1 LA LEYENDA

Inglaterra 1514.

La gran migración de los nómadas egiptanos causo gran alboroto entre la población, había rumores de que eran descendientes de Caín, o enviados por los demonios del infierno. El ejército había sido mandado por el rey para castigarlos con la muerte y así exterminarlos.

Una de las tribus se había quedado atrás, sus demás hermanos se habían marchado para asegurarse de poner a salvo a sus familias y amigos, dejando a los más viejos atrás por órdenes del patriarca de la tribu. Ellos ya habían vivido lo suficiente y no podían permitir que sus hijos y nietos corrieran peligro. Más aun porque se encontraban en un gran prado y el bosque les quedaba lejos. (Aclarando, el patriarca también se quedo atrás con el resto)

Detrás de ellos un pelotón del ejercito ingles les seguía, estaban a punto de llegar con ellos, uno de los soldados levanto su arco y apunto hacia uno de los fugitivos, de un flechazo lo mato, la flecha había atravesado el corazón de este cayendo muerto al instante, otras más le siguieron, convirtiéndose en una lluvia mortal, la gente corría lo mas que podían llevarlos sus piernas, los que esquivaron las flechas corrieron hacia los arboles en un intento por sobrevivir.

El capitán ordeno quemar el bosque y así los acabarían. Encendieron las flechas y las lanzaron hacia el bosque, las llamas se esparcieron rápidamente provocando los gritos de terror de los gitanos. Los arboles comenzaron a desquebrajar por el fuego atrapando a algunos entre los gruesos troncos. La satisfacción en el rostro de ese hombre al oír los gritos de desesperación no duró mucho. Del mismo bosque incendiándose comenzó a surgir una neblina que por extraño que parezca opaco los gritos de angustia que provenían del bosque. La misma comenzó a cubrir el prado y los cuerpos tendidos en este, algo tenia de diferente esa niebla, fue lo que pensaron más de uno, los soldados que aun se encontraban en el prado fueron rodeados por el extraño fenómeno, pero desde lo alto de la colina el capitán y el resto de sus hombres podían observarlos.

Los gritos no se hicieron esperar, esos hombres se estaban quemando con el contacto de la niebla, eso era cosa del diablo gritaron algunos. Al ver como sus compañeros se volvían cenizas ante sus ojos, el terror fue tanto que muchos de los hombres corrieron despavoridos para salvar sus vidas, pero el capitán se quedo ahí observando cómo sus hombres morían con el aliento del diablo, poco a poco se fue disipando hasta que en el campo solo quedaban las cenizas de sus soldados no así los cuerpos de los gitanos, estos habían desaparecido, al igual los arboles que habían caído por el fuego estaban intactos, como si jamás se hubieran quemado. Esto termino de convencerlo y salió corriendo antes de que lo que sea que lo haya hecho saliera y lo matara.

Tras su carrera una lluvia de plumas rojas caían del cielo por los alrededores, esto llamo la atención del rey de Inglaterra quien no dudo en mandar a sus soldados a que investigaran dicho fenómeno, pero ninguno de ellos regreso a darle información. La gente que vivía en el pueblo cercano a ese bosque comentaba a otros mensajeros enviados por el rey a investigar que los habían visto llegar por provisiones y partir al bosque, pero que ninguno regresaba, sin embargo la lluvia de plumas aparecía un día después de que ellos se internaran en el bosque.

Pasaron los años y nadie se atrevía a entrar en aquel bosque donde un grupo de gitanos entro pero jamás salió. Los monarcas intentaron justificar la dichosa anormalidad del bosque con la llegada de los gitanos, pero los escritos antiguos de un Sacerdote mostraban que ese tipo de fenómenos ya habían sido registrados anteriormente. Aun así siguieron llegando los curiosos que se aventuraban para saber que había sido de aquel grupo de gitanos, pocos se adentraban al bosque, ya que el sonido de gritos les helaba la sangre y los hacía correr por sus vidas temiendo que morirían calcinados por aquella neblina. Los que se arriesgaban a entrar no eran vistos por varios días hasta que regresaban dementes por lo que pudieran haber visto en ese lugar.

La gente del pueblo cercano decía que ahí vivía el espíritu de un niño errante que murió al momento de nacer y del cual quemaron su cuerpo en la hoguera en el centro del bosque, según los rumores sus padres levantaron un altar para el niño, entrando al bosque para visitarlo todos los días hasta que un día la joven pareja jamás regreso, muchos buscaron en el bosque tratando de encontrar algún indicio de ellos, si seguían vivos o no, pero no había rastro alguno. Más algo extraño habían notado los cazadores, los animales del bosque habían desaparecido, no se escuchaban los cantos de las aves, el gruñir de los lobos o los osos, no había nada todo el bosque quedo vacio, excepto por las plantas y los arboles.

Pasaron los años y no se había suscitado ningún otro evento extraño, por lo que se fue olvidando la leyenda del bosque.