Sinfonía Soledad
Un día solo era el día de hoy; una alma solitaria era la que el poseía. El estaba atado a este mundo; incluso después de la muerte, en todo este tiempo, el nunca había abandonado esta casa, en la cual él había muerte mucho tiempo atrás. Hace cuanto había sido eso? El no lo recordaba pero lo que si sabía era que muchos inviernos fríos y solitarios habían pasado.
Era una maldición la que mantenía su alma en el mundo de los vivos, pero el aun no había descubierto que horrible pecado había cometido en su corta vida.
Era un día gris y frio del mes de diciembre, el día era frio, no que él podía decir, simple mente era una asunción, el estaba al fin de cuentas muerto, ya no necesitaba el calor, así que era algo que él ya no poesía.
Sasuke, como lo había hecho ya tantas veces, dio un recorrido alrededor de la espaciosa casi vacía casa. La casa había sido comprada unas cuantas veces, pero siempre estaba nueva mente vacía en unos cuantos mese gracias a su presencia.
No es que a Sasuke asustaba a las personas a propósito, (no estaba diciendo que no era divertido) es solo que pasaba tanto tiempo solo que se aburría y necesitaba interacción con otro ser. Vivir una eternidad sin una distracción pude ser realmente aburrido y mental mente exhaustivo.
Camino cerca de una ventana, las nubes eran de un color gris oscuro, tal vez nevaría pronto, pero las nubes no fueron lo que atrapo su atención, un carro se estaba acercando a la casa.
'otra familia se mudara de nuevo?' pensó con un tono de emoción. Al fin, una distracción para matar su ilimitado y eterno tiempo.
'haber cuánto dura esta.' Pensó, una sonrisa apareciendo lentamente en su rostro eternamente joven.
Hinata miro asía la casa, era grande y de estilo antiguo; una belleza de hogar.
Hanabi, la hermana menor de Hinata dicho con entusiasmo.
-es hermosa, no crees?
'no importan; no estaré viviendo en ella por mucho tiempo.' Pensó Hinata, pero en vez de dar voz a sus pensamientos ella dijo en su usual suave voz:
-Sí, lo es.
-y a ti Neji? Te gusta?
El muchacho se mudo a vivir con ellas cuando el padre del muchacho murió, era su primo pero ellas lo veían como el hermano mayor que no tenían.
-Hn. – fue la única respuesta que recibió Hanabi.
Se bajaron del auto, el padre de Hinata enfrente, guiando el camino, el tenia las llaves.
Al abrir la puerta notaron que la casa ere espaciosa, pero lo que llamo su atención fue el hermoso y elegante piano que se encontraba a la mitad de la sala.
-Wow, no sabía que la casa tenia piano incluido, cool.- dijo la Hyuga más joven, caminando alrededor de la casa.
Los demás siguieron su ejemplo, dándose su tiempo, admirando la hermosura de la casa.
Mientras los nuevos habitantes observaban la casa, Sasuke los observaba a ellos, esperando la oportunidad perfecta para hacer su aparición.
-te gustaría ver el jardín trasero de la casa Hanabi? Es muy bonito.- dijo Hiashi.
-si! Bienes Hinata?- pregunto.
-No gracias.- respondió la joven.
-y tu Neji-kun?-
El joven solo la siguió, respondiendo su respuesta. El era un joven de pocas palabras.
Lentamente, Sasuke ascendió las escaleras, caminando a la dirección del gran piano; con gracia se sentó en el banco, y sus dedos se deslizaron sobre las teclas del piano, tocando una dulce canción de cuna su madre le enseño hace mucho tiempo atrás.
Al escuchar el sonido del piano, Hinata bruscamente se dio la vuelta, trato de razonar con sigo misma, buscando una solución lógica para explicar el suceso.
'Tal vez es uno de esos pianos eléctricos que tocan por si solos.'
No podía reprimir su curiosidad, tomando pasos deliberados se acerco lentamente al piano.
'que le pasa? Esta es la parte en donde sale corriendo atemorizada.' Pensó Sasuke.
Empezó a tocar un poco más rápido, la pequeña chica tenía una mano en el piano, Sasuke estaba un poco decepcionado con la ración de la chica, así que decidió que era tiempo de hacerse visible.
Lentamente su imagen se volvió más solida, hasta que era visible al ojo humano, tenia una pequeña sonrisa plantada en su atractivo rostro.
Esperaba gritos, tal vez un poco de lagrimas, y que saliera corriendo como loca, peo en vez de recibir una chica aterrada, recibió a una chica totalmente en paz. Como si chicos de 16 apareciendo de la nada era algo normal y que ocurría todos los días.
La muchacha lo observaba una sonrisa apareciendo en su cara bonita, Sasuke en confusión voltio su cabeza para verla de frente; ojos negros se encontraron con ojos perlados.
Su mundo paranormal se detuvo. Sus ojos eran tan hermosos; como dos de las finas y exquisitas perlas que se podían encontrar en este mundo, una sensación cálida engolfaba su frio corazón, una sensación que el nunca había sentido antes.
-h-h-hola,- dijo ella- s-s-s-oy H-hinata.- que chica tan rara. En ese momento dejo de tocar, se levanto y desapareció.
-Hinata?- dijo Hanabi caminando hacia ella, -no sabía que tocabas.-
-No lo hace.- respondió Hiashi.
-no? Me pareció escuchar el sonido del piano. – dijo pensativa mente.
-tal vez lo imaginaste, estas alucinado.- ofreció Neji.
'si, tal vez estoy alucinando.' Pensó Hinata, tratando de explicar el extraño suceso.
La chica de los ojos blancos, Hinata, lo confundían, ella era como un laberinto que él quería explorar y llegar a entender.
'Tal vez podría conversar con ella,' pensó el fantasma,' no tengo nada mejor que hacer.'
La miro una vez más, i después siguió su camino hacia el ático.
- Nuestra pertenecías llegaran mañana- anuncio Hiashi. –por ahora lleven sus pertenencias que han traído la recamara que escojan.-
Los tres fueron hacia el carro por sus cosas; Sasuke desde el ático miraba hacia abajo, sus ojos nunca despegándose de la hermosura de los ojos blancos.
-yo te ayudo con tus cosas, Hinata.- Neji se ofreció.
-no es necesario Neji-nii.- respondió ella. Odiaba que creyeran que no podía hacer nada, no quería su lastima, ella estaba bien, solo un poco enferma.
-yo te quiero ayudar, no es ninguna molestia- su primo insistió, tomando sus cosas y las de el. Caminaron hacia la casa, Hanabi corriendo hacia el segundo piso, los otros dos decidieron de ir a una velocidad más moderada.
-qué cuarto quieres Hinata?- el chico de cabello castaño le pregunto a su querida prima.
-el del fondo a la derecha, Hanabi dijo que ese tenia la vista al jardín de las rosas. – le respondió.
Juntos caminaron hacia la habitación que ella había indicado, sin saber que alguien los seguía unos cuantos pasos atrás.
Hinata abrió la puerta dejando que Neji entrara primero, el puso sus cosas cerca de la entrada del cuarto.
-te veo después,- le dijo el joven, cerrando la puerta del cuarto.
Camino hacia la ventana, admirando el océano de diferentes colores de rosas. A ella le encantaba diciembre, era temporada de rosas.
-Bonitas, no crees?- alguien dijo de tras de ella. Ella dio un pequeño salto, su mano se dirigió hacia su corazón. Cuando dio la vuelta, sus ojos, por segunda vez en el día, coincidieron con ojos oscuros como la noche. Era el chico del piano.
-mi nombre es Sasuke, i por qué no estás gritando? – pregunto algo confundido.
-p-p-p-por q-q-qq-ue grita-ta-ria?- pegunto ella.
-Por que!? Por que aparezco de la nada, tendrías que estar histérica, soy un fantasma, una aparición! Que acaso no te asusto?- pregunto el, en un tono exasperado.
-a-a-a- los q-q-q-que de-debes de-de te-te-mer es a-a- los vi-vi-vos- dijo algo nerviosa.
-estas totalmente loca,- dijo el,- tal vez podríamos ser amigos.-
Con una sonrisa el le contesto,
-eso me gustaría.-
En ese momento sus sospechas fueron comprobadas, la chica estaba total mente desquiciada.
Ese le gustaba.
