Advertencia: Los personajes de Little Witch Academia no me pertenece, son propiedad de Yō Yoshinari y del estudio Trigger.
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Capítulo 1: Soledad
Siempre he estado maldita
Me lo dijeron desde muy joven, y aunque no lo entendía poco a poco se fue aclarando.
El día de mi nacimiento mi madre murió en el parto dejándome desamparada con mi padre, al principio el trato de sobrellevar la muerte de la mujer que tanto había amado pero con forme pasaron los años se fue consumiendo, su sonrisa que tanto se esforzaba en mostrarme desaparecía lentamente, muchas veces lo escuchaba llorar por las noches lamentándose.
Cuando cumplí 6 años mi padre comenzó a obsesionarse con traer de regreso a mi madre, los sirvientes de la casa hablan de la "resurrección de los muertos", pero hasta donde yo sabía eso era imposible.
Anna mi nana fue lo más cercano a una madre para mí, me procuro y cuido, acudía a mi habitación siempre para calmarme tras las pesadillas tan vividas que tenía. Aquellos sueños tan escalofriantes siempre los había tenido desde que tenía consciencia. Ella me había entregado un collar con una cruz plateada con el nombre de mi madre grabado en ella, era uno de mis más grandes tesoros y siempre lo llevaba colgado a cualquier parte.
En ocasiones lograba entablar alguna conversación con mi padre, y aunque fuera breve me alegraba al menos saber que se encontraba bien.
Un día me llamo para que fuera a su estudio, muy pocas veces había entrado, en él había un cuadro de mi madre pintado en un cuadro que dejaba ver lo maravillosa y hermosa que era. Mi padre se encontraba sentado en su gran silla se veía imponente, mis ojos apenas sobresalían por encima de su escritorio pero alcanzaba a ver lo que había en él, había unas cuantas plumas y hojas con muchos rayones, pero estaban de cierta manera ordenados… parecía ser una escritura, pero no estaba segura de que me lo haya enseñado alguna institutriz, al lado izquierdo de su mano había un libro con una cubierta muy extraña, no logre ver más allá de el ya que mi padre parecía que quería hablar.
-Diana, hija ven- la voz de mi padre sonaba apagada- quiero que sepas que tu madre siempre te amo, y nunca dudes que yo también te amo- una vez que termino de hablar se levantó y se colocó a mi lado dándome un abrazo que me tomo completamente desprevenida.
-Padre… - mi voz salió en apenas un susurro.
-Y es por eso que tratare por todos los medios traerla de regreso.
Sin saberlo esa iba a ser la última vez que escucharía la voz de mi padre, al día siguiente tuvo un accidente y murió en circunstancias muy sospechosas.
En el funeral acudieron muchas personas, las mujeres traían vestidos demasiado estorbosos y extravagantes, y los hombres con traían trajes con un sobrero que los hacia parecer figuras de ajedrez, en alguna otra situación me habría burlado de la moda tan extraña de la época, pero las circunstancias hacían que solo la tristeza ocupara gran parte de mis expresiones.
Ahora me encontraba sola en el mundo.
Días después un carruaje llego a la entrada de la mansión, Anna me había explicado que era la hermana menor de mi madre. Al no tener más familia mi tía Daryl inevitablemente se mudó a mi casa ya que no tenían dinero y aprovecharía ser mi tutora para disponer de la fortuna que había dejado mi padre.
Los años pasaron y los sucesos inesperados lo hicieron de la misma manera. Las trágicas muertes de mis padres ocasionaron que hubiera rumores al rededor mío. Además de que pareciera que siempre había una presencia alrededor mío que incomodaba a los demás. No tardaría mucho en descubrir que o quien era.
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NOTAS DE LA AUTORA:
Holus, sé que esta super corta la introducción pero quiero ver la aceptación que tiene para ver si la hago una historia breve de no más de 5 capítulos o me pongo a hacerla más larga ^-^ (según yo jaja) pero tardaría un poco ya que estoy un poco más centrada en el otro Fic, aun así comenten, que soy toda oídos.
Pero bueno nos estamos leyendo, hasta la próxima, au revoir 3
P.D. Por cierto la historia esta ambientada en la época victoriana, hasta aquí mi reporte, cambio y fuera.