Su espalda choca contra la pared y se deja caer. Mira su brazo y no se frena cuando ve la sangre, intentando quitarla, casi lastimándose hasta que Natsu le pasa un trapo húmedo, le acaricia el hombro en una muestra de afecto y consuelo, pero apenas lo deja, lo echa prácticamente, ignorando la mirada dolida que le dirige antes de volver con el resto, rodeando la cintura de Lucy, y eso si lo ve, y le duele, le duele horrores.

Refriega lo que fuere que Natsu le dio sobre su cuerpo, limpiando la sangre de su piel. No sabe cuál es suya, cual de Invel y cuál de ella, de Juvia, de su mujer de lluvia, a la que asesinó culpa del albino y su magia.

Agacha la cabeza cuando ya no lo soporta y se hace un bollito en la esquina, ajeno al resto, y se permite que algunas lágrimas rebeldes caigan.

Siente un toque delicado y levanta la vista, viendo los ojos verdes como el césped tras la lluvia de Mavis. Ella le sonríe y acaricia su rostro, limpia una lagrima y le hace un gesto con la cabeza en dirección a la puerta. Y cuando levanta la vista ve el azul profundo siente que la vorágine de sensaciones va a consumirlo. Siente el corazón en la garganta. Le cuesta respirar y las lágrimas se desbordan. Mira a Mavis con duda y ella asiente ampliando su sonrisa. Ella está viva, se lo dice y esas tres palabras hacen eco en su mente, en su alma.

Se levanta despacio, con duda. Sus pasos son lentos e inseguros. Se detiene a mitad de camino, mirándola, y ella lo mira, le sonríe y también llora.

Siente que sus piernas no le responden, tiemblan y no puede caminar, y en su lugar lo hace Juvia, da un par de pasos y luego corre, salta y se tira encima suyo. La atrapa y la abraza con fuera, manteniéndola en el aire a pesar de que sus piernas con suerte soportaban su propio peso. Y al final se caen y siguen abrazándose en el suelo.

Ambos lloran con sonrisas que demuestran su alegría y se aprietan uno contra otro, sin creer que estaban realmente en esa situación.

Gray oculta su rostro en el cuello de ella y Juvia puede escuchar cómo le repite que la ama, que era un idiota y debió decírselo antes, mucho antes, incluso antes de aquella cabaña, en el festival del rey dragón y algo cálido se abre paso en su corazón, casi quemándola, y ella se deja abrazar por el fuego líquido que siente.

Lo llama y limpia sus lágrimas cuando él alza la cabeza.

Y lo besa.

Apenas y sin preguntarle. Lo besa en los labios. Sólo un suave roce.

Y ambos saben que después de eso, no dejarán que nada, nunca, vuelva a interferir entre ellos o separarlos.


Bueno, primer Gruvi Gruvi que termino, el segundo que escribo, me siento satisfecha con el resultado aunque no sea la gran cosa. Ya saben que nada de FT me pertenece, solo el escrito y lo único que gano con él son favs y comentarios (o eso espero, porque no me pagan un centavo). Esto surgió de una de las tantas charlas con las tres usuarias de FF que me arrastraron al Gruvi otra vez (Saorii Duchannes, Lightblue17 y Liraaz), a quien se los dedico, porque, why not?

Espero que a alguien más le haya gustado este drabble/headcanon/desvarió.