Capítulo 1 Culpable

-Culpable – esas fueron las palabras que escucho Snape sobre su juicio, de milagro había sobrevivido a la mordida de nagini y ahora después de salir de sanmungo en el cual estuvo tres meses en coma, era juzgado por sus crímenes, ¿Por qué rayos no lo habían dejado morir?, a estas horas ya estaría tranquilo en el más haya y no sentado sobre un banco en su jaula en medio de la gran sala donde estaba siendo juzgado por todo el congreso de magos, esa palabra daba vueltas a su cerebro, ajeno a la discusión acalorada que se desenvolvía ahí.

-no pueden hacer esto, que no cuenta mi testimonio acaso? – preguntaba Harry indignado, el Hermione y Ron había acudido a dar testimonio a los juicios que se llevarían acabo ese día de Lucius, Draco y Narcisa Malfoy y de Severus Snape, este ya era el último del día

-debe comprender señor Potter que el acusado es culpable de varios asesinatos – el ministro intentaba darle gusto a Potter pero realmente detestaba a Severus

-si señor ministro, pero ya se explicó porque causa fue – contesto un Harry muy enojado

-se está tomando en consideración su testimonio, por lo cual no será destinado al beso del dementor, solo a 10 años en azkaban, hasta si me lo pregunta son pocos años – el ministro intentaba sonar tranquilo y razonable, pero en el fondo se regodeaba

-es un héroe de guerra, primera orden de Merlín sin él no estaríamos aquí ninguno de nosotros – no podía creer el veredicto el chico

-lo siento ese es el veredicto – finalizo el ministro, hizo señas a los aurores para que sacaran de ahí a Snape y dieran paso al siguiente caso

-es inaudito – grito Hermione poniéndose de pie y soltando la mano de su novio Ron, asiéndose ser escuchada por todos, incluso saco de sus propios pensamientos a Snape – este hombre arriesgo su vida por nuestra causa, si es verdad mato gente pero no tubo opción. Lo hizo por un bien mayor, que no es acaso la misma disculpa que ustedes dan cuando algo se les sale de las manos, a pero…..

-silencio señorita Granger no puede hablar si no se le da la palabra – le corto el nuevo ministro de magia Magnus, un señor de unos 50 años de edad con el cabello totalmente blanco.

Snape la miraba atónito ´por unos segundos mientras era sacado de su jaula,

-señor ministro hago aborde a su conciencia y clemencia – hablo Harry mientras se acercaba a Snape en el centro de la sala a la vista de todos – algo se debe poder hacer para evitar que el profesor Snape pise azkaban, talvez para ustedes el sea un asesino, pero para el resto del mundo él es el más grande héroe de guerra y créame nadie estará a gusto con su veredicto – esto último lo dijo con un toque de advertencia, sin duda los años en lo que Harry se había visto obligado a dirigir gente en una guerra le habían dado la experiencia de como manipular a un líder.

El ministro miro a sus colegas y varios asintieron, nadie quería estar en contra de Harry, no cometerían los errores de los antiguos ministros y congresos, Magnus miro unos segundos a Snape, sedería pero no se los pondría tan fácil, miro en dirección a la sala de testigos que presentaban los juicios, habían muchos ex alumnos de Hogwarts ahí que sin duda recordaban como había sido de cruel se alumno de Severus Snape

-muy bien señor Potter, usted dice que este asesino – señalo con desprecio a Snape – para la mayoría es un héroe de guerra – Harry asintió con la cabeza – muy bien pues la condición para que quede libre bajo juramento será que alguien tenga custodia de el – les informo el ministro

Snape lo fulmino con la mirada, que clase de estúpida era esta, custodia de el? Ni que fuera un crio de 10 años necesitando que alguien le cambie el pañal

Marcus sonrió por como impacto a todos la idea – así que si nadie acepta responder de el, yo no puedo quedarme tranquilo dejándolo libre en el mundo – el ministro miro a todos en la sala invitándolos con la mirada que alguien aceptara esa carga

Snape no le dio el gusto de bajar la vista, este sabía que nadie lo aria

-yo lo are – contesto Harry después de unos segundos – yo tomare su custodia

Snape resoplo en su lugar, por Merlín que mejor lo entregaran al dementor, como podían hacerle esto

-no tan rápido señor Potter – lo interrumpió el ministro – para que una persona pueda absorber plenamente la custodia de otro adulto como el, debe haber un compromiso más fuerte, una convivencia más íntima – le explicaba intentando no sonreír con malicia – su tutor deberá ser su futura esposa, es decir, la tu….

-yo seré su tutor – le interfirió Luna que estaba sentada en medio de la sala de testigos, sonó tranquila y relajada, ella era una de las personas que directamente le debían la vida a Snape, y además existían los divorcios, varias miradas se giraron a verla

-bueno pero que manía de interrumpir sin pedir la palabra, acabare de decir la cláusula y entonces podrán hablar – fulmino a todos con la mirada el ministro, ya estaba molesto esto se le salía de las manos – como les decía, para que una persona pueda absorber plenamente la custodia de otro adulto como el, debe haber un compromiso más fuerte, una convivencia más íntima, por lo cual la mujer que acepte ser su tutor en un lapso no mayor de 3 meses deberá pasar hacer su esposa, sin opción a divorcio, y para demostrar que el acusado Severus Snape no estaba de acuerdo con los ideales del señor tenebroso, la tutora futura esposa deberá ser hija de padres muggles, ahora si señoritas quien será la futura señora Snape o ya puedo pasar a mi siguiente caso – miro a la sala en dirección a los testigos ya sin disimular una sonrisa, sabía que Snape siempre había tratado mal a los hijos de muggles.

-Harry miro también a la audiencia esperanzado, pero sabía que era mucho lo que pedía el ministro, era casi como pedir suicidio

Snape por su parte estaba que no lo calentaba ni el sol, que forma tan deplorable del ministro de recordarle que nadie lo quería, solo esperaba que el ministro no lo expusiera por mucho tiempo y lo mandara a su prisión de inmediato.

Pasaron largos cinco minutos, nadie hablaba ni se movían de su lugar, el ministro sonrió triunfal – muy bien – dijo mirando a Snape – señor Severus Snape se le acusa a pasar 10 años en az…. – miro atónito hacia Harry, una chica con la mano levantada pedía la palabra.

Hermione casi no lo pensó, se puso de pie y dio un beso rápido a su novio y le susurró al oído "perdóname", dio una mirada rápida a Snape, este estaba de pie frente al ministro, no le quitaba la vista de encima, era increíble cómo ni después de la guerra ni de sus 3 meses en como su aspecto no cambiaba, ahí de pie con el cuerpo rígido en un postura derecha y altiva imponía respeto, y sin un poco de miedo, la castaña trago en seco y levanto su mano temblorosa para pedir la palabra.

-diga señorita Granger? – hablo con pesadumbre el ministro, ahora que quería la chica

-yo mmm este yo – titubeaba la chica, podía sentir la mirada de Ron, Harry y Snape sobre ella.

-usted qué? – le demando el ministro con urgencia

-yo seré su tutora – todas las miradas de la sala se posaron sobre ella, el ministro la miraba con la boca abierta, Harry le negaba con la cabeza, se puso muy roja por tener toda la atención – yo seré su esposa – dicto su propia sentencia la chica, se escuchó azotar la puerta de la sala, Ron se había marchado furioso.

Ella se giró un poco y se encontró con un par de ojos negros fríos y penetrantes, Snape la miraba, no supo describir que era lo que el profesor pensaba en ese momento pero claramente podía afirmar que no era felicidad de saber quién sería su prometida.