Los recuerdos se le venían a la mente al príncipe esclavo que dejo ir su último respiro, mientras los recuerdos se le venían a la mente...efímeros y fugaces. La ceniza caía de aquel cielo negro con manchas fucsias y nubes teñidas de un blanco pálido, caía como pequeños copos que anunciaba el fin de aquella historia o tan sólo el inicio esta; una historia borrada en el tiempo.
"Al estirar su brazo encontrándose boca arriba la sangre inundaba sus vías respiratorias el dolor ya no parecía ser insoportable, las quemaduras y las heridas de gravedad ya no parecían importar, ya no, él, por fin pudo consumar su venganza aunque le aya costado su vida no importaba".
Era algo que "Patrika" su abuela de crianza había predicho quince años atrás en su última noche que lo abrazo y beso su frente insistiendo que huyera lejos que dejara todo eso atrás ese odio ese dolor, que rehiciera su vida con esa joven "Raaft" esa muchachita, la única quizá que demostró sentimientos verdaderos por él. Tenia razón la venganza lo consumió pero al menos lo logro.
Le parecía tocar el rostro de su madre que siempre le veía con suma ternura en los viñedos de frutas azules, sus dedos tan solo lo rozaron y desapareció en la nada del frío viento, el cual era pesado a causa de la aumentada gravedad de aquel planeta desconocido que sirvió como "coliseo" para aquella pelea anhelada por tantos años y por muchos. Su padre el rey Vegeta IV había sucumbido a los fríos brazos de la muerte con una sonrisa llena de amargura.
Pronto él también le aria compañía en el mas aya, sin saber si en "la tierra de los que descansaban en paz" o en la de los tormentos y sollozos, "tierra de los caídos".
Sonrió por primera vez en años.
FIN
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