— ¡Doctor Haruno! — Gritó con desesperación — ¡Estamos teniendo problemas con el cuarto de criogenización!

¡Les dije que no estábamos aptos aún para ponerlo en marcha! — Dijo desesperado — ¡Demonios esto en cualquier momento explotará! ¡Avisen a todas las unidades que debemos evacuar el laboratorio ahora!

Una luz roja inundó cada espacio de la habitación, se veía gente correr, se escuchaban gritos desesperados. El laboratorio por el que se esmeró tantos años en forjar estaba a punto de desaparecer en menos de un minuto.

Toda su vida pasó frente a sus ojos, era el dueño y fundador, no podía abandonar aquel recinto hasta que cada uno de sus ayudantes se encontrara en el exterior a salvo.

¡Dónde está Uchiha-san! ¿Alguien lo ha visto? gritaba mientras se adentraba en los pasillos.

Uchiha Sasuke se había integrado al equipo médico hace tres meses, era un recién graduado con mucha experiencia en el tema. Estaba a cargo del proyecto de criogenización. De mente brillante y personalidad reservada, era un joven promesa, donde todas las expectativas del Doctor Haruno estaban puestas en él.

¡Doctor Haruno! una voz tras él llamó su atención Debe salir inmediatamente, esto no aguantará más tiempo

¿Dónde está Uchiha-san? dijo desesperado

Debe estar afuera, con el resto del equipo, ya revisamos y no queda nadie más en las instalaciones

Dudó un segundo Está bien ¡Salgamos de aquí!

Vio cómo su amado laboratorio se desmoronaba... Todos sus proyectos, todas sus investigaciones, toda su vida había desaparecido.
El doctor Haruno estaba comenzando su más reciente proyecto sobre preservar un cuerpo humano a través del proceso de congelamiento para así en un futuro, las próximas generaciones pudiesen estudiarlo. Pero todo lo que anhelaba no fue más que solo un desastre, el cuarto de criogenización se volvió inestable en el primer intento ¿y ahora? Ya no existía más... O eso pensaba.
En el lugar donde antes existía uno de los laboratorios más modernos de la época, ahora no era nada más que cimientos desmoronados.

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¿Cuánto tiempo han pasado ya desde aquél incidente? Más o menos 50 años...

El laboratorio del doctor Haruno que alguna vez desapareció, volvía a la vida de la mano de su nieta, Haruno Sakura. Una de las médicos bioquímicas más importantes de su país.
Con solo 25 años, Sakura era una mujer hermosa e inteligente, que había decidido retomar el sueño de su abuelo y continuar con el proyecto de criogenización, para esto debía comenzar desde cero, analizando los errores y no volviéndolos a repetir, descubriendo todos los misterios que alguna vez quedaron sepultados bajo tierra.

— Sakura-san — llamó una de sus colegas — ¿Qué es esto en el piso?

— ¿Eh? — se acercó a mirar detenidamente

En el suelo de la habitación donde se encontraban, había una especie de puerta que aparentemente conducía a un subterráneo.

— Nunca... nunca me había percatado de eso...

— Estaba cubierta por uno de los escritorios, decidí moverlo y allí la encontré...

— Creo que lo mejor será investigar...

Sakura la abrió con algo de temor... ¿Será que su abuelo escondía más secretos de los que ella imaginaba? Ese hombre siempre fue tan misterioso, por eso lo admiraba.
Tomó una linterna y bajó las escaleras, que la dirigían a un pasillo oscuro y frío.
Abrió los ojos con asombro, cuando se encontró frente a ella una puerta metálica con las palabras cuarto de criogenización grabadas.

— Lo encontré — dijo en un hilo de voz — Al fin lo encontré...