Estou de vuelta con un nuevo fic, otro Mimato, por supuesto, se los dejo y espero que les guste el primer capítulo.
Sintió que alguien la halaba del brazo con fuerza, cosa que provocó un tremendo susto en ella, trató de gritar pero su boca fue tapada con firmeza por la mano de su misterioso captor, mientras la tomaba en brazos y se dirigía a lo que parecía ser un callejón, ella pataleaba con todas sus fuerzas tratando de zafarse de aquel agarre mas nada funcionaba, y, a pesar de lo asustada que se encontraba, no pudo evitar reprenderse por no haber tomado mejor un taxi, aunque eso, en su momento no le pareció una buena idea, pensó que si caminaba por un rato, en la oscuridad de la noche, mientras la ciudad dormía podría alejarse por lo menos un rato de sus agobiantes problemas; cuan equivocada estaba.
Trató de gritar nuevamente, pero esta vez no fue una mano que cubrió su boca, si no una que se estampó con fuerza sobre su mejilla, lo que impidió que lo hiciera.
-¿Por qué demonios nadie pasa por aquí?- se preguntaba mientras innumerables lágrimas brotaban de sus ojos- Por favor- habló- déjame ir- suplicó al extraño que la aprisionaba. Observó cómo sus labios se curvaron en una sonrisa maliciosa, para después pasar su asquerosa mano por todo el muslo de la joven.
-Alguien debería decirte que es malo pasear casi desnuda por las calles- dijo lamiendo el cuello de ésta, haciendo que se retorciera de asco- puedes provocar a muchos hombres.
Soltó un tremendo grito para después encontrarse tirada contra la pared y con un fuerte dolor en la cabeza… se llevó su mano derecha al lugar adolorido para sentir un cálido liquido correr entre sus dedos. Maldición, ¿Qué estaba pasando?
Sin siquiera predecirlo, se vio aplastada por el asqueroso tipo que la "capturó", por así decirlo. Sintió como él paseaba desvergonzadamente una de sus manos por los muslos de ella y con la otra tomaba uno de sus pechos para "jugar" con ellos. La chica estaba desesperada, ahora no podía gritar, lo intentaba, pero ningún sonido salía de su boca; trató de patear al tipo, al tiempo de halarle con fuerza el cabello, a lo que él respondió con un golpe fuerte en su ojo izquierdo y otra bofetada, ella solo podía llorar silenciosamente mientras el otro hacia lo que le daba la gana con ella.
De pronto, su delgada blusa fue arrancada de su frágil cuerpo, dejándola con su sostén, no podía gritar ni moverse, se sentía como una liebre en la boca del lobo. Con un rápido movimiento, se deshizo también de la falda azul que llevaba, dejándola así, solo con su ropa íntima, ella no hacía más que temblar de miedo, veía claro lo que se aproximaba.
Sintió como su panti era rasgado, dejándola completamente descubierta ante el y de pronto, sintió el asqueroso dedo del hombre entrar en su
intimidad, trató de gritar pero los sonidos seguían sin querer salir de su boca.
Empezó a mover descaradamente el dedo dentro de ella, mientras con su mano libre se deshacía de su pantalón y sus calzoncillos, dejando a la vista su erecto y asqueroso pene. Al darse cuenta, la chica solo abre mucho los ojos y las lágrimas empiezan a salir con mayor rapidez.
En un brusco movimiento, el estaba dentro de ella y se movía con rapidez, quería gritar pero no podía, estaba completamente desesperada. Se movía y lo golpeaba en el pecho, le jalaba el pelo, pero nada funciona, el tipo solo entraba y salía en ella al tiempo en que lamía su cuello, de pronto, solo sintió como su pesado cuerpo le caía encima y un repugnante líquido caliente invadía su vientre.
-Eso estuvo muy bien niñita- dijo al tiempo de levantarse para abrochar su pantalón- pero estuviste muy difícil- pateó sin compasión a la muchacha varias veces, mientras ella solo se retorcía en el suelo- esto te enseñará a comportarte.
Pudo ver como desaparecía entre las sombras, no podía si quiera levantarse, se sentía la peor basura del mundo, todo su cuerpo le dolía debido a los golpes que el infeliz le propinó, solo podía llorar, llorar con mucha fuerza, sin pensar en si alguien la escuchaba, sin intentar que alguien fuera a rescatarla, se sentía peor que muerta.
Matt Ishida, un joven cantante de 21 años, paseaba tranquilamente por las oscuras calles de la ciudad cuando escucho un sonoro llanto proveniente de un callejón. Por curiosidad fue a ver que se trataba y cuán grande fue su sorpresa al ver a una chica desnuda tirada en el suelo.
Es un poco corto, a penas lo empecé anoche, pero igual, espero poder hacer los siguientes capítulos un poco más largos y no tan duros como éste.
Dejen reviews pliss!;
