Autor Original: Ittoki Otoya
ID: 223566
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Conseguir que Tokiya se comunicase conmigo era simplemente difícil. Quería que saliese un rato o, al menos, el que intentásemos llevarnos bien. Es demasiado serio y estoico, la diversión nunca parece existir en su cabeza. Era casi como si fuese un robot que se esfuerza por hacer todo tan perfecto como puede.
La conversación era difícil de sacar pero no había modo de que fuese a rendirse. Admito que hablar con Tokiya es realmente difícil cuando simplemente me ignora la mitad de las veces en las que le hablo, la otra mitad la pasa enfadado o molesto conmigo.
Solo quería que se abriese y nos llevásemos bien, somos compañeros de habitación, después de todo. Por mucho que admire su forma de cantar, Tokiya sigue siendo un gran rival. Pero incluso si es mi rival, no estaría de más ser amistoso con él. Simplemente no estaba en mi naturaleza él no hablar o no ser bueno con la gente, incluso si no les caigo bien.
Era bastante obvio que a Tokiya de verdad le disgustaba cuando tenía alguna interacción física con él, pero no puedo controlar cómo me comporto cuando todo lo de la interacción física con las personas está más allá de mí. Para mí, los abrazos no son gran cosa, aunque se podría decir que es todo lo contrario para Tokiya.
Tokiya es más un solitario, alguien que hace las cosas por sí mismo mientras que yo disfruto de la compañía de los otros. Es un hábito descuidado el mío del de acercarme demasiado a las personas sin darme cuenta de que estaba pasando por alto su espacio personal.
A menudo hago eso con Tokiya y se irrita conmigo por eso. Interrumpo su concentración demasiado, me encuentra demasiado ruidoso lo cual tengo que admitir cuando pienso en ello. Canto a veces al azar y grito sin darme cuenta, así que no puedo culpar del todo a Tokiya por pensar de ese modo.
Eso no significaba que no me doliese cuando se molesta o explota algunas veces. Confía en mí, nunca hagas que Tokiya se enfade lo suficiente contigo… da miedo cuando lo hace. Nunca querrías experimentar eso…
Sin embargo, nunca aprendía y seguía intentando hacer que se abriese pero era en vano. Tokiya me ayuda si le ruego; solo que tiendo a quedarme dormido cuando empieza a regañarme durante largos minutos. El castigo por su parte era… muy cruel y realmente lamentaba haberme quedado dormido con él.
Pero no puedo evitar que me aburra cuando comienza a hablar y hablar sobre las clases. El solo mira escritorio cuando estoy estudian quede dormido. Sin embargo, Tokiya es de gran ayuda cuando no está usando el método no tan práctico para enseñarme.
Aunque disfruto de los momentos en los que me habla, las posibilidades en que inicia una charla conmigo son realmente raras, aquellas que no implican intentar regañarme por algo como que estoy siendo demasiado ruidoso o que la habitación está echa un desastre.
Tengo el mal hábito de saltar sobre él algunas veces cuando regresa y eso a menudo hace que me gane un regaño de su parte sobre que el espacio personal no estaba en mi diccionario. Parece que me acerco demasiado para su gusto y eso era bastante malo cuando tiendo a hacer las cosas sin pensar normalmente.
Tokiya sonríe a veces, a diferente de la creencia popular de que siempre tiene una expresión estoica. Cuando terminaba de escribir una canción con la que parecía complacido, las esquinas de su boca se curvaban ligeramente. No era realmente obvio, pero aun así se podía ver.
Lo admiro muchísimo, ncluso si me trata como a un rival. Era la persona más trabajadora que he conocido y no hay momento en que lo vea holgazanear. Temo que pueda colapsar algún día por eso.
Era el Día de la Madre hoy y ver a personas yendo por ahí deseándoles a sus madres un buen día y discutiendo lo que iban a regalarle a sus madres, me molestaba. La mía murió cuando solo era un niño y apenas tengo recuerdos o algo de ella.
Me estaba escondiendo en mi cama con las mantas cubriéndome mientras intentaba no llorar. Nadie quiere ver a un Otoya triste y sin sonreír, de todos modos. Siempre es mejor cuando sonrió y me muevo con energía, como si nada me deprimiese.
Escucharía los problemas de otras personas pero cuando se trata de los míos, lo mantendría todo encerrado dentro de mí mismo. La gente me preguntaba qué había comprado para mi madre y si había ido a verla ya. ¿Cómo se supone que lo haría cuando está muerta? Había estado muerta por más de diez años.
Visitar su tumba era posible pero apenas hago eso, ya que en el orfanato no les gustaba mucho sacarme cuando era más pequeño. El Día de la Madre normalmente lo pasaba como un día normal mientras que los otros niños lloraban porque todos estaban solos.
Siendo uno de los niños más grandes, tenía que pretender que todo estaba bien y sonreír mientras les animaba. Cerrando mis ojos, me permito que las lágrimas caigan mientras aprieto más la manta contra mí. A Tokiya no le importará pero aun así no quería arriesgarme a que él me viese así.
Eso solo le daría problemas y no quiero que sienta disgusto. Mientras sea mi yo brillante de siempre, la gente me querrá más. Ellos no querrían a un deprimido y decaído Otoya. Tengo que ser siempre cálido y amistoso y esconder toda la oscuridad que tengo para mí mismo.
A veces duele demasiado y hoy es uno de los días en los que más me afecta. Quiero ser como todos los demás, ser amado por sus padres y ser capaz de pasar tiempo con ellos. Ser capaz de estar triste cuando quiera, alguien que me consienta y me anime cuando los necesite.
La puerta se abrió y escuché las pisadas, cubriéndome más con la manta y suplicando silenciosamente que no me viese y me dejase solo. Contra mis deseos, Tokiya intentó quitarme la manta y fruncí el ceño, tirándola de esta para cubrirme.
Escuché un siseo procedente de él mientras le daba a la manta un fuerte tirón y esta cayó al suelo. Rindiéndome, bajé la mirada e intenté detener las lágrimas que seguían cayendo. Justo cuando pensé que me dejaría en paz, habló "Otoya… ¿estás llorando?"
Negué con la cabeza y sorbí "Es solo tu imaginación, no estoy llorando"
Tenía la cabeza inclinada, mi visión borrosa por todas las lágrimas, lo que me impedía ver su expresión en su totalidad "Otoya, es una mentira obvia. Dime lo que está mal"
Alejé su mano y me aparté, secándome las lágrimas de los ojos antes de girarme hacia él con una sonrisa falsa "Nada. Nada en absoluto"
Estaba frunciendo el ceño, esta vez fui capaz de ver su expresión con las lágrimas eliminadas "No mientras. Y no sonrías cuando no tienes ganas"
No puedo soportarlo y estallo, las lágrimas fluyendo una vez más "Pero todos quieren a un Otoya feliz y sonriente. ¿Quién quiere ver a un Otoya decaído y sin energía? Nadie quiere a ese Otoya, solamente quieren al que está feliz y sonriente. Mientras sonría, todo estará bien, ¿cierto? ¿Por qué estás preguntando cuando ni siquiera te importa, Tokiya?"
Un gruñido enfadado escapó de sus labios mientras me golpeaba dolorosamente en la cabeza "¿Qué se supone que significa eso? Si no me importase, no estaría preguntándote, ¿cierto? Y no tiene nada de malo el no sonreír cuando no estés feliz. No deberías forzarte a sonreír cuando no tienes ganas"
Estaba cansado, muy cansado. Solo quería ser necesario y feliz, una razón por la que existo. Tokiya iba a estar enfadado pero me encargaría de eso más tarde. Ahora, solo quería un poco de consuelo. Simplemente me fui hacia adelante y me agarré de su camiseta, sollozando en silencio.
A diferencia de lo que esperaba, Tokiya no me apartó y devolvió el abrazo torpemente durante unos pocos segundos antes de frotar mi espalda con una de sus manos y la otra acariciando mi cabeza. Me incliné contra su toque y apreté i agarre en un brazo antes de abrir la boca para hablar "Mi madre murió en un accidente aéreo cuando era muy pequeño y tuve que vivir en el orfanato después de eso durante más tiempo del que puedo recordar… siempre que llorábamos, la gente nos regañaría y nos diría que no les diésemos más problemas pues los otros niños empezarían a llorar también. Pronto, comencé a encerrar todos mis problemas en mi interior y solo sonreí sin que importase nada. De ese modo, nadie tendría problemas y todos estarían felices, ¿cierto?"
Las caricias aumentaron antes de desaparecer y gemí por la pérdida. Me sorprendí cuando un par de brazos me envolvieron y una cabeza descansó sobre la mía "Si piensas de ese modo, puedes hablar conmigo cuando estés deprimido. No soy tan insensible como crees, ¿sabes? Puedo entender porque piensas de ese modo… mi madre siempre estaba ausente en el trabajo y mi padre nos abandonó y se fue. Casi se puede decir que ni siquiera tenía padres. Siempre estuve solo y se convirtió en un hábito para mí el hacer las cosas solo. Creo que nuestros antecedentes son similares, solo que de un modo diferente. Yo pasé a confiar en mí mismo y prefiero estar solo mientras que tú intentas llamar la atención, porque quieres saber por qué existes. En cambio, yo me distraigo de estas cosas…"
Tokiya era cálido y realmente calmante. Podía oler su aroma cuando respiraba y me tranquilizaba mientras escuchaba sus palabras. Era extraño, no creí que Tokiya sería así de cálido… quizás porque me entiende, me está dando la oportunidad de soltar mis emociones negativas.
Mis ojos se estaban cerrando mientras me acercaba más a su tacto "¿Estás dispuesto a dejar que te muestre el lado de mí que no sonríe y me querrás por eso? ¿No vas a dejarme solo por eso?"
La cabeza apoyada contra la mía se alejó y me dio una palmada una vez más. Ahora que su cabeza no estaba sobre la mía, pude alzar la mirada y ver su expresión para ver si quería decirlo o no. Estaba a punto de hablar hasta que su mirada coincidió con la mía y una débil y tenue risa se escuchó durante unos segundos antes de que me revolviese el pelo, ganándose un puchero por mi parte ¿Qué fue tan gracioso?
"¿Sabes que estás realmente adorable cuando pones esta expresión? Me recuerda mucho a un cachorro. No te preocupes, mi visión de ti no cambiará por algo así"
Mi rostro se sonrojó ante el comentario, ¡no era adorable! Quería negarlo pero después de todo lo que ha hecho por mí, simplemente lo deje de lado "Entonces, ¿solo vas a seguir odiándome?"
Tokiya parecía sorprendido por mis palabras y me preguntaba si ese no era el caso. Siepre parecía enfadado y disgustado conmigo, después de todo. Me encontré sonrojándome por segunda vez cuando besó mi frente antes de golpearla con su dedo "¿Cuándo te he odiado? Lo admito, no me gustabas porque me recordabas a Hayato y eres ruidoso y desordenado. No puedo evitar que me guste escucharte cantar, siempre es verdaderamente gentil y cálido con tus sentimientos. Tus canciones ayudan a emocionar a la gente y están llenas de tu corazón, a diferencia de las mías"
"Entonces, ¿no me odias?"
No pude evitar el preguntarle eso, por suerte, quizás podríamos empezar a llevarnos mejor ahora. Asintió con la cabeza y golpeó mi frente de nuevo. Grité y froté mi frente, haciendo un puchero mientras intentaba golpearle. Una sonrisa muy débil apareció en su rostro antes de que fuese reemplazada por su expresión de siempre "Ahora duerme un poco, parece que lo necesitas. Aunque voy a extrañar la versión más tranquila de ti cuando despiertes"
Solté un bufido por la broma y lo miré antes de mirar hacia abajo para repensar mis acciones. Tirando de sus mangas, hice todo lo posible para ponerle la cara más tierna que pude pensar. Si me encontraba parecido a un cachorro, entonces me parecería a uno. No estaba seguro de si los ojitos de cachorro funcionaría con él o no pero nunca se sabe hasta que lo intentas "¿Puedo dormir contigo esta noche? ¿Solo esta noche?"
Casi salté de alegría cuando suspiró y asintió con la cabeza, en lugar de elegir pegarme a él. Se las arregló para cogerme fácilmente y me arrastró hacia su cama en cuestión de segundos "Solo por esta vez, Otoya, no esperes otra oportunidad como esta otra vez"
Sonreí y lo rodeé con mis brazos antes de cerrar los ojos y permitirme el relajarme y quedarme dormido. Estaba exagerando tanto que estaba consciente de que si Tokiya me hubiese alejado, lo habría dejado ir. Pero ya que no lo hizo, simplemente iba a disfrutar de su calidez por esta vez y me permitiré mostrarle esa parte de mí.
Después de eso, Tokiya fue mucho más indulgente conmigo y me dejaba aferrarme a él algunas veces, nunca durando más de un minuto. Esos momentos eran todavía raros, pero al menos me habla más ahora. Podía hacer que comiese conmigo si estábamos los dos, un grupo grande todavía seguía siendo un no.
Me miraba cuando lo invitaba a comer con los otros durante el almuerzo y desaparecía en algún lugar desconocido. Desayunamos juntos por la mañana, con Tokiya normalmente despertándome y la comida ya preparada o comprada para cuando terminaba de ducharme.
¿Cómo se las arregla para despertarme tan pronto después de volver tan tarde? Siempre me desconcierta pero simplemente lo descarto, simplemente soy perezoso y difícil de despertar. Al menos ahora ya no tengo que preocuparme por llegar tarde a clase, Tokiya se asegura de despertarme a tiempo.
Tiende a sermonearme por no despertar a tiempo cuando me despierta y le escucho tranquilamente mientras hago pucheros. Me trata como a un niño algunas veces, a menudo comentando que era como un cachorro o un niño. ¡No soy tan inmaduro! Al menos sé cómo limpiarme sin que él me lo diga.
El asunto de la rivalidad que tenía contra mí parecía haber desaparecido y que estaba mucho más dispuesto a ayudarme con mis tareas ahora. Tokiya me ayuda incluso cuando no pregunto, sobre todo cuando hago un desempeño bastante malo y no podía soportar el verlo más.
Eso a menudo terminaba con un entrenamiento realmente duro para mí; no se detendría hasta que lo hiciese según sus estándares. Tokiya es realmente estricto; no recurras a él por ayuda a menos que estés desesperado. No tengo muchas opciones cuando es mi compañero de cuarto, a pesar de que la leve sonrisa de satisfacción que veía en él cuando lo hacía bien me hace feliz y siento que todo el esfuerzo que puse, hace que valga la pena el solo verlo.
Incluso me diría algunos halagos si realmente encontraba que había hecho un buen trabajo en ello. Esos halagos son realmente raros y a menudo me hacen sonreír como un idiota cuando lo hace. Me gustan los pequeños gestos que me muestra, una pequeña palmada en la cabeza u hombro es lo suficientemente bueno para mí. Sé que es mucho viniendo de alguien que odia las interacciones físicas.
Incluso me deja mandarle mensajes con regularidad cuando no estamos juntos en la habitación, incluso cuando está fuera en su trabajo secreto. Me enviaría largos mensajes de texto reprendiéndome cuando le enviaba mensajes durante las clases sobre que debería estar prestando atención cuando mis exámenes escritos no estaban bien hechos.
Sin embargo, las personas no pueden saber realmente si nos llevamos bien, ya que a menudo me rechaza cuando le pido que coma con nosotros y me impide engancharme a él cuando lo veo en clases. Solo me mirará sin expresión alguna y se irá, mandándome un mensaje después, cuando tenía oportunidad, para disculparse.
Era consciente de la razón por la que lo hacía, por lo que no me importaba demasiado. Sorprendentemente, Tokiya se avergonzaba con facilidad y descubrí algunas maneras de hacer que se sonrojase. Siempre era divertido verle todo sonrojado por mis acciones. Creo que él cree que no soy consciente de lo que hago ya que nunca antes me había gritado por ello.
Estaba bien con eso de no almorzar con él cuando, por lo menos, tomamos el desayuno juntos. Cenaríamos juntos si no está trabajando en ese trabajo a medio tiempo que todavía no tengo ni idea de lo que es. Yo haría pucheros y suplicaría, pero aun así negaría con la cabeza y se negaría a decirme.
Cada vez que vuelve, su estado de ánimo es muy malo y se vuelve incluso más frío de lo normal. Me sonríe cuando se da cuenta de que estoy despierto pero vuelve a ese modo sombrío una vez que piensa que estoy dormido.
Era realmente molesto verle así, sobre todo cuando se niega a decirme nada. No importa cuánto le pregunta, simplemente lo apartaría como si nada y cambiaría de tema. De verdad quiero saber qué es lo que le está molestando, me animó en aquel entonces y me gustaría devolverle el favor.
La mitad de las veces me quedo dormido antes de que regrese y para cuando despierto, Tokiya ya está despierto e incluso ha preparado el desayuno. ¿Descansaba y dormía suficiente cuando se acuesta más tarde que yo y se despierta antes?
Mis intentos de permanecer despierto hasta que regresase y despertar temprano siempre terminan en fracaso. Si Tokiya no regresa demasiado tarde, sería capaz de permanecer despierto lo suficiente para darle la bienvenida antes de colapsar y quedarme dormido.
Despertar antes que él parecía ser una misión imposible. No importa cuánto me esfuerce para intentar levantarme temprano, siempre estaría un paso por delante de mí. De verdad me preocupa que Tokiya colapse un día con el poco descanso que se permite así mismo.
Durante los días en que no trabaja, pone toda su atención en practicar y estudiar. Tokiya siempre es muy duro consigo mismo, mucho más que cualquier otro. Aprendí a no quejarme cuando es demasiado duro conmigo cuando sé completamente bien que lo es mucho más consigo mismo.
Un perfeccionista es lo que era; podías verlo en todo lo que hace. Por el modo en que hace las cosas, teniendo que hacerse todo en las mejores condiciones. Incluso su cuidado debía de ser bueno, no esperaba nada menos de sí mismo. Me molesta cuando empieza a calcular las calorías de las comidas que tomamos.
Pero gracias a él, lo que como normalmente es saludable si él se ocupa de ello. A sus espaldas, tiendo a picar y comer chocolate. Los curry que me gusta comer son un no para él también. Me dice las calorías que tienen y lo poco saludables que son. Esto me hacía sentir aliviado en cuanto al hecho de que no almorzar con él; de lo contrario, me prohibiría tomar de almuerzo algo que adoro.
Las comidas que Tokiya me hace comer están bien a veces, pero la mayor parte de las veces tienden a ser en su mayoría verduras y cosas blandas. Me dirá lo sanos que son y que siendo un idol, debería empezar a cuidar de mi peso.
Incluso me obliga a comer los pimientos verdes que tanto odio. Una vez a la semana, Tokiya se aseguraba de que los comiese. El método que usaba para hacer que los comiese es simplemente cruel y mis papilas gustativas morirían cada vez que sucedía.
De vez en cuando me deja comer algunos dulces con él, pero es verdaderamente raro que suceda. Tokiya casi ni tocaba la mayor parte de ellos, insistiendo en que no podía permitirse el lujo de consumir tantas calorías y conservantes. A lo sumo comería una barrita de chocolate o algún otro aperitivo pequeño mientras se aseguraba de que yo no me hinchase de ellos.
Sospecho que sabe que como cosas a sus espaldas pues descubro que la cena está llena en su mayoría de verduras cuando lo hago y la cantidad de pimientos verdes que me hace comer incrementa. Incluso si todo lo que hace es por mi propio bien, todavía siento que debería divertirse aunque sea por una vez.
Nunca se relaja, sin importar lo que le diga. Intenté persuadirlo pero nada funciona. La única vez que realmente cuenta como relajarse fue cuando le arrastré a la fuerza con el pretexto de que quería comprar accesorios nuevos para la guitarra.
Pero incluso en ese momento acabó estando serio, acumulando aún más libros para estudiar. Al menos conseguí que los dejase tranquilos durante un día, incluso si regresó al día siguiente a estudiar de pleno. Lo había arrastrado a muchos sitios por molestia cuando escapó a la librería cuando estaba distraído.
Quizás se sintió mal por eso y realmente me dejó arrastrarlo sin una sola palabra de queja. Aunque podía verse una expresión estresada en su rostro y obviamente estaba forzándose a no decir nada.
Yo disfruté, incluso si Tokiya no estaba realmente contento con ello. Su expresión se suavizó en algunas ocasiones, cuando le observaba en secreto; le veía con las comisuras de la boca ligeramente alzadas, que era lo más cercano que podía conseguir a una sonrisa de él en ese momento.
Para hacérselo más fácil, realmente me aseguré de que cenásemos en un lugar que estuviese ben con sus estándares. La comida rápida es un gran no para él, nunca comería nada de allí, ni siquiera las bebidas. Tokiya realmente cuida mucho de lo que come. Increíble, ¿no?
Creo que tengo que agradecerle porque mi dieta ahora es mucho más saludable y tengo más que energía suficiente después de que él empezase a supervisar mi dieta. Sé que pone mucho esfuerzo en las comidas que prepara para mí y siempre le demuestro que lo sé, dedicándole una gran sonrisa.
De algún modo, aun así, no creo que le gustase. Suspiraba y miraba hacia otro lado cuando hacía eso, frotándose la frente antes urgirme para que comiese. ¿Estaba avergonzado? Sé que es divertido molestarle, pero cuando cambian las cosas, sería algo de temer.
No importa lo ocupado que esté, siempre querría asegurarse de que no me distrajese demasiado y terminase mis tareas a tiempo. Ya me he acostumbrado a su compañía tanto que realmente no puedo imaginarme cómo sería la vida sin él una vez que nos graduemos.
Apuesto que terminaré durmiéndome y volviendo a tener una dieta poco saludable a base de curry y aperitivos una vez más. Francamente, no tengo miedo de las calorías ya que no me importan. Además, juego al fútbol con Syo con regularidad; las calorías se quemarían, ¿cierto?
Era difícil no ser demasiado dependiente de él cuando se asegura de que haga todo correctamente. Me divierte cuán perfeccionista puede ser, todo está en perfecto orden cuando está cerca. Incluso tenemos un horario fijado para nuestros desayunos y cenas.
Todo está siempre en su sitio, extrañamente para el segundo en el que empezamos a comer. Siempre es exactamente en ese momento específico cuando comemos, incluso el segundo es el mismo. Miraría su teléfono antes de empezar a comer, sin dejarme comer ni siquiera un segundo antes.
La única vez que no sigue un horario fijo es cuando se va a la cama. Aunque sospecho que se despierta a una hora específica. Todavía estoy en medio de averiguar a qué hora se despierta, pero simplemente no consigo levantarme temprano.
Terminaba quedándome en la cama y negándome a abrir los ojos durante mucho tiempo cuando despertaba temprano, haciéndolo imposible para mí el descubrirlo. Me diría a mí mismo que debía abrir los ojos y despertar, pero la calidez de la cama siempre me atraía de nuevo. Me dormiría de nuevo hasta que Tokiya me despertase.
¿Cómo puede salir Tokiya de la cama cuando duerme tan poco? Duermo más que él y nunca puedo resistir la urgencia de quedarme en la cama más tiempo del necesario pero él es capaz de levantarse sin importar la hora a la que se vaya a dormir.
Si no lo conociese bien, pensaría que realmente está durmiendo muy bien cuando siempre se ve tan serio y despierto. Nunca le he visto bostezar y estaba sospechando que se está forzando a no hacerlo. ¿Sería difícil para él el mostrar ese lado suyo que se ve realmente cansado? Quizás conseguiría ver eso algún día.
Nuestra relación estaba mejorando, ya no se quejaba por que le molestase cuando estudiaba, dejando que me apoyase en su cama cuando leía allí. Me aseguraría de sentarme en silencio y no moverme mucho mientras escuchaba mi música cuando eso sucedía.
Incluso me deja abrazarlo más ahora, solo apartándome cuando me engancho a él durante mucho tiempo. Sus mejillas tendrían un ligero tono rosado cuando eso sucedía y normalmente cunado hago eso solo para molestarle, así como también por el hecho de que se siente muy cálido.
Siempre es cómodo y fácil relajarse con él, me siento tranquilo cada vez que está cerca. Tiene esta atmósfera a su alrededor que provoca que sea fácil relajarse cuando estoy cerca, como la sensación de que puedes confiar en él. Tal vez sea por lo mucho que me cuida, la razón de que me sienta así.
Nunca antes había tenido a alguien cuidando de mí. En el orfanato, el que tenía que cuidar de las personas siempre era yo. Difícil de creer, pero era yo, de hecho, el que cuidaba de los más pequeños.
Quizás es por eso por lo que no tengo ni idea de cómo cuidar de mí mismo porque no sé qué puedo hacer para estar mejor yo mismo. Simplemente haría las cosas que me gustan y las disfrutaría más que si fuera algo bueno para mí. Dejar de lado mis tareas era solo un mal hábito, y casi podría decir que estoy huyendo de mis problemas.
Cómo cuando esconde mi verdadero yo a las personas, solo para dejarles ver el lado de mí que siempre es positivo y feliz y lleno de sonrisas. El lado triste y deprimido siempre estuvo encerrado hasta que Tokiya me vio ese día.
Estaba feliz de que me aceptase pero no quería decir que todos los demás lo hiciesen. No estaba dispuesto a arriesgarme a exponerme frente a los demás. ¿Y si dejan de ser mis amigos por eso? No quiero perder a nadie, todos son importantes para mí.
Nadie es reemplazable en mi vida, todos son igualmente importantes para mí. Lo que más temo es que Tokiya un día me deteste si le muestro ese aspecto demasiado. Me aseguraría de que no lo viese de nuevo después de ese incidente.
Desafortunadamente, las cosas nunca van de acuerdo a los planes. Terminé mostrándole ese lado de mí de nuevo. Una pesadilla, una que me había estado atormentando durante mucho tiempo, regresó de nuevo. Siempre estaría atrapada en la oscuridad, totalmente solo, sin nadie a mi lado o que me quisiese. La oscuridad me envolvía, cubriéndolo todo de luz hasta que ya no podía verme a mí mismo.
Esta vez, era diferente. Podía ver una tenue luz y alguien me llamaba por mi nombre. Luché y me agarré a algo cálido cuando la voz que estaba llamándome se hizo más fuerte. Cuando abrí mis ojos, Tokiya me estaba mirando con preocupación mientras sostenía mi mano, que había agarrado en sueños.
Cerrando los ojos de nuevo, me moví hacia adelante y le abracé con fuerza. Se mantuvo en silencio mientras me daba unas palmaditas, esperando a que hablase. Dudé durante un momento antes de contarle la pesadilla que siempre tenía, una de oscuridad que me cubría y me dejaría solo para siempre.
Me había golpeado la frente dolorosamente cuando dije eso. Justo cuando estaba haciendo un puchero e iba a quejarme por el dolor, besó el lugar que había golpeado, el dolor desapareciendo y siendo reemplazado con el calor encendiendo mis mejillas.
Me agité por el gesto y casi me caigo, si no fuese porque Tokiya me cogió a tiempo. Me las arreglé para ver la sonrisa que había fallado en ocultar a tiempo mientras hacía pucheros de nuevo. Me alejé de él y le aseguré de que estaría bien y que debía volver a dormir.
Mi mentira fue captada fácilmente pues me golpeó ligeramente en la cabeza, dirigiéndome una mirada molesta. Lo siguiente que dijo me confundió y no pude evitar preguntarle por ello de nuevo. Parecía molesto por tener que repetirlo, y me empujó ligeramente "Dije que te eches a un lado. Si te dejo solo ahora, simplemente te vas a obligar a estar despierto y pensarás en cosas raras. Exo a su vez me impediría dormir también por la preocupación, además de por el ruido de estar moviéndote y la mejor manera de solucionarlo sería dormir contigo. No tendrás esos pensamientos de estar solo si tienes a alguien a tu lado"
Parpadeando, me llevó un momento procesar sus palabras lentamente y dejar que se asentasen en mi cabeza. Era simplemente difícil de creer el que alguien como Tokiya, que valoraba mucho su espacio personal, que aunque me permitiese tener una pequeña cantidad de contacto físico durante un corto momento, estuviese ofreciéndome en ese momento el dormir a mi lado.
¿Eso no significaba que tendría que tener mucho contacto físico conmigo? Antes de que pudiese decir nada, Tokiya ya se estaba escabullendo "Creo que prefieres estar solo. Buenas noches"
¿Eh? ¿Cuándo dije eso? Hice un puchero y tiré de él hacia atrás, agarrándome a él, enterrando mi rostro en su espalda "¿Quién dijo que prefiero estar solo? Simplemente estaba sorprendido de que sugirieses algo así. ¿Por qué rechazaría tu primera petición de tener contacto físico conmigo?"
Mi puchero regresó cuando escucha unas suaves risas escapar de sus labios. Obviamente había dicho eso a propósito para hacer que me pusiese en vergüenza por mí mismo. Le solté y le empujó ligeramente hacia la derecha y me moví más hacia la izquierda para dejarle meterse dentro de las mantas conmigo.
Una vez que ambos nos acomodamos cómodamente en la cama, me abalancé hacia él y lo agarré con fuerza, manteniéndole abrazado. Temía que una vez que cerrase los ojos, las pesadillas volviesen y me acosasen de nuevo.
Sintiendo mi incomodidad, Tokiya dejó un suave beso sobre mi frente y colocó sus brazos a mi alrededor. Me acerqué más a él y dejé que mis párpados se cerrasen; sabiendo que los brazos que me rodeaban me protegían. Así se sentía para mí, tener a Tokiya cerca siempre me tranquiliza.
Conseguí mantenerme en un sueño tranquilo, despertando con un cuerpo cálido junto a mí. Parpadeando, me froté los ojos y miré a hacia las orbes azules que me miraban. Me sorprendió que Tokiya todavía estuviese metido en la cama y esperando a que me despertase "¿Te sientes mejor ahora?"
Le sonreí y asentí con la cabeza, abrazándole con fuerza una vez más y respirando su suave aroma "Gracias a ti lo estoy. Aunque no pensé que te quedarías en la cama hasta que despertase…"
Me dio un ligero puñetazo en la espalda mientras hablaba "Eso es porque te estabas aferrando a mí como un koala y no quería arriesgarme a despertarte intentando alejarte cuando estabas durmiendo tan pacíficamente después de lo que sucedió anoche"
Mi rostro se calentó por ese comentario, no tenía ni idea de que lo había tenido fuertemente agarrado hasta ahora. No es de extrañar que me sintiese verdaderamente cómodo y cálido, había estado abrazándole desde que cerré los ojos. Estuve tentado de preguntar por qué me había permitido abrazarle incluso ahora sin verse irritado, pero la idea inmediatamente murió mientras mordía mi lengua ligeramente para evitar el decir eso en voz alta. No quería interrumpir la única vez que me permitía abrazarle durante tanto tiempo y arriesgarme a que fuese la última.
Le abracé una vez más antes de alejarme con reticencia. No podía ser tan egoísta como para seguir preocupándole y molestándole durante tanto tiempo. Le dediqué otra sonrisa y le aseguré que estaba bien y que podía irse a la ducha ahora.
Palmeando mi cabeza, se levantó de mi cama y me resistí a la urgencia de buscar su calor de nuevo. Quería sentir la sensación de ser cuidado y que se preocupasen por mí de nuevo, y el sentimiento de serenidad y paz que siempre siento cuando le abrazo.
Le vi moverse hacia su lado de la habitación para cambiarse de ropa y le sonreí tranquilizadoramente cuando noté que me miraba con preocupación. Asentí con la cabeza e hice un gesto con la mano para espantarle, diciéndole que estaba bien que se fuese.
Una vez que se fue, me relajé lentamente y cerré mis ojos. Estaba bien, la pesadilla parecía haberme dejado en paz por ahora, pero cuando volverá de nuevo, eso es un misterio. Una vez más estaba agradecido con Tokiya por estar ahí para mí y realmente le debo mucho.
Nunca podría pagarle lo suficiente por lo de ahora, ¿cierto? ¿Qué puedo hacer siquiera por él? Nada. Ni siquiera puedo ayudarle a animarse cuando vuelve de mal humor. No soy lo suficientemente bueno como para que confíe en mí y me diga sus problemas.
Solo estoy viviendo de él y no le doy nada a cambio. Soy realmente inútil, ¿no? Duele admitir eso, pero realmente solo le doy a Tokiya más problemas de lo que merezco. Me abofeteé para alejar los pensamientos deprimentes de mi cerebro e intenté parecerme más a mi yo de siempre.
La sonrisa regresó de manera natural mientras me distraía con pensamientos de que hoy no tenía clase y podría relajarme todo lo que quisiese. Para cuando Tokiya salió de ducharse, ya estaba de vuelta en mi yo de siempre y lo saludé con voz alegre.
Parecía aliviado de que lo estuviese y me apresuró para que me cambiase y duchase y que estaría de vuelta con la comida para cuando regresase. Asentí con la cabeza y salté de la cama, cogiendo un par de prendas al azar y mi toalla.
Como dijo, todo estaba preparado para cuando salí. Parpadeé y miré la comida que estaba colocada en mi lado, sorprendido de que me hubiese conseguido un pastel de chocolate junto con algunos otros pastelitos. ¿No estaban llenos de esas calorías que me decía tantas veces que no podía consumir?
Alcé la mirada hacia él con curiosidad, Tokiya alejó la mirada de la mía y dijo suavemente que merecía una delicia de vez en cuando y que debería aprovechar la oportunidad de comérselos antes de que cambiase de idea y me hinchase de cosas saludables.
Sé que lo hizo para animarme y no pude evitar el sonreír como un idiota cuando los comí, saboreando la comida lentamente y dejando que mis papilas gustativas las saboreasen bien. Estaban realmente buenos, haciendo que mis mejillas se sonrojasen ligeramente por la felicidad y satisfacción que me daban.
Había pasado un tiempo desde que comí pasteles, normalmente comiendo solo curry o aperitivos o las comidas que Tokiya elegía. Pensándolo bien, ¿por qué soy el único comiendo esto cuando Tokiya solo está tomando un sándwich?
Frunciendo el ceño para mí por estar tan distraído por el sabor, había olvidado darle las gracias, cortando un pequeño trozo y alzándolo suavemente hacia Tokiya, pidiéndole que abriese la boca y lo comiese. Él negó con la cabeza y me pidió que siguiese comiendo. Pero estaba decidido a hacer que se lo comiese.
Le recordé que era solo un pequeño trozo y las calorías no serían muchas, precisamente por eso me aseguré de darle un pedazo mediano de pastel en vez de uno grande. Él abrió su boca, derrotado, e intentó quitarme quitarme el tenedor.
Ignorando la mano extendida, dejé la porción dentro de su boca y esperé a que lo tomase del tenedor. Estaba ligeramente sonrojado mientras lo tomaba y saqué el tenedor con una sonrisa. No estaba planeando burlarme de él cuando le ofrecí de primeras la porción, pero ahora me alegro por ello.
De todos modos, ha pasado tiempo desde la última vez que me burlé de él, y decidí hacerlo una vez que hubiésemos terminado de desayunar. Una vez terminamos, tiré de él hacia la cama y le pedí que me cantara una canción.
Parecía receloso de mi intención pero lo hizo de todas formas. Mantuve la mirada fija en la suya durante toda la canción, sonriendo alegremente cuando noté que su rostro se estaba sonrojando ligeramente. Cada vez que miraba hacia otro lado, me aseguraba de girarme en esa dirección también y le sonreía de un modo mucho más brillante.
Cuando Tokiya terminó su canción, me miró e inmediatamente me picó con el dedo en las costillas. Me moví y me reí, suplicando su perdón por intentar molestarle. ¡Tokiya era un tramposo! Sabía lo sensibles que eran mis costados y las cosquillas que tengo ahí.
Hice un puchero y me lancé hacia él, quejándome de que no siempre me dejaba tener algo de diversión para conseguir una reacción suya sin que él me hiciese pagar por ello. Le escuché sisear antes de mencionar que necesitaba dejar de mirarle con esa expresión inocente y adorable antes de que me atacase.
¿Eh? ¿Qué se suponía que significaba eso? No entendía lo que estaba intentando decir. ¿Qué pasa con mi expresión? ¿No es algo normal? ¿Y qué quiso decir con atacar? Estaba confundido, ladeando inconscientemente la cabeza hacia la izquierda y parpadeé.
"¿Qu-" mis palabas fueron cortadas cuando sus labios se unieron a los míos. ¿Cuándo se acercó tanto a mí? Mis ojos se abrieron de par en par mientras lo miraba fijamente, preguntándome lo que estaba pasando exactamente. Estaba paseándose por mis dientes y encías, ni siquiera me había dado cuenta de que su lengua había entrado en mi boca.
Podía sentir mi boca siendo explorada a fondo y mis mejillas estaban ardiendo e imaginé mi rostro tan rojo como un tomate en ese momento. Cuando su lengua se rozó contra la mía, dócilmente devolví el gesto lentamente, mis ojos se cerraron cuando no pude sostener más la intensa mirada de Tokiya.
¿Qué estaba haciendo? No, ¿qué estábamos haciendo? No tengo ni idea de porqué pero la sensación de que le estoy correspondiendo el beso parece tan natural, ¿es lo correcto? Con el paso de los segundos, mi respuesta no es tan lenta como antes. Me estaba volviendo más directo y se lo devolví con la misma fuerza que estaba mostrando, haciendo un puchero cuando aun así no podía vencerle.
Podía sentir las risas en el beso y abrí los ojos para mirarle. Tokiya parecía realmente divertido y retrocedió, y casi lloriqueé por la pérdida, casi sin lograr pararme a tiempo. La pregunta de por qué hizo eso todavía me asaltaba y quería preguntar.
Justo cuando pensaba que mi pregunta iba a ser respondida, su móvil sonó y la mirada molesta en su rostro dejó bastante claro que era de su trabajo a tiempo parcial. Vocalicé que estaba bien que respondiese al teléfono y asintió antes de alejarse.
Cuando regresó, estaba suspirando mientras se disculpaba porque tenía que irse. Debería preguntarme a mí mismo: ¿Por qué le correspondí el beso como si fuese algo normal, en primer lugar? ¿No debería molestarme que fuese un chico? Nunca antes había pensado en ese tipo de cosas y todo me daba dolor de cabeza.
Ahora que lo pienso, ¿cuál es exactamente mi relación con Tokiya? ¿Una de dependencia? ¿Correspondí a su beso solo porque siento que le debo algo? ¿Qué siente él por mí? Todas esas preguntas simplemente me saltaban a la cabeza y no tengo respuestas para ninguna de ellas.
Lo que Tokiya es para mí está bastante confuso, sé que me gusta tenerle cerca y estar a su lado me da una sensación de que estaría protegido y cuidado. Me hace sentir a salvo y protegido y puedo confiar en él sin importar nada más.
Eso me da miedo, mucho miedo. ¿Y si un día se va? ¿Todavía podré confiar en él si me traiciona un día? Los sentimientos eran abrumadores y apenas podía saber qué es lo que pasaba.
Cerré mis ojos e intenté pensar en Tokiya, ¿qué siento por él? ¿Es sólo un amigo o algo más? Definitivamente no pienso en él como un hermano o algún tipo de familiar y también siento que es mucho más que un amigo. Las líneas entre si es amor o no son bastante confusas y me veo preguntándome si mi sospecha de amor es solo porque me besó.
Nunca había besado a nadie antes y eso podría haberme confundido, llevándome a pensar que tenía sentimientos por él. De alguna manera, tengo la sensación de que no es eso. Suspirando, salgo de la cama y miro la hora.
Antes de darme cuenta, ya había pasado una hora desde que Tokiya se fue. Debí de estar distraído todo este tiempo con todos esos pensamientos. Decidiéndome, opté por distraerme, saliendo y comprándome unos cascos nuevos.
Comí algunas crepes durante el camino, sin poder resistir el comprar algunas cuando vi el puesto vendiéndolos. Había pasado mucho tiempo desde que había comido alguna e inmediatamente compré una dulce. La cantidad de dulces que podía comer era muy pequeña y hoy iba a consentirme un poco.
Esa manera de distraerme había funcionado muy bien, los pensamientos de Tokiya se habían desvanecido y solo estaba divirtiéndome casualmente mientras paseaba. Había una multitud reunida cerca y decidí echar un vistazo para ver de qué se trataba.
¿Un concierto gratis? Hayato, el gemelo de Tokiya, estaba actuando, no es de extrañar que hubiese una gran multitud reunida aquí. Mi suerte es que ya estuviese terminando. Aun así, seguí caminando, preguntándome porqué la multitud no se estaba despejando. Pronto descubrí que iba a haber una tanda de saludos con él cuando caminó por la multitud después.
De hecho, sentí que estaba siendo arrastrado y no fue una sorpresa cuando acabé cayendo sobre alguien "¿Estás bien?"
Agarré la mano que estaba estirada hacia mí y sonreí, asintiendo con la cabeza "Gracias"
"Estás sangrando – Otoya…? ¿Por qué estás aquí? No es lo importante en este momento, tu brazo está sangrando"
Esa voz, imposible pero sonaba igual que Tokiya. Cuando mi nombre fue mencionado, se me hizo mucho más obvio que realmente era Tokiya. Alcé la mirada y me reí con amargura. Así que Tokiya era Hayato, estaba verdaderamente claro cuando estaba de pie frente a mí con el atuendo de Hayato.
Así que esa era la razón por la que nunca me decía cuál era su trabajo, no pensaba que fuese lo suficientemente confiable para saberlo. El sentimiento de traición dolía y aparté la mano, luchando contra el impulso de derrumbarme en ese momento, delante de él "Ya veo que no confiabas en mí lo suficiente como para contarme esto… Puedo saber cuándo no soy importante… ya no hay necesidad de hablar de lo ocurrido. No quiero verte de nuevo… solo aléjate de mí… Tokiya…"
Alejando mi mano de él, corrí e ignoré el llamado de mi nombre. Apagué el teléfono también y simplemente caminé de regreso al dormitorio. Pensar que confié en él lo suficiente como para contarle sobre mi pasado y descubro que no me ve lo suficientemente confiable como para guardar su secreto.
Realmente me dolió y lo irónico era que había descubierto cuáles eran mis sentimientos por él. Le amo… es por eso que dolía tanto que no me viese de confianza o lo suficiente importante para que me lo dijese. Me sentía completamente traicionado, ¿qué era para él? ¿Algo para pasar el tiempo? ¿Alguien a quién tratar como a una mascota? Mencionaba a menudo que le recordaba a un cachorro. Era eso, ¿cierto? Seguramente, también era solo una broma cuando me besó, algo que no tenía sentimiento alguno.
El dolor de mi brazo fue fácilmente olvidado, de todos modos, parecía haber dejado de sangrar. Eso no era importante para mí en ese momento. Mis pensamientos eran otro asunto, además de que el dolor ya estaba desapareciendo.
¿Por qué estaba llorando? Incluso si no confiaba en mí lo suficiente, aun así le quería. El hecho de que me había ayudado jamás cambiaría y mis sentimientos por él no iban a desaparecer así como así. ¿Por qué decidí unirme a la multitud? Si no hubiese hecho eso, todavía podría vivir con esa feliz sensación de que era importante durante un tiempo más.
Esa noche realmente no volvió, mi corazón dolía por eso a pesar de que yo fui el que le dijo que no apareciese delante de mí de nuevo. Una parte de mí había esperado que al menos hubiese vuelto y me explicase por qué. Esto solo me prueba lo mucho que él piensa en mí, de verdad que no debo ser importante para él.
¿Por qué? ¿Por qué tuve que descubrir mis sentimientos por él? Si aún no me diese cuenta de todo, no me dolería tanto. Las lágrimas estaban amenazando con caer de nuevo y simplemente me permití llorar otra vez, si lloraba durante suficiente tiempo quizás las lágrimas dejarían de caer.
Volví a encender mi móvil y había muchos mensajes y llamadas perdidas de Tokiya. Mirando mi teléfono durante un momento, suspiré y miré el mensaje más reciente. Casi dejo caer el teléfono cuando leí, reprendiéndome de inmediato por no haberlo hecho antes.
Me cambié de ropa rápidamente y simplemente eché a correr, sin importarme que tuviese clases más tarde. Tokiya era mucho más importante en ese momento. La persona que me envió el mensaje más reciente era su manager para decirme que Tokiya estaba hospitalizado.
No decía que le había pasado pero me decía el hospital y el número de habitación. Sin duda un hospital para gente rica, se veía realmente elegante e incluso los uniformes eran verdaderamente buenos. Aparté cualquier pensamiento innecesario y me concentré en encontrar la habitación de Tokiya.
Cuando entré en la habitación, un hombre con gafas me preguntó si era Ittoki Otoya y asentí con la cabeza, sin expresión, mirando el cuerpo inerte y pálido que yacía en la cama del hospital. Tartamudeé suavemente, preguntándole por qué Tokiya estaba allí tumbado.
Suspiró y se frotó las sienes, dirigiendo su atención hacia mí. Su expresión facial era ilegible y me desconcertó un poco cuando su mirada estuvo centrada en mí "Hayato estaba fuera de sí cuando te fuiste, intentando constantemente el contactar contigo pero fue en vano. Durante el ensayo de su próximo evento, su mente estaba tan centrada en ti que ni siquiera prestó atención a dónde estaba, y terminó chocando con uno de los reparadores, lo que le provocó la herida que tiene ahora en la cabeza. No sé quién eres para Hayato, pero ha estado esforzándose mucho para crear un sitio para ti. Los malentendidos entre ustedes deben ser aclarados, Hayato pronto recuperará la consciencia. Ten una buena conversación con él, dile que volveré a visitarle mañana"
¿Eh? ¿Así que era mi culpa que Tokiya esté tumbado en la cama de este hospital en este preciso momento? ¿Y qué quería decir con que Tokiya había estado intentando crear un sitio para mí? Agarré su mano con fuerza una vez que apagué el teléfono y esperaba que estuviese bien.
Nunca me perdonaría si alguien le ocurriese porque no le di la oportunidad de explicarse. De todos modos, ¿por qué hui? ¿Estaba asustado de saber si realmente no era importante para él? Sé que no sería capaz de sonreír cuando de verdad pasase ya que es muy importante para mí.
Pasé mis dedos por su pelo con mi otra mano y le susurré una suave disculpa, deseando que despertase pronto. Su manager me dijo que Tokiya despertaría pronto, pero ni siquiera parecía así.
La mano que estaba agarrando se estaba moviendo y murmuré suavemente un 'Tokiya' para ver si realmente estaba despierto. Cuando escuché mi nombre siendo llamado en voz baja, le aseguré inmediatamente que estaba ahí y estreché el agarre en su mano.
Tokiya abrió los ojos lentamente y sonrió, una sonrisa realmente triste. Las lágrimas empezaron a fluir, el dolor cuando vi su triste sonrisa estaba latente. Esto era todo culpa mía, ni siquiera merecía estar cerca de él. Intenté separar mi mano de la de él pero estaba agarrándola con fuerza. Sus ojos buscando desesperadamente los míos y cualquier reticencia que me quedase después de ver esos ojos, desapareció una vez que luchó por sentarse.
"Otoya" luchar contra el impulso de abrazarlo era difícil cuando se escuchaba claramente la desesperación en su tono. Cerré los ojos y me permití en ceder y abrazarle con fuerza "Tokiya. Tokiya. Tokiya"
Repetí su nombre una y otra vez, sintiendo sus brazos rodeándome y me incliné ante su toque. Una suave presión fue dejada sobre mi cabeza antes de que comenzase a hablar "Lo siento… no quise ocultártelo. Tenía… miedo de lo que pensases de mí cuando descubrieses que fingí ser mi hermano gemelo pequeño, aquel que yo mismo había creado. Iba a decírtelo una vez que tuviese todo arreglado para que vinieses…"
"¿Eh? ¿Qué quieres decir con tenerlo todo arreglado por mí?" su manager me mencionó eso mismo antes. ¿Qué se supone que significa exactamente? Me alejé de sus brazos y alcé la mirada, sonriendo mientras jugaba con su flequillo "Si tú pudiste aceptarme por quién soy, ¿por qué te juzgaría?"
Tokiya correspondió mi sonrisa y me sonrojé, era la primera vez que lo había visto darme una sonrisa real. La verdad es que debería sonreír más, realmente le queda bien "Antes de hablar de eso… hay algo que quiero decirte. ¿Recuerdas el beso del que se suponía que íbamos a hablar? Nunca tuve oportunidad de decírtelo, pero la razón por la que lo hice fue porque–"
Alzó mi cabeza y clavó su mirada en la mía, provocando que mi rostro se enrojeciese incluso más "Puedes dudar de mi o… incluso estar disgustado… pero te amo. Al principio, solamente estaba interesado en tus canciones pero tu personalidad me desanimaba un poco cuando siempre estás feliz. Incluso desde el día en que conseguí ver otro lado de ti, me hizo querer protegerte"
Mi rostro debía de estar tan rojo como un tomate en ese momento. Cuánto más continuaba, más cálidas sentía mis mejillas. ¿Disgustado? ¿Por qué lo estaría cuando le quiero también. Las palabras eran difíciles de decir y simplemente me incliné y dudé durante un momento antes de cerrar los ojos y besarle.
Se sentía terriblemente incómodo y vergonzoso pero ese era el mejor modo de expresarle mis sentimientos. Correspondió a mi beso y eso me tranquilizó mucho más, a medida que pasaban los segundos los sentimientos negativos desaparecían.
Fui el primero en retroceder y fui atrapado en un abrazo en el momento en que nos separamos "¿Estarías dispuesto a dejar la academia y, en su lugar, ser mi compañero? He estado intentando persuadir a mi agencia para que me dejen empezar un grupo contigo y especializarnos en duetos y otros entretenimientos en pareja. Por eso hubo un concierto gratuito, para ver si mi canto sería comerciable. Estaba planeando contarte mi secreto cuando estuviese resuelto, no mantenerte en la oscuridad para siempre. Entonces… ¿quieres?"
¿Quiero? ¿Tiene que preguntarlo siquiera? Por supuesto que sí. Sonreí y le abracé con fuerza, asintiendo con la cabeza mientras decía que sí una y otra vez. Esto significa que puedo quedarme con Tokiya para siempre, ¿verdad? No tengo que preocuparme por separarme de él como cuando llegase la graduación.
Si pudiese hacerlo, querría estar con Tokiya para siempre. Es la única persona que quiero tener cerca más que nada, nadie más podría reemplazarle o la felicidad que me da simplemente estando a mi lado. Se ha vuelto realmente importante para mí. Mucho más de lo que me gusta admitir.
Para el momento en que Tokiya es dado de alta, los papeles de retirada de Saotome había sido arreglados. Fue difícil despedirse de todos, pero sé que podríamos volver a vernos una vez que se graduasen. De todos modos, también tengo sus números de teléfono.
Mientras estaba todavía en el hospital, su manager me llevó a ver al jefe de su agencia. Fui puesto a prueba en todo tipo de cosas y mi canto parecía ser lo suficientemente bueno para la gente que estuvo juzgándome. El reto de verdad sería cuando Tokiya y yo cantemos juntos, esa sería la última parte para ver si me aceptarían o no.
Ese día llegó más rápido de lo que esperaba y me sentí terriblemente nervioso de que el destino de si podríamos debutar o no como pareja dependiese de esto. Antes de ir, Tokiya se aseguró de que estaría bien, siendo mi yo de siempre. Hizo que me sonrojase cuando me robó un beso antes de tirar de mí.
Durante la prueba, mi nerviosismo se desvaneció una vez que Tokiya comenzó a cantar, perdiéndome en la canción, la cual estaba terminada para cuando volví en mí. Los aplausos que se escucharon pusieron de manifiesto que fuimos aceptados. Tokiya sostuvo mi mano y ambos nos inclinamos, una sonrisa adornando los rostros de ambos. Su manager iba a ser asignado como el de ambos y eso complació a Tokiya pues no tendría que tener otro manager para sustituir a este.
Desde que empezamos a salir después de eso, Tokiya estaba sonriendo más y más cada día. Las sonrisas estaban principalmente dirigidas a mí y nuestro manager me dijo que solamente sonríe cuando estoy cerca. Eso me hizo feliz pues era el que hacía a Tokiya sonreír, así como el verse mucho más relajado ahora.
Todavía cuida de mí como antes, en realidad, incluso más. Llevará algo de tiempo el acostumbrarse a sus hábitos y estoy decidido a asegurarme de ello. De todos modos, la verdad es que no me importa su manera de actuar y realmente me gusta tenerle cerca.
Nuestra relación sin duda debía ser un secreto para todos, pero está bien. Somos una pareja, y la agencia ha acordado que solamente haremos trabajos que nos requieran a ambos en lugar de solo uno. Era realmente divertido y agradable el hacer las cosas con él, me hace muy feliz cada vez que cantamos juntos.
Demuestra que esperar nunca hace daño, ¿cierto? En el fondo de mi corazón, siempre he estado buscando a alguien que me acepte por lo que soy, no solo por la versión brillante y sonriente de mí. Sé que debo de ser realmente afortunado por tener a alguien como Tokiya y nunca lo abandonaré por nada del mundo.
Incluso si nuestra relación tiene que ser mantenida en secreto para siempre, aun así la atesoraré mucho. Mientras que pueda estar con él, está bien, incluso si tengo de enemigo al mundo entero. Todo lo que quiero es tenerle a mi lado para siempre, nada más.
No me despreciará, eso seguro. Tokiya se pone celoso con mucha facilidad y le resulta muy difícil expresar sus emociones. Aprendí que tengo que interpretar sus expresiones y acciones para saber lo que está sintiendo realmente, así como el hecho de que tiene la extraña costumbre de asegurarse de que me besa al menos unas pocas veces al día.
Todos tienen una oportunidad de ser felicidad, solo hay que aprender a comprenderla. La puerta se abrió y me levanté con entusiasmo, lanzándome sobre él inmediatamente "¡Tokiya~!" mi vida ahora es perfecta.
