*Fairy Tail pertenece a Hiro Mashima

Capítulo 1

Bajo del auto, había llegado el día, se había preparado mentalmente para la reunión desde hace meses pero ahora no sabía ni cómo comportarse, todo ya estaba decidido y ella no tenía nada más que estar de acuerdo porque sabía que su madre solo buscaba lo mejor para ella, si como no.

Una linda sonrisa fue la que su madre le dedico al verla, tenía más de 6 meses que no la veía.

-Princesa-. Dijo la mujer. –Estás un poco más alta.

La abrazo y Lucy se puso un poco rígida pero correspondió a la muestra de afecto, después de todo también la había extrañado.

-No exageres, no he crecido ni un centímetro-. Dijo separándose de ella. –La que se ve diferente eres tu mamá, ¿Ellos ya están aquí?-. Pregunto lo último un poco temerosa.

Layla mostro una sonrisa más hermosa, y la chica frunció el ceño.

-Sí, solo te estamos esperando a ti.

Perfecto, tendría las miradas sobre ella, aunque claro, ella también la tendría sobre ellos.

-Bueno, entremos ya-. Se adelantó.

-Espera, Lucy-. Su madre la tomo del brazo y la hizo voltear. –Sé que esta idea no te agrada, pero por favor se amable ¿Si? Ellos han sido buenos conmigo y lo serán contigo, recuerda que seremos una…

-Basta-. Interrumpió la rubia. –Lo hago por ti y lo sabes, no me pidas mas, de acuerdo a como me sienta es como me expresare ¿Entendiste?

Layla suspiro un poco triste por la actitud de su hija, era claro que se sentía incomoda y un poco dolida por la decisión que había tomado, pero, si incluso su hija se objetaba no iba a dar marcha atrás, ella ahora amaba a ese hombre.

-Sí, vamos, entonces.

Entraron al costoso restaurante, nada nuevo para Lucy, ella conocía esos lugares perfectamente pero no le gustaban, las hicieron subir al tercer piso en el elevador, no duro más de 1 minuto y se dirigieron a una sala vip donde seguro se encontraban aquellas personas.

Un joven abrió la puerta para ellas de forma cortes, Lucy trago duro. Entraron.

En aquella mesa estaban 3 personas; un hombre maduro, de cabello rojizo muy bien peinado, llevaba traje y en cuanto las vio pasar se levantó de inmediato.

-Layla que bueno que ya llegaron-. Dijo con una sonrisa.

-Sí, amor, Lucy se retrasó un poco-.

La chica rodo los ojos.

-Hija, él es Igneel, el será…

-Tu nuevo esposo, mamá, ya lo sé-. Dijo la rubia antes de que su mamá usara otro adjetivo para referirse a él, porque algo tenía claro, ese hombre no sería nada suyo, sería el esposo de su madre y solo eso.

-Eh… si-. Era claro que Layla estaba nerviosa.

-Lucy, es un gusto conocerte-. Hablo el hombre. –Mi nombre es Igneel Dragneel, tu madre me ha contado mucho sobre ti, espero y…

-Sí, eso también lo se.- Volvió a interrumpir la chica con seriedad. –Es un gusto Señor-. Ella le extendió la mano y el con una sonrisa la tomo, así ambos se saludaron.

Después de unos segundos de silencio incomodo Igneel recordó algo.

-Oh si, chicos vengan acá.

Lucy ya se había olvidado de las demás personas que se encontraban en la habitación.

Estas se levantaron; eran un chico y una niña.

-Él es mi hijo, el mayor; es Natsu.

Lucy lo miro seria, su cabello era rosa y estaba muy despeinado, eso le pareció demasiado extraño, además igual estaba muy serio, era claro que tampoco quería estar ahí, llevaba unos jeans y una camisa roja con corbata negra.

-Mucho gusto.-Dijo la rubia extendiendo la mano por educación.

-Lo mismo digo-. El pelirrosado la saludo de forma cortes viéndola con desgano.

-Yo soy Wendy, me da mucho gusto conocerte, Lucy-. Hablo emocionada la niña de cabello azul, lo traía peinado en dos largas coletas, portaba un lindo vestido esponjado de color rosa.

-Es un placer-. Lucy solo asintió sin darle la mano.

Y ahí estaba otra vez, ese raro y extraño silencio, de un lado estaba Igneel Dragneel y sus hijos, del otro Layla Heartfilia y su hija, pensándolo bien eso era lo extraño, el silencio salía sobrando.

-Chicos-. Hablo el pelirrojo. –Esta comida fue para que se conocieran, no saben cuán importante es para Layla y para mí que ustedes se lleven bien…después de todo serán hermanos.

"Hermanos"

Lucy sintió nauseas, quería salir de ahí, esos chicos nunca serian sus hermanos, ella no quería, no quería tener nada que ver con esa familia, ella y su mamá estaban bien ¿Por qué quería casarse?

-Si papi, seremos muy unidos, lo presiento-. Dijo la pequeña con ojos brillosos, la rubia la observo, después de todo era una niña, no podía culparla a ella.

-Si amor, yo sé que si-. Layla le acaricio la cabeza con ternura.

Lucy quedo en shock un momento, ok, ok, tendría que acostumbrarse a eso; a su madre mimando a Wendy.

-Bien, sentémonos a comer-. Dijo Igneel.

No hablaron en todo ese tiempo, Lucy observaba a los 3 miembros que serían parte de la familia de su madre con mucho cuidado, no confiaba en ellos, era claro que se portaban bien con ella por ser el primer día de conocerlos, se arrepentía de no haber ido a Magnolia cuando su mamá le dijo hace 6 meses que conociera a su nuevo novio y a sus hijos, quizá de esa forma habría impedido el compromiso, pero ya era tarde, la boda era en menos de dos semanas.

-¿Y qué piensas de tu nueva escuela?- De nuevo la peliazul aligero el ambiente dirigiéndose a su nueva hermana con una sonrisa.

Lucy dejo su tenedor y la observo detenidamente.

-¿De qué hablas?

-¡Oh! ¿No te lo han dicho?

-¿De qué habla, mamá?-. Esta vez se dirigió a su madre un tanto nerviosa, quería una explicación.

Igneel trago duro, en cambio el chico solo seguía comiendo, no le interesaba para nada el asunto, aquella chica no había hecho nada más que arruinarle su almuerzo.

-Lucy…veras, aquí hay una preparatoria donde Igneel tiene acciones y pues…sus hijos estudian ahí, tu igual lo harás-. Explico la rubia mayor.

La chica ya no aguanto y se levantó de la mesa rápidamente, eso si no iba a tolerarlo, ¿Acaso quería que ella viviera en Magnolia otra vez? Ella ya tenía una vida.

-¡No quiero!, mi escuela es la mejor, yo soy la mejor además allá esta…

-¡Lucy! Este decidido, regresaras a vivir con nosotros…

Layla se había enojado.

-¡Pues no! No estoy para nada de acuerdo, detesto esto. –Dicho eso salió de la habitación.

Layla suspiro cansada.

-Yo…lo siento, no tenía por qué ponerse así.

-No te preocupes Layla-. Dijo Natsu mientras volvía a comer.

Layla salió de la habitación y se encontró a Lucy fuera de esta.

-Lucy…sé que esto es duro-. Se acercó a ella con calma.

-¡Lo detesto! ¡Ya te dije que no quiero! ¡Déjame irme!-. Lucy hizo su berrinche mientras lagrimas salían de sus ojos. –Acepto que te cases pero no me arrastres a eso.

-Entiende, hemos estado solas, él es un buen hombre, yo lo amo-. Layla trataba de calmarla pero ella no la dejaba acercarse.

-NO ME INTERESA, NO QUIERO ESTAR CON ELLOS, NI SIQUIERA CONTIGO, ME GUSTA ESTAR ALLA Y TU LO SABES, TODO ES MEJOR ESTANDO LEJOS DE AQUÍ-. La rubia estaba molesta, ya no había lágrimas pero si rabia, consideraba a su madre una traidora.

-CALLATE YA-. Layla alzo la voz dejando a Lucy impactada, nunca le había hablado así.-ME CASARE Y VIVIRAS CONMIGO TE GUSTE O NO, TIENES 16 AÑOS Y HARAS LO QUE YO TE DIGA.

Lucy lloro más, lo dicho y el tono la habían hecho molestarse más de lo que estaba.

-Limpia esas lágrimas y regresa adentro-. Dijo su madre con seriedad mientras se iba.

La rubia estaba como ida, odiaba todo, odiaba el día en que Igneel Dragneel llego a la vida de su madre, eso solo había arruinado su estilo de vida, ella estaba muy bien, ella no necesitaba nada más.

La voz de su madre se volvió a escuchar pidiéndole entrar rápido.

Se limpió el rostro y dio un gran suspiro, mientras no les hablara a los Dragneel, en otras palabras ignorarlos todo estaría bien, o eso quería pensar.

Gracias por leer este primer capítulo, espero haya sido de su agrado.

Quiero decir que esta historia es Nalu pero ira muy lento, la verdad a mí me gusta cuando las cosas se dan un tiempo para dar, así como pequeños detalles :3

Soy una loca romántica.

Déjenme un review por favor, soy nueva en esto de publicar historias, así que acepto críticas constructivas, gracias, hasta el próximo capitulo :D