Ni si quiera le dio tiempo para reaccionar; apenas puso un pie en tierra y se volteo a revisar la moto fue oprimido contra la pared; seguido por la tan familiar frase:

"¡Contra la pared!"

Y con la boca torcida y la cabeza echando chispas no tuvo otra opción, puesto que una sola mano aprisionaba sus otras dos; su fuerza era indescriptible y lo peor de todo es que parecía disfrutarlo.

Lentamente la mano se deslizaba por el cuerpo, había apartado la melena rubia para acariciar el cuello y se había atrevido a surcar por entre sus muslos. Acatándose a las consecuencias de lo que habría de pasar apretó fuertemente el trasero para después nalguearlo y reír quedito.

Para finalmente voltear al vándalo frente a frente y abrir el cierre de tan ajustado traje: Matt sonreía victorioso.

"¡Te has pasado, cabrón!" grito un casi eufórico Mello mientras su espalda volvía a dar contra la pared. El pelirrojo le tapo la boca fingiendo disgusto "pero si te ha encantado" rió metiendo su mano entre los apretados pantalones de cuero.