Disclaimer: Los personajes no me pertenecen, le pertenecen a la gran Stephanie Meyer
Es mi primer fic, asi que espero que les guste. Esta inspirada en la canción Bittersweet de Ellie Goulding que sale en el soundtrack de amanecer parte2
Estaba sentada en el viejo sillón de mi departamento viendo la televisión pero sin prestarle atención realmente, mas bien pensaba en el, mi mejor amigo y amante. Siempre estaba ahí cuando discutía con alguna pareja suya o terminaban con el. Pero sabia que mi amor por el no era correspondido, y aun así era su consuelo durante noches enteras.
El timbre me saco de mis pensamientos y me levante apresuradamente a ver quien era a estas horas de la madrugada. Al abrir la puerta me encontré con un Edward de ojos rojos y mejillas humedecidas por las lagrimas, al verme de inmediato puso sus brazos a mi alrededor, estaba desecho, lo sentía sollozar, haciendo latir mi corazón como loco.
Lo lleve hacia el sillón y una vez sentado lo mire a los ojos, viendo reflejado el pánico que mostraban mis ojos.
Me beso y sus lagrimas hacían mas suaves sus labios, que se movían frenéticamente sobre los míos mientras tomaba con sus manos mis caderas y me colocaba sobre el.
- ¿Por que siempre quieres lo que te hace daño? -dije luego de separarnos para tomar aire, aunque no estoy segura de si de lo dije a el o me lo estaba preguntando a mi misma.
Tus brazos alrededor de mi y están desechos
Hace que mi corazón palpite como un tambor
Mira el pánico en mis ojos
Bésame solo cuando llores
Por que siempre quieres lo que se va
Y tú lo sabes y es más de lo que puedas tener
- Tú no me haces daño - susurro y nos volvimos besar, se levanto tomándome en brazos con mis piernas alrededor de sus caderas, dirigiéndose hacia la habitación donde empezaríamos algo que no terminaría hasta el amanecer nos separara…
Nene, no olvides mi nombre
Cuando la mañana nos destruya
Nene, por favor no mires a otro lado
Cuando la mañana nos destruya
Oh tu caricia, tan agridulce
Nene, no olvides mi nombre
Cuando la mañana nos destruya
Desperté con la luz del sol filtrándose a través de las cortinas quedando justo sobre mis ojos, intente voltearme pero no estaba sola en mi cama y los recuerdos de la noche anterior vinieron a mi mente, su caricias suaves, la manera en que sus manos recorrían mi cuerpo. Estaba harta de todo esto, de que me usara como su premio de consuelo y que luego hiciera como si nada pasara, sabia que si me tocaba destruiría todas mis paredes, sabia que le dolía pero el no se daba cuenta de todo el daño que me hacia yéndose apenas despertaba dejándome sola en mi cama.
Mire a Edward que aun seguía durmiendo, acaricie su mejilla que estaba suave debido al sol. El verlo dormir tan tranquilamente hacia que mi corazón latiera rápidamente,
Me levante con cuidado de no despertarlo para darme un baño y poder relajarme, bajo el agua caliente me dije a mi misma: Disfruta el momento.
Termine de secarme y salí del baño, encontrándome con un Edward totalmente vestido dejando una nota sobre mi almohada.
- ¿Ya te vas? - dije mientras caminaba hacia el
- Si – susurro lo suficientemente fuete para que lo escuchara
- Por que siempre haces esto, siempre te vas como si estuvieras huyendo de mi, y luego cuando te vuelvo a ver en algún lugar haces como si no hubiera sucedido nada, solo vienes a mi cuando estas sufriendo, no sabes como me hace sufrir a mi esto, NO! Claro que no lo sabes porque no eres capas de preocuparte por otra persona que no seas tu, mírame a los ojos y dime que por lo menos que te das cuenta de lo que haces.- grite, enfrentándome a el, que tan solo mantenía la mirada en el suelo. Tome su rostro entre mis manos haciendo que me mirara para suplicarle en un susurro - Por favor por lo menos una ves no mires a otro lado y da la cara
Tu mejilla es suave por el sol
Hace que mi corazón lata como un tambor
Se que te duele, se que te arde
Caliente y frío en una habitación del hotel solitario
Mira dentro de mí, dime por que estas llorando, necesito saber
Porque siempre quieres lo que se va
Siempre se va lejos
- Mi intención nunca fue hacerte daño - dijo colocando un mechón de mi pelo detrás de mi oreja - Pero si es así nunca volverá a suceder porque me voy a Londres a estudiar medicina y nunca me volverás a ver - dijo tomando su chaqueta y caminado hacia la puerta de la habitación. Lo tome de un brazo deteniéndolo a mitad del pasillo.
- Ibas a irte si decírmelo a la cara… con una simple nota.- dije al borde de las lagrimas. Me iba a abandonar dejándome sola… para siempre.
Nene, no olvides mi nombre
Cuando la mañana nos destruya
Nene, por favor no mires a otro lado
Cuando la mañana nos destruya
Oh tu caricia, tan agridulce
Nene, no olvides mi nombre
Cuando la mañana nos destruya
- Por favor no me hagas esto, no me dejes sola. TE AMO! Quédate conmigo por favor -
- No puedo me voy en unas cuantas horas, no hagas esto mas difícil bella – dijo, sacándose de mi agarre caminando hacia la salida.
Porque siempre quieres lo que se va
- Entonces esta es la despedida - mi voz se quebró en las últimas palabras y no lograba dejar que las lágrimas salieran de mis ojos
- Si – se dio la vuelta antes de irse y beso mi frente – Adiós –
- Nunca te olvides de mi – y lo bese demostrando todos lo sentimiento que tenia por el
- No podría aunque quisiera – me dio un ultimo beso y se fue cerrando la puerta. Mis piernas no resistieron mas y caí frente a la puerta llorando. Apoye mi espalda a la pared y abrase mis piernas intentando mantenerme unida.
Llore por horas hasta que quede dormida en el suelo.
Nene, no olvides mi nombre
Cuando la mañana nos destruya
Nene, por favor no mires a otro lado
Cuando la mañana nos destruya
Oh tu caricia, tan agridulce
Nene, no olvides mi nombre
Cuando la mañana nos destruya
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Besos 3