PENITENZA


By Harlett # 42

D:

Advertencias: Mal lenguaje, insinuaciones, personas ignorantes frustradas, el destino, karma, OOC y Crack~

Jitomatazos, abucheos, intento de linchamiento y amenazas con armas punzo cortantes. Al final del capítulo, por favor.

Nota/Disclaimer/Negación/Aviso/etc…: Naruto y Cía. NO me pertenecen, esto es por mero entretenimiento sin fines de lucro.


Tener un hijo no es tener un ramo de rosas...

º º º

— Yo no pude haber sido tan… — el hombre se relamió los labios en busca de la palabra adecuada para referir su caso —... pernicioso. — explico mientras arrugaba muy sutilmente su nariz.

Cierto rubio levanto la vista del pergamino que estaba leyendo al escuchar eso. No tardo en mal mirar a su amigo, al moreno sentando frente a su escritorio, que después de estar como media hora allí sentado sin mucho que hacer en su oficina, por fin decía algo. Y para ese algo, solo tenía una inteligente respuesta — ¿Hah? — rumio con un gesto de hastió. Naruto llevaba buen rato tratando de entender un maldito documento oficial del Consejo, como para que ahora su disque mejor amigo del alma, le saliera con esas palabritas raras que no sabía que demonios significaban. Y siendo francos, no le interesaba conocer.

Por su parte Sasuke, sabiendo que tratar (la palabra clave) de matar con la mirada al rubio no le ayudaría a darle el entendimiento a su estúpido amigo, hizo lo que muy rara vez solía: explicarse.

En verdad, ¿semejante rubio idiota se había convertido en Hokage con ese nivel de entendimiento? Si, conviértete en el héroe favorito y respetado de la historia, redime infames enemigos, sé un ejemplo de vida y salva al mundo un par de veces ¿y qué obtienes? El nivel intelectual de la Villa caer deplorablemente si terminabas escogiendo a tal persona, un imbécil, para protegerte y representarte. Sobre todo mandarte.

Y de paso conseguir que el Ichiraku fuera tomado en cuenta como patrimonio nacional, y convertir a Konoha en la capital del ramen.

El Uchiha suspiro cansinamente.

— Lo que quiero decir — se pellizcaba el puente de la nariz — es que yo no pude haber sido tan malditamente infernal a esa edad —

Naruto arqueo una ceja, evidentemente un mal hábito que había cogido de él justamente.

— ¿De qué demonios estás hablando, teme? —

— Sabes bien de que estoy hablando, dobe — siseó

Naruto se rasco la sien con el pincel que tenía en la mano mientras arrugaba el ceño — Seeee~ Uh-huh —

Sasuke resistió el impulso de estrangular a su amigo.

— Mira bastardo, ando muy ocupado con estos documentos que tengo que revisar y seguir con mi trabajo... — (Y en alguna parte del mundo el tiempo se detuvo ante esa frase) — y sé que somos BFF y todo ese churro, pero eso no implica que te pueda leer la mente y saber de que demonios me estás hablando, no estoy como para soportar tus crípticos comentarios ahora, así que si me disculpas... —

— Kazuki, está bien, estoy hablando de Kazuki ¿entendido? — siseó con frustración.

Si esperaba alguna reacción por parte de Naruto, se decepciono — Ah, eso — respondió con un gesto de la mano restándole importancia al asunto y regresando su atención a su trabajo (nuevamente, en alguna parte del universo, el tiempo se vio afectado)

Sin embargo el ruido de unos dientes chirriar y la fuerte impresión que su pergamino estaba a punto de prenderse fuego por la intensa mirada del Uchiha, obligaron al rubio Hokage a levantar la cara y encarar al otro hombre.

— Sobre Kazuki, hn... — para esto Naruto apoyo su mentón sobre una mano y con la otra libre empezó a tamborilear sus dedos en su escritorio — ¿Es en serio, Sasuke? — preguntaba con los ojos entrecerrados — ¿Otra vez? —

— Hn —

Ahora el que tuvo ganas de estrangular a su amigo fue el blondo.

— En verdad. No sé por que me tomó la maldita molestia en esperar que hables de algo diferente cada vez que vienes a aparecerte en mi oficina. ¿Sabes, bastardo? Hay personas que tenemos trabajo que hacer y ocuparnos de asuntos verdaderamente importantes y no andar por allí quitándole el tiempo a los demás con sus dramas domésticos —

Ignorantes de cuestiones del tiempo-espacio, ambos ninjas nunca se enteraron de lo cerca que su dimensión estuvo a punto de colapsar, nuevamente, por las palabras apocalípticas y sensatas de Naruto.

— Si vinieras a hablar sobre lo de la crisis de la edad, vale. Pero que vengas a quejarte de tus críos en lugar de los míos, eso significa que hay algo mal en el universo. — decía con tono preocupado.

Sasuke se mordió la lengua para no darle el gusto al rubio de darle la razón. Pero era cierto. Había algo estratosfericamente mal con el mundo si de plano el antiguo vengador admitiera (solo de dientes para adentro) que él no encontraba ningún fallo aparente a algunos vástagos del Uzumaki. Si eso no era una señal del final de los tiempos u otra inconveniente y trillada resurrección de Madara, no sabía entonces que lo era.

Pero decidiendo no ahondar en peligrosas opiniones y no dejando que la lógica de Naruto frustrara su necesidad de desahogarse, Sasuke continuó, valiéndole pepino que su amigo tenía la razón.

— Es decir, yo no recuerdo haber sido tan… insurrecto a su edad. Su comportamiento en general hasta estas alturas ha sido intachable. Debo de admitir que he tenido poco que reprochar o corregir, pero simplemente hay veces que simplemente no logro comprender su proceder. Realmente no quiero creer que sus actos son deliberados solo para confundirme o molestarme; quizá simplemente es una mala costumbre que aprendió de su madre, hn — reflexiono momentáneamente — Pero hay ocasiones en las que él es tan incongruente, que no puedo evitar pensar que son actos puramente maliciosos para nublar mi juicio y exacerbar mi mente; cómo si pretendiera sublevarse y hundirnos en la anarquía —

Con crecida molestia observo que Naruto solo se digno a arquear la ceja, otra vez, al terminar de escucharlo.

— Esto es serio, Naruto. No sé que este planeando en su mente y si sus últimas acciones son para tener en cuenta, algo trama. Sus cambios son más notorios que antes y me preocupa lo irracional que en ocasiones es y lo imprevisto de sus modos. Se trae algo ¿Tú que opinas? —

Entrelazo sus dedos y apoyo su mentón sobre estos, observando por debajo de sus mechones de pelo oscuro a su rival. Con esa pose misteriosa y soberbia que ponía desde que era un genin. No tardo en ver que Naruto, tras sobrepasar su inicial estupefacción a sus palabras, suspiro con tranquilidad y parecía hasta entretenido. Parecía haber encontrado una solución rápidamente al misterioso caso.

Sasuke espero la respuesta o alguna milagrosa explicación que calmara su confundida mente por parte de su amigo; aquellas palabras que Naruto usaba para hacer sentir mejor a la gente y darle sentido a las cosas.

Naruto se recargo plácidamente en su asiento, cruzándose de piernas y brazos y ladeando un poco la cabeza, con una sonrisa satisfecha en sus labios y una chispa de entendimiento en sus ojos azules.

Con esa pose parecía como si de un momento a otro, él tuviese todo el conocimiento del Universo en su poder y estaba a punto de compartirle un poco de su saber.

Naruto negó levemente con la cabeza, ensanchando su zorruna sonrisa — ¿Qué esperabas? — dijo de pronto —Tu hijo... es un adolescente. —

...

...

...

...

...

...

...

...

...

...

...

¿Un... adolescente?

Sasuke frunció el ceño ante la respuesta ¿Eso debía de significarle algo?

Por la mueca burlona de Naruto, una mezcla entre triunfo y lástima (dirigida al moreno), debía de entenderse que sí.

Lo malo es que no comprendía el por qué y que tenía que ver eso con su bendito problema.


No sé por qué, pero mientras escribía el capítulo de Empollando, me vino a la mente un Neji disfrazado de panda...