Sueño de un Violinista
Capitulo 1: Día 1 - Sonata Nº 12
Mientras caminaba por uno de los pasillos de los tantos que había en aquel edificio, oía desde la sala de conciertos cercana una melodía hermosa pero solitaria, se asomó por la puerta entre abierta y veía como finas cuerdas eran tocadas por una muchacha de cabellos cortos negros, de pie a un solitario piano clásico. Algunas auroras del sol del atardecer entraban por las cortinas mal cerradas en la sala de concierto.
Minaru entró sin hacer ruido y dejando su larga traversa en una mesa cercana y ella sentándose en una silla al lado, cerró los ojos y escuchaba silenciosamente como Hayami tocaba el violín, cada vez subiendo y bajando de tono, moviendo sus dedos con agilidad entre las cuerdas, moviendo aquel arco hacia arriba y abajo…
-Que haces aquí? –
-Lo siento, entré sin tocar… no quería interrumpir… -
-Mejor –
-Hayami-sempai toca hermoso – Comentaba Minaru ofreciéndole una sonrisa.
-Se escucharía mejor si en el conservatorio estuvieran tocando estas teclas – Dijo con una mano sobre la parte donde estaba el teclado del piano.
-Antes tocabas melodías mas armónicas… ahora solo escucho sonatas lentas… -
-La música te refleja… cuando estamos triste no podemos tocar algo melodioso –
-Si, pero… -
-Escucha – Hayami, interrumpiendo a la muchacha de largos cabellos marrones, tomó nuevamente su cordófono y comenzó tocando una melodía muy linda, pero no era para alegrarse al escucharla ni pensar en un campo floreado en primavera… era mas bien algo como "una duquesa detrás de unos ventanales gigantes, resguardada de la lluvia que yacía en el suelo en la fría tarde invierno", o al menos eso pensaba al escuchar como Hayami tocaba el violín.
Minaru la escuchó, retomaba la canción anterior; ahora entendía sus palabras: "Se escucharía mejor si en el conservatorio estuvieran tocando estas teclas"… era una de las canciones de Paganini, Sonata Nº 12... Aquella canción se oiría mejor con el acompañamiento del piano que estaba allí, y el único que conocían las dos que tocaba y sabía bien las notas de esa canción, era Kenji.
Ya hacía mucho tiempo que la morena tocaba esa canción a capella, sin el piano, y si le ofrecían esa ayuda ella la rechazaba, solo tocaría la Sonata Nº 12 con él y solo con él. Kimura Kenji tocaba en el conservatorio, antes de que se marchara a Italia. Desde entonces, Hayami tocaba esa, la última canción que aprendieron juntos, la de Paganini: Kenji al piano y ella al violín.
Minaru, Kenji y Hayami se habían conocido en el edificio-conservatorio, allí, viendo que cada uno tocaba un instrumento distinto, intentaban quedar en la misma clase todos los días para aprender juntos. Con el tiempo formaron un trío de pianista, flautista y violinista quienes iban dar pequeños conciertos en un anfiteatro; como estaba abierto para todo público, iban allí a seguir tocando por entretención, por la tarde a las personas que pasaban por el lugar quedaban un rato escuchándolos y una que otra pareja que se sentaba en las bancas blancas frente al escenario a escucharlos un momento.
