Bueno, este es mi primer fic de Shaman King y mi segundo fic como escritora en ff.net. Sean piadosos y no me avienten tomatazos, no se mucho de Shaman King, mas bien, no se mucho sobre eso de las posesiones yo que se, espero que les guste. Lo iba a hacer de one shot, pero me pareció mejor ponerle unos 5 capítulos, tampoco quiero enfadar con tanto.

Este capítulo esta algo corto, normalmente los hago más largos, pero creo que es suficiente. ¡A leer!

&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&

Obsesiones.

By: Anne M. Riddle.

Capítulo I.

"Secuestro"

Hola, Anna Kyoyama, tanto tiempo… y sigues igual de bella. Joven, de porcelana, con vestuario de seda negra, eres un ángel, eres un demonio, eres perfecta. Veinte años, ya eres una mujer, muy hermosa, ya eres… le perteneces a él.

¿Qué fue lo que te hizo elegirlo? Su cabello castaño, sus ojos almendrados, su tez morena, su sonrisa estúpida que siempre se carga aunque esté agonizando… ¿Qué es? Dímelo, maldita sea, soy idéntico  a él, es mi hermano, encima mi gemelo. Y él fue tu elección. No yo. Nunca había conocido lo que es el sufrir de un ser humano, porque nunca lo he sido; pero ¿Cómo decirlo? Nunca había llorado, nunca había derramado lágrima alguna, pero lo hice, una vez, y me odié por eso. Prometí que nunca lloraría como aquel día en que sufrí mi derrota, en que te perdí para siempre.

Te amo. ¿Te lo he dicho? No. Nunca hubo una oportunidad, nunca fui merecedor de palabras que no fueras insultos de tu parte. Tu siempre a la defensiva, y mi despreocupación, mi calma, te hacía rabiar. Pero detrás de mi sonrisa serena, de esa tranquilidad que te hacía perder los estribos, estaba mi ambición, mi ambición al poder, deseaba convertirme en el rey Shaman, doblegar a la humanidad, crear un mundo de Shamanes a la perfección, y entonces serías mía, porque tu amado no existiría y no te quedaría de otra, más que aprender a amarme.

¿Desde cuánto tiempo he estado enamorado de ti? No sabría decírtelo. ¿Por qué me enamoré de ti? Por toda, porque toda tú eres perfecta, me encantas, Anna. Me encanta que siempre hagas lo que se te dé la gana, que sometas a todos a tu soberana voluntad, a que escondas tus sentimientos… Cómo explicártelo…

Ya hace tiempo que me dejaste cautivado, incluso, en mi osadía me atrevía a decírtelo. ¿Y qué fue lo que gané? Una bofetada. Fuiste la primera mujer que me hacía eso… estaba tan centrado en el poder, tan acostumbrado a que me temieran; que me sentía libre, pero tenías que llegar tu, con ese carácter del demonio, tu fachada fría y tu actitud prepotente.

Tenías que ser tú, la mujer que osó a golpearme, ¿Lo recuerdas? Aquel día en que nos conocimos, yo tan apaciguado, tan tranquilo, tan seguro como siempre haciéndole la vida imposible a tu prometido, a mi hermano, a tu Yoh Asakura.

Siempre te importó, siempre lo amaste ¿A que si? No te sirvió de nada fingir esa frialdad, esa frigidez, porque yo lo pude ver en tus ojos, me perdí en la espesura de esa oscuridad, esas perlas negras, pude ver que había amor, preocupación y frustración, porque lo amabas, pero no podías decírselo, ¿Verdad? Había amor, pero ese amor no era para mí… Era para él, sólo para él.

Siempre he obtenido todo lo que he querido, incluso a las mujeres, todas iguales, Marion resultaba intrigante, pero débil, incluso Jeanne, que se decía poderosa, era una sumisa, débil ante mis ojos, más tu no. Desde el momento que nos conocimos, me trataste con sarcasmos, con frialdad, te imponías, me hacías vibrar de emoción, cada palabra tuya, cada gesto, me iluminaba.

Pero dime algo… ¿Qué tengo que me odias tanto, Anna Kyoyama? Es el hecho de que te haya robado noches de sueño, gracias al hecho de que trataba de impedir que Yoh viviera y se convirtiera en el Rey de los Shamanes y te diera tranquilidad y lujos. ¿Es eso? O el hecho de que te haya retado, el que me haya enamorado de ti como nunca…

¿Qué pensabas? ¿Que el odioso Hao no tiene derecho a creer en el amor? Pues lo creo, lo que aún no puedo creer es que me hayas dejado sin ilusiones, Anna. Eres lo que más deseo en este mundo, pero cómo tenerte… Si eres la esposa del Shaman King, si vives con el idiota de mi hermano, que eres feliz y que hasta tienes un hijo, un hijo de ese bastardo.

¡Él no debió ganar! ¡Yo era el mejor, yo era el más fuerte, el más poderoso! Yo soy… el más poderoso. Ahora estoy aquí, sucio, pasando hambre y frío que me cala hasta los huesos, intentando sanar. No estoy muerto, sólo herido. Que te quede claro, que las heridas que sangraron aquel día de mi derrota, estan ya curadas, pero las heridas de mi corazón, lo que me provoca dolor, lo que me quema y me carcome aún sigue ahí. Aún sigues en mí.

Pero tú ni siquiera te preocupas, a pesar de tu carácter fuerte, de tu mal genio, eres feliz, al lado del hombre que me robó mis sueños, por que los tuve, y aún los tengo. Seré un despiadado, pero siento, tal vez no soy completamente un humano, yo soy superior Anna, soy inmortal, soy supremo, ¿No lo crees aún? Bien. Pues te lo voy a demostrar.

Aún recuerdo cuando te casaste, ¿Cómo lo sé? Eso es un secreto. Pero no pude evitar asistir, te veías tan bella, ese día conocía a una Anna humana, que amaba, tus ojos brillaban de emoción, apuesto a que contenías las lágrimas, tu cuento de hadas se hacía realidad. Tus mejillas se encendían coloreándose levemente, ese día te amé más que a nada. Me sentí en el mismo cielo tan solo observándote, pero no fue suficiente, no fue suficiente, el cielo no es nada comparado con lo que nos daríamos mutuamente si te hubieras casado conmigo.

Y me odié, por no poder tocarte como quisiera, por no poder verte a una distancia aceptable para mis gustos, por no poder tenerte para mí, sólo para mí, que fueras la mujer de Asakura, de Hao Asakura, no de Yoh. En un mundo donde me amaras, en donde aquel infeliz de mi hermano no existiera.

Pero es mucho pedir, a los villanos no se les tiene permitido ser felices, ¿No es así? Supongo que eso ya no importa… Es gracioso, a veces me pongo a pensar por qué te estoy diciendo esto, hubo veces que pasé noches en vela, solo para poder hablar contigo, preso de un amor que nunca se podrá cumplir, nunca esperé que me respondieras, pero esta vez es diferente, Anna.

Esta vez, no estoy hirviendo en fiebre, delirando y tratando de decir palabras inteligibles, esperando a que me respondas. Oh no. Esta vez no. Esta vez me vas a escuchar Kyoyama, y no recibiré otra bofetada.

La venganza es dulce querido hermano, esta vez yo ganaré. Tal vez no el título del rey de los Shamanes, pero si algo más preciado, tu esposa, tu Anna, Mí Anna.

Por cierto, Annita, ¿Te he dicho que te ves lindísima cuando duermes? Espera un momento, Hana esta saliendo de su cuna… Mmm, mala madre, mala madre. ¿No debería dormir con ustedes? Es peligroso tenerlo tan alejado de ustedes cuando yo estoy cerca, Oh, lo olvidaba. Ya no existo para ti. Estoy muerto.

Dime, Annita, ¿Si te hago una visita, se te refrescará la memoria?...

&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&

Se levantó sobresaltada, su piel estaba perlada en sudor, vaya pesadilla. Hace tiempo que no tenía una de esas, se revolvió en las sábanas y trató de conciliar el sueño, mas no pudo. Delicadamente apartó el brazo de su esposo que la tenía bien sujeta, se levantó y comenzó a andar por la pensión que se encontraba a obscuras, a excepción del cuarto de Hana, el cual tenía una lamparita para que el pequeño durmiera tranquilo.

Llegó hasta la cocina y se sirvió un vaso de agua, se puso una mano en la frente mientras suspiraba. Hao estaba muerto. ¿Por qué seguía teniendo esas pesadillas? Por qué no podía morirse y descansar en paz, esas pesadillas la atormentaban muy seguido, sacudió la cabeza, ahuyentando esos pensamientos absurdos.

Un ruido la asustó… Provenía del cuarto de su hijo. Sus pasos descalzos golpearon con fuerza el piso de madera, abrió violentamente la puerta solo para observar aterrorizada que la cuna de su bebé se encontraba vacía y la ventana estaba abierta, dejando entrar un viento helado.

Cayó de rodillas al suelo, con los ojos abiertos, sus pupilas dilatadas al máximo, y las lágrimas escurriendo violentamente por sus mejillas. Escuchó unos pasos preocupados que se acercaban, era Yoh.

· - Anna… ¿Pero que…? – No pudo terminar, observó la habitación vacía y lo comprendió todo. Enfurecido y a la vez angustiado miró a su joven esposa, la cual se jalaba los cabellos llorando angustiadamente.

Jamás la había visto llorar, mucho menos de ese modo. Su mente intentaba comprender que era lo que había sucedido, y lo supo. Vaya que sí, no era difícil adivinar quien había cometido tal crimen, las cortinas en llamas lo delataban todo.

Y el odio creció, como nunca, donde viera a Hao, lo mataría, lo despedazaría, lo cortaría en pedazos solo para cerciorarse que esta vez si lo había matado. Se hinco junto a Anna y la abrazó susurrándole palabras de aliento, mientras sus ojos ardía con furia dejando escapar pequeñas lágrimas.

"Me las vas a pagar Hao, pon un solo dedo sobre mi hijo y te vas a enterar… vas a conocer a Yoh Asakura…"

&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&

He ahí el primer capítulo, al que le guste bueno y al que no, pues sorry… Hago todo lo que puedo. La carola me va a matar cuando descubra este fic, juaz juaz… es que aún no termino el de Una noche de furia… que por cierto… Quién lo quiera leer, adelante.

No les cuesta nada hacer clic aquí abajo y dejar un review, por lo menos que contenga una palabra, un review es un review, no saben lo que significa para mi uno de esos. Tal vez continúe este capítulo pronto… Todo dependerá de quien lo quiera leer y de quien me deje reviews, si no, se irá al caño.

Amantes de Hao Asakura, prepárense para disfrutarlo, aunque no les prometo un final feliz para él, pero algo de satisfacción tal vez.… Amantes de Yoh, sufran, pero les prometo que todo saldrá bien… Am, eso fue bastante Yoh, ¿No creen?

Bueno, me largo. Besos.

atte.: Anne.

PD. Revieeeeeeeeews!