"Los personajes de Sakura Card Captor no me pertenecen"
¿Quieres ser la madre de mi hijo?
En el tercer salón de clases del Jardín de Infantes Tomoeda, se encuentra una joven de 25 años de edad, acomodando unos juguetes en sus repisas pues la jornada de trabajo había finalizado y en consecuencia había dejado un desastre. Al terminar recoge su bolso, Tablet y llaves del casillero; apaga la luz y cierra la puerta, dirigiéndose a la Dirección del plantel para firmar su alta, saluda a la secretaria a lo que esta la llama,
-Tomoyo ¡Qué bueno que vienes! Quería notificarte que mañana en tu clase tendrás un nuevo alumno, es nuevo en Tomoeda.- Dijo la secretaria, al tiempo que sacaba una carpeta.
-¿Por qué no me dijo antes señora Hikari? Usted sabe que me gusta presentarme con los representaste del alumno.- Comento mientras tomaba entre sus manos la carpeta amarilla y procedía a leer el nombre del chico.
Erick Hiragizawa Mizuki ¿Qué? ¡No puede ser! Este apellido es de…
-Lo siento mi niña apenas me enteré hoy, pero si lo deseas lo cambió a la clase de…-
-Este pequeño es hijo de un viejo amigo, no puedo creerlo, volvió a Tomoeda y no nos avisó. Señora Hikari por favor llame a Eriol Hiragizawa y dígale que lo espero media hora antes del comienzo de clase, no le diga mi nombre.-
-Como diga Señorita Tomoyo, nos vemos mañana-
-Hasta luego- despidiéndose con un ademán
Tengo que llamar cuanto antes a Sakura y avisarle que nuestro ingrato amigo volvió y no nos dijo.
La chica toma su smartphone y llamó a su amiga.
-Tomoyo ¿Cómo estás?-
-Sakurita, estoy bien ¿tú cómo estás?- dijo esto con desespero
-Bien, pero ¿qué te pasa? Te escucho ansiosa
-Pues sí, ¿Adivina qué? Eriol Hiragizawa volvió a Tomoeda y no sólo eso, tiene un hijo y por lo que leí es hijo de la Profesora Mizuki ¿Puedes creerlo?-
-¿TIENE UN HIJO? ¿Qué? ¿Estás segura?- gritó Sakura
-Sí Saku, como lo oyes y yo misma le daré clase.-
-Yo sabía que volvería pero no tan pronto, hace dos meses me llamó para notificarme pero lo había olvidado.-
-O sea que tu sabías y no me habías dicho, que mala amiga resultaste ser tú también.- Comentó algo molesta
-Disculpa amiga. Por cierto ¿estás ocupada? Ven rápido a mi casa, aún no decido donde sentar a los invitados.-
-Está bien, pero me debes una seria explicación. Llego en 15 minutos.-
Colgó el teléfono sin esperar respuesta, encendió el auto y se fue a casa de su amiga.
Un hombre bastante guapo de unos 27 años aproximadamente carga una caja que deja reposar en una gigantesca cama y toma los artículos que se encontraban en su interior escucha el llamado preocupado de su hijo que viene corriendo con un juguete entre sus manos.
-Papá, mira lo que le pasó a mi autito, se le salió la rueda ¿Puedes repararlo? Por favor.- El niño de 5 años de edad extiende su auto y la rueda caída de este mismo.
-A ver.- Toma el auto y encaja la rueda haciendo presión. –Listo campeón ¿por qué te gusta tanto ese auto si tienes cientos y mejores que ese?
El pequeño agacha su cabeza, mira el autito y responde:
-Porque ese lo fuimos a comprar juntos y jugamos toda esa tarde con el.-
El padre al escuchar esa respuesta sintió algo de arrepentimiento, toma a su hijo en brazos, lo abraza y dice:
-A partir de hoy todo será distinto pequeño, prometo pasar más tiempo contigo. No olvides que eres lo que más amo en este mundo; jamás, escucha, jamás dejarás de serlo.-
-Está bien, mago Clow- Eriol sonrió al escucharlo, recuerda que siempre lo llama así.-Pero, promete que no dejarás que tía Nakuru me disfrace de ti.- Dijo con aparente enojo.
-¿Qué tiene de malo que te vista como el Mago Clow? ¿Si recuerdas que te puedo convertir en rana en dos segundos?- respondió Eriol de manera jocosa.
Notas de la autora: Bueno, hasta acá llegó esta historia, algunos la recordarán pero la estoy editando.
Fue corto el capítulo, luego serán más largos, lo prometo.
Nos leemos luego, dulces besos.
