Chara se encontraba viviendo sus últimos momentos en su cómoda cama, luego de meses de haber estado sufriendo por las flores venenosas que había comido, parece que su hora al fin había llegado.

"¡ASRIEL!" Con una voz débil, gracias a su rasposa garganta por haber vomitado tanta sangre, Chara llamó por su hermano.

Asriel acudió enseguida al llamado de su hermano menor, "A-aquí estoy, Chara. ¿Necesitas algo?" Pobre Asriel estaba tartamudo de tanta pena.

"Mi hora ha llegado." Chara lo sabía, y también Asriel, pero este último no quería aceptarlo.

"¡No digas eso, Chara! ¡Por favor!"

"No seas marica."

"P-pero-"

"Calla." Dijo fríamente. La verdad ya estaba cansado de los lloriqueos de Asriel y era un alivio morirse y así no escucharlos más.

"Tengo una pregunta muy importante que hacerte"

Asriel le miro dudoso. ¿Qué pregunta podría Chara tener, justo antes de morir? "¿Cual es, Chara?"

"En el cielo hay chocolate?"

Y murió.