Yu-Gi-Oh! y todo Arc-V no me pertenecen.

No defino si será Yaoi o solo shonen-ai, así que todo puede pasar.
AU. Un mundo sin destrucción o seres malignos. Solo una historia de preparatoria y algo-mucho? de Ooc.
Rottenshipping. (Yuri x Yuya) principalmente y... más adelante...


Ship.

Capítulo 1: Empiezo.

Lo seguía con la mirada, tal vez esperando que en algún momento solo girara y se diera cuenta que él estaba allí. Quizás era exagerado o desesperado por querer llamar un poco la atención, específicamente su atención. Pero no había otro modo. No tenía amigos tampoco como para pedirles un consejo sobre estos asuntos. Y los libros tampoco ayudaban a darle alguna opción de cómo superar esa lejanía.

Solo estaba él que, por alguna razón que no comprendía, quería convertirse en alguien cercano.

Pasado unos minutos, su mirada rosácea se vio opacada cuando lo vio junto a los demás.

Su objetivo también tenía ese pequeño detalle. Una especie de don o maldición. Era bastante amigable con los demás. Era amigo de todos o eso parecía a simple vista. No había momento en el cual estuviera solo. Hasta tenía amistades en otros cursos.

Bufó molesto por eso.

Era amigo de quien se le pusiera enfrente. Había deducido que solo le falta dar un par de pasos, pero acercarse a él solo por el hecho de hacerlo, se veía imposible debido a los múltiples intentos fallidos que venía acumulando a lo largo de los años.

A parte debía agregar que los demás lo evitaban cada vez que podían. Había conseguido que se alejaran de su persona, nunca supo bien el motivo. A veces sentía que tenía una especie de aura que ocasionaba su alejamiento. Pero no se quejaba de ello, podía disfrutar del miedo que les causaba con una de las pocas cosas que le apasionaban.

Los duelos.

Duelos de bellas bestias y seres representados en pequeñas cartas de cartón, pero todo cambiaba cuando se ponían en marcha los Action Duels.

Era en esos momentos que todo parecía a su infancia. Recordó cuando ganó sus primeros encuentros en esos campos. Mucho más cuando todos huían de él. Sin embargo, fue allí cuando vio todo lo opuesto. Sus ojos quedaron brillando por segundos al ver el ligero duelo de otro chico de su misma edad y casi su misma apariencia.

–Su duelo...

Confundido vio cómo su igual era aplaudido y ovacionado por las mismas personas que antes habían escapado luego de su derrota.

¿Podía hacer lo mismo, le podía pasar eso? ¿Que tenía ese chico y por qué su sonrisa era tan radiante?

Por algún tiempo lo intentó igualarlo pero esa idea se esfumó. Tampoco comprendió porque le interesaba ese tipo de duelo, ese brillo que simplemente lo rodeaba…

Nada había cambiado.

Era así y por mas aterrador que fuera quería que la persona que le hablara fuera Sakaki Yuya.

._

Otro día más llegaba a su fin. Apenas habían comenzado las clases en ese año y si bien, la mayoría de sus compañeros habían cambiado de división era como si nada se hubiera modificado, el ambiente estaba igual de fluido como de costumbre. Las chicas viendo a quien confesarse y los chicos planeando sus próximos duelos. Lo típico.

Y todos aun le seguían hablando.

La amistad era mucho más complicada de lo que creía por lo que solo quería una cercanía con él. Había algo que él tenía que quería y no eran los duelos.

No comprendía que era y hasta ese momento, seguía sin hacerlo.

La campana había sonado indicando el fin de las clases, el inicio de los talleres y su regreso a casa. También el fin de sus silenciosos pensamientos.

El aula se vaciaba en medio del murmullo y el sonido de arrastre de las mesas. La mayoría se retiraba con prisa, pero por alguna razón, Yuya no.
Se despedían con un simple saludos pero apenas los devolvía.

Parecía estar buscando algo que parecía mucho más importante que los demás. Revisó su arrugado bolso, sus cuadernos, sus bolsillos y no lo encontraba en medio de su desorden. Creía que ese tipo de problemas habían quedado en el pasado.

Apenas se levantó de donde estaba y lo vio. El destello fue notorio ante sus ojos. Dudó pero sabía que era lo que debía hacer. Se acercó en silencio. Lo tomó del piso mientras Yuya lo vio confundido hasta que observó que lo llevaba en la mano. Era eso. Lo que buscaba y no sabía exactamente como hacía para perderlo. Siempre la misma historia.

–Gracias Yuri. – Respondió rápidamente y sonriéndole. El mencionado se sorprendió por el gesto y mucho más porque lo conocía. También sonrió como reflejo.

Le pareció rara esa sonrisa. Es más nunca lo había visto sonreír. Tomó su péndulo con cuidado para luego ponérselo. Yuri se quedó quieto observándole. Mientras Yuya se apuraba a ordenar todo el desastre que había causado ante su búsqueda.

Yuri no sabía cómo seguir. Momento irrepetible quizás. Ya se habían ido sus compañeros. Estaba tan cerca que debía decir algo más. ¿Algo que hiciera que esos momentos se repitieran más y más?

–¿Juegas duelos? – Yuya terminaba de tomar sus cosas hasta que lo escuchó.

–¡Claro! – Su exaltación fue mayor cuando sacó su mazo. –Aun no soy tan bueno a pesar de lo que dicen los demás. Podemos practicar. – comentó mientras miraba fijamente sus cartas con cierta felicidad.

Había entablado una conversación con algo más que su conciencia. Era todo un logro para el chico rosado.

Continuaron hablando de muchas cosas más de las cuales ya no le importaban. Estaba bien con eso.

Había empezado.