Personajes de Meyer, historia mía.


Apareciste sin que te buscara, nadie lo esperaba, encontrarte ahí. Tal vez tu risa fue quien me encontró. O tu mirada. O tú cabello. O tu olor.

Me prestaste un beso, me prestaste calma, me prestaste todo lo que me faltaba. Pero lo nuestro no podía ser. Éramos opuestos. Vos me dabas tranquilidad, pero yo te daba peligro.

Tenes la receta justa para hacerme sonreír. Y todo el tiempo sabes lo que me asusta, sabes lo que me gusta estar con vos. Porque yo soy muerte. Soy un demonio. Soy un asesino. Soy un monstruo. Me robaste el cuerpo, me robaste el alma. ¿Tengo alma? Nolo sé. Pero tranquila, si la tengo te las podes quedar.

-Me quitas el sueño, me quitas el habla, pero si estoy con vos, no necesito nada –dijiste. Y ya no te pude dejar ir nunca más.

Juntos. Por siempre. Por toda la eternidad.


Demasiado corto quizás. RR!