Hola ! Espero que estén todos muy bien.
Bueno, les cuento que esta es mi primera historia de las Cronicas de Narnia. Llevo mucho tiempo leyendo historias de otras personas y ahora me anime a subir una de mi creacion. Espero que sea de su agrado.
Les aclaro que la historia incluira de todo lo que las Cronicas de Narnia nos entrega, accion, aventura, amor y secretos. Ademas, en los personajes puse a Caspian y Susan, ya que incluire a la pareja en la historia porque de verdad que me encanta ! jaja, y ademas, puse a Peter y Edmund, porque ambos tendran sus historias de amor, aunque les advierto que la de Edmund demorara en llegar. Ademas, les cuento que la historia se sitúa despues de el Viajero del Alba, y mi historia es inspirada en las peliculas mas que en los libros. Y como ultimo dato, les digo que sera una historia con narrador, aunque muchas veces incluiré los "Pov ..." para dar a conocer los pensamientos de los personajes.
Y bueno, sin mas que decir, espero que la historia les guste y dejen reviews expresando su agrado, descontento o algun aporte o idea.
Gracias por leer :D
-Lucy, debes levantarte para ir a clases, rápido, estamos atrasadas.
-¿De qué hablas, Susan? –pregunto Lucy mientras bostezaba.
-¿Viste la hora? Apresúrate –grito la mayor de los Pevensie desesperada.
-Susan, estamos de vacaciones –grito su hermana pequeña.
Entonces, se congelo. Soltó el uniforme que usaba cuando iba a clases, el cual estaba a punto de ponerse. Lucy tenía razón, habían salido de vacaciones el día anterior.
Lucy comenzó a reírse a carcajadas de su hermana y del rostro que esta puso cuando se dio cuenta de todo.
No puede ser- dijo molesta Susan- está bien, creo que es hora de volver a dormir.
Lucy solo la miro sonriente y se acomodó para dormir. En cambio Susan, ordeno su uniforme, guardándolo en el closet y luego volvió a la cama.
Intento quedarse dormida, pero definitivamente el sueño había desaparecido por completo. Y, cómo no iba a desaparecer, con tanta desesperación por levantarse e irse a la escuela rápido.
Lucy se había quedado profundamente dormida, por lo que Susan decidió dejar de perder el tiempo intentando quedarse dormida, y bajo a preparar el desayuno. La casa se encontraba en completo silencio, por lo que supuso que todos estaban durmiendo aún, incluyendo a su madre.
Preparo el desayuno y dejo todo listo para cuando su familia despertara, y por mientras, tomo una ducha, se vistió con un short corto que dejaba ver sus pálidas y hermosas piernas, y con una polera de tirantes del color de sus ojos, azul cielo. La verdad, muchos decían que era hermosa, aunque a ella le gustaba más el pasar desapercibida.
Cuando llego al comedor, ya estaban todos sentados, esperándola para tomar desayuno.
-¿Dónde está Edmund? –pregunto mientras se sentaba a la mesa.
-Durmiendo –contesto la madre de los cuatro hermanos.
-Iré a despertarlo –dijo Lucy levantándose de la mesa.
-¿Por qué Edmund duerme tanto? –pregunto la madre.
-Es un perezoso –contesto Peter sonriendo.
-Chicos –grito Lucy bajando las escaleras, seguida de Edmund- Edmund ha soñado con Aslan.
Susan y Peter se miraron en silencio, impactados por la noticia.
-¿Quién es Aslan?
El silencio invadió la habitación. Muy bien, Lucy no se había dado cuenta de que estaba su madre no sabía nada sobre Aslan.
-Son cuentos de ellos mamá –contesto Susan sin tomarle importancia.
La madre de los Pevensie solo miro a Lucy y sonrió. Se sentía feliz de que sus hijos inventaran historias y soñaran con ellas.
El desayuno transcurrió de una forma incomoda. El silencio invadía la habitación y la madre era la única que lo rompía cuando preguntaba qué harían los cuatro hermanos en sus vacaciones. Susan mantuvo su mirada puesta en el café que estaba tomando.
Cuando termino el desayuno, Peter se ofreció a levantar la mesa, lavar y ordenar todo, pero un "tenemos que hablar" de Edmund, hizo que la madre tuviera que hacer todo.
Susan suspiro antes de levantarse de la mesa. Agradeció el desayuno, aunque ella misma lo había preparado, pidió permiso antes de retirarse y subió a su habitación a toda prisa.
Los 3 hermanos que quedaron en la mesa, se miraron entre sí. Sabían que su hermana estaba evitando la conversación que tenían pendiente.
Susan se recostó sobre su cama, la cual había sido ordenada por Lucy mientras ella se duchaba. Fijo su mirada en el techo, apoyo su cabeza en sus manos y otro suspiro salió de ella.
-Susan, Edmund quiere contarte su sueño.
Los 3 hermanos entraron en la habitación. Peter fue el último, por lo que cerró la puerta con llave para que nadie pudiera entrar y oír algo de la conversación.
-Lucy, no quiero escuchar cuentos hoy –dijo Susan, ignorándola.
-Sabes que no son cuentos –dijo Peter molesto- ¿Por qué eres tan cruel con Lucy?
Susan suspiro. Era la misma discusión cada vez que alguno soñaba con Narnia.
-¿Qué paso? –pregunto resignada.
-Aslan me ha visitado en sueños. Yo estaba perdido en un bosque de Narnia, pero no podría decirles cual era, estaba todo muy oscuro. Y de pronto, un viento muy fuerte comenzaba a correr y las hojas de los arboles comenzaban a caer. Y cuando estaban todas en el suelo, de las mismas hojas, Aslan aparecía frente a mí.
Lo escucharon con atención. Cada uno se ilusionaba cada vez más, a medida que Edmund hablaba, a excepción de Susan, quien solo ansiaba que la historia terminara.
-Me ha dicho que Narnia nos necesita –dijo el hermano menor con entusiasmo- a todos.
-Eso es imposible –dijo Susan- lo sabes.
-No seas pesimista –dijo Peter.
-Aslan me lo dijo, todos volveremos a Narnia.
-Niños, bajen un segundo- la voz de su madre interrumpió la conversación.
Todos se miramos en silencio un segundo y luego, Susan fue la primera en levantarse y salir de la habitación. Los demás hermanos posaron sus miradas en Susan, y luego la siguieron.
-Iré a comprar algunas cosas para el almuerzo–dijo su madre cuando todos habían bajado- Peter, quedas a cargo de todo. Y tu Susan, quedas a cargo de Peter.
La madre solía decirle a Susan que se encargara de Peter, ya que este muchas veces exageraba con sus cuidados hacia sus hermanos. Peter se molestaba cada vez que su madre le pedía eso a Susan.
-Quiero ir contigo –dijo Lucy sonriendo.
-Está bien, vamos.
-¿Volverás pronto verdad? –pregunto Edmund- ¿Antes de que anochezca?
-Claro que si –dijo la madre sonriendo antes de salir de la casa, seguida por Lucy.
(POV SUSAN)
Volví a subir las escaleras y a entrar en mi habitación. Supuse que mis hermanos se quedarían en el comedor jugando a algo o hablando del sueño de Edmund.
El sueño de Edmund, ¿De verdad volveremos a Narnia? No, era imposible. Aslan lo había dicho, y Lucy y Edmund ya habían vuelto a Narnia, sin nosotros.
Suspire ante la idea. Lucy y Edmund volverían a Narnia, tal vez con Eustace, mientras que con Peter, ni siquiera nos daríamos cuenta. Solo tendríamos que conformarnos con las historias que nuestros hermanos nos contaban. Que injusto era.
Cerré los ojos, intentando olvidar todo, y entonces, la imagen de un rey vino a mi mente. Abrí los ojos de golpe y no pude evitar sentir tristeza al recordarlo.
Habían pasado 3 años desde mi última visita a Narnia. Y había pasado 1 año desde que Lucy y Edmund, mis hermanos menores, habían ido por última vez a Narnia.
Sonreí al recordar la historia que Lucy y Edmund me habían contado. Las reacciones que Eustace tenía cada vez que conocía algo nuevo de Narnia eran realmente graciosas. Como hubiera deseado estar ahí para verlo. También podía recordar las partes de la historia que hablaban de Caspian, eso lo recordaba bien. El actual rey de Narnia, Caspian X.
*FLASH BACK*
-¿Y cómo va Caspian con su reinado? –pregunto Peter
-Le ha ido muy bien Peter, puedes confiar en el –dijo Edmund de forma molesta.
-Caspian está mucho más guapo que antes –dijo Lucy emocionada.
Peter solo la miro enojado.
-Le pregunte si ya había encontrado una princesa –dijo mi hermana pequeña, fijando su mirada en mí.
Mi corazón se detuvo al oír eso. Me quede congelada y solo pude mirar a mi hermana sonriendo, para que nadie notara el miedo que le tenía a la respuesta que Caspian podía haberle dado a Lucy.
-Un silencio incomodo rodeo la habitación.
-No van a creer lo que me dijo –continuo Lucy- comenzó a sonreír y sus ojos a brillar. Fue muy romántico. Me dijo, "Nadie como tu hermana".
Mi corazón se aceleró. Pude sentir que las miradas de los allí presentes se fijaron en mí. Mis mejillas se tornaron rojas y no pude contener la felicidad. Una sonrisa se dibujó en mi rostro.
-Aun no te olvida Susan –dijo Lucy emocionada.
Le sonreí en respuesta y me mantuve en silencio.
*FIN FLASH BACK*
Ese recuerdo me hizo sonreír. Caspian no me había olvidado. Y yo, que me sentía tan mal cada vez que pensaba que Caspian ya había hecho su vida, me había olvidado y tal vez ya tenía hasta hijos.
(FIN POV SUSAN)
Los dos hermanos Pevensie se fueron a su habitación a jugar cartas para pasar la tarde. Pero antes de que acabaran el primer juego, el sueño de Edmund volvió a ser tema de conversación.
-¿Crees que volvamos? –pregunto Edmund dejando las cartas de lado.
-Sabes que odio como es Susan cuando hablamos de Narnia-contesto el hermano rubio- pero, tiene razón, ella y yo no podemos volver.
-Pero Aslan ha dicho que todos volveremos –insistió Edmund.
-Pero sabes que es solo un sueño –dijo Peter- ahora, juega antes de que te gane.
(POV EDMUND)
Me molesta que Peter no me crea, no tiene fe en mi sueño y mucho menos en Aslan. Se arrepentirán, él y Susan, cuando estemos en Narnia, junto con Caspian y Aslan, en Cair Paravel.
Pero, Peter tiene razón, debo concentrarme en el juego o el me ganara. De todas formas, cuando volvamos a Narnia tendrán que creerme. Y volveremos, aunque ellos no lo crean.
(FIN POV EDMUND)
(POV SUSAN)
Un escalofrió recorrió mi cuerpo al pensar que Caspian ya tendría hijos.
*FLASH BACK*
Cuando llegamos a la isla de Ramandu, conocimos a una estrella muy linda. Su nombre era Liliandil. La verdad, jamás pensé en conocer una estrella- comento Lucy.
Todos sonreímos ante su comentario.
Era hermosa –dijo Edmund con un brillo en sus ojos- que suerte tiene Caspian.
¿Caspian? –esas palabras salieron de mi boca sin darme cuenta.
Los ojos de todos, nuevamente estaban fijos en mí.
Lucy miro a Edmund con cara de desaprobación.
Susan, no puedo asegurarte nada –me explico Lucy- pero Caspian y Liliandil se llevaban muy bien. Se notaba que ambos estaban interesados en el otro.
Un sentimiento de tristeza me invadió y solo pude sonreír en respuesta. ¿Qué más podría hacer? No podía llorar, sería ridículo. De todas formas, Caspian tenía derecho a rehacer su vida, no pretendía que el pasara toda su vida esperando algo que jamás pasaría, que yo volviera.
Me alegro por él –dije apenas en un susurro.
Arriba el ánimo hermanita –dijo Peter sonriéndome.
Estoy bien –dije aun sonriendo- lo que paso con Caspian quedo atrás. De verdad, ya está superado.
*FIN FLASH BACK*
Mentí.
Lo que había pasado con Caspian seguía aún vivo en mí. Si bien, había sido mi primer beso con un chico y había sido la primera persona por la cual me había permitido sentir algo.
Las cosas estaban superadas. Ya no me dolía lo que pasara con Caspian, solo lo tenía como un lindo recuerdo, a él y a todo lo que había pasado en Narnia, pero, escuchar a Lucy decir que Caspian aún no me olvidaba, y que el mismo se lo había dicho, había causado ciertas ilusiones en mí. Ese lindo recuerdo había pasado a convertirse en una ilusión. Ilusión que se había desmoronado segundos después, cuando Caspian había tenido "suerte" con Liliandil.
Pero, después de todo ¿Qué esperaba? Seguramente, si ya había pasado un año en mi mundo, en Narnia los años habrían pasado rápidamente, y ahora Caspian estaría casado con esa estrella, y quizás hasta tendrían un hijo. No lo culpaba, él debía seguir con su vida.
La verdad, es que yo había seguido con mi vida, después de convencerme de que las cosas ya habían cambiado y que lo de Caspian jamás resultaría. Había salido con unos chicos, pero, en la primera cita me daba cuenta de que eran unos idiotas y rápidamente los deseche. Y, como no ser unos idiotas, si todos, comparados con un rey, se veían como unos completos imbéciles.
Y ahora, el sueño de Edmund. Que rabia sentía al saber que no podría volver a Narnia, al lugar en el cual podía sentirme yo misma. Al mismo tiempo, sentía rabia conmigo misma. Peter era capaz de tener esperanzas de volver, en cambio yo, yo me había obligado a olvidar todo y ahora, me era imposible tener esperanza alguna.
Sera mejor tomar una siesta. Después de todo, me he levantado temprano hoy.
Me acomode sobre la cama, y cerré mis ojos. Quería olvidarme de todo, aunque sea por un par de horas mientras duraba mi siesta.
