OJOS.
Una mirada era suficiente para saber qué era lo que Naruto pensaba en ese momento.
Sus ojos color zafiro podían revelar todo con un simple parpadeo.
Una simple mirada por el rabillo del ojo.
Sin que nadie viera realmente lo que hacía.
Lo que sentía.
Había notado curiosamente varios aspectos de esos ojos azules que le perturbaban el sueño.
Cada vez que un tintineo resplandecía de sus ojos color océano, era porque realmente sentí un cosquilleo de felicidad.
El tormento de tonalidades de azul que se disolvían rápidamente y desaparecían en la bolita negra que se expandí por su iris indicaba suma tranquilidad.
O un vacío peor que un hoyo negro.
Sus orbes azules entremezclándose con un sentimiento de puro placer hacían que estos se volvieran un tono oscuro de amatista. Absorbiendo todo ser que se le presentara, hipnotizándolos con dulces tonalidades de violeta, representación de pasión que explotaba, brillando cegadoramente con una estela que iluminaba cualquier alma que se reflejara en sus ojos.
El azul oscuro representaba el enojo, la decepción, el resentimiento.
La furia que desgarraba cuerpos y cuerpos que llegaran a hacer contacto con su mirada.
Inundándolos con culpabilidad merecida hacia la soledad que había sufrido por tanto tiempo.
Una pintura de galería refinada que te succionaba en un fin de sentimientos mutilantes.
El azul nuboso que se disolvía en amargas lágrimas color perla cuando lloraba, estas recorriendo sus mejillas bigotudas con lentitud que mataba todo a su paso.
Despacio.
Dolor eterno reflejado en el tormentoso cielo que reflejaban sus ojos.
Tantos colores simples en una gama de la ciencia en la óptica.
Tantos colores sin mayor sentido que la representación de la luz reflejada en ellos.
Simple tonos que le atormentaban el sueño, despertándole con frío sudor recorriendo su espalda.
El sentimiento vertiginoso que hacía que los vellos de sus brazos se le pusieran de puntita cada vez que recordaba las doradas y largas pestañas de su hermano.
Ojos que podían cambiar el universo completamente.
El orden y las leyes de la física destruidos por la simple y hermosa mirada de un ser que le sacó de la soledad.
Un ser que quiso cambiarle para mejor.
Un ser divino con ojos igual de bellos.
Y Sasuke no había podido salvarle.
Y los ojos de Naruto sólo eran dos océanos tormentosos, llenos de la más desgarradora expresión de soledad.
Lo más triste que había visto.
Ojos azules de un ser bello en desesperación…
Naruto.
-----
Comentarios serán bien recibidos.
