Descargo de responsabilidad: OHSHC no me pertenece. Kyoya tampoco, desafortunadamente.

Just for fluff.

Para Beth, con cariño.


YA NO

Algo del viejo miedo la despierta de madrugada. Pero solo dura un momento fugaz.

Los relámpagos iluminan la habitación y el trueno canta su canción tonante, allá, a lo lejos.

Pero Haruhi no escucha los truenos, no, ya no... Solo el rítmico latir de un corazón bajo su oído. Tranquilo, pausado, constante. Suyo.

Tampoco siente ya el frío, sino la piel bajo sus manos. Cálida, firme, conocida y suya. Sí, suya.

Con dedos perezosos, va trazando el infinito en su pecho, como aquel otro que él mandó a grabar en sus anillos.

Y entonces, el corazón que late bajo ella se acelera, y la mano que hay en su cadera se desliza bajo la seda de su espalda.

El siguiente relámpago arranca destellos a los ojos grises que la miran. Francos, sinceros y ardientes. Nunca fríos. Nunca para ella.

Haruhi busca sus labios y él se le ofrece por entero.

Tan suyo él como ella es de él.

Luego viene el trueno, rugiente y feroz, pero Haruhi no escucha los truenos, no, ya no...

Porque sus cuerpos entonarán una melodía más perfecta, en una canción de amor que lo llena todo y donde solo existen ellos dos.