Hola gente. A falta de fanfics en español sobre este hermosa serie, y siendo esta idea dueña de mi cerebro por varios meses ya, he decidido volver de mi catarsis y escribir fanfics de nuevo. No era muy famoso cuando lo hacia, pero igual :P . La idea es saltar al arco argumental lo mas rápido posible, por lo que no hago muchas descripciones de los personajes ya creados por Rooster Teeth por el simple echo de que ya los conocemos :D.
Esta historia vendría a ser un recuento de la serie con un cambio fundamental, y pronto, personajes de mi propia autoría. Pero por ahora, este capítulo introductorio.
PD: Todos los personajes de RWBY son propiedad de Rooster Teeth, no son míos ni de suerte XD.
La pantalla se presentó delante del director muy pintoresca mente.
En ella, figuraba una mujer muy bella, con el pelo trensado y vestida de rojo.
-Director Ozpin, debo decir que estoy impresionada- Dijo la mujer, fumando por su larga pipa- ¿Que desea de mi?
Del otro lado, el director de la mas afamada academia de cazadores del mundo, le veía serio detrás de sus lentes- Buenas tardes, Directora de operaciones Angus. Solo le pedía de su tiempo para saber por que uno de sus exterminadores estaba en mi academia. No es muy normal que anden por estos lugares.
-¿Enserio? Por favor, disculpe las molestias. Haremos el papeleo necesario para pedir una petición para retirarlo de su posición actual. Espero comprenda que este burocrático método tomará su buen tiempo.
Cerrando los ojos en resignación, y sabiendo hasta donde llegaban los limites de sus fuerzas y las de quien tenía al otro lado de la comunicación, el director dejó salir un suspiro.
-Claro que lo entiendo. Muchas gracias, directora de operaciones.
Sin mas, cortó la comunicación. Ese año iba a ser uno bastante duro de llevar.
Capítulo 1: Un comienzo diferente.
El muchacho rubio estaba en su locker, sin atraer mucha atención sobre si.
Había una chica que había conocido, de nombre Ruby, quien vestía un vestido negro y una caperuza roja, portando una enorme guadaña/sniper como arma.
Había otra muchacha que le llamaba la atención, quien siempre vestía de blanco y gozaba de un porte muy bello, mas haya de su belleza natural.
Y, como si fuera poco, también había encontrado una suerte de celebridad, bella como pocas y famosa por aparecer en la tapa de varios cereales.
Todas interesantes, e infinitamente dignas de su atención...
Pero no era un momento de apreciación para el muchacho, vestido de moderno caballero.
Algo le preocupaba.
Cerró su locker, una vez sacó sus armas de adentro. Una espada normal, no muy vistosa, y un escudo que había pertenecido a su familia por generaciones.
- Interesante elección para un arma normal- Dijo una voz que el recordaba muy bien desde detrás suyo.
El muchacho suspiro largamente -Hola Adam. Ha sido un buen tiempo.
-Mucho a mi parecer- Respondió un pelirrojo, vestido de traje negro y sosteniendo dos armas en su cintura. Una larga katana negra, y una espada mucho mas vistosa que la del rubio muchacho- Interesante elección de arma, debo decir.
-No voy a volver a Scherko- Sentenció el muchacho, sin dejar terminar- Esos días ya pasaron. ¿Lo entiendes?
Adam le miró indiferente, tras su aparato ocular, y sin moverse, dijo -La verdad de lo que somos siempre nos vendrá a buscar y nos derribará, Jaune. No hay forma de escapar de ella.
Ignorándolo completamente, cerró su locker y se dirigió hacia los patios de la academia.
"Y te atraparé cuando lo haga, justo como lo hiciste conmigo" Pensó el pelirrojo, mientras lo veía marcharse.
En el camino, Jaune pasó entremedio de la muchacha de rojo y su hermana, mas alta (Y desarrollada) vestida con prendas amarillas.
-!Oh¡ !Hola Jaune¡...- Lo saludo la muchacha de rojo, pero no obtuvo respuesta. Sin siquiera mirarla, el sujeto había pasado de largo, con una mirada muy centrada.
-¿Cual es su problema?-Preguntó su hermana Yang, mientras se ponía sus braceras.
-Discúlpenlo- Dijo Adam, alcanzándolas calmadamente. Ambas miraron curiosas al pelirrojo- A pasado por mucho últimamente, y ha echo un trabajo excelente ocultándolo.
-!Ah¡ No lo sabía...- Comenzó a excusarse la chica de la caperuza roja, pero su escucha ya no estaba. Simplemente había caminado de nuevo hacia su lugar, sin esperar por una respuesta.
-Okeeeeey, este es el año de los raros en Beacon -Apreció su hermana, poniendo sus nudillos en sus caderas.
-No. Tu decidirás tu propia estrategia de aterrizaje- Respondió Ozpin, justo en los limites del bosque.
El resto fue fácil de adivinar. El volando en el aire, gritando... hasta que el mismo se canso del teatro, y desenvainando su espada en el aire, buscó el punto preciso, y la clavó en la copa de un árbol.
-Jeje- Rió Jaune- Gravedad, aun no consigues vencerme...-Luego se percató de algo. No podía desclavar la espada... simplemente no se salía. Forcejeo con todas sus fuerzas, hasta que al fin pudo sacarla- !Uff¡ … pense que sería mas difícil... un segundo-Miró hacia abajo-Te odio gravedad.
El sonido de su cara contra el suelo provocó unas risas detrás de si. Nuevamente, familiares.
-No se que es... mas extraño...-Murmuró Jaune, mientras escupía tierra y pasto- Que haya levitado hasta mirar abajo, como cualquier caricatura, o que tu te hallas reído.
-Tu decides- Respondió la voz, proviniendo de Adam, quien caminaba entre los arbustos para alcanzarlo. Con mucha tranquilidad, cabe aclarar- Supongo que ahora somos equipo ¿no?
-¿Voy a tener que convivir con un autómata?-Bromeó el rubio.
-Y yo con alguien que usa pijamas de conejitos- Respondió el pelirrojo.
-!Hey¡ !Son cómodos¡- Repuso Jaune, a lo que Adam no hizo caso, y caminó hacia adelante.
-Tenemos que encontrar las reliquias ¿no es así?
-Supongo- Jaune se rascó la cabeza. Aun no entendía como funcionaban las cosas en la academia. Mucho tiempo en trabajo de campo.
Pero el estaba ahí para olvidar esos días. Ahora podía empezar de nuevo. Ahora podía...
-Jaune, deja de hacer catarsis emocional, que tenemos un problema grande- Dijo el pelirrojo, a lo que el chico observó...
-¿Que hace esto aquí?- Se preguntó, al ver el enorme cacharro, enterrado en el bosque. Un cacharro que el conocía bien.
-Los químicos de esta cosa van a hacer que muchos de los monstruos aquí presentes incrementen tamaño. Esto no es bueno, Jaune.
-Lo se...- Respondió, pensándolo un momento- Adelántate y busca el sitio en donde estén las dichas reliquias. Allí encontraras a todo el resto. Trata de organizarlos y evitar bajas. Yo investigaré los rastros de esta cosa.
-Solo un líder de los exterminadores puede darme una orden de ese tipo- Replicó Adam.
Jaune simplemente sonrió- Y un amigo ¿Puede pedírtelo?
Adam no dijo nada. Solo dio media vuelta, y salió en busca de las reliquias.
Todos estaban ahí, sosteniendo el objeto en sus manos. Presentaciones bizarras y conversaciones irónicas inundaron el ambiente, hasta que una chica del grupo, llamada Pyrrha, hizo una apreciación.
-¿Que pasó con Jaune?- Preguntó al aire.
-Ya llegará- Le respondió una voz- Conociéndolo, de forma espectacular...
-Adam- Murmuró una muchacha de negro, llamada Blake.
-Blake- Respondió el pelirrojo con una seca afirmación con la cabeza- Te ves bien.
La muchacha no dijo nada. Solo se quedó mirándolo como si quisiera matarlo con las pupilas.
-¿Has visto a Jaune?-Preguntó Pyrrha, a lo que la chica de rojo también prestó atención.
-Si fuera ustedes, me preocuparía mas por esos dos- Señaló Adam, refiriéndose al enorme escorpión y al cuervo gigante que venían a por ellos.
Jaune caminaba solo por el bosque, en un silencio casi absoluto.
-Esto no esta nada mal...- Se dijo en voz alta- Nada de monstruos, nada de trampas, nada de... Oh...
El muchacho rubio no pudo si no darse una reprimenda mental al verse rodeado de 5 bestias enormes.
-Y esa es mi suerte...- Dijo por lo bajo, mientras todo su cuerpo comenzaba a brillar con un color celeste.
El escorpión no había sido difícil. Liderando a tres de los cazadores, entre ellos Pyrrha, había sido vencido sin grandes tropiezos.
En cuanto al cuervo, la chica de rojo y su equipo le habían vencido de forma espectacular, seccionando su cabeza del resto del cuerpo. Algo digno de ver...
-¿Y Jaune?- Preguntó Pyrrha, con sus preocupaciones reanudadas.
A ello respondió un grito muy agudo, y un cuerpo volando a mucha velocidad, el cual se estrelló contra las columnas del lugar, derribando algunas que Blake y el resto de su equipo tuvieron que eludir.
Sin mucha euforia, el pelirrojo camino hacia el lugar del colapso, corriendo unos par de escombros con los pies al llegar.
-Vamos Jaune. To y yo sabemos que aguantas mas que eso- Murmuró, mientras veía como los escombros restantes eran corridos por manos ensangrentadas.
-Mami, ¿Puedo descansar un rato?- Deliró el muchacho rubio, con un hilo de sangre deslizándose por su labio inferior. Había quedado atrapado de la cintura para abajo por las partes de las columnas, pero aun brillaba con un color celeste.
-Basta de bromas Jaune- Dijo el pelirrojo, mientras desenvainaba la espada occidental y apuntaba al cuello del muchacho con su filo. Al instante, Pyrrha y la muchacha de la caperuza simplemente apuntaron con sus armas hacia el pelirrojo desde sus posiciones, listas para apretar el gatillo.
El resto solo miraban atónitos, sin terminar de entender el por que de lo que estaban presenciando.
Mientras tanto, varios rugidos y sonidos de garras contra el suelo denotaban la venida de unas cinco bestias de varias formas, de igual o mayor tamaño que las bestias anteriores.
-Bien... ahora si vamos a morir juntos-Bromeo la muchacha de amarillo, llamada Yang.
Mientas, Jaune miraba a Adam con mucha seriedad, y sangre cayendo de su frente, tapándole un ojo- No voy a volver a Scherko Adam. No puedo.
El pelirrojo le siguió mirando tras su aparato ocular, inmóvil de su posición. Luego habló, con el sonido de las bestias aproximándose de fondo- Aun no sabes controlar tu aura, y reniegas de los únicos que hasta ahora te han permitido manejarla. Esto es un error...- Pero, sin previo aviso, arrojó la espada que sostenía levemente hacia arriba, y la agarró del filo, apuntando al muchacho con el mango del arma- Pero no te voy a abandonar.
Jaune sonrió, mientras corría los escombros de sus piernas y tomaba el arma. Luego de eso, como si nada, se puso la capucha.
- ¿Que hacemos jefe? -Le preguntó Adam, cambiando su forma de hablarle repentinamente.
- Separarnos en dos y cerrar al medio- Respondió el rubio, caminando a su lado como si fuera lo mas ameno del mundo.
-¿Jaune?- Preguntó Pyrrha, confundida, mientras el muchacho caminaba hacia los enemigos muy tranquilamente.
-No te preocupes- Le respondió- Estoy bien ahora- Sin mas, apretó lo que parecía ser una cucaracha en su capucha y dijo- Armamento de satélite. Codigo 0549. Equipo: Suela magnetizada- Al instante, las suelas de sus botas empezaron a emitir ciertos destellos eléctricos en todas direcciones.
Adam hizo lo mismo, con los mismos resultados.
-¿Listo?-Preguntó el pelirrojo.
-No-Rió Jaune.
Corte arriba, corte abajo, salto, pirueta, esquive, cobertura, rechazo... todo al unisono, como si hubieran echo esto por años.
Jaune saltaba entre las bestias, recibiendo ataques con el escudo y repeliéndolos con la espada, mientras avanzaba atravez de ellos dando mortales golpes con la hoja de su arma, dejando rojos trazos en el aire detrás de su andar, brillando aun con color celeste, pero de forma mas fuerte y concentrada.
Adam esquivaba garras y dientes moviéndose con gracia y exactitud, dando certeros golpes con su katana a todo atacante eludido, e incluso haciendo que entre ellos mismos se golpeasen o tropezarán, convirtiéndose en presas fáciles para su arma, mientras el pelirrojo saltaba de uno a otro, frustrando sus ataques.
Hasta que, al final, los dos se encontraron frente a un monstruo particularmente grande, similar a una araña.
-Odio los insectos- Murmuró Jaune, jadeando.
-Entonces, hagamos rápido el trabajo- Dijo Adam, esquivando una de las patas del enemigo, la cual se clavó en la tierra.
Las suelas de sus botas lanzaron electricidad erraticamente hacia los costados cuando ambos hicieron su movida.
Jaune por debajo, con un salto hacia adelante, pasó entre las patas del monstruo cortando todo a su paso. Su velocidad igualaba la de una bala
Adam, saltando varios metros por el aire, hizo varias mortales por encima del insecto, cortando con su katana con cada giro que daba.
Al final, ambos se giraron, y con una coordinación estupenda, cortaron cada uno cuatro pies del enemigo, saltando hacia adelante, de un solo tajo.
El ser quedó tirado en el suelo, partiéndose su torso lentamente en dos.
Se dejó caer en el suelo, exhausto. Adam le miró.
-Así que... ambos huimos de Scherko ¿No?- Pregunto Jaune, cansado.
-Lo dejaré librado a tu imaginación- Respondió Adam, inexpresivo como siempre.
-¿Alguna vez voy a poder comenzar de nuevo?- Preguntó, sin querer.
-Quizá-Respondió el pelirrojo, mientras el resto de sus compañeros corrían hacia ellos- Por cierto, vi tu mirada sobre la chica de rojo. ¿Como se llama?
-Ruby.
-Jaune... no puedes olvidarte de ella ¿No?
-Metete en tus asuntos- Rió el rubio, tomando la mano que su amigo le ofrecía, para poder pararse.
Fin del capítulo 1
Bueno ¿que les pareció? ¿Les entretuvo? ¿Les dio asco? ¿Quieren amenazarme de muerte? Cualquier opinión será bien recibida. De echo, sirve para mejorar y completar la trama que recién comienza a nacer, así que opinen. Que, a fin de cuentas, es lo único que mantiene a los escritores escribiendo XD.
Muchas gracias por su tiempo, espero que les haya gustado. !Hasta el próximo capítulo¡
