Pequeña carta de Sirius al que alguna vez consideró su hermano. Escrita por mí en diez minutos confusos, posibles diez minutos decisivos. La clasifico como 'Drama' porque la historia de los Black es así, dramática. La clasifico como 'Angst' porque eso pretendo transmitir.

Espero que se entienda el sentido.

Disclaimer: Todos los Black pertenecen a Rowling. ¿Qué es mío? El ánimo, supongo.

Dedicado a ti, la amiga que ya no lo es.


Querido hermano:

Tanto dolor. Tanto sufrimiento. Tanto... Tanto que decir.

Anoche tuve un sueño. Recordé tu cara un momento, luego te desvaneciste en un torbellino de olvido. ¿Recuerdas aquellos febriles tiempos? Sí, cuando no éramos más que niños con ideales de grandeza... Solíamos ser inmensamente felices juntos ¿verdad?

Pero pasó. Crecimos, maduramos hasta cierto punto y después nos enterramos en el cajón de la locura. ¿Por qué cambiamos tanto? Tú, erudito, te cegaste. Yo, gitano, dejé de ser. Hoy abro los ojos y me topo con un hombre irreconocible, el hombre en quien ambos nos hemos convertido.

Me lastima entender que en tu mirada ya no brilla la vertiginosa inocencia. Parece que elegiste tu camino, uno distinto al mío. También hiere ver la traición.

Te juro que jamás hubiese sido capaz de lanzar una palabra en tu contra, pero tú... Pero tú hiciste más que eso. Tu alma fue consagrada a lo que no debió existir jamás.

Regulus, no sólo me engañaste a mí, sino a ti mismo. ¿De qué sirve el poder efímero cuando se espera toda una vida de tormentos? Porque la muerte sólo trae eso, muerte, y la destrucción sólo ocasiona más destrucción.

Es tarde ya para lamentos. Sólo me resta decirte que siempre atesoraré en mi alma la imagen del pequeño de ojos grandes que buscaba comerse el mundo a mordidas, y trataré de borrar al joven de conciencia comprada.

Olvídame, que yo haré lo respectivo.

Te quiso, Sirius Black.