Suspiré mientras miraba por la ventanilla del coche, otro cambio más, ¿Cuántos habían sido ya?, durante todo el año unos 6, mi madre ya no me seguía diciendo "este será el último cariño no te preocupes tu padre ya se quedará aquí trabajando" pero ya estoy harta de esa excusa, al principio me deprimía y lloraba muchísimo pero después de haber estado viajando por todos lados parte de mi insignificante y corta vida, había aprendido a crear una coraza que me rodeara y también a no hacer amistad con nadie, nada me afectaba interiormente, pues expresaba mis emociones pero no quería hacerme nunca más ilusiones, las ilusiones eran para tontos, harta de pensar en cosas tristes estire mis piernas y las puse sobre el asiento oyendo las protestas de mi queridísimo hermano.
-¡Kagome quita las piernas! ¡Bastante chico es el coche para que te tumbes!-me medio chillaba, ¿Quién se cree que es ese mocoso? Solo tenia 10 años, sonreí y le revolví el pelo dejando otra vez mis piernas en el suelo.
-Así no se trata a una mujer
-Abusas de mi hermana, no es justo eres mayor que yo y por lo tanto más fuerte-me dijo un poco deprimido-
-Es que si no ¿De quién iba a abusar?-le pregunte en broma viendo como me miraba de una forma maliciosa-
-Claro y a quien le robaría yo el diario, los videojuegos, el ordenador-lo mire fulminante y dejo de enumerar las cosas que solían desaparecer de mi cuarto-
-Mama, dime que mi nuevo cuarto tendrá cerradura-le supliqué a mi madre la cual solo rió-
-No cariño, no la tendrá cualquiera te saca de un cuarto sin cerradura como para sacarte de uno que si tiene-me dijo como en tono de regaño-
-Mama, yo salgo de casa.
-Si con salir te refieres a dar una vuelta asta la esquina y volver entonces si sales-oí como me decía mi padre mientras se comenzaba a ver un pueblo a lo lejos-
-¿Ese es?-pregunto mi hermano contento-
-Si ese es Sota, nuestro nuevo hogar-le dijo mi padre a mi hermano mientras en mi mente resonaba una frase que no iba a salir de mis labios… ¿Por cuanto tiempo será nuestro hogar?...me recosté mejor y cerré los ojos aun faltaba una hora para llegar y con tantos pensamientos pesimistas me dolía la cabeza…lo ultimo que recordé antes de dormirme fue el letrero de la carretera en el que ponía Azawuchi a 84 kilómetros…
¿Donde estoy?…es lo que me preguntaba mientras miraba a mi alrededor estaba en un prado con muchas flores sentada en el suelo con un vestido demasiado bonito para que yo lo llevara, mi cabello negro estaba adornado con algunos pétalos y el vestido verde contrastaba muy bien con mi pálida piel, me levante del suelo y mire a mi alrededor, no había nadie…ni se oían a los pájaros cantar…estaba sola…de pronto mire el cielo este se estaba oscureciendo, todo se volvió negro solo alcance a ver unos ojos dorados…
-¡Hermana!-fue el grito que me saco de mi sueño, estaba empapada de sudor y sota me miraba algo preocupado-
-¿Que paso?-me pregunto mirando fijamente con los ojos de un niño inocente y pequeño–
-Un sueño sota…-mire como mis padres habían salido del coche estábamos frente a una casa de estilo viejo, era de piedra con flores en el balcón y ventanas de madera, la típica casa que podías ver en una película de los años 60, la típica casa que podría estar embrujada, la típica casa de un pueblo antiguo y aburrido…suspire y salí del coche entrando a la casa era grande, en la plata de abajo vi el salón, la cocina, un pequeño patio, un baño y las escaleras para el piso superior, mis padres estarían arriba arreglando su cuarto, al menos esta vez no tendría que compartir mi cuarto con sota como la ultima vez, estuve 4 meses compartiendo la misma habitación, el mismo aire y sus ronquidos y otros sonidos horribles durante la noche, era estresante tener que dormir con el además de que no tenia intimidad para nada, el niño me rebuscaba en todos mis cajones buscando sus cosas perdidas como si yo fuera aquí la que quitaba cosas ajenas, subí intentando no enfadarme al piso de arriba oyendo como al subir las escaleras se escuchaba la madera crujir, genial ahora se rompe un escalón y me caigo acabando con una brecha en la cabeza o algo peor, terminé de subir las escaleras sin que estas se rompieran y ande por el suelo de madera que hacia un ruido similar al de las escaleras, me introduje en la primera puerta que vi y acerté, cerca de la puerta estaban mis maletas, la verdad es que tenia poco que desempaquetar, no me gustaba llevarme recuerdos de donde había estado…era….doloroso.
-Una nueva casa… bien pues mejor coloco todo esto-me dije a mi misma intentando animarme peo me era imposible…la verdad es que no tenia ni amigas con las que hablar por el msn, mis únicos amigos eran los libros, mis queridos libros, ellos no me defraudaban y me acompañaban a cualquier lugar, era lo único que mas ocupaba en mi cuarto y de lo que nunca me deshacía, ni pensaba deshacerme, abrí las maletas y colegue mi ropa, ese día me había puesto un vestido de tirantes con unos leggins debajo de color crema ya que el vestido era azul, y una chaqueta atada a la cintura, aunque estemos en invierno aun no he guardado las camisetas de tirantas, lo peor ya empezó el instituto tendría que ser la niña nueva venida del sur, se supondría que seria una chica de piel morena, rubia con unos enormes ojos claros unas grandes curvas y una sonrisa resplandeciente, pues no yo soy morena de tez blanca, unos expresivos ojos marrones no se si serán muy expresivos pero mi madre me lo dice mucho, alta y delgada mas bien flacucha mis curvas..Son de todo menos espectaculares, suspire de nuevo, ¿Cuántas veces había suspirado en un día? No las había contado pero eran muchas y estaba cansada, en realidad podría haberme independizado ya o mejor dicho muy pronto, pues en 4 meses cumplía los 18, y la verdad…no pensaba ir al instituto de este pueblo, no señor total ya termine el bachiller hace tiempo y la universidad la cogeré cuando cumpla los 18 y elija la que yo quería para dejar esta vida nómada donde nunca estoy en un sitio mas de 1 año o 2, yo no podía ser como las demás personas que decían yo soy de Madrid, yo de Pamplona, yo de no se donde, no yo no era de ningún sitio… no tenia a nadie salvo mi familia y…mi querido libro…escrito por mi…sonreí mientras lo sacaba de la caja y miraba el cuaderno negro con unas letras en dorado, si ese era el libro que yo estaba escribiendo hace cuanto? Ya ni lo sabia pero era mi compañero de aventuras…en el había muchos personajes…pero mi protagonista era un muchacho, también había otros dos protagonistas, algunos malos, y demás pero…a quien mas quería yo…era a aquel muchacho sin nombre pues no se me había ocurrido ninguno para el…ni como era de aspecto…
-Kagome-me gire al oír a mi padre llamarme, estaba en el umbral de la puerta mirándome- ¿Por que no vas a dar un paseo y conoces el pueblo? aunque es muy pequeño…
-Mmm quizás.
-Venga hija sal a tomar el aire pareces un poco mareada.
Y era cierto, lo estaba, los viajes en coche después de tantos años me hacían ponerme nerviosa y ansiosa, me mareaba y me daban dolor de cabeza, y lo peor es que solo podía o dormir o escuchar música cuando la cabeza no me iba a estallar por el cansancio el calor y el sentimiento de agobio por estar encerrada en el estúpido coche…
-Esta bien papa-se lo dije para que no se preocupara y salí del cuarto bajando las escaleras de nuevo y saliendo a la calle, había dejado mi "libro" sobre la cama sin hacer pero ya me daba igual…nadie lo tocaba se acostumbraron a mis gritos cuando tocaban mis preciados libros, aunque siempre me ganaba broncas por parte de mi padre por gritar pero es que me desquiciaban no entendían que mis únicos amigos eran los libros…no como lo iban a entender…no me he dado cuenta pero de tanto andar sin mirar a donde he llegado al principio del pueblo, bueno en realidad no es un pueblo porque, que estúpido pueblo tiene solo una calle, no esto era una villa…una pequeña y cotilla villa, pues la gente se asomaba a la ventana al verme, ja no me conocen y ya están molestándome, soy una amargada…
-Como me gustaría que me ocurriera algo interesante…-lo dije en voz alta sin darme cuenta y delante de una anciana encorvada y de pelo blanco que me miraba de arriba abajo con el único ojo que tenia pues el otro estaba tapado.
-Hola muchacha ¿quieres entrar a mi tienda?-me dijo señalando la tienda que estaba a mi mano izquierda, era mas bien una…librería sonreí contenta por primera vez y entre a la tienda seguida por ella.
-Debes de ser nueva en el pueblo ¿no muchacha?-me pregunto mirándome-
-Si acabamos de llegar mi nombre es Kagome Higurashi-le dije mientras alzaba mi mano y ella me la estrechaba-
-Por lo que veo te gustan los libros ¿no?-me dijo mas que nada como una afirmación pues veía mis ojos relucir al ver las estanterías repletas de diferentes libros-
-Así es, me gusta mucho, y también escribirlos…
-Ya veo bueno voy al mostrador si quieres algo solo dímelo
-Claro-le respondí con rapidez y me puse a inspeccionar los libros asta que vi uno en la parte de atrás de la librería donde estaban los libros sobre brujas, hechiceros, criaturas mitológicas de la región y hechizos de todo tipo, sonreí la mente humana se inventaba muchas cosas de estas…cosas que no eran para nada reales…pero mire hacia arriba del todo en la parte mas alta de la estantería un libro negro bastante grueso en la portada no había nada pero tenia detalles en plateado, lo abrí a ver de que trataba y para mi propia impresión estaba en blanco, ni una sola rayada de bolígrafo, pluma o lapicero manchaba sus inmaculadas paginas, supe que era antiguo aunque las paginas estaban muy blancas…y lo supe por ello, todos los libros ahora eran de paginas recicladas un decreto que impusieron hace un tiempo los únicos que no eran de papel reciclado eran los que son realmente caros, deje el libro en su sitio ¿para que quería un libro en blanco? Y cogí un libro sobre mitología, era lo único que me gustaba que se pudiera clasificar como mágico lo demás…un poco extraño, fui hacia la mujer y esta me sonrió y miro el libro negro que tenia entre mis manos junto con el otro de mitología, me sentí un poco atontada juraría haber dejado el libro en sus sitio ¿verdad?
- ¿Te llevas ambos?-me dijo la mujer mirando fijamente-
-Este no…-le dije mientras le tendía el extraño cuaderno pues libro no era-
-Mmm por que esta en blanco -me dijo afirmándomelo y yo la mire con una mirada atontada-te lo doy después de todo no creo que consiga vender un libro en blanco-me dijo mientras me cobraba el otro libro y metía ambos en la bolsa- son 8'50 €.
Le entregué el dinero afortunadamente me había llevado la cartera, también le pedí que me cobrara unos chicles, era mi nuevo vicio para no morderme las uñas, mantenía la boca ocupada aunque a mi madre le crispaba que estuviera a todas horas con un chicle o un caramelo, salí de la tienda mientras la mujer me miraba sonriente y doble la esquina para dirigirme hacia mi casa…
-Comienza el juego muchachita…espero que sepas cuidar de el...y hacerle ver las cosas como deben ser…-murmuro la anciana-
Llegue a casa algo aturdida, creo que acabe peor de cómo salí, pero me daba igual después de todo había conseguido un cuaderno gratis…podría escribir algo en este cuaderno después de todo la cubierta es hermosa,
-Si eso haré en cuanto me duche…aunque…por poner un párrafo no pasara nada- lo dije en voz alta y me senté en la mesa cogí mi bolígrafo y comencé a escribir con rapidez y buena letra, estuve 10 minutos escribiendo y cuando terminé sin darme cuenta había escrito 6 paginas, sonreí y me levante de la mesa cerrando el libro y el bolígrafo, cogí una toalla y las zapatillas ya cuando terminara de ducharme me vestiría en mi cuarto, baje las escaleras con rapidez y me metí en el baño necesitaba una buena ducha…
-¡Qué delicia!-exclamé mientras sentía el agua caer por mi piel, me encantaba ducharme era paz y tranquilidad además siempre se me despejaban las ideas cuando me duchaba, suspire de puro placer y termine de aclarar el cabello y mi cuerpo, en cuanto lo hice salí de la ducha y me seque un poco pero mi pelo seguía mojado ya lo secaría bien en mi cuarto, subí las escaleras de nuevo con la toalla y las zapatillas y entre rápidamente cerrando al puerta tras de mi, pero sin girarme aun a mi habitación…
Había algo raro…yo no recordaba haber apagado las luces de mi cuarto, las deje encendidas ¿verdad?… me acerqué al interruptor y encendí la luz…en cuanto lo hice me arrepentí de ello…
-¡Sota!-grite con todas mis fuerzas mientras me abalanzaba sobre mi hermano pequeño-
-¡Ah no para hermana!-me pedía mientras yo le daba con la revista en la cabeza sujetándome bien la toalla-
-Lo siento, lo siento-me decía mi hermano mientras salía del cuarto y yo veía todas mis revistas tiradas sobre la cama y mi portátil abierto, este niño…que ser mas cotilla, no puede haber alguien mas cotilla que el, cerré bien la puerta y me vestí con un pijama de manga larga verde militar y deje mi cabello suelto para que se secara al aire, subí la persiana dejando ver una hermosa luna y algunas estrellas pues el pueblo era pequeño y no tenia muchas luces…
-Hermoso…-susurre mientras me sentaba en el alfeizar de la ventana y sentí al viento jugar con mi pelo, era realmente estimulante y placentero, cogí mi nuevo libro y me puse a escribir, después de todo no tenia otra cosa que hacer…
Sin darme cuenta me fui quedando dormida contra la reja de hierro que cubría la ventana…lo ultimo que recuerdo es una mano que me acariciaba el cabello…o tal vez era el viento…
Hola!, este fic lleva bastante tiempo abandonado en una carpeta de mi ordenador,
lo tengo terminado y se me ha ocurrido subirlo, mi escritura ha mejorado desde que lo termine,
pero no voy a repasarlo, creo que me quedo bien en su momento y no veo productivo cambiarlo,
espero que les guste.
Amnii
