar no le dejaba dormir— concluyo tomando de su te.

—No— objeto él con calma, mirándola—Yo duermo, sólo que no tengo tiempo para hacerlo—

—¿Cómo que no tienes tiempo? — pregunto extrañada— ¿Qué haces entonces cuando Misa duerme? —

Hubo un largo silencio por parte de L, hasta que hablo—Mirarte—

Misa frunció el seño—Pervertido—

—No soy pervertido— se defendió L, tomando una nueva cucharada de su postre— Por que no es malo cuando un esposo mira a su esposa— explico— Es, de hecho, pervertido cuando un hombre mira a una mujer que no es su pareja— concluyo lógicamente.

Misa le arrebato el pastel bruscamente—No más pastel para Ryuuzaki— espeto molesta.

—¿Por qué? — pregunto L sorprendido, con un todo de voz suplicante.

—Por que Ryuuzaki es malo con Misa— le señalo indignada—Ryuuzaki nunca le dice a Misa lo que quiere oír—

L movió la cabeza confundido, casi como un cachorrito—¿Qué deseaba oír Misa-san? —

Ella se ruborizo—Bueno, Misa quiere escuchar… cosas más agradables—

—¿Cómo cuales? — pregunto L, moviendo los dedos de los pies.

—Como…— Misa se sonrojo un poco más—Cosas lindas… cosas que ella desea oír… que le de la razón…—

—¿Misa-san quiere que mienta? — pregunto con sus ojos muy abiertos.

—¡Claro que no! — le espeto molesta.

—En si— dijo L mirándola sin expresión—Si sólo oímos lo que queremos oír, sólo escucharemos verdades a medias, y las verdades a medias son mentiras. Las personas que nos quieren no nos dicen mentiras, por eso yo no te digo mentiras—

—Ryuuzaki…— dijo Misa sonrojada.

—Y soy puedo ser amable— puntualizo L—No he mencionado que subiste de peso—

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—Mello…— murmuro L a un dormido joven.

—¿M? ¿Qué? — dijo Mello confundido, pero al ver a L frunció el seño—Volviste a decirle que subió de peso ¿Verdad? —

L asintió y le mostró una colcha y almohada.

Mello suspiro—Esta bien, esta bien, pero ahora te duermes con Near— le indico.

(Fin?)

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Hola.

Bueno, si esta raro, se me ocurrió hace 15 minutos o 20.