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Tipo: Aventura, amistad, romance. Universo Original.
Personajes Principales: Los catorce dorados
1 – Queso – Death Mask + Camus + Shion
Estaban muertos, eso no era una novedad. La novedad resultaba el exquisito banquete que los espectros les estaban ofreciendo. Los tres santos se miraban entre sí, bastante inseguros de si aquello era un mal sueño o meramente una estratagema del enemigo, en toda su estancia en el Inframundo jamás habían comido cosa alguna y de pronto estaban ante una mesa con las más finas viandas del reino.
Shion suspiró, fuertemente tentado, aquella mesa le recordaba las cenas solitarias en el templo patriarcal; había cordero ahumado, vino caliente con especias, quesos de todos los tipos, frutas de todos los países… llevaba trece años muerto y sin probar alimento, ¡al demonio!, se sirvió un poco de lo que tenía más a la mano y comenzó a comer.
Death Mask y Camus se miraron entre sí, desconfiando un momento por la actitud aquel hombre, ambos lo habían creído más prudente. Se mantuvieron erguidos y quietos un poco más, sufriendo ante el ruido que hacía Shion: el de los cubiertos contra el plato y el de los sorbos de licor. Camus fue el primero en caer, ¡era vino, por todos los cielos! Él no había pasado un solo día de su vida sin beber por lo menos una copa. Escogió el que tenía el mejor aroma, lo paladeo despacio, profundamente emocionado.
El italiano los estuvo mirando un buen rato, pensaba que ambos estaban locos, que su comportamiento era absurdo. Poco a poco se dio cuenta que mientras más comían, más sólidos se iban volviendo, más vivos, entonces se apresuró a comer él también. Estaban renaciendo de una forma de lo más extraña, seguro que era una trampa.
Sí lo era, aquella vida era pasajera, si querían perpetuarla tendrían que pagarla con la cabeza de Atenea.