Summary: Au. "¿Qué clase de idiota aceptaría una cita a ciegas en día de San Valentín?" Porque no hay nada peor que ser soltero el 14 de febrero. Sakura maldice a cupido y a la belleza inalcanzable del hombre junto a ella.
Prompt en celebracion del Sasusaku Festival de febrero. Day 01: Valentine's Day.
Disclaimer: La historia es de mi pertenencia, en ella sólo utilizo a los personajes de Naruto, cuyo creador es Masashi Kishimoto. Está prohibido re-subir esta o cualquier otra de mis historias, o adaptarlas en cualquier sitio. La canción inspiradora pertenece a The Vamps y Demi Lovato.
Nota de Autor: Primera vez que publico una historia, espero que les guste.
Publicado el 14/02/17
.Somebody to You.
[Valentine's Day]
..
"El día de san Valentín es un invento para aquellos infieles, empalagosos y desesperados de atención. No hay amor de verdad, es decir, ¿Por qué es sólo un día en el que demuestras cuanto quieres a esa persona? Si amas a alguien, no es condicional de una fecha específica. Si tu amas a alguien, ¡no necesitas que el calendario muestre 14 de febrero, o un aniversario para que expreses tu amor por esa persona! Y mucho menos tener que invertir y gastar un gran suma de dinero en algo tan materialista y sobre-explotado."
"…"
"…"
"… Yo sólo quería saber la hora." El pobre muchacho que cargaba un enorme ramo de rosas se había acercado a la linda chica sentada cerca de la barra. Parecía amable, por lo que decidió preguntarle la hora. Claro que el joven no esperaba ser sermoneado (casi destrozado) por aquella chica. Creí que alguien con el cabello rosa no podría ser más que dulzura… ¡pero ella asusta de verdad!
"Discúlpala, pero la señorita ha tenido un largo día, la fatiga es lo que ocasiona que su carácter salga a flote." El joven sentado a un lado de la chica pelirosa trató de excusar a su acompañante. Ese chico debía ser domador, mira que estar con tremendo demonio.
"Usted sí que es valiente, espero que cambie de novia." el muchacho con el ramo de rosas le dijo al joven, justo antes de desaparecer de la vista de aquel pelinegro que parecía ignorar por completo el aura de la pelirosa boca floja.
"Así que… casi me convence tu apasionado discurso, de no ser por todo el veneno que destilaba de tu boca. ¿No es justo todo eso lo que los solterones amargados dicen en esta fecha?" el joven retomó la conversación anterior después de un rato de silencio.
"¡¿A quién llamas solterona amargada?!"
"A la ebria que está sentada a un lado mío vociferando su desprecio hacia los chocolates y osos de felpa a un pobre adolescente con mayor suerte amoroso que ella."
"Puedo estar ebria cualquier día, pero que sea 14 de febrero no quiere decir que este desahogando mi soledad y desprecio a nadie, mucho menos en un bar-restaurant junto a un desconocido por el simple hecho de no tener pareja en esta estúpida fecha." Okay, eso sí había sonado tonto. "Además, ese niño se lo buscó."
"Así que es cierto. ¿La falta de compañía te tiene así? Sabes que yo podría ayudarte con eso…" la media sonrisa que él le dio, más aquella insinuación (de hecho, no estaba segura si había sido una insinuación), la hizo sonrojar. ¿O sería el alcohol? De cualquier forma, ella evitó su mirada y tomó otro trago de bebida.
"No tienes derecho a reírte. Tu situación es la misma que la mía."
"Te aseguro que no estoy ebrio. Ni mucho menos amargado." Aun así, él también tomaba de su cerveza.
"¿Qué me dices de la soltería, querido extraño, compañero mío?"
Sakura sólo conocía a Sasuke desde un poco tiempo. Hace unos cuantos días, se había encontrado deprimida, sola, cansada y fastidiada. Todo gracias al hermosísimo ambiente que rodeaban las calles (que se note el sarcasmo, por favor) a varios días antes de ser 14 de febrero, San Valentín.
Las calles, las tiendas, las personas… todo exhalaba aquella aura de amor, regalos, cenas, parejas… y a Sakura eso le molestaba. Le molestaba porque ella estaba sola. Ella no tenía con quien pasar ese estúpido día. ¡Y estaba bien! A ella en realidad no le gustaban esas banalidades, pero este año ha sido incluso más deprimente.
Todos sus amigos tienen pareja, y ya no puede salir con ellos sin sentirse como la tercer rueda, el mal tercio. ¡Ella también quiere salir a divertirse! Así que en un arranque de molestia, entró al bar con menos decoración de corazones que encontró en las calles del centro. El lugar parecía decente, con un ambiente tranquilo. Sentada en la barra, tomando una bebida muy dulce y con mucho alcohol, lo conoció a él.
Era guapo. Muy, muy guapo, y si hubiera sido otra ocasión (una donde ella vistiera algo bonito y maquillaje), podría hablarle pedido su número, o invitarle una cerveza.
Genial, otro recordatorio de lo asquerosa que es su vida sentimental.
Pero fue inesperado que él le hablara. Ella no era fea, ¡ha, por favor! Era bastante guapa, pero su autoestima no estaba muy bien esa temporada, así que fue un dulce cumplido, como él, pudiendo hablar con la chica que quisiera, hablara con ella (desaliñada y ojerosa por su trabajo). Ya ni siquiera recordaba de qué hablaron al principio, pero sucedió. Ese día se fue a casa con un sentimiento que se negó a reconocer o darle importancia. Dos días después fue de nuevo a ese bar, y para su sorpresa, él estaba también ahí. Fue casi una rutina el ir las siguientes tardes a ese lugar, sentarse junto a la barra y platicar de todo y nada, con ese guapo extraño, bebiendo un poco y disfrutando mucho.
"Hn… podría responder eso, pero... ¿acaso importa? Más bien, ¿te importa?" oh, queridas insinuaciones, aquí otra vez.
"Quisieras." Le restó importancia con un breve movimiento de su mano.
"Vaya que él día de hoy estas bastante pesada."
"¿Cómo sabes no soy así siempre?"
"Una corazonada. ¿Me contaras por qué?" Dijo como si nada, mirando su bebida.
"Es sobre el asunto de mis amigos jugando a casamenteros."
"Así que hoy ha sido el día que te atraparon."
"Hmp..."
"Alégrate, ya no serás una solterona amargada."
"… Que considerado eres. Pero no es eso. De hecho, no fui."
"¿Lo dejaste plantado? Eso es algo cruel, ¿no crees?" su tono era falso, Sakura podía notarlo.
"No lo entiendes. ¿Qué clase de idiota aceptaría una cita a ciegas en día de San Valentín? Solo un perdedor desesperado." Sakura podría jurar que Sasuke tosía para ocultar la risa que le había provocado. "¿Qué hay de ti? Dudo que tú no tuvieras alguna cita en un motel."
"No me importaría un cita en un motel-"
"Eres asqueroso," lo interrumpió, riendo.
"-Si tenía un cita." ¿Tenía? No quería imaginarlo.
"¿Cancelaste?" Sólo obtuvo silencio, después ella continuó, sorprendida: "¿te han cancelado?"
"Ella debió estar nerviosa." Sasuke se encogió en hombros, y le dio un trago a su bebida.
"¿Es qué…?"
No quería hacer suposiciones, no quería hacerse ilusiones, pero que si... ¿y si Sasuke era…?
"Es que, era algo así como… ¿una cita a ciegas...?" Segundos que parecían horas de tensión, Sakura podía sentirlo.
"Se puede decir la conozco desde hace un tiempo."
Oh.
"¿Y ella te gusta mucho?" Preguntó con un hilo de voz.
Por favor, di que no. O no digas nada. Por favor por favor, creo que yo…
Él la miró a los ojos, y sonrió. Su sonrisa no era enorme, era suave, y Sakura creyó que una sonrisa de empatía.
No era la clase de sonrisa coqueta que solía mostrar cuando Sakura creía que le insinuaba algo, ni la clase de sonrisa que le daba cuando Sakura decía algo muy gracioso… esa era diferente; como si se disculpara.
Como si supiera lo que ella estaba pensando.
Oh. Oh…
Su garganta dolía, su pecho ardía. Tomó otro trago. Uno largo. Decidió ordenar otra bebida.
"¿Seguirás tomando?"
"Sólo esta. Mi boca esta algo seca."
"Entonces toma agua."
"Heh…" Como si el agua le sirviera para ahogar esos estúpidos sentimientos que se estuvieron formando por días. "Ya sabes, para compensar otro fiasco amoroso."
Sasuke arqueó la ceja. "¿Una simple cita se convirtió en un fiasco amoroso? Que dramática."
No tenía idea de cómo sus palabras eran tan ciertas, claro que no como él pensaba.
"¿Y qué harás? ¿Le llamaras para convencerla de salir? Seguro que si le dices lo del motel, aceptará con más gusto que una simple cena." Otro trago, para ahogar las lágrimas que sentía atorradas en su garganta.
Quería decirle. ¿Debería de decirle todo? ¿Acaso importaba? Apenas se conocían, no es como si perdiera una amistad de toda la vida, ¿cierto? Ser rechazada por el chico que hasta hace poco conoció en un bar… pero tan solo el hecho de pensar en que ya no pueda verlo, le resultaba incluso más doloroso que saber que no sería correspondida.
"Sasuk-"
"No estoy muy seguro sobre eso del motel, pero lo intentaré luego." Le interrumpió. "Pero creo que primero deberíamos resolver lo tu cita."
Ouch. Aun ni había formulado lo que quería decirle, ¿y ya le dio el cortón?
"No hay nada que arreglar." Vaya, de pronto la barra se volvió una vista muy interesante.
"Nunca es tarde. Seguro el café donde se citaron sigue abierto."
"Dudo mucho que alguien esté dispuesto a verse con quien le canceló." ¿Escuchaba bien? Seguro era el sonido de su corazón roto.
"Ni siquiera cancelaste. Para eso, hubieras avisado."
"Con mayor razón, dej-"
Un momento.
Le miró, confundida. Repasó mentalmente toda la conversación que tuvieron. No recordaba haber hablado tanto sobre la dichosa cita a ciegas, pues la había evitado lo más posible por el hecho de poder disfrutar de ese día con el chico que le gustaba, pensar de manera platónica que ese día estaba con él, pero aun así…
¿Cómo fue que él…?
No, no, no, no… seguro ha tomado demasiado alcohol.
"Heh… sabes que es bastante grosero dejar plantado a alguien quien tal vez estaba ansioso por una cita a ciegas." Otra vez esa sonrisa suave. Lo miró detalladamente. Esa sonrisa no era empática. Era… era una apenada. "Fue todo un problema para mí y Yamanaka que accedieras a esa cita."
"¿Ino? ¿Cómo es que…?"- no espera.
Espera.
Había demasiadas dudas. Sasuke tenía razón, ya había tomado demasiado. Su mente estaba nublada, procesaba lento sus pensamientos. Y ya no sabía si era por tanto alcohol o por lo que había escuchado hace un momento
"…Estoy confundida."
"Cuando esperé en el café y tú no llegaste, decidí venir a buscarte aquí."
"¿Eras mi cita a ciegas…?" según lo que le había dicho, era la respuesta más obvia, pero ¿Qué tal si de verdad había escuchado mal o estaba ebria? Era demasiado bueno para ser cierto. Pero para ella no terminaban de encajar todo lo que él le había dicho.
"Si no me crees, te puedo invitar al motel. ¿O prefieres mi casa?"
Vaya.
Después de haber tomado dos vasos de agua, estrujarse el cerebro e ignorar a su corazón, la conclusión a la que llegó fue: a Sasuke le gusta ella. Le gusta tanto como para contactar a su amiga para que le ayude a tener una cita a ciegas con Sakura.
Le miró a la cara. Estudió su rostro, buscando cualquier indicio de que estaba jugando con ella, de que estaba mintiendo. Lo único que encontró, fue esa misma sonrisa tierna que hace unos momentos le había causado un dolor tremendo en el pecho, que hace un momento casi le hacía llorar. A decir verdad, esa sonrisa le provocó los mismos problemas, pero por diferentes motivos. Lentamente, sintiendo aguados sus ojos, las mejillas arboladas, conteniendo una sonrisa, le dijo,
"¿Qué clase de idiota aceptaría una cita a ciegas en día de San Valentín?"
"Sólo un de perdedor desesperado." Esta vez, Sasuke no ocultó su risa, y Sakura juró que era uno de los sonidos que más le ha gustado oír.
"Pero creo que es algo creppy que conozcas a mis amigas"
"Heh… ¿eso es un no al motel?"
"Preferiría que nos quedáramos aquí un rato más." Sakura sabía lo que su rostro mostraba. Además de lágrimas, su sonrisa profesaba ternura y sus ojos amor. Y ella sabía que Sasuke también se daba cuenta; él la miraba igual.
"Yo también." Cuando Sasuke le tomó la mano a ella, Sakura afirmó que no era algo platónico ni unilateral.
Ese día, algo demasiado bueno estaba empezando.
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NA: ¡Madre santa! He tenido muchos problemas para publicar esto T.T
Si alguien lee esto, ¡espero que le guste y que me deje saberlo! ¡Es la primera vez que escribo y publico una historia en años! Pero amo demasiado a Sasusaku…y me he animado.
