MI VIDA… INTRODUCCIÓN.
Entró a la habitación perfectamente inmaculada. Paredes blancas y vacías. Cama tendida. Nada fuera de su lugar. Todo en esta habitación representaba la farsa que día a día tenía que vivir.
Abrió las puertas de su closet y saco un par de enormes maletas de viaje, y arrojo toda la ropa, antes planchada y doblada, que pudo haber cabido en ellas. En su euforia trato de meter todo echo bolas, pero, frustrado, la sacó y la volvió a meter en las maletas, esta vez doblada y acomodadas. Vacío su cajón de ropa interior, y la acomodo en una tercera maleta, más pequeña que las otras. Se giró hacia el zapatero que contenía su colección de converses. 24 pares no iban a caber en su equipaje, por más bien que los acomodara. Tendría que elegir y solo llevar 3. Escoger 3 entre 24. ¿Cómo diablos le iba a hacer? Sin darle más vueltas al asunto, eligió dos pares negros y uno rojo. Lamento tener que dejar los demás. Ojala y su "familia" no los tirara a la basura cuando desocupen su todavía habitación.
Le hecho una última mirada al cuarto, nada de fotos enmarcadas o algún recuerdo que quisiera llevar consigo a esta nueva vida que hoy comenzaba. Hasta que recordó. Alzo el colchón de su cama y saco un pequeño álbum lleno de fotos de sus padres y él. De antes de que ellos murieran, sin hojearlo lo guardo en su mochila.
Se colgó la mochila en la espalda, busco las llaves de su camioneta y cogió sus maletas. Ese era el último adiós a esa enorme casa que, por más que llevara su apellido, nunca había sentido suya. Adiós a esa vida, que aunque llena de lujos, también de soledades, rencores y tristezas.
Tenía menos de 10 minutos para salir de la mansión antes de que alguien se diera cuenta.
Se escabullo fuera de la casa por la puerta de empleados, y corrió hasta donde había escondido su camioneta ese mismo día en la mañana, después de llegar de la escuela. Guardo su equipaje y encendió el motor.
Saco su celular y mando un mensaje de texto rápido:
Para: S.
¡YA SALÍ DE LA CASA!
Llego en 5 al punto.
Se montó al auto y arranco. Por el espejo retrovisor pudo ver la mansión Hyuga hacerse más pequeña, más pequeña, más pequeña, hasta desaparecer.
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CAPITULO 1.- "LOS CHICOS DE LA BANDA"
Shikamaru recibió el mensaje de Neji. ¡Fantástico! Solo faltaba él para que pudieran irse al fin.
-Neji viene en camino. Hay que acomodar todo para poder irnos rápido. Si mis padres vienen, estamos fritos todos.
Ino camino hacia él, con su enorme equipaje, ella llevaba aproximadamente diez maletas consigo. ¡Y eso que ya la había convencido de disminuir peso!.
-¡Ya era hora! Puede que mi padre ya se halla dado cuenta de que no estoy.
-Si no los escucha a ti y a Shikamaru teniendo sexo en tu habitación, ¿Qué te hace pensar que ya se dio cuenta de que no estas dormida –comentó Sai, siempre tan honesto
-¡IDIOTA! –gritó histérica la chica
-Ambos cállense, y vallan por sus instrumentos, ellos son la prioridad, tenemos que meterlos todos en la camioneta de Neji, y si queda espacio, llevaremos solo lo indispensable, si acaso una maleta cada uno y ya.
-¡¿UNA MALETA?! ¡¿Cómo diablos quieres que sobreviva en Tokio con solo una sola maleta?!
-Ok, son tus diez maletas o tu micrófono. –le contesto tajante a su novia.
Ino hiso un mohín y se sentó en la banqueta, encima de una de las dos maletas de Chouji, que se encontraba recargado en un árbol comiendo una bolsa de papas fritas.
Llevaban aproximadamente 10 minutos en aquel parque baldío que se encontraba a dos cuadras de la mansión Nara. Cada quien tenía su propio auto, pero la camioneta de Neji era la más apropiada para cargar con los instrumentos. Cargar con una batería, un bajo, dos guitarras, un teclado, amplificadores, pedales y los micrófonos personalizados de Ino, sin mencionar el equipaje de cuatros chicos y una loca adicta a las compras, que también iban a ir en el auto, bueno, era mucho.
A lo lejos pudieron divisar las luces de un auto que se acercaban rápido. En segundos, la GMS Sierra negra de Neji llego enfrente a ellos.
-Por más que lo intentemos, la batería de Shikamaru no cabra aquí. –Dijo Chouji terminando sus papas.
Neji bajo de la camioneta. Se veía más feliz de lo que nunca se había visto antes. Shikamaru sonrió, todos estaban escapando de sus "perfectas vidas". Por fin iba a vivir como ellos querían. Por fin serian libres para hacer lo que querían: música.
-¡Claro que no cabe aquí, apenas y cabe mi equipaje! –respondió el Hyuga votando las maletas de Ino a la parte de atrás, donde ya estaban las suyas
-¡CON CUIDADO! Hay cosas valiosas ahí
-¿Entonces que vamos a hacer, genio? –dijo Shikamaru, tenían que darse prisa, la bodega en donde guardaban los instrumentos cerraba a las 10 y ya faltaban cuarto.
-Compre un remolque, nos lo entregaran en 10 minutos en la bodega. –contesto el Hyuga mientras terminaba de acarrear las maletas de la chica. -¡Mierda chicos! Empiecen a subir sus cosas, ya es tarde.
Empezaron a acarrear el equipaje. Una vez que estaban listos subieron a la camioneta. Neji manejando, Shikamaru de copiloto y Sai, Ino y Chouji en los asientos de atrás de la doble cabina.
Neji acelero a 80km/h para poder llegar a tiempo.
En cuanto llegaron pudieron ver a Kiba, amigo suyo y dueño de la bodega.
Neji aparco al lado de un remolque blanco y todos bajaron para saludar y despedirse de su amigo.
-¿Así que lo harán, eh? No sé si son muy valientes o muy estúpidos.
-Cállate idiota –le contesto Ino mientras lo abrazaba.
Kiba le boto las llaves del remolque a Neji
-Dejaron esto para ti.
Con la ayuda de Kiba, subieron los instrumentos al remolque y lo unieron a la pick-up. Cuando hubieron terminado, se acercaron a Kiba, para despedirse.
Kiba era un gran amigo para ellos, fue de los primeros en apoyarlos cuando decidieron formar la banda, y el único que sabía que se fugaban para ir a Tokio a cumplir su sueño.
-Te mandaremos nuestro primer CD. –le dijo Shikamaru dándole palmadas en la espalda.
-Cuida a Akamaru –Se despidió Ino, con dándole un beso en la mejilla.
-Te extrañaremos hermano –dijo Chouji mientras le daba a Kiba una barra de su chocolate más rico.
Sai, tan típico en él le dedico una sonrisa.
Al final solo quedaba Neji.
-Kiba, hazme un favor. Cuida a mis primas y diles que las quiero. –Kiba sonrió y asintió con la cabeza. –Gracias por todo.
Y subieron al auto.
-Adiós, chicos, y suerte.
La camioneta se alejó por la carretera.
"Había que reconocerles algo a esos tipos", pensó Kiba, "tienen demasiados pantalones como para atreverse a hacer lo que hicieron."
Estaba con la necesidad de escribir algo, y esto surgió, espero que les guste, el próximo jueves subo el próximo cap sin falta
*GRACIAS A LOS QUE APOYAN MIS OTRAS HISTORIAS
Mañana subo el capitulo 3 de DeInKo, tal como lo prometí. BESOS Y MIL GRACIAS POR LEER.
