Chapter 1 - Meeting

Un chico de lentes corría torpemente por los pasillos de su escuela, abriendose paso entre los demás estudiantes y llevando en brazos una pila de carpetas, cuadernos y apuntes. Este chico era nuevo en la secundaria, apenas llevava tres semanas de haber empezado y ya estaba volviendose loco con las tareas y los trabajos, y como si fuera poco... ese día llegaba tarde a clase. El timbre de su clase había sonado hace unos minutos, se apresuraba nervioso por los pasillos hasta que chocó con algo frente a él, haciendole tirar sus cuadernos y apuntes al suelo mientras retrocedía.

-¡Ah, d-disculpame! - Dijo el chico de lentes en tanto se dio cuenta que había chocado con alguien más, cuando le miró con detalle cayó en cuenta que era otro chico y no solo eso, sino que se notaba a leguas que era mayor que él, sin mencionar que le llevaba varias cabezas y desde su punto de vista parecía un gigante... aunque desde su punto de vista casi cualquiera lo parece.

-¡Estaba distraído y llego tarde a clase! No quería... ah - El menor balbuceaba palabras al azar intentando disculparse mientras recogía las hojas desperdigadas por el suelo, lo que menos quería era tener un problema con alguien de un año mayor que él a penas empezando en la nueva secundaria. Pero para sorpresa del menor, el otro chico se agachó y le ayudo a recoger las cosas faltantes, no parecía molesto en lo absoluto.

-No te preocupes, fue un accidente - Le dijo el chico de gorra en un tono tranquilo mientras le regresaba parte de sus cosas. - ¿Cómo te llamas? No te he visto por aquí antes.

-Yo... - El chico de lentes se perdió por un momento en los ojos del mayor mientras sujetaba los cuadernos con fuerza contra su pecho y tragaba saliva con dificultad, casi tembloroso.

-Alcanzanos luego, Joel. Vamos al laboratorio por unas cosas y luego al salón. - Dijeron dos chicos que acompañaban al de gorra más alto, el menor ni siquiera había notado que estaban ahí, estaba más nervioso que cualquier cosa como para notar nada.

-Bien, no se preocupen - El mayor les hizo una seña a sus acompañantes para que se fueran y miro de nuevo al más bajo, quien solo le miraba en silencio con una cara de nervios como si esperara el juicio final. - ... Soy Joel, Joel Zimmerman ¿Y tú eres...? - Preguntó el mayor alzando una ceja y esperando una respuesta que tardaba en llegar.

-...¿Ah? ...¡Ah, si! So-Sonny Moore, primero de secundaria. Soy nuevo en la escuela.

-Bueno, eso explica porque no te he visto y... vas a llegar tarde a tu clase, tu timbre ya sonó.

-¡Oh Dios, la prueba! Lo siento, debo irme, disculpame por haberte chocado así. - Fue todo lo que dijo el chico de lentes antes de fijar el curso de nuevo hacia su clase.

Luego de una nota de atraso, una prueba y una larga clase Sonny estaba exhausto, pero a penas había pasado la mitad del día, aún faltaban clases por ver y trabajos por entregar. Al menos ya era hora del receso y podría sentarse a mordisquear una galleta en su lugar de siempre, pasar los recesos sin compañía no era algo que le agradara pero era muy tímido como para solo acercarse a cualquiera y empezar a hablar. Ya sentado junto a pared jugando con su IPod y mordisqueando una galleta, el mismo chico de antes se acercó.

-Hey, Sonny. - Un saludo simple y cool le sacó de su mundo haciendole mirar hacia arriba, de nuevo nervioso.

-Di.. ¿Dime? - Se quitó los audifonos nervioso de porque el mayor le buscaba.

-Te veo muy solo aquí ¿Qué pasa? ¿Aún no haces amigos? - Le preguntó el mayor algo divertido, casi riendo un poco.

-Yo... - El más chico agachó la cabeza, su timidez era mucha como para siquiera verle a los ojos por mucho tiempo.

-Ven acá. - Joel tomó la mano de Sonny y le hizo levantarse. - Te voy a presentar a un grupo de gente muy genial, ya sabes, como yo. - Le dedicó una sonrisa divertida y de confianza al pelinegro quien respondió también con una sonrisa pero mucho más tímida. El chico de gorra llevó a Sonny casi a rastras hasta un grupo de chicos, todos eran dos o tres años mayor que Sonny. Se reían y hacian bromas como cualquier grupo de adolescenteas hasta que llego Sonny, todos le miraron con curiosidad.

-Chicos, este es Sonny. Esta en primero y es nuevo en la escuela.

-Oh ¿Así que viviendo lo bueno, eh? - Dijo un chico de cabello negro corto y alborotado.

-¿Buena... vida? - Preguntó el menor sin entender.

-Claro, primer año es lo más fácil que hay chico. - Respondió ahora otro chico con una pañoleta negra al cuello con una calavera y otros diseños grabados en la misma.

-¿¡Lo más fácil!? - Exclamó Sonny preocupado, para él no estaba siendo nada fácil. Varios rieron ante la reacción del más chico, haciendolo sentir algo intimidado. - Uh...

-Hahaha, a ver, no lo asusten así, pobre. - Sonrió una chica de cabello negro corto y puso una mano sobre el hombro de Sonny intentando hacerlo sentir en confianza.

-No lo asustamos, lo preparamos Sirah. - Respondió otro chico de gorra y ojos claros. Sonny no sabía que hacer, no estaba acostumbrado a estar con un grupo de gente y tener que interactuar y menos si eran mayores que él.

-Tranquilo, Sonny. Cuando te acostumbres todo será más fácil, no dejes que estos idiotas te hagan creer lo contrario.

-¿Por qué le das falsas esperanzas, Zimmerman? - Dijo de nuevo el de ojos claros retando a Joel.

-¿Por qué no te callas, Asaf? - Respondió el aludido.

-Que no me digas así, retrasado. - El chico le dió un leve empujón algo cabreado.

-¿Qué te pasa, imbécil? No me toques - Respondió Joel con un empujón más brusco y enseguida el otro chico de gorra y ojos claros se le lanzó encima agarrandole de la camisa y comenzando una pelea.

-¿¡Quién te crees, diva!?

-¡Jabibu, terrorista!

-¡Friki!

Otro chico del grupo les separó y Sonny no sabía que hacer más que retroceder un poco y mirar con disimulo a los lados pensando si podría irse sin que lo notaran, la chica de antes lo notó y le sonrió llamando su atención.

-No te preocupes, dulzura. Ellos se la pasan en eso, es algo de todos los días. - Rió un poco -Ya te acostumbraras. -Le dio unas palmaditas en la espalda, Sonny se sentía un poco más en familia luego de ese "Te acostumbraras" porque quería decir que pensaban en él quedandose y formando parte del grupo, pasando los recesos juntos y tal vez un poco de tiempo luego de clases. El resto del receso pasó luego de charlas tontas de amigos, risotadas y tonterías de adolescentes, todos se dirigieron a su respectiva clase para luego encontrarse de nuevo en la salida. Ese día, luego de muchos años, Sonny llegó de nuevo con una sonrisa a su casa.