Ianto se mordió el labio inferior y sacó el cronómetro del bolsillo.

—Ya —dijo mientras lo ponía en marcha.

Jack se mordió el labio y lo cogió con las manos, comenzó a moverlas con rapidez, tocando con cuidado cada parte y pensando en cuales serían sus movimientos. El sudor le resbalaba por el rostro mientras se apretaba el labio inferior con los dientes. Ianto le miraba con los ojos abiertos, intentando no decir nada. A los pocos minutos Jack exclamó victorioso:

—¡YA TERMINÉ!

Ianto rio y apagó el cronómetro.

—¿Cuánto? —preguntó Jack con curiosidad mientras se limpiaba el sudor con la manga de la camisa.

—Dos minutos y 19 segundos.

Jack sonrió.

—Se me dan bien los cubos de rubik, ¿eh? —dijo mientras cogía el artefacto de colorines resuelto y lo lanzaba al aire.