Nota del autor: Bien este fue un fic que escribí para un concurso en un foro de los TT…Y dado que ya termino lo posteare aquí…El fic esta terminado…Por lo tanto actualizare cada dia o dos días…Depende de si me conecte…Como sea…Espero les guste…Y si no…Cualquier comentario, sugerencia y critica es bienvenida…Lo que sea para mejorar…
Capitulo I; Asesinato en Jump City:
"Es tan gracioso como un simple evento inesperado puede cambiar el resto de tu vida"
Siete de la mañana de un viernes cualquiera, sin embargo a diferencia de lo que se creería nuestros jóvenes héroes no se encontraban holgazaneando en la comodidad de su gigantesca torre con forma de T. En cambio se encontraban en el auto T, bueno al menos cuatro de ellos, pues el líder titán se había adelantado, dejando a sus compañeros despertando al más holgazán de todos, el buen Chico Bestia. Nuestros queridos héroes iban a toda velocidad por la carretera en dirección a un lugar que solo el mayor de ellos conocía.
-Viejo. ¿Por qué rayos nos despiertas tan temprano?- Musito el joven de piel verde mientras reprimía un bostezo.-
-Si durmieras en la noche, como la gente normal. No estarías tan somnoliento.- Respondió fríamente una chica de capa y leotardo en el asiento de atrás.-
-¿Y tú como sabes que no durmió en la noche? ¿A caso te encontrabas con él?- Bromeo animadamente un sujeto mitad robot en el asiento del conductor. Los aludidos por su parte no pudieron evitar que sus rostros tomaran un color rojizo, tanto así que ambos jóvenes voltearon la mirada a sus respectivas ventanillas para evitar las miradas acusadoras y las risas picaras de su compañero mitad robot.-
-Púdrete, Cyborg.- Fue lo único que pudo responder nuestra amiga gótica.-
La situación se había vuelto un tanto incomoda, a decir verdad aquel tipo de bromas se hacía más recurrente de parte del joven metálico, cosa que empezaba a ser realmente molesto para nuestros otros héroes. En especial para la gótica favorita de todos, quien a diferencia de Chico Bestia; que si bien se avergonzaba; simplemente se limitaba a ignorarlas, ella solía reprocharle y rebatirle al joven mitad robot, colocándose en una situación un poco más delicada o como decía Cyborg "Reprochas porque sabes que es verdad".
-Amigo Cyborg- Finalmente la voz de una pelirroja en el asiento trasero rompió el muy incómodo silencio que llenaba el auto T- ¿Por qué Robín no nos acompaña?- Pregunto nuestra despistada amiga.-
-No lo sé Starfire.-Respondió el joven moreno.- Cuando me levante él se encontraba tocando eufóricamente mi puerta. Me dijo que no me podía dar más explicación, solo que los levantara a todos y me dirigiera lo antes posible a esta dirección.- En la pequeña pantalla del peculiar vehículo de nuestros amigos un pequeño mapa que indicaba con un círculo rojo el lugar mencionado por Cyborg.-
-¡Esa es la academia de Terra!- Comento sorprendido el chico de orejas puntiagudas.-
-De Tara queras decir.- Corrigió con un toque de vileza la chica hija del demonio, literalmente. La mirada y gestos de nuestro amigo verde se volvieron un tanto melancólicos y nuestra amiga gótica no pudo evitar sonreír con cinismo y orgullo, como quien hubiera ganado un importante debate.-
-Como sea. Ese es nuestro objetivo, de verdad me intriga lo que haya pasado. Robín no me dijo mayor cosa. – Trato de cambiar el tema, el joven mitad maquina al ver la tristeza de su amigo.-
El veloz auto T no se tardó demasiado tiempo en llegar al lugar mencionado, un grupo de risueños y jóvenes héroes se bajó, por lo visto las risas eran producto de alguno de los bobos chistes de él joven metamorpho; bueno aunque no todos se reían, es obvio que Raven permanecía callada y serena, como siempre. Aunque no pudo evitar rodar los ojos cuando Chico Bestia se sujetó de ella para no caerse de la risa.
Sin embargo la imagen frente a ellos era totalmente diferente a su estado de ánimo, el edificio, el cual ya sabemos que fungía como establecimiento educativo, se encontraba rodeado por un cordel amarillo, típico de las escenas de crímenes. Lo policías recorrían el recinto por todos lados corriendo y llevando papeles y otras cosas varias de un lado a otro. Una ambulancia solitaria con la luz roja prendida pero la sirena apagada, se encontraba en la entrada principal y los paramédicos tranquilamente recostados en dicho vehículo, despreocupados del mundo, con una expresión de resignación en el rostro. Varios jóvenes estudiantes con sus uniformes puestos se encontraban en las afueras, algunos con cara de sorpresa, otros el temor les invadía el rostro y algunas chicas lloraban desconsoladamente mientras se recostaban en los hombros de algún suertudo amigo.
Uno a uno nuestros jóvenes amigos dejó de reír, y con los ojos abiertos de par en par se fijaban en aquella tan extraña escena, bueno todos excepto el joven de piel verde quien no dejaba de reír, seguramente ni se había percatado de la escena frente a él. Hasta que cierto líder con antifaz se apareció ante ellos.
-Hump-Hump.- Gruño el chico aprendiz de Batman, para llamar la atención del metamorpho. El chico verde al darse cuenta de la aparición de su líder, lo volteo a ver e inmediatamente giro a ver la escena que se presentaba ante sus ojos, tomo posición defensiva preparado para recibir el regaño de su joven líder. Pero aquello nunca paso, en lugar de eso se reincorporo solo para observar un decaído y muy intrigado Robín frente a el.-
-Robín, hermano. ¿Qué paso?-Pregunto totalmente desconcertado el chico de piel verde.-
-…-Un pequeño pujido se escuchó del joven enmascarado luego trago saliva.- Asesinaron a un estudiante.- Finalmente se aventuró a responder.-
La sorpresa de sus compañeros y las rápidas dudas y divagaciones se expandieron por el ambiente, todos se preguntaban cómo, cuándo, quien, por que las alarmas no habían sonado, como era posible que un joven hubiera sido asesinado en la ciudad, SU ciudad.
- ¿Quién fue, el asesinado?-Finalmente se aventuró a preguntar la chica con capucha.-
-Terra.- Dijo melancólicamente Robín justo después de tragar saliva y antes de bajar la mirada al suelo con profunda tristeza.-
Las expresiones de terror y sorpresa de parte de los jóvenes héroes, bueno excepto de una chica gótica que todos conocemos bien, se hicieron presentes. Starfire y Cyborg aún no salían de la sorpresa sus rostros demostraban dolor y desconcierto, a diferencia de Chico Bestia quien por lo visto la noticia lo había tomado totalmente desprevenido pues en todo el rato no había demostrado mayor emoción ni el más mínimo movimiento, se limitó a quedar callado con una expresión vacía en el rostro. Cuando sus compañeros se dieron cuenta de aquello todos, absolutamente todos voltearon a verlo e intentaron decir algo para calmarlo, pero simplemente sus bocas no podían producir ruido alguno. Se limitaron a mirar al piso con resignación.
Luego de algunos segundos en aquella incómoda situación, finalmente el joven de piel verde dio varios pesados pasos al frente; en dirección al gimnasio, la escena del crimen; sin embargo antes de que se pudiera alejar de sus amigos una con un guante verde lo tomo del brazo, haciendo que se detuviera.
-No vayas, es una escena horrible.- Advirtió con la mirada desviada el líder del grupo.-
Nuestro amigo de orejas puntiagudas quedo callado por un momento, luego simplemente gruño se zafo bruscamente de su líder y entro en el gimnasio de la escuela. Inmediatamente una chica con su capucha ya puesta y su amigo mitad robot lo siguieron. Nuestra amiga tamaraneana dio varios pasos al frente intentando seguir a sus amigos, pero una vez más un joven de capa t antifaz se le interpuso.
-De verdad no entres, es algo horrible.-Volvió a advertir el chico maravilla.-
A diferencia de nuestro amigo bromista la joven pelirroja hizo caso a la advertencia de su amigo, y quedo parada hay mientras su líder se internaba siguiendo a sus amigos. La chica quedo esperando con una mirada de tristeza pero profunda intriga.
Mientras tanto en el interior del edificio Chico Bestia ya había llegado y una desgarradora escena se presentaba ante sus ojos…
Un escenario destruido, piedras y bloques de tierra dispersos por todos lados, delatando que la joven elemental había luchado por su vida; batalla que había perdido; y en las paredes, en el piso, por todas partes una sustancia rojo se encontraba esparcida, como si de agua se tratara y en medio de toda aquella perturbadora escena el cuerpo de su amiga; bueno si se le puede llamar cuerpo a un torso sin extremidades; cuerpo que extrañamente no estaba cubierto por una sabana, si no que se encontraba hay descuartizado, totalmente expuesto.
Chico Bestia quedo callado con la mirada perdida, frente a aquella escena. Sin embargo cuando sus joven amigos llegaron su reacción fue más notoria, la chica gótica se paró en seco mientras sus ojos se abrían de par en par y el joven mitad robot pero sorprendido mientras un "¡Que rayos!" se escapaba de sus labios.
Cuando el líder llego explico rápidamente la situación; La joven Tara Markov había sido asesinada en el gimnasio de su instituto durante las doce de la noche del día anterior y las cuatro de la mañana de hoy, el reporte fue hecho por el conserje de la institución quien a las cinco de la mañana al revisar dicho lugar se encontró con tan peculiar escena, inmediatamente dio parte a la policía quienes le avisaron a líder Titán. La escena por su parte había sido alterada lo menos posible para dejar a los peritos investigar a profundidad, razón por la que el cuerpo no había sido cubierto ni siquiera por una manta.
-¡Eso es inhumano viejo!- Reprocho el joven mitad robot ante la última acción descrita.-
-…- El joven de piel verde por otro lado, había permanecido callado con la mirada perdida durante toda la explicación de su líder.-
-¿Alguna pista...del culpable?-Se aventuró finalmente a preguntar la gótica.-
-Si…de hecho.-Respondió el enmascarado, mientras dirigía una mirada… ¿Acusadora? Si, acusadora, a la joven de piel gris. La joven se sorprendió ante tal mirada, tanto que dio un paso hacia atrás. ¿Por qué rayos, Robín la miraba de esa forma?- Se encontró esto en la escena del crimen.- Dijo mientras sacaba una pequeña bolsa plástica en cuyo interior se encontraba una especie de botón o medallón rojo sangre, uno de los adornos del cinturón de Raven. Las miradas sorpresivas y desconcertadas del mitad robot y el chico verde se posaron rápidamente en la evidencia para luego voltear a ver con aun más sorpresa a la cintura de Raven. Y para su desgracia, efectivamente faltaba uno de aquellos tan peculiares adornos.-
- ¿No-no pensaran que yo lo hice? Eso es imposible.- Reprocho la hija de Trigón.-
-No…-Respondió no del todo convencido el líder del grupo, mientras desviaba la mirada al suelo.-Solo dime… ¿Cómo pudo llegar esto aquí? ¿Y…donde exactamente estuviste anoche?-
-Como que donde, en la torre, durmiendo obviamente.- Respondió algo ofendida la chica.- En cuanto a lo primero…No tengo…Ni idea.- Admitió algo avergonzada la chica gótica.-
-…-Un silencio abrumador se apodero de la escena.-
-¿EN SERIO CREEN QUE FUI YO?-Grito perdiendo la compostura la chica oscura.-
-No, Raven. Es solo que…es muy…extraño.-Se aventuró a decir el joven mitad robot.-
-Tu tenías motivos.- Comento Chico Bestia sorprendiendo y llamando la atención de todos.- Nunca te agrado Terra.- Fue lo último que dijo, mientras lentamente se dirigía a la salida del edificio.-
-Chico Bestia…Yo…-Intento llamar su atención la chica gótica. Pero una mano metálica la tomo por el hombro antes de que pudiera seguirlo.-
-Déjalo, necesita estar solo.- Le pidió amablemente el mitad robot.-
-Cyborg tiene razón, dejémoslo solo. Nosotros tenemos que investigar esto más.- Confirmo el líder titán.- Raven creo en ti, por eso necesito que me ayudes a limpiar tu nombre.- Le pidió seriamente a la gótica mientras la miraba de frente. Esta se limitó a asentir.-
Nuestros jóvenes héroes pasaron el resto del día en aquella extraña escena del crimen, incluyendo a Starfire quien entro una vez que el cuerpo de la joven elemental había sido analizado y retirado, sin embargo la escena no había dejado de ser perturbador para la joven dama.
El problema se había complicado seriamente, ahora no solo tenía que resolver el asesinato de una persona sino que además aquella persona había sido miembro de su pequeño grupo, convirtiendo esto en una especie de ataque personal, además si ese individua había matado a uno de los suyos, porque no lo volvería a hacer. Como si todo aquello no fuera suficiente, además debían encargarse de resolver el caso lo más rápido posible, pues la principal sospechosa era una de sus miembros. Creo que no es necesario recalcar que todo aquello tenía muy preocupado, por no decir obsesionado, al joven líder del grupo.
Tanto así que al regresar al peculiar hogar de nuestros héroes, el joven ex aprendiz de héroe no pudo dejar la investigación para descansar, en lugar de eso subió directamente a la sala de computadoras a revisar una vez más toda la información y datos que habían logrado recopilar.
-Vamos viejo, ya son las doce de la noche. Deberías descansar un poco.- Le aconsejaba el chico robot a su líder mientras se recostaba en el marco de la puerta.-
-No puedo Cyborg.-Le reprochaba este- Debo resolver este caso, ese loco sigue afuera. Quien sabe quién podría ser su próxima víctima. Además…-Sin embargo el joven no pudo terminar la frase pues su amigo se le adelanto.-
-Tienes que limpiar el nombre de Raven.-Afirmo el chico maquina con un tono de "si ya lo sé".- Sabes a veces creo que te preocupas más por ella que por Starfire.- Comento el muchacho para tratar de hacer enojar a su líder.-
-No es eso Cyborg, no seas tonto.-Reprocho este. "Misión cumplida Cyborg".-
-Como sea…Yo si me iré a descansar tú deberías hacer lo mismo.- Aconsejo el joven moreno mientras se retiraba de la habitación.-
Nuestro amigo dejaba a un obsesionado Robín en sus espaldas, mientras se dirigía a la comodidad de su habitación, el día había sido bastante pesado pero a diferencia de sus amigos el no había perdido la cordura y la felicidad, se mantenía calmo y tranquilo, si bien le dolía la muerte de la elemental, lo había tomado con calma y sin mucho fanatismo. Aquellos pensamientos en su mente junto con la autosatisfacción de verse como el más maduro de su grupo, lo hacían sentir extrañamente orgullo y feliz mientras bajaba las gradas. Hasta que llego a la sala de estar, hay a pesar de las altas horas de la noche aún se encontraba una chica con capa purpura sentada en el sofá, sosteniendo un libro en sus manos, aunque pareciera que en realidad miraba la pared sin ponerle la mínima atención al ejemplar en sus manos.
