Disclaimer: Ghost Hunt y todos sus personajes no me pertenecen, son de su su creador Fuyumi Ono.
Mai se mordió el labio inferior nerviosa mientras se acercaba al edificio de Psychic Research que se encontraba en Inglaterra. Había guardado dinero durante todo un año, incluso dejó todo para poder ir allí. Ya no tenía apartamento en Japón, ni trabajo, no había manera de regresar. Se arriesgó y decidió que no podía esperar el día en el que Naru regresara. Tenía que verlo y decirle que lo amaba, aquellas palabras que le siguieron en sueños todo un año desde que se fue, deseaba que hubiera tenido más coraje para responder.
— "¿Yo o Gene?"
No era difícil para Mai contestar eso. Había estado muy conmocionada cuando tuvo la oportunidad, Naru incluso llegó a pensar que estaba paralizada. No pudo decir nada y fue demasiado tarde luego.
Sin embargo ahí estaba de pie, tratando de reunir el valor para entrar al edificio y preguntar por él.
Hasta que finalmente dio un paso adelante, abriendo la puerta para adentrarse por primera vez. Miró a su alrededor inspeccionando, todo era muy distinto a Japón. Sus ojos viajaron buscando y la caminata paulatina, hasta que halló un rostro conocido: Lin, quien estaba en el vestíbulo. Cuando cruzó miradas con el mayor, no fue discreta la sorpresa de verle ahí. Se preguntó si Naru estaba también. Luego vio cruzar a los que eran los padres de Naru… la fotografía que recibió le permitió identificarlos.
Y entonces... por fin lo encontró. Mai sonrío y casi gritó su nombre para hacerle saber que ella estaba allí, aunque esto no llegaría a pasar y las palabras murieron en su garganta, escuchándose únicamente la emoción en sus pensamientos, pues la siguiente rompió su corazón en mil pedazos.
Vio como una chica, de la cual no se había percatado, se acercó. Era de cabello castaño y liso, estaba segura de que tenían el mismo color de ojos inclusive. Complexión esbelta y fina, realmente era muy hermosa... incluso más que ella.
Pero…
¿Qué es lo que le dañaba? No fue el hecho de que esa fémina fuera linda. Era sino el hecho de que Naru estaba sonriendo… y lo que más le dolía, que la atrajo hacia él para besarle.
Su mundo se desmoronó. Todo lo que había hecho para llegar allí… todo lo que había perdido… había arriesgado el billete de ida y ahora la pérdida pesaba sobre sus hombros y no le dejaba respirar. Estaba atrapada en Inglaterra.
Caía en cuenta que a lo mejor los sentimientos de aquel hombre nunca fueron tan fuertes.
Sintió que las lágrimas se agolpaban en sus ojos por lo que se dio la vuelta, rápidamente huyendo del sitio, esperando que nadie le hubiese notado. Era obvio que él amaba a esa chica, fuese quién fuese, su gesto y forma de actuar lo delataban. Y Mai estaba feliz por eso, incluso aunque eso la destruyera y le hiciera sentir un horrible dolor en el pecho.
No quería causarle ningún problema.
Lin fue testigo de todo y supo que esto sólo era el inicio de lo peor para la joven japonesa, estaba más que consciente de los sentimientos que tenía Mai por Noll, y… Noll simplemente siguió adelante. Éste le habría advertido si hubiera sabido que vendría. Rápidamente se adelantó para ir tras ella cuando se echó a correr, pero no pudo mantener el paso y terminó perdiéndola entre la multitud.
— Mai... — Maldijo para sus adentros el no reaccionar apropiadamente. Su prioridad era encontrarla.
Mai se detuvo delante de un pequeño café y se metió en el callejón. Dentro de todo lo que recorrió corriendo sin destino alguno, decidió que tenía que tomar un momento para calmarse, para secar las lágrimas que habían comenzado nuevamente a caer. Se deslizó por la pared hasta quedar en el suelo, envolvió con sus brazos las rodillas, preguntándose qué podía hacer. Tenía que regresar a casa. No había razón para que se quedara ahí.
No tenía dinero, tampoco refugio… estaba completamente perdida entre las calles de un lugar que no conocía. Suspiró y notó que ya se estaba haciendo de noche. No tenía idea de cómo volver al hotel, ni sabía lo suficiente inglés para poder pedir ayuda. ¿Qué sucedería ahora? Se sentía estúpida e impulsiva, por no haber meditado las cosas terminó en una situación así, no todo se conseguía lanzándose a la vida y ahora lo sabía de primera fuente.
— Que tonta he sido...
Ordinary world — Duran Duran
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No tengo mucho qué decir al respecto, puedo decir que esto es una idea de años que una persona me dio y realmente hasta el día de hoy recientemente se hizo formal.
Corto, pero no se preocupen, habrá más...
Cualquier comentario al respecto es totalmente bienvenido y además un gran placer. Les agradezco la visita por aquí.
