Hola holita amigos y compañeros de fandom! Bueno pues me he animado a escribir esta historia sobre la que se ha convertido en una de mis series favoritas ever. Aviso que los que NO la hayáis visto ENTERA os spoileareis. Así que id a verosla primero (PERO YA MISMO!). La idea surge del mismo final de Gravity en sí. Si hay una cosa que nunca me pareció bien fue que Stan recuperara la memoria. Se nota a la legua que ahí metieron mano los productores y dijeron "eh chato, que por muy espectacular que sea tu serie, sigue siendo disney, los niños tienen que ver finales felices sí o sí" pero es que es irreal. Es un resbalón que no tiene sentido. ¡Es que ni te da tiempo a ponerte triste! Y creedme que me da rabia, porque la serie para mi tiene un 10 menos por eso, lo que la baja al 9,9 y es una pena.
Así que con eso...decidí hacer una historia yo. De cualquier forma, aviso que algunos personajes estarán algo más oOC porque han pasado varios años y la gente cambia un poco. No demasiado, eso sí! Pese a haberme cogido esa licencia, he tratado de mantenerme dentro de su esencia. Y...no digo nada más, solo que espero que os guste (¡y me dejéis muchos coments!).
PD. Publicaré un capítulo a la semana, porque ya los tengo todos escritos!
DREAMCAST
Dipper Pines Freddie Highmore • Pacifica Northwest Valentina Zenere • Mabel Pines Georgie Henley • Alex Holland Chase Crawford • Katherine (Kat) Duncan Zendaya Coleman
Back to Gravity Falls
-Próxima parada, Gravity Falls...-anunció el conductor del autobús. Tenía la voz monótona y parecía haber tenido que decir aquello mil y una veces, sino más - repito...
En la parte trasera del autobús, por otra parte, dos personas físicamente muy parecidas recogían su equipaje. La chica, que parecía medir alrededor de un metro sesenta y seis, llevaba un jersey blanco con puntitos grises, pantalones vaqueros y el pelo largo recogido en una coleta, parecía tener la cara más larga que un día sin pan.
-Mabel, todo saldrá bien, no te preocupes -dijo el chico apretándole la mano. Ella le miró con una sonrisa triste y nerviosa y el chico le devolvió exactamente el mismo gesto.
Mabel cogió su maleta y fue hacia la salida del bus mientras que el chico acababa de echarse también la mochila de su hermana al hombro. Era bastante más alto. Parecía medir alrededor de 1,75cm y era de complexión delgada. Llevaba una camiseta de manga corta de color beige, pantalones vaqueros oscuros y tenía el cabello revuelto, rebelde y envuelto en una gorra azul bastante característica.
Salió por la puerta del bus justo detrás de Mabel y no pudo evitar sonreír con nostalgia al ver a su tío Ford. Miró a la chica, que parecía encontrar las piedras del suelo más interesantes que nada en esos momentos y le pegó un codazo. Ella pareció reaccionar y sin dudarlo un segundo se abalanzó sobre su tío pegándole el abrazo más grande de su vida. Ford la rodeó con los brazos y giró sobre sí mismo del impulso mientras que el chico sonreía divertido.
-¿Tú no vas a decirme nada, Dipper? -preguntó el tío Ford con cariño, extendiendo uno de sus brazos, ya que con el otro seguía abrazando a Mabel. El mencionado no se hizo de esperar. Dejó las cosas en el suelo e hizo más o menos lo mismo que su hermana gemela. Ford des abrazó con fuerza y así permanecieron un buen rato, diciéndose cosas sin pronunciar palabra alguna. Sin embargo, tenían que llegar algún día a la cabaña, así que cogieron sus cosas y fueron caminando hacia allí.
-Tío Ford -preguntó Mabel, algo nerviosa - esto...eso que querías decirnos tan importante...
-Mabel...-susurró Dipper, mandándole una indirecta a la chica. Ella se mordió el labio inferior.
-¡Oye! -exclamó Ford, sorprendido - ¿Te han quitado los aparatos, Mabel?
La nombrada se quedó descolocada por un momento pero en seguida sonrió enseñando su flagrante y perfecta dentadura.
-¡Sí! Hace dos semanas, por eso no te lo he contado -contestó la muchacha.
-Ya decía yo que se te veía algo diferente...-bromeó - no pero en serio...Dipper ya es tan alto como yo, apuesto a que estará hecho todo un rompecorazones.
-Pues no te creas - contestó Mabel, obviando los manotazos del chico, que intentaba callarla - porqu...-finalmente Dipper consiguió taparle la boca haciendo que la muchacha tragara su propia saliva y empezara a toser -¡Oye!
-Te lo mereces. Si es que...tener hermanas para esto...-pateó una piedra, enfurruñado.
Ford rió a pleno pulmón. Algunas cosas no cambiarían nunca. Otras...vaya que si lo hacían. Sus chicos habían crecido un montón desde que les vio por última vez. Mabel era ya toda una mujer y a Dipper se le había quitado esa cara de pan que tenía. Pero aquellas cosas pasaban, sobretodo cuando uno estaba en esas edades.
-¡Mabel, Dipper! -exclamó una voz con acento hispano. Los chicos sonrieron y fueron corriendo a abrazar a Soos, que estaba igual o más contento incluso de verles -¡Cuanto tiempo tíos!
-¿Qué tal estás Soos? ¿Y Melody? -preguntó Dipper.
-Bien tíos, acabo de abrir la tienda. Melody está dentro preparándoos algo de comer, no sabéis lo bien que se le da cocinar. Creo que quiere engordarme en secreto... -esto último se lo dijo en un susurro.
Los dos gemelos rieron.
-Bueno tíos -dijo con una sonrisa -pasad dentro, creo que os morís de ganas ¿a que si? -Los dos chicos sonrieron y no se hicieron de rogar.
Entraron dentro y no pudieron evitar la nostalgia. Todo estaba exactamente igual. Las criaturas inventadas por Stan antaño, el merchandising de Gravity Falls, las marcas de las múltiples reparaciones de la cabaña, la máquina expendedora...todo. Pasaron a la cocina y vieron a una sonriente y cantarina Melody que cocinaba a la par que tarareaba alguna canción que ninguno de los dos conocía.
-¡Bueno, bueno! ¡Pero mira quién está aquí! -exclamó la mujer con una sonrisa de oreja a oreja y tirándose encima de ellos para darles dos sonoros besos en las mejillas a cada uno -Pasad pasad, ¡debéis estar muertos de hambre!
-Pues la verdad es que sí -dijo Mabel olfateando el aire. Sentía cómo se le caía la baba solo de lo bien que olían esas tortitas.
-Pero creo que primero iremos a dejar las maletas -completó Dipper - venga Mab. Gracias por la comida Melody, de verdad. Ahora las atacamos.
-Ay claro, no te preocupes, ¡aquí os esperan! -y sonrió.
Los chicos fueron arriba y se sintieron algo extraños al ver la buhardilla en la que antaño habían residido. Fue como que...se veía bastante más pequeña. O a lo mejor es que ellos habían crecido mucho. No estaban seguros. Pero no tardaron mucho en echar sus cosas al suelo y tirarse cada uno en su cama.
-Ah...lo echaba mucho de menos -dijo Mabel en un susurro.
-Y yo -confesó su hermano.
Se quedaron un rato en silencio escuchando el sonido del entorno.
-Me alegro mucho por Soos, parece muy feliz -dijo Dipper.
-Sí, la verdad es que le ha hecho mucho bien estar con Melody. Me alegró saber que se iban a vivir juntos al fin - completó Mabel.
-Sí...lo único que estaremos algo apretados por aquí - canturreó Dipper, dándose la vuelta y poniéndose boca arriba, mirando al techo.
-Nah, cabemos perfectamente. Fíate del tío Ford.
Se quedaron otro lado más en silencio y tras eso, escucharon la voz de Melody llamándoles a desayunar. Sin embargo, fue al entrar en la cocina de nuevo cuando se llevaron la sorpresa de sus vidas. No solo estaban Melody, Soos y Ford sentados en la mesa. Stan estaba sentado justo al lado de su hermano gemelo, riendo alguna gracia que ellos no alcanzaron a escuchar. Mabel y Dipper se quedaron congelados. No sabían como actuar ni qué decir porque estaban seguros de que no les recordaba.
-Tío Stan...-empezó Dipper.
-¡Chicos! -exclamó éste, levantándose de su sitio con una enorme sonrisa en la cara. Se acercó a ellos y les propinó un abrazo enorme dejando a los dos gemelos de piedra.
-Pero...-empezó Mabel nada más finalizar el abrazo, mirando intermitentemente a todos y cada uno de los presentes. Dipper seguía rígido y con la boca abierta de la sorpresa.
Ford rió y les hizo un gesto con la mano para que se acercaran. Mabel empujó a su hermano y ambos se sentaron junto a los demás.
-Creo que os debo una buena explicación -dijo Ford. Ambos gemelos asintieron -Pues veréis...hemos estado de un lado para otro viajando, como ya sabéis, durante estos casi dos años. Y la verdad es que no os lo expliqué mucho en los emails, pero hará como unos cuatro o cinco meses que Stan parecía empezar a recordar alguna cosa -los dos adolescentes abrieron los ojos desmesuradamente y miraron a Stan, que sonreía- la cosa iba mejorando mucho, además el álbum de fotos que le dejaste, Mabel, también ayudó mucho. Yo no sabía de todas vuestras aventuras antes de conoceros pero sí estuve contándole las que pude compartir y poco a poco la cosa fue a mejor.
-Entonces...-empezó Dipper.
-No, no recuerdo todo, si es lo que ibas a decir -dijo Stan, algo apenado - os recuerdo a vosotros pero no sabría explicaros de qué manera. Sé quienes sois y lo mucho que me importáis pero no recuerdo demasiado de lo que hicimos juntos ni de mi vida antes de eso. Por eso decidimos volver a Gravity Falls.
-Exacto -completó Ford -pensé que si volvíamos todos aquí podríamos, entre todos, ayudarle a recuperar sus recuerdos. Y no os dije nada porque quería que fuera una sorpresa.
Mabel y Dipper se miraron el uno al otro emocionados. Asintieron comprendiendo lo que pensaba el otro y acto seguido se levantaron tirándose encima de sus dos tíos, abrazándolos como si no hubiera mañana. Aquello había sido el mejor regalo que podían hacerles pero con diferencia. ¡Por supuesto que iban a quedarse todo el verano allí! La familia los necesitaba y además...¡Stan les recordaba! ...de alguna manera. Pero la cuestión es que les recordaba. Y les hacía muy felices. Se habían ido de Gravity Falls dos años atrás con un sentimiento de tristeza muy profundo porque pese a que lo intentaron, no consiguieron que tío Stan recordara nada. Ford y Dipper estuvieron investigando el resto de días que les quedaba de vacaciones pero no hubo manera humana de conseguirlo. En última instancia, Mabel decidió renunciar a su preciado álbum de fotos y regalárselo a su tío para que lo llevara siempre encima, de esa manera podría recordarles aunque fuera mediante fotos.
-Y juro que funcionaba -dijo Stan, rascándose la cabeza - a veces. Al ver las fotos...era una sensación extraña. Como que recordaba el sentimiento pero a la vez era como si lo hubiera vivido otra persona. Aún me pasa con muchas cosas, de hecho...
Hubo otro pequeño silencio que solo se rompió por el sonoro beso en la mejilla que le propinó Mabel. El tío Stan se quedó patidifuso y ella simplemente le abrazó con cariño.
-No pasa nada tío Stan, no hace falta que te acuerdes de todo, porque este verano haremos muchísimas más cosas juntos y si ese verano fue un 10, ¡éste será un 20!
Dipper sonrió e, inconscientemente, acomodó un poco su gorra. De alguna manera las palabras de Mabel habían calado hondo en todos los presentes y el asunto no se volvió a tratar como si fuera una tragedia. Sin decir nada, habían acordado todos empezar de cero. Así que comieron las tortitas, rieron mucho, se pusieron al día con sus vidas, los gemelos se instalaron en su antiguo cuarto con la ayuda de Stan y Melody, se tiraron cojines, ropa, pegaron posters en las paredes, ordenaron y limpiaron un poco, comieron, salieron a dar una vuelta por el bosque todos juntos y así durante todo el día. Estuvieron disfrutando de un día familiar como no habían tenido en mucho tiempo, al menos Stan y Ford. Se lo pasaron muy bien y al día siguiente quedarían con sus otros amigos.
-Por cierto tíos -preguntó Soos en la cena - ¿Dónde está Waddles? Acabo de darme cuenta de que no está.
-Nos lo hemos tenido que dejar en casa -dijo Mabel haciendo un puchero.
-Mamá no nos dejaba traerlo porque la compañía de autobuses les echó la bronca cuando nos lo llevamos hace dos años a California - aclaró Dipper poco antes de meterse una cucharada de sopa en la boca.
-Sí, se enfadaron un montón porque les tocó pagar una multa.
-Que luego descontaron de MI paga - apuntilló el chico.
-Oh, venga ya -recriminó Mabel - nos la quitaron a los dos. Además ¡Te encanta Waddles! Y no lo niegues, que lo sé. Le hablas como si aún fuera un genio.
-¡Sé que en el fondo aún me entiende! -se defendió.
-Venga chicos, no peleéis -dijo Melody, divertida.
Ford sonrió ante aquello. Estaba realmente seguro de que no se había equivocado al volver a Gravity Falls. Y esta vez harían las cosas bien. Sin secretos ni armagedones amenazando con destruir el mundo. Estaba completamente seguro de ello. Y si no ya se encargaba el mismo de patearle el trasero a quien fuera con tal de que su familia fuera feliz.
Continuará
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K
