Autor Original: AbyssfulInsanity
ID: 3641920
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"¿Alguna vez te han besado, Rin?"
El demonio saltó de su asiento y miró a su amigo "¿Q-Qué?"
"¿Así que no?"
El adolescente se puso nervioso "¡N-No he respondido, Renz! Y-Yo… ¿Por qué lo preguntas? ¡Y-Yukio! ¿No está esto fuera del tema del que estábamos hablando?"
El moreno miró a su hermano, mostrando sus pequeños colmillos mientras sonreía.
"No he estado escuchando, lo siento, hermano"
El gemelo mayor gruñó "Gracias, tu ayuda a tu hermano es tanta…"
El exorcista se puso en pie y se subió al escritorio mientras cruzaba sus piernas de inmediato.
"¿De qué están hablando?"
El demonio más pequeño bajó la mirada "B-Bueno, Renz estaba hablando sobre sus hermanos… y entonces, de la nada, me preguntó si alguna vez me habían besado"
Yukio sonrió "Bueno, esa es una pregunta bastante extraña. ¿Pero lo has hecho, hermano?"
El gemelo mayor se levantó de su asiento "¿Qué demonios? ¿Es esto una maldita emboscada?"
Los otros dos adolescentes se dieron cuenta de que el demonio se había sonrojado furiosamente.
"Hermano, está bien si no lo has hecho. ¿Pero sabes cómo? Ese quizás sea el problema"
El muchacho de pelo rosado se levantó "Tiene razón"
"Hermano, si te hace sentir mejor, yo tampoco he besado a nadie"
El adolescente victimizado siguió mirando hacia abajo con el rostro de color cereza.
"M-Me voy…"
El adolescente más pequeño cogió el pomo de la puerta y salió fuerza, sofocando las lágrimas por la vergüenza.
Rin estaba bajo sus sábanas, llorando.
Escuchó un click de la puerta de la habitaicón.
Saltó y se giró para quedar mirando a la pared.
"Hermano…"
"Déjame solo"
El exorcista colocó una mano en el hombro de su hermano y le hizo girarse para que quedase sobre su espalda. Colocó una rodilla en la cama y pasó la otra pierna por encima de la cintura del más pequeño.
"¿Qué estás haciendo?"
El gemelo más joven le miró "No nos respondiste a Renzou y a mí"
El más replicó "¡Deberías saber la respuesta, maldición! ¡Nunca lo hice! ¡Todos han estado asustados de mí! ¡Nadie me tocó o se acercó a diez metros de mí!"
El exorcista colocó su cabeza contra la de su hermano mayor.
"Estoy tocándote, hermano, estoy a menos de diez metros también…"
Rin alejó la mirada "Eres mi hermano"
Yukio le agarró de la barbilla "¿Y?"
"Tú… no eres como los demás…"
El moreno buscó la cola de su hermano "¿Eso me hace especial?"
Un pequeño chillido escapó de los labios de Rin ante el corto contacto.
"¡No juegues con mi cola! ¿Cuántas veces tengo que decírtelo?"
El demonio más joven sonrió "Bueno, soy tu hermano y el más joven, así que puedo actuar tan infantil como quiera"
Un calambrazo por la sensibilidad recorrió la espalda del gemelo mayor "¡Yukio! ¡Para!"
El más alto se bajó de su hermano y se sentó en la cama.
"Hermano, puedo ayudarte con cualquier cosa, lo sabes, ¿cierto? Cualquier cosa que te preocupe"
Fue el momento de que el demonio mayor mirase hacia abajo "No puedes ayudarme con esto…"
"¿En serio? Aun así, estoy dispuesto a ayudar"
El otro saltó "E-Espera… dijiste que nunca…"
Se ahogó con la palabra "b-besaste…a nadie antes…"
Su hermano pequeño se encogió de hombros "¿Y? Sé cómo hacerlo"
Los gemelos estaban sentado en sus escritorios, trabajando – al menos Yukio lo estaba –.
"¡¿V-Vas a enseñarme a besa?!"
El exorcista dejó caer su pluma "H-Hermano…"
La cola de Rin se movió con agitación "N-No tienes que hacerlo… S-Siempre puedo pedirle a R-Renz que me enseñe…"
El muchacho más alto se levantó y caminó hacia su hermano.
"No, está bien… si quieres que te enseñe, lo haré"
El gemelo mayor sintió que su muñeca era agarrada. Se puso en pie y siguió a su hermano pequeño.
"No tomes esto como una clase, Yukio… S-Solo me siento avergonzado porque no sé cómo…"
Yukio se había sentado en la cama de su hermano y señaló su lado.
"Lo sé, no lo haré. Solo estoy siendo un hermano"
Rin tomó asiento y bajó la mirada "V-Vale…"
"Hermano, ¿me mirarías?"
Rin mantenía la mirada hacia abajo.
Yukio agarró su barbilla e hizo que su hermano le mirase.
Los ojos marinos se encontraron con los turquesa.
El gemelo más joven sonrió cuando vio las manchas rojizas en las mejillas de su hermano.
"Solo confía en mí, ¿de acuerdo?"
Sus frentes estaban pegadas cuando el chico de pelo negro azulado respondió.
"V-Vale…"
Rin mantuvo la cabeza en alto.
Sintió la cálida respiración de su hermano contra sus labios.
Los labios del gemelo mayor se crisparon por su respiración, cambiando una vez que sintió los labios de Yukio contra los suyos.
Algo húmedo se deslizó por sus labios.
Los entrecerrados ojos azules se abrieron de par en par.
Se alejó rápidamente de un salto de su hermano.
"¿Q-Que?"
"Solo era mi lengua, hermano… es normal en un beso"
Antes de que el más bajo pudiese responder, sintió los labios de su hermano chocar contra los suyos con rapidez.
Sintió la lengua de Yukio deslizarse contra sus labios otra vez. Abrió la boca y la dejó vagar.
Su ritmo cardíaco empezó a ralentizarse. Su pesada respiración empezó a normalizarse conforme más sentía los labios de su hermano.
Rin se inclinó más hacia su hermano menor. Colocó sus manos en el torso del más alto y empezó a aprender lo que su hermano estaba intentando que hiciese él.
A Yukio le encantaban los suaves labios rosados y pálidos de su hermano.
Sintió que su respiración se aceleraba una vez que lo había besado, sorprendentemente.
'Qué tierno…'
Había deslizado su lengua dentro de la boca de su gemelo y su músculo luchaba contra el otro.
Deslizó sus brazos por la cintura de su hermano cuando sintió sus manos presionadas en su torso.
Sus manos bajaron más abajo.
Se sintió alzado por la cintura.
Soltó a su hermano y le miró, aterrorizado y confundido.
"¿Q-Qué?"
"¿Qué? Fue un simple beso, hermano…"
"O-Oh… d-de acuerdo…"
Rin se detuvo antes de querer terminar.
Tragó el nudo que se le formó en la garganta y sonrió ligeramente.
"Gracias… por enseñarme, profesor"
El profesor sonrió a su estudiante.
Se inclinó y besó la frente de su hermano y vio la cola de ébano agitarse sobre la cama.
Los ojos esmeraldas se quedaron mirando embelesados los azules.
Sinceramente, le encantaba el color y el tono carmesí que teñía la pupila de su hermano.
"Duerme un poco, son casi las diez ya…"
El más bajo asintió "De acuerdo… buenas noches…"
Rin se metió bajo las sábanas y se acurrucó con su almohada extra.
Antes de quedarse dormido, sintió un movimiento en sus mechones negros azulados.
Arrugó la nariz cuando sintió que su flequillo era retirado del rostro.
"¿Por qué escondes esa cara tan adorable?"
No podía dormir ahora con las mejillas sonrojadas.
"Porque no soy adorable…"
Yukio vio que las mejillas de su hermano mayor se sonrojaban más.
Sonrió ante el comentario completamente falso de Rin. Besó su mejilla y acarició su cuello.
"Bueno, es eso completamente falso…"
Escuchó a su hermano gimotear por la vergüenza "C-Cállate… tú eres quién miente… a-además… ¿no está mal para un hermano el sentirse de este modo?"
"¿No está mal que los hermanos se besen? ¿Hermano?"
Rin escuchó como remarcaba el hecho su hermano con su tono.
Soltó un bufido y se dio la vuelta "No si uno solo está intentando aprender…"
Yukio sonrió mientras su hermano gemelo se daba la vuelta para quedar tumbado boca arriba. Pasó una pierna sobre la cadera de su hermano y se inclinó hasta que estuvieron a un par de centímetros de distancia.
"Bueno, entonces, ¿estaría mal que hiciese esto?"
Rin miró estupefacto a su hermano durante un segundo. Sintió los suaves labios de color melocotón posarse sobre los pálidos y rosados. Este hizo un ruido de sorpresa e intentó alejar a su hermano.
Con esa débil oposición – porque a Rin sinceramente le gustaba esto, le gustaba la respiración cálida de su herano; adoraba sus suaves labios; pero a Rin, honestamente, le encantaba el modo en que sabía Yukio – se rindió y empezó a inclinarse hacia el beso. Rodeó con sus brazos el pálido cuello expuesto que no estaba envuelto por el abrigo de exorcista y la camisa de vestir.
Yukio se sorprendió cuando sintió a su hermano corresponder el beso. Sintió los delgados– pero tonificado con unos saludables músculos – brazos rodear su cuello. Yukio adoraba a su hermano de un modo que no podía explicar. Ahora que había enseñado a Rin cómo besar, ¿cómo podía contenerse? Adoraba los suaves labios de su hermano, su cálida respiración, pero con total honestidad, Yukio simplemente amaba el modo en que Rin sabía. Quería devorar la lengua del chico de pelo de ébano. No podía estar satisfecho ahora que había probado a su delicioso hermano.
Los gemelos finalmente se separaron con jadeos pesados.
Rin miró a su hermano, el cual estaba mirando hacia otro lado.
"¿Qué pasa, Yukio?"
Este último cerró los ojos, ¿realmente iba a confesarle a su hermano mayor que lo amaba?
"Hermano…"
Tragó hasta el último pedazo de orgullo que tenía. Volteó la cabeza hacia su hermano con lágrimas brillando en sus ojos.
"Y-Yo… te amo, Rin…"
Rin pudo sentir como saltaba y su corazón dejaba de latir completamente.
"Yukio…"
Se sorprendió al escuchar a su hermano llamarle por su nombre.
Sonrió; Yukio había estado actuando como el hermano mayor desde que tenían doce años.
Besó la cabeza de su hermano.
Finalmente podía dejar salir sus sentimientos por su hermano, sabiendo que el moreno los correspondía.
"Yo también te amo, hermano…"
Yukio sintió que se le cansaban los ojos, sus mejillas cambiaban a un color escarlata debido a que su hermano mayor lo llamase así en lugar de por su nombre; al igual que él lo llamo por su nombre en vez del modo en que acostumbraba.
Se acurrucó contra el cuello de su hermano y besó su clavícula antes de sumergirse en un sueño tranquilo.
Rin sintió una oleada de placer en el cuello al sentir los labios de su hermano contra su clavícula.
Sintió que Yukio rozaba una vez más su cuello antes de dejar de moverse y quedarse dormido.
Rin estaba sintiéndose cansado también. Cogió a su hermano por la cintura y, sin muchos problemas, movió a su hermano hacia la cama, hacia donde estaba la pared. Besó a su hermano en la frente, después en la mejilla y, finalmente, dio un casto beso en los suaves labios que se habían convertido en suyos.
Apoyó la nariz en el hombro de Yukio y dejó que su aliento chocase contra la clavícula de Yukio.
El chico de ojos azules finalmente sintió que sus ojos se daban por vencidos y caían por completo, dejando que un dulce sueño se apoderara de ese pequeño cuerpo suyo.
