El Potteverso es de Jotaká.
Este fic participa en el reto "¡Feliz cumpleaños, gemelos Weasley!" del foro Amor de Tercera Generación.
«PÓLVORA Y SURTIDOS SALTACLASES»
Por Victoire Black.
Ser un fantasma no es algo cómodo. Sobre todo porque no soy un fantasma normal. En Hogwarts estaba acostumbrado a ver a Nick Casi Decapitado, a hablar con él, a sentir el frío cuando atravesaba su cuerpo transparente. Ahora me tengo que acostumbrar a vivir entre los vivos, a ser algo que no pertenece aquí... A ser un fantasma que casi nadie puede ver.
Hoy es mi cumpleaños. O por lo menos es el cumpleaños de mi gemelo. Yo sigo igual desde el día en el cual me fui de la vida; joven, alegre... Y muerto.
Atravieso la pared de la habitación de mi hermano, y reprimo el deseo de reír y taparme los ojos al mismo tiempo. Se está besando con Angelina como si no hubiera mañana, pero lo que ninguno notó antes es que el pequeño Freddie, mi tocayo, los está mirando desde la puerta con los ojos como platos. Carraspeo por instinto y, para mi sorpresa, mi sobrino me imita. Pero no me quedo a esperar cómo el niño le da el regalo de cumpleaños a su padre...
Me voy directo a la habitación de mi pequeña preferida, la dulce Roxanne. Está sentada en su cama, y sonríe al verme. Sí, ella me puede ver. Me puede oír, me puede sentir y, según ella, puede oler a pólvora y a dulces apenas me acerco. Me pierdo en el deseo de abrazarla, sabiendo que jamás podré hacerlo... Y deseo estar vivo.
—Feliz cumpleaños —me dice con esa vocesilla capaz de derretirme, y me tiende un pergamino lleno de colores—. Este eres tú —comenta, señalando un enredo de líneas color rojo, y asiento con la cabeza—. Y este es papá. —Noto que el otro enredo de líneas, del mismo color, tienen algo similar a piernas y a brazos... Y que esos brazos están unidos con los de una bola más pequeña de líneas negras.
—¿Esta eres tú? —pregunto.
—¡Por supuesto! —Su sonrisa me contagia, como siempre lo hace—. ¿Te gusta, tío Fred?
Quiero contestar que me encanta, que es uno de los mejores regalos que me han hecho en la vida, pero la puerta de la habitación se abre y me quedo en silencio. Sé que para Angelina no es lo más normal del mundo ver a su hija teniéndole un dibujo al aire, y la pequeña Roxanne disimula lo más que puede.
—¿Es el regalo para papá? —pregunta, intentando verlo mejor. Su hija niega con la cabeza, como si fuera la cosa más absurda que ha oído en su corta vida.
—Este es el regalo del tío Fred —contesta—. Y éste —señala una cajita sobre su mesa de luz— es el regalo de papá. ¿Puedo ir a llevárselo ahora?
Mientras la niña corre hacia habitación de sus padres, Angelina comienza a mirarme, aún a pesar de que no me puede ver... Y el olor a pólvora y a surtidos saltaclases comienza a cubrir el ambiente, haciendo que sus ojos se llenen de lágrimas.
Creo que esto es algo así como una continuación de mi otro fic "¡Feliz cumpleaños, tío Fred!", pero se pueden leer por separado, y se entenderán de igual forma. Para al que le pique la curiosidad, el cumpleaños es en 2013. Gracias por leer :)
