La historia nos habla de dos jóvenes que estuvieron destinados a enfrentarse. Los herederos de un legado inquebrantable; partícipes de un ciclo del cual era imposible escapar, y que persiguió a sus antecesores durante generaciones. La historia nos habla de cómo estos dos jóvenes separaron sus caminos, y de lo que tuvieron que vivir cada uno por separado; afrontaron peligros que escapan de la mente de los más creativos, y de las manos de los valientes. Ellos combatieron contra su destino, tomaron decisiones que llevaron el flujo de un atascado río a su desembocadura. Uno de ellos, decidió caminar solo, recorrer la senda a través del odio, la ira y la venganza; la duda se sembró en su corazón, y fue el aliciente que lo impulsó a seguir hacia delante cuando descubrió la verdad. Una verdad que quebró su mente, e hizo mella en su espíritu. Decidió destruir aquello en lo que siempre quiso creer, queriendo cortar los lazos que unían lo poco que había llegado a construir. Él continuó su travesía atento a cada paso, a cada tropiezo, a cada éxito... mientras que el otro chico nunca quiso hacerlo solo. Pues sabía que en la unión yace la fuerza, y que sus amigos eran todo su poder. Sus ideales no estaban marcados por la unidad, sino por el total de la suma de cada una de las partes; y gracias a este recorrido, cada paso, cada tropiezo, y cada éxito dejó huella.
Finalmente, y tras varias confrontaciones con un nulo resultado, llegó el combate final. Aquel en el que el círculo vicioso comenzaría de nuevo; donde ambos dejarían de lado su existencia para reunirse con sus antecesores sin haber llegado a ninguna parte. Pero... esta vez no fue así. El joven Sol estaba dispuesto a hacer entrar en razón a una luna menguante, que había perdido su órbita hacía ya mucho tiempo. La batalla arrasó el campo en el que lucharon, y todo a su alrededor quedó reducido a escombros, mas al final, la Luna aceptó su derrota, se negó a seguir los pasos de sus ancestros, y a cometer sus mismos errores.
La historia nos habla del Sol y la Luna, de dos personas que fueron amigos, y rivales; destinados a enfrentarse, y a morir. Ahora sabemos que se negaron a aceptar ese destino tras superar todas las adversidades. Ahora... la historia nos habla de los sucesos posteriores al eclipse. Nos narra la vida de Sasuke Uchiha.
—Sasuke... te pagaré si lo necesitas. Pero por favor, ¡ayúdanos! —La voz retumbó por aquella pequeña sala en la que se encontraban sólo dos personas. Era un pequeño cuarto de madera, y desprendía un ligero olor a quemado por el funcionamiento de las máquinas que trabajaban la materia prima. El hombre que pronunciaba el nombre ajeno buscaba ayuda, necesitaba a alguien capaz de alejar los indicios de un segundo reinado de terror que se acercaba al país de las Olas años después del primero a manos de Gato; y una de las personas que no esperaría encontrar llegó hasta él en el puente por el que llegaron a conocerse.
—No hace falta. Aceptaré la misión, Inari. Al fin y al cabo, este puente ha servido para muchas más cosas de las que hemos podido imaginar. Naruto también haría lo mismo.
El hombre se inclinó hacia delante en señal de agradecimiento, y el Uchiha contestó con una mano sobre su hombro, a la vez que una sonrisa nostálgica emanaba de su rostro. El combate contra Zabuza, la pelea con Haku... ambas situaciones habían pasado a formar parte de su vida, y quedarían por siempre grabadas en su memoria.
—Levanta. A pesar de que ya me hayas contado los detalles, necesito información sobre los lugares, las horas y los días en los que aparece. Si todo lo que me has dicho es cierto, tenemos que ponernos en marcha.
Inari hizo caso a su indicación, y partieron rumbo al pequeño pueblo de la isla en la que su abuelo, ya fallecido, vivía. Una vez más, los recuerdos comenzaron a aflorar en la mente del forastero. Recordó cómo eran los muelles en los que se encontraban las casas, la valentía del ya no tan niño que le guiaba. Él también quería ser un ninja, quería ser tan fuerte como cualquiera de los miembros del equipo siete. Y ahora, aunque no hubiera cumplido ese sueño, había continuado el legado que su abuelo dejó tras de sí, el cual aceptó gustosamente. Ahora todos confiaban en él.
Algunos minutos más tarde llegaron a la zona residencial, y las miradas de los habitantes eran una mezcla de terror y esperanza. Pues algunos veían en el recién llegado el rostro de alguien dispuesto a aprovecharse de la crítica situación en la que se encontraban, y otros divisaban en él el final de la crisis que se estaba cerniendo sobre ellos.
—No te preocupes por ellos. —Dijo el lugareño.— No te conocen, y están asustados. Después de los asaltos, todos temen por sus negocios y familias.
—No es eso lo que me inquieta. —Los pasos de ambos se pararon en seco, y el portavoz de estas palabras miró hacia el cielo, donde pudo encontrar unos extraños ojos posados sobre él y el menor.— Nos están observando.
Un kunai se clavó en el suelo a los pies del azabache, quien empujó al constructor a la vez que retrocedía. Una mano procedente de un hombre caído de uno de los edificios recogió el proyectil, y los ciudadanos circundantes cerraron las puertas de las estructuras cercanas a la vez que se escondían en ellas. El lugar quedó desierto en apenas unos instantes. Ya estaban preparados para un ataque, no era la primera vez que ocurría algo así.
—Esto no entraba en las condiciones que te impuse. ¿Quieres que tus hijos mueran?
Inari dio un paso atrás, a la vez que apretaba sus dientes. La impotencia le consumió por un momento. Aquel hombre tenía la piel verde y escamosa, sus manos parecían haber mutado a consecuencia de lo que Sasuke pudo deducir por la falta de control en el chakra de la naturaleza. Estaba tratando de dominar fuerzas que parecía no entender; y las consecuencias habían dejado huella. Cuando sus ojos entraron en contacto con los del enemigo, se dio cuenta de la clase de entrenamiento que había llevado a cabo, pues sus pupilas mostraban el rasgo característico de una serpiente. El senjutsu de la cueva del dragón.
Posteriormente, un golpe impactó en el estómago del paisano, quien fue alejado casi al instante y puesto a salvo por Sasuke. El azabache miró cómo los ojos del chico iban perdiendo su luz, a la vez que su boca procedía a moverse lentamente antes de que llegara a perder por completo la consciencia.
—S-Sasuke... encuéntralos...
—Tazuna descansará en paz una vez lo haga, ¿no es cierto?
El sonido de su voz no pudo llegar a sus oídos; a pesar de que este marcara el inicio del combate, ya que tras levantarse, el azabache caminó hasta el usuario del chakra natural a la vez que su sharingan se activaba. El enemigo juntó sus manos, y formó dos sellos que terminaron con las palmas de sus manos juntas, e hicieron temblar los objetos cercanos.
—¡Arte del Sabio: Transmigración inorgánica!
Una sonrisa afloró en el mercenario, mientras que los ojos del ninja se movieron buscando el ángulo de ataque. Ya había vivido esta situación antes, y el entorno, junto al nivel de la técnica no eran nada comparados al combate contra Kabuto.
Cuando las rocas tomaron forma y se dirigieron hacia él, este la cortó con su espada tras sacarla de su vaina a la vez que la imbuía en electricidad. La cara del hombre cambió, su expresión mostró dudas, y su cuerpo cansancio. Aunque no fuera la primera vez que realizaba esa técnica, no estaba acostumbrado a lo que podría conllevar.
—Ir con todo no es una mala opción... —Un rápido movimiento a manos del Uchiha le posicionó frente a él, pegando ambos cuerpos, atravesando al ajeno con la hoja de su espada. La sangre brotó, y las manos enemigas se dejaron caer a ambos lados de su torso.— Si tienes opciones.
—No... yo he alcanzado este poder, yo he conseguido superar mis límites... nadie... nadie volverá a llamarme débil...
En ese momento, Sasuke formó el esqueleto de Susano'o en su brazo izquierdo para apoyarlo en la espalda de su adversario. Comprendió por un momento su dolor, ya que él se había sentido de la misma forma, cada vez que Itachi lo llamaba débil, cada vez que veía cómo Naruto crecía, y él se quedaba a sus espaldas. Cerró sus ojos antes de sacar la espada de su abdomen, y lo tumbó con cuidado en el suelo.
—No eres débil, chico. Hubieras podido matar a cualquier otro ninja con esa técnica. Pero me temo que has elegido el camino equivocado. —Sintió la mirada del hombre, que poco a poco perdía el flujo de chakra natural, volviendo así a su forma humana, cerrando los ojos a la vez que caía en un profundo sueño.
A las pocas horas Inari despertó, y al abrir los ojos encontró a su familia ante él. Esta fue señal suficiente para darse cuenta de que el problema había sido resuelto, y que Sasuke, junto al cuerpo del hombre, se habían marchado del país de las Olas.
Unos días más tarde, los recursos que los isleños habían perdido volvieron a aparecer en el puente Naruto. Todos estaban intactos, y algunas de las cosas que fueron usadas en su momento habían sido repuestas.
—Hay otras maneras de demostrar la fuerza que se posee. Elegir el camino equívoco para usarla es sólo un signo de debilidad. Espero que lo hayas entendido, Fukabi.
—Así es. Gracias por decidir utilizar una técnica ilusoria sobre mí, en lugar de acabar conmigo. Aprovecharé esta segunda oportunidad, Sasuke Uchiha.
El ninja asintió. Lejos de lo que hubiera podido pasar, en el momento en el que su dõjutsu se activó, puso en marcha una ilusión en la mente del joven, quien pensaba que había muerto a manos del azabache; quería conocer sus verdaderas intenciones, entenderlo. Guiarlo así como el Uzumaki hizo con él; y por suerte, todo había salido como esperaba.
No llegó a despedirse del nieto de Tazuna, haber llevado a cabo la misión con éxito había sido suficiente para él. Pudo contemplar el lugar que pudo visitar con el equipo siete, pudo recordar los momentos que vivió, el miedo, la superación... No pudo pararse a pensar sobre estas cosas cuando volvió con Suigetsu hacía años para recoger la espada que Zabuza portaba.
Ahora lo tenía claro, había confirmado lo que ya sospechaba, que este viaje no sólo significaba conocer y explorar las maravillas del mundo shinobi. No sólo significaba entender a las personas, entenderse a sí mismo, también quería decir que estaba dando los primeros pasos hacia algo más grande... su redención.
Hasta aquí el prólogo de la nueva historia que tengo entre manos. Quiero considerarlo como mi vuelta al mundo de los fanfics, y mi estancia en el terreno de mi anime favorito. Quiero dedicarle mucho tiempo a este fic, y tengo en mente cosas que podrían hacer de esto algo más que un relato de OTPs, que por cierto, aún no hay ninguna confirmada, a pesar de que los hechos hasta que Sasuke se va de la aldea hayan sucedido de la misma forma. Si el capítulo te ha gustado, no olvides darle fav, seguirlo, y dejar un comentario. Recibir críticas constructivas y compartir opiniones pueden servirnos a todos. Sin más, un saludo. Hasta el próximo capítulo. (Que por cierto, será semanal).
Acepto, en mi condición de autor, que los personajes usados en esta historia son propiedad de Masashi Kishimoto, y no me pertenecen. Así como los personajes que han podido salir de imaginación. Los cuales están basados en sus historias.
Queda terminantemente prohibido acreditar mi FanFiction a terceros.
