Mirando atrás.
By: Tommy Hiragizawa.
Los personajes no son míos, son de Nobushiro Watsuki.
n/a: espero que les guste el fic. Mas que nada porque es mi primer Sano Misao. Siempre quise hacer un fic de esta pareja, se me hace muy divertida. Pero creí que sería un one-short, pero al final decidí hacer una serie.
Espero no tardar mucho en subirla completa.
Atte: tommy
Ahora si, comencemos con el fic.
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Cáp. 1… volviendo a vernos
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Miró hacia el cristal de la pequeña ventana del vagón. Llevaba ya unas cuantas horas subida en el tren que la llevaba a pasar una temporada en el dojo kamilla, viaje que le serviría para olvidar las tristes escenas de hace pocos días…
Flash back….
Aoshi… yo…. Sabes que te quiero – dijo ella con lagrimas en los ojos y con el corazón destrozado, ya que sabía que palabras vendrían después.
Y tu sabes que yo a ti no te veo mas que como la chiquilla que siempre has sido, así que deja de humillarte – le dijo con voz cortante.
No quiero hacerlo!!!, pero si es la única manera que tengo para que me quieras lo haré... – susurrando lo último con voz triste.
Aunque lo hagas…. Jamás podré corresponderte… -
Quien? – dijo ella con entrecortada voz.
Quien que???
Quien es la mujer que ocupa tu corazón??
No tiene que importarte –
Si me importa –
Confórmate con saber que murió hace ya años y que es la dueña aún de lo poco que me queda de corazón –
En verdad… en verdad… no hay espacio para mi? –
No -
Las palabras de Aoshi taladraron en su cabeza, dejándola derrotada sin mas razón para seguir en aquel lugar.
Fin del flash back…
Y cuando escuchó aquello supo que no podía conseguir nada de el. Sentía que su corazón estaba vacío y que no le quedaban razones de vivir. Pero recordó algo…
Tenía 18 años!!!, por dios, la vida no se acaba por un hombre…. Y saldría adelante como que se llamaba Misao Makimachi!!!.
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Otro día de aburrimiento igual….
Es que no había nada que hacer por esos días. Desde que se había tenido que ir de Japón había estado viajando por todo china, mas un día le llegó una carta de Saito. Estaban buscando nuevos miembros para la policía, obviamente no iba a aceptar, pero cuando le dijeron que no tendría que estar directamente, simplemente actuaría si había una lucha y que tendría criterio para elegir si peleaba o no, entonces lo pensó mejor.
Era la oportunidad perfecta para regresar a Japón, además de que había dejando cuentas pendientes con cierta Kitsune.
Así que sin mas aceptó. Sin saber lo que le esperaría.
La Kitsune ya ni lo reconocía como su anterior amigo, se había vuelto seca y amargada, pronto supo el porque.
Ella, pensando que el nunca volvería se había casado, con un hombre al cual no amaba y que la hacía infeliz, pero que jamás le daría el divorcio, que en esas fechas solo era permitido si el hombre lo pedía.
Sus ojos se entristecieron. El la había amado mas que a su propia vida, pero no lo supo ver hasta que comenzó a extrañarla como a nada en el mundo, y había llegado a su lado demasiado tarde.
Decidió olvidarla… tal vez metiéndose en el trabajo hasta que se le partiera la espalda.
Y así lo había hecho, hasta que por fin se dio cuenta de que necesitaba un descanso.
vamos a casa de jou-chan!!!! – gritó el luchador.
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himura!!!! – gritó la chica abriendo la puerta del dojo.
Quien es? – escuchó la voz de Kaoru hablar
Kaoru??? –
Misao?? –
Amiga!!!! – gritó la chica corriendo a abrazarla.
Que haces por acá? –
Que no puedo venir a visitarlos?? –
Claro!!!, pero me hubieras avisado antes, te hubiera preparado tu habitación –
Amiga… puedo quedarme una temporada con ustedes, prometo que traeré dinero a la casa, no seré una carga – dijo conteniendo las lagrimas que de a poco se amontonaban en sus ojos.
¿Qué pasó Misao? –
Nada importante – las lagrimas comenzaron a correr con fuerza – solo que mis sueños se vinieron abajo – los gemidos de dolor comenzaron a inundar el lugar.
¿quieres que te preste mi cuarto para que te desahogues? -
Hai… hai –
Vamos, ya se enterará después Kenshin de que estás aquí –
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A ver… cuanto faltaba para llegar??... ah, si ya solo faltaban dos horas para que llegaran a puerto.
Estaba impaciente por ver a sus amigos, ver a Yahiko, a jou-chan, a Kenshin y comer las delicias de Tae.
Cuando tomó la decisión de visitar a sus amigos el inútil de Saito lo había llamado para arreglar unos disturbios en un pueblo en una pequeña isla. No se pudo negar cuando escuchó como se habían dado las cosas en el lugar, así que pospuso su viaje para su regreso. Así que ahí estaba, listo para bajar ahora si del barco que lo dejaría justo a unos cuantos minutos de camino hasta su destino, donde siempre debería de estar, con sus amigos…. Su familia.
Caminó sin prisas y al poco rato llegó hasta las puertas del dojo Kamilla….
Entró con sigilo para sorprender a sus habitantes, pero todo estaba en extraña quietud. Se introdujo en la casa y miró hacia todos los lugares vacíos, ni una sola alma.
De pronto escuchó ruidos en el cuarto que normalmente en tiempos pasados ocupaba el. Esperó encontrar a sus amigos o por lo menos a alguien conocido, pero se encontró con una mujer delgada dándole la espalda, que se le hizo por un momento extraña, pero sentía que la conocía.
jou-chan?? – preguntó sabiendo que no era ella, pero era la única forma de salir de la duda.
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Escuchó la puerta de su habitación abrirse. Estaba momentos antes ensimismando recordando como había llegado, lo bien que la habían recibido y lo bien que le había caído ese tiempo en el dojo. Se había aminorado en su interior el dolor del rechazo y ya no pensaba en aquel hombre del que no quería hablar.
Hacía unos días había informado a sus compañeros de su traslado a Tokio, así no tendría que estar yendo y viniendo entre Kyoto y Tokio, sin tener que dejar su puesto como Okashira. Extrañaría a sus amigos, pero sabía que era la única manera de olvidarle y poder amar después de un tiempo a otra persona que si supiera apreciar sus sentimientos.
Volviendo al presente escuchó los pasos encaminarse dentro de la habitación, cada vez mas cerca.
jou-chan?? – escuchó a su espalda.
Sa… sanosuke??
Tu… quien eres?? –
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sa… sanosuke??? –
escuchó como la mujer lo llamaba por su "nombre", aunque no recordaba aún a la chica tenía un aire demasiado familiar.
tu… quien eres?? –
vio como la chica ponía una cara de extrañeza…
tal vez si hago esto me reconozcas – dijo mientras llevaba sus manos a su cabello comenzando a trenzarlo.
Al final, el rostro seguía siendo extraño, pero el aire que le hacía familiar aumentó, hasta que por un momentos se le ocurrió asociarla con la chica de la trenza… o como era mejor conocida por el… "la comadreja".
co… comadreja?? –
al fin, el señor cabeza de pollo se le ocurrió recordarme??? – dijo divertida al ver la cara confundida de su amigo.
Pero…. En verdad… eres tu? –
Claro tonto – sonrió ella.
Pero en verdad si no le hubiera dicho que era ella el hubiera jurado que no eran la misma chica. Sus ojos estaban opacos aunque se esforzara en sonreír y además de que su cabello suelto, mas largo de lo que lo recordaba, la piel era pálida y por lo que veía suave, su cuerpo ya no se confundía con el de un chiquillo y sobre todo, su voz era completamente la de una mujer.
Salió de sus pensamientos dándose cuenta de cómo la estaba "mirando", sonrojándose casi de inmediato y dándole la espalda…
va… valla… pero… que hace aquí la okashira de los onis? – dijo tratando de sonar lo mas irónico posible.
Pues no lo se, tal vez lo mismo que un prófugo de la justicia – dijo ella con el ceño fruncido.
Oye!! – dijo ofendido dándose otra vez la vuelta para encararla y decirle una o dos verdades a su cara. Sin embargo no pudo porque la chica se le había colgado del cuello mientras lo abrazaba.
Bienvenido a casa amigo – le dijo en un susurro calmado. El simplemente no sabía que hacer. Tenía ganas de responder al abrazo, y al mismo tiempo algo en su interior le decía que era lo correcto, mas su cabeza le dijo que no debía tomarse aquella libertad por muy amiga que fuera y que la alejara de el, ya que no era bien visto que una mujer estuviera así con un hombre que ni era su prometido, novio o esposo.
Ante aquella discusión cabeza-corazón gano el que gana la mayoría de este tipo de peleas… el corazón.
La abrazo con ternura cuando sintió que estaba por romper el abrazo y susurró un debil gracias al oído de la chica. Rompieron el abrazo sin arrepentirse de aquella muestra de afecto, ambos con las caras levemente teñidas de rojo.
ahora, porque no me dices como y donde están los dos tortolos? – dijo sano refiriéndose a Kaoru y a Kenshin.
Primero contestaré a tu segunda pregunta. Kenshin salió a pescar algo para la cena. Kaoru esta dando clases en un dojo cercano y me dejaron sola y desprotegida aprovechado que estoy en mis días de descanso, y sobre lo de que como han estado… pues déjame decirte que tan lentos como siempre –
Eh? –
Aún nada… -
Quieres decir… que… aún nada de nada? – dijo consternado.
Hai, nada de nada –
Pero como puede ser Kenshin así de lento??!!! –
Como si no lo conocieras –
Y yo que pensé que después de lo de Enishii Ken por fin se daría cuenta de lo que tenía que hacer… -
Pues yo pensaba lo mismo, pero creo que nos salió el tiro por la culata, porque no ha pasado nada, y yo ya me estoy hartando de ver a Kenshin quedarse como idiota mirando a la pobre de Kaoru ya demás la peor cosa de todas!!! –
Que??!!, Kenshin se va a morir?? – dijo preocupado el del cabello parado.
No idiota!!, Kaoru parece haberse resignado, ya hasta me comentó de que cree que un alumno del dojo en el que da clases está interesado en ella y hasta está pensando en aceptar!!! –
Que??!!! –
Lo que escuchas… -
No… -
Eh??? –
No puedo permitir que todo mi trabajo con esos dos se venga abajo!!!, tengo que hacer algo!!! –
Si me dices claramente que quieres hacer… estoy hasta dispuesta a ayudarte… -
Según esta humilde escritora, estos dos ya estaban emocionados por hacer planes y llevarlos acabo, porque en sus mentes, la mejor forma de olvidar las penas… era metiéndose a arreglar las de otras personas.
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Después de un rato platicando y planeando estrategias escucharon como las puertas del dojo se abrían y para sorprenderlos el luchador se escondió en uno de las puertas corredizas que estaban en el cuarto de la chica.
Pronto la puerta principal de cuarto se abrió y dejaron pasar a Kaoru y a Kenshin, ella venía enojada y los ojos del pelirrojo centellaban con un brillo dorado.
no tienes derecho a hablarme de ese modo!!! – gritó enfurecida Kaoru pensando que entraba a su cuarto.
Quien era ese?!!! – repitió por millonésima vez en su discusión.
Es solo un estudiante!!! –
Si!, y yo me chupo el dedo!!!, ese quiere algo contigo!! –
Pues no sabía que te chuparas el dedo Kenshin, y si te digo que es solo un estudiante es porque solo es un estudiante!!! –
Los ojos de Kenshin volvieron a centellear, pero cuando vio los ojos de la mujer que tanto quería llenarse de lagrimas volvieron a su todo violeta.
Kaoru-dono… yo… -
Pero mira que bien!!!, así es como se tratan desde que no estoy en esta casa? –
Los chicos se volvieron hacia quien les hablaba sorprendidos.
Sanosuke?? – dijo Kaoru sorprendida por la visión que tenía.
Y quien mas Jou-chan??? – sonrió el chico abriéndole los brazos a la mujer que consideraba como su hermana.
Sano!!! – gritó corriendo hacia el abrazándolo con cariño.
Un dejo de celos nacieron en el interior de Ken al ver aquella escena, pero pudo mas que aquello el sentimiento de felicidad de ver a su amigo. Mas este se volvió hacia el con ojos reprobantes señalándolo con el dedo.
y tu!!!, no vuelvas a hacer llorar a mi onee-chan!!! – gritó enfurecido sin darse apenas cuanta de lo que decía.
No te preocupes sano, estos son así, se la pasan peleando por tonterías – dijo Misao conociendo ya esas peleas como la palma de su mano.
Y desde cuando soy tu nee-chan sano?? – dijo divertida Kaoru olvidándose de su tristeza anterior…
Desde siempre jou-chan, solo que tuve que extrañarlos mucho para darme cuanta de cuanto los quiero… a todos… - sonrió – y mas te vale hacer caso a mis palabras Kenshin –
Nunca fue mi intención hacerla llorar – dijo apenado.
Entonces que no se repita, y ahora – sonrió – vamos al Akabeko a comer estofado de carne!!!! – gritó feliz.
Si!!!!! – siguió Misao…
Espera Sano!!! – gritó la Kendoka…. – a menos de que tu pagues, porque no tengo dinero de momento –
No te preocupes jou-chan!!, yo tengo suficiente para comer fuera toda la semana –
A quien asaltaste??!! – dijo alterada la mujer.
A nadie Jou-chan!!, ahora trabajo – su pecho se infló con orgullo. – aunque no es el mejor trabajo del mundo, pero me pagan bien –
Y donde trabajas… -
Mejor dejemos eso para después… ahora… vamos a comer!!!! –
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La noticia de que Sano había regresado se extendió por todos los lugares donde anteriormente era conocido. Unos pusieron en la entrada de sus negocios un letrero con mensaje que mas o menos decía así…
"nos reservamos el derecho de admisión a peleadores callejeros y jugadores compulsivos…. Hablamos de ti sanosuke sagara"
Así dejaron bien clarito que no lo querían ni a medio metro de ellos, por lo que no contaron con la honorable presencia del chico en ningún momento.
Habían estado de festejo por toda la semana, en ocasiones saliendo con Yahiko que de vez en cuando los visitaba desde que se había ido a vivir con Tsubame en el Akabeko, no sin ponerse a trabajar como correspondía.
Ya habían llevado a cabo dos planes para juntar a los tortolos tarados como los habían llamado para sus claves de ataque.
Flash back…
bien, tenemos que llevar a cabo el plan "tortolos tarados en la cocina" – dijo alegre la chica ninja.
Ya sabes que tienes que hacer?? –
Hai, tengo que seguir solo lo que acordamos… así que comencemos!!! –
Ambos se dispersaron y se encaminaron a sus puestos de vigilancia.
Misao divisó a Kaoru en la cocina preparando el te.
kaoru… quiero pedirte un favor – dijo con voz suplicante la chica.
Dime?? –
Podrías dejarme hacer la cena este día… por favor??? –
Pero… hoy me tocaba cocinar a mi –
Por favor??, eso… me hace sentirme cerca de mis amigos…. Además… solía cocinar para… para… - fingió querer llorar al recordar a su señor Aoshi.
Esta bien, esta bien, pero no llores –
Arigatou!!!! –
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La cena resultó ser un grupo de manjares que no necesitaban de algo muy costoso para prepararse, todo era delicioso y original. Todos disfrutaron de su cena y hasta repitieron.
en verdad cocinas delicioso Misao – dijo Kenshin perdiendo un poco el miedo.
Gracias Ken – dijo sonrojándose levemente mientras el chico pelirrojo le sonreía.
Kaoru vio todo aquello con los ojos bien abiertos, y se levantó de la mesa sin decir mas y azotando el shoji al salir.
pasó algo malo?? – dijo consternado el ex – batousai.
Quien sabe – contestó haciéndose la inocente la chica mientras seguía conversando con Ken.
Y sin saber porque la sangre del luchador hervía. No sabía porque si el había creado el plan de poner celosa a Kaoru, y si todo iba según su plan tendría que pedirle ayuda a Kenshin para la siguiente cena y no quedar opacada por su amiga, así ellos terminarían juntos, pero es que aquello se le estaba saliendo de las manos… solo con ver como la chica Makimachi sonreía coquetamente a el samurai se alteraba y sin querer saber mas, o indagar en el porque de su enojo salió el también del cuarto.
y ahora que mosca le picó??? –
fin del flash back….
Y todo había salido a la perfección, bueno, casi todo….
Flash back….
Kaoru estaba en la cocina comenzando con lo que sería "la cena" del día. Yahiko se había enterado de que Kaoru cocinaba así que ya había puesto una excusa para librarse de comer aquello que el llamaba comida demoníaca. Kenshin pasó por aquel lugar y vio una masa gelatinosa pegada a la pared de la cocina y que también estaba dentro de un cuenco que la kendoka meneaba sin parar.
Kaoru… dono… que está haciendo? - dijo mientras una gota de sudor recorría su nuca.
Que no vez??!!!, la cena!!! – sonrió como si estuviera haciéndolo de las mil maravillas.
Y… eso es el postre – dijo preocupado al ver aquello que Kaoru llamaba comida.
Que??, no kenshin, es el plato principal…. Creo que lo hice justo como dice la receta – sonrió mostrándole el libro de cocina. Pudo ver un dibujo de cómo se supone que debería quedar aquello y se dio cuenta de que nada tenía que ver una cosa con la otra.
El rostro de Kenshin se desfiguró al ver aquello, haciendo que Kaoru tuviera problemas para ignorar las muecas, hasta que por fin se rompió la barrera que la protegía.
kenshin!!!! – la chica rompió en llanto mientras tapaba su rostro con sus manos.
Que… que sucede Kaoru-dono?? – dijo alarmado.
Es asqueroso verdad?!!! –
No es eso… - dijo medio tratando de sonar convincente medio haciéndoselo ver sin querer hacerle daño.
Es asqueroso!!!! –
Bueno… solo… solo un poquito – dijo sonriéndole lo mejor que pudo.
Y yo que pensé que con la ayuda de Keigo iba a poder hacerlo bien!!! –
"keigo" – las cejas del chico se inclinaron hacia su nariz – quien?? –
Keigo!!!, el chico que me regaló el libro!!! – dijo otra vez en medio de su mar de lagrimas.
Le… le regaló un libro – las cejas de Kenshin poco a poco mostraban mas su furia y sus ojos también se tornaban en un dorado intenso.
Hai!!!! –
Trató de tranquilizarse, recordando que solo había sido un regalo…
"pero el regalo de un hombre" – escuchó la voz de batousai
" y eso que?, solo es un libro" –
" Y para que un hombre le hace un regalo a una mujer que no es de su familia??" –
" y eso que tiene que ver??" –
" Baka… un hombre solo regala algo a una mujer cuando está interesado en ella… es lógico que si la mujer lo acepta es porque también lo está" –
" ella no debe haberse dado cuenta de ello, sabemos ambos lo distraída que es" -
" hai, tanto como para no darse cuenta de que es mía y aún así aceptarle regalos a otros" –
"Espera un segundo… ella no es tuya, jamás lo ha sido… simplemente es un bello…." –
" ya vas a salir con tus cursilerías, simplemente es un bellos sueño ibas a decir, pues no, esa mujer es mi mujer, nuestra mujer… y mas le vale que se valla enterando y que se lo hagas entender, si no quieres volver a tener las manos manchadas de sangre… porque te juro que le corto el cuello al tarado que se le acerque" –
Esto…. Kenshin!!! – escuchó el grito de la chica.
Eh??? –
Yo aquí lamentándome y tu ni me escuchas… mejor voy a ir con Keigo para que me ayude a hacer la cena – la chica se encaminó hacia la salida del dojo.
Tu no vas a ningún lado – dijo con voz severa el pelirrojo.
Y porque no?? – dijo ella con los ojos entrecerrados.
Porque yo lo digo –
Y solo porque tu lo dices no puedo ir a ver a una amigo??? – dijo ella enfurecida.
Hai, no vas a ningún lado –
Lo que diga su alteza – se mofó ella encaminándose otra vez hacia la salida.
Quieres que te diga porque no puedes ir?? – dijo ahora el comenzando a alzar la voz.
No tengo intención de escucharte hasta que bajes ese tono – dijo ella mientras se tapaba los oídos.
Deja de comportarte como una niña!!! –
Ahora aparte de mi jefe me bienes y me dices que soy una niña…. Eres un imbecil Kenshin!!! –
Con que un imbecil!!! – gritó ahora el tomándola con demasiada fuerza por el brazo.
Me duele!!! –
Ahora vas a escuchar!!! – gritó ahora completamente fuera de si, siendo controlado por batousai – eres mía – y con aquello la azotó contra la pared y comenzó a rozar sus labios con los de la chica, comenzando un beso fiero, casi animal, mordiendo donde podía y sacando sangre de la dulce piel de la mujer que amaba.
Kaoru lejos de sentirse a gusto con aquello forcejeó con el chico. Siempre había soñado con aquello pero no de ese modo. Había imaginado que sería romántico y sensible… justo como era normalmente el joven pelirrojo, pero no de manera fiera y dominante, casi como si la estuviera forzando.
Enloquecido no se dio cuenta del forcejeó que ella hacía para liberarse, la mente del espadachín estaba ocupada con dos ideas…
1: ella era suya
2: ese tipo moriría muy pronto.
Dejó los labios de la chica para ir a su cuello, comenzando a besar el nacimiento de este y los hombros que fácilmente quedaron desnudos bajo su tacto…
basta!!!!! – gritó ella casi sin aliento y lo mas fuerte que pudo, ya casi resignándose a que no serviría de nada y que el enloquecido hombre la tomaría en aquel momento y lugar, pero fue todo lo contrario.
Kenshin sintió como si le echaran un balde de agua fría en el cuerpo. Sus ojos aún dorados adquirieron pequeñas manchas de violeta, demostrando que poco a poco recuperaba la lucidez.
Y es que todo era como si lo hubiera visto como una tercera persona….
La escena de ese momento se estaba repitiendo una y otra vez en su mente… el la besaba en medio de aquella pelea. La golpeaba contra la pared… la tocaba mas allá de lo que se le estaba permitido y todo mientras ella trataba de liberarse y rogaba porque se detuviera.
Sus ojos se llenaron de lagrimas y un gran asco por si mismo lo lleno. Quería cortarse las venas y morir por su atrevimiento y mas por haberla obligado a entregarle lo que sabía era su primer beso, consiente de que tal vez ella ya no lo amaba o de que nunca quiso algo tan comprometedor con el.
La miró a los ojos. Los de ella estaban asustados y los de el avergonzados y con aires de culpabilidad.
gomen…. Gomen… gomen… gomen…. Gomen… gomen… gomen… - el chico calló al suelo tomando su cabeza entre sus manos, comenzando a llorar sin poderlo evitar… - no… no soy nadie… merezco morir…. Gomen… gomen Kaoru-dono… gomen… - la palabra se repitió mas de una vez… cada vez con mas culpa y cada vez con mas tristeza.
La chica miró al joven disculparse, vio sus ojos arrepentidos, el aura triste rodeándolo y ciertamente deseo que aquello fuera una pesadilla…
Siempre había deseado que su pelirrojo la besara y la tomara como suya, pero era también cierto que no de aquella manera. Sabía que los celos lo habían controlado, porque solo en casos extremos dejaba salir a batousai al exterior. Y ahora comprendía como se había sentido, justo como ella se sentía cada vez que veía a Megumi arrastrándose para atraerlo.
También supo que desde ese momento el chico no se atrevería a acercarse y casi estaba segura de que querría abandonar el dojo.
Se dijo a si misma que no lo permitiría. Tal vez temiera algo a lo que fuera a pasar, pero sabía que el la amaba por la manera en que su mirada brillaba al verla. Pero es que en esos días desde que llegó Misao se había estado haciendo a la idea de que el pelirrojo jamás diría nada, que se haría de oídos sordos o esperaría a que ella nunca se casara para seguir con la vida que llevaban hasta ese momento. La de una familia, pero que no tienen ninguna relación de ceremonia o ley.
Se arrodilló a su lado y tomó las manos del chico. Hasta ese momentos habían estado enterradas en la mata de cabello del mismo, queriendo estirarlo lo mas que podía para auto castigarse.
mírame – le dijo ella evitando que siguiera con aquello.
No – las lágrimas bajaban pesadas por su rostro. Era extraño ver al temido espadachín llorar, pero se sentía como un maldito y un canaya por lo hecho minutos antes.
Por favor Kenshin – dijo ella comenzando a derramar lágrimas también.
No puedo… -
Mirame te he dicho!!!! – le ordeno.
Y el chico levantó la mirada hacia ella, sin mirarla a los ojos pero haciendo caso a lo que se le pedía.
solo quiero que contestes una pregunta –
Kaoru-dono… yo… - se abstuvo de seguir con su dialogo.
Dime si me amas… dime si sentiste celos… dime por favor… dímelo… es todo lo que quiero saber antes de seguir hablando –
No… no… -
Dilo!!! –
Hai… senti celos… pero… ya nada de eso… -
Dilo… -
La… amo… -
Eso es todo… -
Tiene derecho a echarme de su casa… yo… -
No lo haré… ahora mas que nunca vas a estar aquí… - hizo una pausa y tomó aire… - mira Kenshin, se que lo hiciste por celos… pero eso no justifica que en lugar de decirme lo que sentías me besaras a la fuerza y de ese modo tan vil.. –
El rostro del chico cada vez cambiaba mas y se tornaba cada vez mas triste.
pero aún así te he dicho que te acepto tal como eres y eso incluye al apasionado y posesivo batousai… te amo cual eres… y siempre soñé con ese momento pero de otra forma… ahora vas a tener que compensar mis sueños de un primer beso romántico – tras decir todo aquello las mejillas de la chica se tornaron rojas.
Kaoru… dono… - respondió el sin aliento.
No mas dono – tomó la mano del chico haciendo que se pusiera de pie, tomó el rostro del chico entre su pequeñas manos – es momento de que me des el segundo… - su aliento acariciaba los labios de el – supérate – susurró antes de unir sus labios sin moverlos, dejando que el reaccionara y que pudiera hacer lo que se le viniera en mente.
Las palabras de la chica le rondaron la cabeza y simplemente, arrepentido por lo hecho, pero feliz por lo conseguido tomó los labios de la chica con dulzura y tranquilidad, deslizando su lengua dentro de la boca dulce de Kaoru y disfrutando del momento que vivía.
Fin del flash back…
Así terminó su intervención con la relación de Kaoru y Kenshin, o por lo menos eso pensaron.
Pasaron unos cuantos días y la dueña de el casa tardó un buen rato hasta enterarse de que sus amigos habían partido a trabajar por una semana, casualmente los dos el mismo día y el mismo tiempo.
Por el lado de Misao…
El día anterior al acontecimiento de la cocina la chica había recibido una nota de su jefe, bueno, de su jefe provisional. Saito otra vez le fregaba el rato mientras el se la pasaba de las mil maravillas con su esposa en su viaje por los países europeos.
Maldijo por lo bajo al maldito hijo de loba.
Bueno, pero no le quedaba mas que cumplir con su deber. Lo malo era que tenía que compartir misión con un tipo incompetente que ni siquiera conocía.
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Por el lado de Sano…
Maldito hijo de su…. Loba madre…
Apenas tenía unas cuentas semanas sin misiones y le llega el maldito recado de que tenía una misión con una mujer que no conocía, o mas bien no le habían dicho quien era.
Solo esperaba que no fuera Mutsumi, porque esa mujer no lo dejaba en paz ni cinco segundo, se arrastraba y ofrecía ante el cada que podía y ya se estaba cansando de rechazarla…
Algunos pensarán… Milagro!!!, Sano rechazó a una chica… pero es que esa chica era una cosa diferente… era resbalosa a mas no poder y aparte de eso cada día estaba mas fea… las arrugas abundaban en su rostro y todo por el maldito tabaco que le había inculcado Saito.
En fin. Ahora iba en camino hacia la Terminal de trenes para poder llevar al lugar donde tenía que encontrar a su compañera….
Kami… que no fuera Mutsumi.
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5 horas después con Misao.
Ahora bien. Llevaba 5 horas de camino, solo tenía ya que llegar al centro del pueblo colindante con la ciudad esta perdida en la nada donde la había dejado el tren de mala muerte.
En lo que caminaba recordó todo lo que tuvieron que hacer Sano y ella para lograr que Ken y Kaoru por fin terminaran juntos y sin tapujos, aunque tuvo que contener la furia de Sanosuke porque cuando escuchó como Kenshin golpeo a Kaoru contra la pared el fuego interno del chico se había encendido y había querido ir y acabar con aquello. Tuvo que retenerlo con los mejores agarres que le habían enseñado… mejor no pensar en aquello porque habían terminado en posiciones muy comprometedoras por aquello y el solo pensar en la forma en la que sus cuerpos se habían tocado ahora era el fuego en ella el que ardía.
No sabía que le estaba pasando con el chico este, nunca, ni con Aoshi le había pasado. Las cosas se le estaban saliendo de las manos, no quería volverse a enamorar y volver a sufrir, pero algo pasaba que no lo podía sacar de su mente… si hasta había creído verlo hace unas pocas horas en el tren!!!. Si no supiera que el estaba en el dojo con los chicos habría tenido ganas de ir hasta el y hablarle, pero el momento en que lo vio duró solo un pequeño instante.
Tenía que llegar a un punto estratégico que Saito había escogido para el encuentro. Aunque no se rompió mucho la cabeza, había elegido el único templo que había en la ciudad.
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Ahora si, acababa de llegar a la estación de trenes. Cansado y sudoroso buscó a la chica, pero en ese momento recordó algo muy común en Saito.
Sacó la hoja que le mandó de la misión y lo que vio confirmó sus sospechas.
Un pequeño posdata en la nota…
"PD. El encuentro es en el templo de la ciudad".
Gritó tan alto que todos los que pasaban a su alrededor se le quedaron viendo con mala cara.
No le quedaba mucho tiempo, el encuentro estaba planeado para el medio día y para eso solo faltaba una hora. Tendría que correr.
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Mama mía porque tenía que estar el dichoso templo en lo alto de una colina, solo faltaba que su dichoso compañero no llegara a la hora que habían planeado.
Ahora bien, era momento de correr.
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Dos figuras corrían hacia la colina, comenzaron a acelerar pensando que llegarían tarde a su cita, pero algo impidió su camino.
El cuerpo del otro.
auch!!!!! – gritaron ambos a la vez
quien te crees que eres???!!! – dijeron otra vez a coro.
Quien soy yo??!!! – esto se convirtió en un dueto.
Pues para que lo sepas soy Sanosuke Sagara/ soy Misao Makimachi!!! – ahora callaron a la vez…
Rit…rit… rit….
que haces aquí!!!!! –
continuará!!!...
Konichiwa!!!!... lectores….
Que les parece???, espero que les guste.
Además quiero decirles algo… estoy va de regalo para mi amiga Okashira Janet. Se que a lo mejor no le va la pareja, pero es que siempre le dije que haría un fic de esta pareja y por fin le cumplo.
Espero que te agrade amiga.
Atte: tommy
