Heather Mason apuntó con la pistola a esa criatura, tenía que reunir valor para poder matarle, él suficiente para jalar el gatillo y accionar las balas, tenía miedo; ese ser deforme con grandes sacos de carne podrida como brazos le inspiraba cierto temor, pero... A pesar de ello debía mantenerse firme. La chica rubia cerraba los ojos, trataba de dejar a un lado ese fatídico lugar repleto de negras y sangrantes paredes, suelos verdes despidiendo terribles aromas y lo peor: el eco de las voces en lamento a la lejanía de la oscuridad. Dio fuerza a sus manos, un destello, después otro y otro, las luces que emitía la pistola a causa de las balas era lo único luminoso entre aquellas penumbras. The Closer cayó, se movía de forma violenta en el suelo, gritando y rugiendo a través de aquella vagina que tenía por cara, vomitando líquidos de oscuros colores, su asqueroso cuerpo se desvaneció.

No lo podía creer, se había cobrado la "vida" de algo o alguien, le dolió si cabeza, caía al suelo gracias al sonido de varias sirenas que atacaban sus oídos, todo se volvió blanco súbitamente, todo. Volvió a la realidad, miraba atónita los locales de ropa o comida en buen estado, no destruidos en aquel apocalíptico escenario cruel, las paredes recuperaron color y todo se había llenado de luz, bizarro. ¿Qué acababa de ver? ¿Era un sueño o realmente una triste y cruel realidad a la que tenía que ser víctima más adelante? Todo estaba tan confuso.