Prologo: Extraño, raro, atípico, singular, curioso y otros sinonimos

Peter no sabía qué encontraba tan interesante en Lena; quizá era todo el mutismo que la rodeaba o el hecho que la chica se paseara de un lado al otro en la escuela, navegando en todos los grupos sociales sin interesarse por alguno en específico. Ned le decía que eran afortunados cuando ella se sentaba con ellos en el almuerzo, les mostraba imágenes graciosas y robaba sus zanahorias sin comerlas, porque no hacia eso con nadie más y porque siempre desaparecía de la vida pública escolar por días antes de volver a caminar por el comedor hasta su mesa. Eran afortunados de algo que Peter no comprendía, pero que quería comprender.

"En donde MJ tiene una amiga extraña, Peter una posible vecina más extraña y Spiderman un enemigo sin precedentes (o sea, extraño)"

—O—

Nueva York era una ciudad peligrosa, todos sabían eso, el crimen era algo común (asquerosamente común si le preguntaban), aunado con la aparición de distintos superhéroes o defensores de ciertas zonas; bueno la ciudad era un caos que se mantenía por el simple hecho de mantenerse. Porque la gente que vivía ahí tenía una calidad de acero, que los obligaba a levantarse, hacer su trabajo y regresar siempre al día siguiente, así es como habían salido del hoyo en el que los habían dejado los Vengadores, sin culparlos a ellos claro está, pero se entiende. Stark Industries, el gobierno, organizaciones secretas, contención y limpieza de desastres y dios quien sabe cuantos otros se encargaban de limpiar los grandes desastres y pequeñas migajas que los vigilantes dejaban, pero eran los neoyorquinos los que se encargaban de levantar los barrios, las calles y el ánimo de las personas, eran ellos los que salían hacían lo que tenían que hacer y volvían a sus casas, con la esperanza callada de estar todos juntos en esto.

Ser uno de esos vigilantes/defensores no era fácil, que le digan a Peter Parker. No era un vengador, todavía estaba muy debajo de ellos; invisible para esos héroes verdaderos que defendían no solo un montón de cuadras, sino el mundo entero, tampoco era uno de esos contados chicos con poderes, los que la policía tenía que controlar cada tanto porque se salían de control. No era un trajeado agente de S.H.I.E.L.D, nadie le había ofrecido serlo y rechazaría la oferta de todos modos, en fin, Peter era algo singular, pero no extraordinario, no para un mundo que había visto alienígenas bajar del cielo para matarlos a todos.

No, él no era así y, por lo tanto, Spiderman no era así.

Por lo que enfrentar al crimen, "el crimen pequeño" como lo llamaban en las noticias, era algo vigoroso, no entretenido para las audiencias de personas que seguían el ir y venir de los superhéroes (énfasis en el super), aunque sí para los fanáticos de Youtube. El crimen, como ven, no faltaba en Queens, podía tener atracos, robos, uno que otro secuestro (nada agradable) y las típicas pandillas, tráfico de drogas y cosas más pesadas de las que se encargaba la policía. Peter intentaba que Spiderman no fuera un lastre para la fuerza policiaca, detectives y tribunales, ellos tenían a sus criminales y él a los suyos y juntos hacían un trabajo estupendo, a veces muy aburrido, pero definitivamente estupendo. Es por esta razón que la noticia de los asesinatos pone a todos en jaque, al principio es solo una víctima en Hamilton Beach, posible homicidio, causa de muerte desconocida y sin sospechosos. Cosas que los detectives de Queens podían encargarse con facilidad.

Pero, no se detuvo, surgieron más y más cadáveres, todos violentamente atacados, con los cuellos destrozados, abandonados en callejones, quemados o incinerados en los parques o dejados en las playas o bancos del río. Eso sí que le interesaba, principalmente porque le ponía los pelos de punta pensar en todos esos detalles, sin embargo, estaba fuera de su alcance; un asesino serial, seguramente, que pronto sería atrapado, alguien de quien el amable Spiderman no debía preocuparse a menos que cruzara los límites de Queens (el lado amable de Queens). Los crímenes y el criminal se mudaron a Manhattan y en menos de un mes ya tenían apresado a un sospechoso con un caso solido en su contra, había más cuerpos en la ciudad, pero nada del otro mundo y el vecindario volvió a respirar tranquilo.

Al menos en esa vida Peter lo hizo, ya que en la escuela las cosas eran diferentes, no solo descubrir que tienes poderes te trae una gran responsabilidad, también viene con muchas mentiras, trabajos atrasados y clases los fines de semana para mantenerse al corriente. El chico, no la araña salvadora, se pasaba la mayor parte de su tiempo "libre" estudiando, creando más y mejor mezcla para telarañas, y balanceando sus intentos (mas bien sus fracasos) de hablar con Liz, May y Ned.

A pesar de no tener muchos amigos, no ser increíblemente popular y de no tener a cientos de chicas a sus pies, Peter se sentía atribuladamente ocupado con su vida normal.

Eso sin contar a Lena, la chica "nueva", llevaba ahí más de seis meses, sin embargo, todos la seguían llamando la chica nueva porque nadie más había ingresado tan repente y tan magistralmente los había ignorado a todos al mismo tiempo que los trataba antes. Solo una chica se quedaba con ella la mayor parte del tiempo; Michelle la "rara".

No juzguen a Peter, él es un raro también y le da la bienvenida a la rareza, pero Michelle y Lena salen completamente del molde. Muy cool o para nada cool, esa era la medición del chico araña para medirlas, para descifrarlas, para saber qué era lo siguiente que Lena haría.

Entonces los escogió a ellos, se sentó en su mesa a la hora del almuerzo, soltó carcajadas con los memes de Ned, pidiéndole que le enviara más a su teléfono que raramente usaba (no en serio, no la había visto sacarlo más de dos veces en un día escolar, DOS VECES), robando las zanahorias de sus bandejas para guardarlas en los bolsos de su chaqueta (demasiado vieja para ser vintage, "Genial a su estilo" según Ned) e iniciando conversaciones que nunca terminaba, con los ojos cubiertos de gafas de sol y una sonrisa rápida antes de ponerse de pie y desaparecer de sus vidas hasta un nuevo almuerzo. Eso les daba cierta fama en la escuela, porque a pesar de que todos consideraban a Lena como la nueva chica rara, había un magnetismo en ella que los obligaba a estar siempre atentos de su presencia. La clase de magnetismo que solo las personas maravillosas tienen, como Liz, aunque sin serlo.

Y aquello podía pasar completamente desapercibido; esas visitas esporádicas, esos encuentros en clase y en los pasillos, esa ropa de estilo viejo, con gafas de sol oscuras y un cabello sedoso que parecía no cepillarse jamás, todo eso podían ser simplemente los actos de una chica rara, si no fuera por su sentido arácnido que lo bombardeaba con alertas cada vez que ella se acercaba.

Así que sí, Peter tenía trabajo, no mucho, no poco, pero lo que más le interesaba era descubrir quién era Lena y por qué la encontraba tan irresistiblemente interesante.

Pequeña idea, no me maten jajaja, es como un bebe apenas, así que, si sale con vida de este capítulo, me gustaría ayudarle a seguir creciendo (que metáforas, que metáforas) En fin, este prologo toma lugar antes de Civil War por si notaron cositas extrañas, lo demás quizá se mueva más rápido hasta Homecoming, pero definitivamente nos vamos a mantener lo más lejos posible de Infinity War porque mi corazón no lo supera.

Bueno, se reciben toda clase de comentarios. Los quiero y nos leemos luego. :*