Ciaossu~

Kuro-desu~ Pues bueno, ayer estaba en el trabajo y de repente ¡PUM! Idea salvaje aparece gracias a estar escuchando canciones de navidad (SI adoro la navidad) y dije… pues seguiré mi impulso de idiotez y lo hare. Así es como nació los doce días de Navidad estilo Haikyuu~ ¿Por qué? Fácil, la canción dice doce días y los chicos de Karasuno son doce exactamente~ Así que por favor disfruten~

Recuerden:

T/A = Tu apellido

T/N = Tu nombre

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El primer día de Navidad mi amor me regalo~

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Una lata de café~

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-Grrr – gruñiste disgustada por la escena que se desarrollaba en la entrada de la clase de al lado. Ahí sonriendo algo serio, esa expresión de seguridad tan característica suya, tu mejor amigo, vecino, otra parte de ti, Sawamura Daichi, técnicamente estaba filtrando con una chica.

Querías insultarle, menospreciarla o al menos saber que tenía mala fama para alejar a Daichi de su lado, pero no. Michimiya era tu compañera y sabias lo dedicada y amable que era. Aun así seguías con ganas de llegar a hacer el mal tercio…

La campana sonó y con eso, temporalmente, tú martirio también. Pasaron las horas y ya era el momento de ir a los clubs. No sabias muy bien por qué pero el equipo de vóley había pedido permiso para utilizar varios gimnasios, y justo después de terminar el calentamiento cuando lo viste entrar. Tan formal y serio como siempre.

-Algún día será un gran padre – susurraste sin darte cuenta y eso te tomo desprevenida ¿Por qué matroshkas pensabas eso de Daichi? Vaya, era cierto… pero… pero…

Oh no, Michimiya junto con otras chicas llegaron para asistir a los chicos. Por más que querías concentrarte no podías. Te era imposible y gracias a eso ya te habías ganado balonazos directo en la cara, dedos torcidos, caídas estrepitosas e innumerables regaños por parte de la entrenadora. Gracias a Dios había terminado, estabas tratando de aclarar tus ideas cuando escuchaste como unas risas se acercaban

-Gracias Michimiya, en serio nos salvaron hoy – decía alegre como siempre

-Ni lo menciones, tómalo como un favor entre capitanes – dijo ella dándole un amistoso golpe en el hombro

Rápidamente te escondiste para no ser vista, espera ¿Por qué te escondiste?

-Bueno, entonces te veo en 20 minutos en la entrada de la escuela – dijo y la chica se echó a correr

-¡Si! – escuchaste el grito en respuesta. Saliste de tu escondite y viste como la figura de Daichi se alejaba

-¡Viste eso! – escuchaste a una chica que estaba cerca de ahí

-Ya se, esos dos no tardan en salir – contesto otra junto a la anterior

-Yo ya los shippeo – contesto una tercera con lentes

-Hmp – bufaste y te fuiste de ahí. No era asunto tuyo, si Daichi quería salir con alguien ¡Que lo hiciera! Tu mundo seguiría igual que siempre.

Una semana había pasado… Primero él te dejo plantada para ir a casa, y después por alguna razón tú le sacabas la vuelta.

Ese día, ese bendito día después de mucho, al fin tenían un día libre de actividades extracurriculares, pero toda esa felicidad se esfumo al recordar algo… Esos días solías ir al centro de juegos con Daichi y después ir a retacarse de comida chatarra.

-Ah~ - suspiraste cansada acomodando tus cosas

-Oye T/A – te llamo desde la puerta – ¿Vamos al centro de juegos? – pregunto mientras se sentaba en la mesa de tu asiento. Sonreíste, era hora de hacer los paces y más aún si era el quien había cedido.

-Oh, Sawamura que bueno verte – te estremeciste - ¿Podrías ayudarme como la semana pasada? – llego en el peor momento Michimiya, aun así su semblante amable no cambiaba

El abrió y cerró la boca sin saber que decir o hacer, volteo a verte con cara de disculpa y tu anterior sonrisa se volvió una mueca.

-Veo que no necesitas respuesta – contestaste de mala manera y te levantaste bruscamente.

-¿Tenían planes? Perdón yo no sabía, solo que como Sawamura fue de mucha ayuda la última vez pensé que-

-¡Ya no importa! – Te dista cuenta que estabas gritando – No importa – dijiste y saliste del salón con la cabeza gacha.

-Espera T/A-san – escuchaste como la castaña venia tras de ti. Y solo aceleraste el paso ¿Por qué te seguía? No tenías ganas de ver a nadie y mucho menos a ella. Comenzaste a correr hasta que el fin lograste perderla.

Jadeando te sentaste en el suelo. Y tratabas de recuperarte, cerraste los ojos y te limitaste a sentir la refrescante brisa o mejor dicho helada corriente invernal que te helaba hasta los huesos.

-Toma – abriste los ojos sorprendida al ver al moreno que te extendía una lata de café caliente.

-Gracias – murmuraste aceptándola, maldecías que te conociera tan bien.

-Café negro con leche – sonrió – tu favorito

-Hmp – le volviste la cara

-Vamos ¿Qué sucede? Has estado rara desde la semana pasada – dijo sentándose junto a ti

-No te importa – te pusiste de pie de inmediato y él te imito

-Si me importa, eres mi mejor amiga – un dolor apareció en tu pecho y tú te estremeciste

-No te incumbe, deberías volver con Michimiya-san – dijiste y te disponías a irte pero él te tomo del brazo impidiendo tu avance - ¡Daichi! – le reclamaste

-No me iré de aquí hasta que no me digas que te sucede y tú tampoco – dijo serio

-No… - susurraste al sentir una descarga que nacía desde donde te tenia sujeta

T/A! –

-¡No lo sé! – bajaste la mirada, de repente las ganas de llorar te inundaban

-T/A – te acerco a el

-¡No! No lo sé – repetiste intentando soltarte, las lágrimas no tardaban en salir

T/A!

-¡NO!

-T/A

-¡Suéltame Daichi!

-¿Por qué? – te tomo ambos brazos y te miro directo a los ojos

-No… - las lágrimas comenzaron a salir solas

-T/A – intentaste liberarte nuevamente, te sacudiste de manera violenta - ¡T/N! ¡Dime que te sucede! ¿Por qué estás tan rara? – su mirada severa y su cara te asusto un poco, esa parte de él también la conocías, pero aun así…

-…

T/A!

-¡Me gustas! – soltaste sorprendiéndolo y sorprendiéndote, él te soltó y bajaste los brazos lentamente

-T/A… yo – dijo bajito, se escuchaba consternado

-No… no… no… - repetías una y otra vez, habías mandado su amistad al caño en un segundo

-T/A – susurro y sentiste como sus brazos te rodeaban y apoyaba su barbilla en tu cabeza – yo también – susurro

-No, no quiero que lo hagas por lastima – intestaste de nuevo el separarte pero el solo te aferro mas

-¡No es por lástima! Me gustas… desde secundaria – dijo y notaste que su voz temblaba un poco

-Da-Daichi – lo llamaste y volviste a llorar. Lloraste hasta saciarte y el solo te mantenía abrazada.

Caminaban juntos hasta la entrada de la escuela, ninguno decía nada, ni se miraban. Simplemente caminando juntos con las cabezas gachas y algo sonrojadas. De repente sentiste como tu mano era rodeada por otra grande y cálida.

-Vamos a casa T/N – Volteaste sorprendida y solo viste como él te veía con esa mirada de seguridad y cariño, le sonreíste de vuelta y respondiste el agarre.

-Sí, Daichi – Sin duda alguna estabas perdidamente enamorada de Sawamura Daichi.

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FIN

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Bueno, este fue el primer capítulo con el miembro numba wan de Karasuno Papa-Daichi~ ¿Que les pareció? Espero les haya gustado 0w0 Tiene el sello de aprobación de Mika-senpai~ Gracias por la ayuda senpai~

Y bueno, los veo mañana en el segundo capítulo~

Ya-nyan~