Who is the person you want to see the most right now?
The number of people whom you can only talk to in your heart is increasing.

Therefore,

you just wanted to become stronger.

Opening 10 Naruto Shippuden "Newsong" Tacica

[-]

¡Hola! Es mi primer fanfic sobre Itachi, espero y salga bien, también que sea de su agrado. Por favor pasen y lean :D

Los personajes de Naruto no me pertenecen.

Disfruten! Espero y sea de su agrado!

[-]

¡Tachi por aquí! – Shisui gritaba desde el otro extremo de los escombros, los adultos del clan habían salido a pelear en la guerra, dejándonos a los niños al cuidado de los ancianos. Shisui y yo habíamos salido a buscar algo de comer, ya que la comida escaseaba en estos días.

Tachi! Deprisa, todos nos están esperando! – gritaba con aun más fuerza Shisui quien cargaba una canasta de fruta que fuimos recolectando por el camino, yo cargaba agua en mi espalda. Detrás de los árboles se podía ver una sin fin gama de colores desde el más oscuro negro, hasta el más brillante amarillo, junto con el humo que producía la guerra. Comencé a seguir a mi primo de regreso al escondite del clan, rezando porque no encontráramos a ningún enemigo que quisiera saquear nuestros hallazgos. Shisui corría frente a mí, nuestras capas nos protegían de ser visto a simple vista. Corríamos en silencio solo siendo acompañados con el sonido de los escombros siendo pisoteados por nosotros.

A lo lejos podíamos divisar el escondite del clan. La puerta de este, se encontraba entre la maleza que crecía alrededor, ya que los ancianos del clan lo habían escondido de esta manera, porque dentro, se había dicho "se encontraba el futuro líder del clan". Shisui paro en seco frente a la maleza, volteo a los lados para ver si detectaba cualquier mínimo sonido que pudiese delatar que alguien nos seguía, él era mayor por 1 año y medio. Se arrodillo frente a uno de los arbustos y entro al escondite. Lo seguí tratando de no tirar los botes con agua que habíamos recogido del Rio Naka. Me asegure de cubrir de nuevo el hoyo con el arbusto, y comenzamos a gatear en el pequeño túnel de tierra que nosotros mismos habíamos hecho para poder salir. Se sentía un olor de arroz y pollo, tal vez cenaríamos de nuevo eso. Shisui se levantó y mientras tomaba mi mano para ayudarme.

Regresamos familia! – a pesar de todo lo que ocurría afuera, Shisui parecía ajeno a ello y siempre se mostraba feliz.

Nii-san! - la pequeña hermana menor se Shisui, Mitsuki, una pequeña con ojos almendrados negros y cabello color chocolate, algo raro entre nuestro clan, gritaba y corría a pararse frente a Shisui y alzaba sus brazos para que su hermano mayor la cargara. Tenía 2 años.

Su-chan, como te has portado? – Shisui dijo bajando la bolsa con las frutas y cargando a su hermanita en brazos.

Bien Nii-san! Estábamos esperándolos para que O bāchan dieran la cena – decía tomando las mejillas de su hermano, y Shisui hacia una mueca de molestia - Itachi-kun! – decía al verme parado tras su hermano, le di una cálida sonrisa. Quería mi propio hermano menor que corriera a mi cuando llegara a….casa.

Qué bueno muero de hambre! Vamos, Itachi dejemos esto con O bāchan y comamos algo – dijo Shisui bajando a su hermana y tomando su mano para comenzar a caminar a donde estaban los ancianos. Asentí y camine tras ellos.

Dentro del escondite, se veía como una casa normal, solo que era una casa muy grande con paredes de piedra con la historia de nuestro clan dibujada en ellas. En medio de la gran sala, había un tapete donde había una gran mesa y cojines para la hora de comer, en una de las paredes se encontraban los futones recargados para la hora de dormir. En una de las esquinas podías ver la pequeña área de juegos que nuestro primo mayor, Óbito, les había construido a los más pequeños. Fue lo único que realmente pudimos salvar después del primer ataque. Caminamos por todo el centro de la sala hasta donde se encontraba una mesa larga, donde se encontraban los ancianos cocinando la cena. Shisui y yo compartíamos a nuestra Obachan por parte de Oka-san. Al vernos a los tres sonrió, era una mujer bastante agradable, con su platinado cabello recogido en un chongo alto, y sus ropas eran a pesar de estar sucias y desgastadas por todo lo que paso, se veía elegante con su traje azulado y el símbolo del clan en la espalda.

Shisui-kun, Itachi-kun que bueno que están devuelta – dijo levantándose. Me acerque para ayudarle a levantarse. Al ponerse de pie, me sonrió esa dulce sonrisa de abuela, su mano la poso sobre mis mejillas, y sonrió aún más. Su tacto era tranquilizador, como si nada estuviera pasando.

Gracias, hijo – dijo y me soltó – ¿Que encontraron hoy? Saben que es peligroso salir ¿Verdad? – dijo cambiando un poco su tono de voz, sin embargo la sonrisa seguía en su rostro.

Shisui recogió fruta y yo tengo agua del rio Naka en estos botes, Obachan – dije parándome alado de Shisui.

Tranquila Obachan! Si Tachi y yo seremos shinobis de la aldea oculta entre las hojas! – Shisui dijo haciendo una pose de ataque – Nada nos asusta – dijo dándome un golpe en el hombro. Y era la verdad, no nos asustaba la guerra, habíamos visto a muchos de nuestra familia y vecinos, tanto grandes y chicos morir en el primer ataque aquella noche, nuestro primo Obito estaba en misión junto con su equipo desde hace varias semanas, así que dábamos por hecho que seguía vivo. Obito era el que le había enseñado antes de partir el jutsu de cuerpo parpadeante a Shisui, y a mí me había instruido en la gran bola de fuego. Nos regaló nuestras primeras kunais.

Baje lo recogido, hice una pequeña reverencia y me retire a uno de los rincones donde había dejado mi mochila, sacando algunos pergaminos que tenía dentro de mi cuarto y pude salvar. Shisui jugaba con su hermana en la casa de madera, y los otros niños estaban comiendo junto con los ancianos. No era de extrañarse que yo escaseara de apetito, ya que no era de mi gusto comer carne y me inclinaba por comer frutas. Dentro del pergamino se encontraba un jutsu para dibujar figuras que tomaran vida, quería tratar de ayudar al hacer el ambiente un poco más ligero al entretener a los demás, pero como siempre ese era el trabajo de Shisui. Llevábamos alrededor de 2 semanas en este lugar.

[-]

Itachi-kun – una vocecita decía y sentía un piquete en una de mis mejillas – Itachi despierta! – abrí de uno en uno mis ojos, no supe en que momento exactamente me había quedado dormido, pero vi a Mitsuki sentada frente a mi viéndome con fascinación, Shisui estaba sentado atrás de ella con sus piernas cruzadas y una mano cargando su rostro, sonreía mientras veía a su hermana.

Todo a nuestro alrededor se veía oscuro, pero al otro lado de la sala, frente a la pared donde había más dibujos, se veía una pequeña luz, era hora del cuento para dormir, donde los ancianos contaban historias de nuestros antepasados y los niños los escuchaban atentamente. No sé cuánto había dormido, pero era seguro que no dormiría hasta el día siguiente. Aparte de que escaseaba de apetito, también de sueño.

Ya estoy despierto, Su-chan – Dije mirándola. Realmente deseaba un hermano o hermana menor, a quien proteger, a pesar de que Shisui era mi mejor amigo y como mi hermano mayor, deseaba tener algo como lo que él tenía con Mitsuki.

Gracias a los dioses despertaste Tachi! Nos morimos de hambre - dijo señalando una bandeja con arroz con pollo, fruta y agua en ella. Teníamos la costumbre de comer juntos ya que nuestras madres eran hermanas, y al menos tres veces por semana comíamos juntos en casa.

Mitsuki se acomodó frente a la comida y tomo unos palillos. Shisui hizo lo mismo y me paso unos. – Itadakimasu! – grito la pequeña tomando su bowl con arroz y pollo. Comíamos en silencio casi siempre, disfrutando lo que preparaban para nosotros ya que solo podíamos cenar. Fue Shisui quien rompió el silencio – Mañana deberíamos de ir al a nuestra calle, supongo que podemos encontrar algo de nuestras cosas – dijo tomando un bocado de mi pollo, sabía que no me lo comería y a mí no me molestaba. – Podríamos correr por el distrito de los Yamanaka, llegaríamos más rápido – dije tomando un poco de agua. El agua del rio Naka, era algo más dulce que la usualmente nos daban, así que era un regalo para los niños poder comer o en este caso tomar algo dulce. – ¿Podría ir? – Dijo Mitsuki con la boca llena de comida – No – Shisui le contesto sin siquiera mirarla – Pero nii-san, es aburrido estar aquí, tu e Itachi-kun salen casi a diario ¿Por qué no? – dijo con un pequeño puchero. Era cierto lo que decía, salíamos casi a diario, pero no era por diversión si no para ejercitarnos y encontrar los "tesoros", así llamaba Shisui a la comida y juguetes que traíamos. Pero seguía siendo muy peligroso, y Mitsuki era aún demasiado pequeña para que viera lo que estaba pasando afuera y como su casa había sido destruida, como lo suponíamos – Mitsuki – dijo Shisui con una voz muy seria, y supo que en ese momento había terminado la discusión. Terminamos de comer en silencio, y seguí leyendo el pergamino mientras Shisui jugaba a las muñecas con su hermana hasta que se quedó dormida. Shisui trajo uno de los futones y la acomodo tapándola con una de las cobijas de su mochila. Se sentó alado mío y suspiro.

¿Qué estás pensando? – pregunto mientras trataba de ver dentro del pergamino. – Nada – dije y lo mire, tenía una sonrisa y unos ojos un poco maliciosos. – ¿Tu en que piensas? – pregunte sin verlo, pero podía notar que tenía un plan. – Sígueme - dijo y comenzó a caminar.

Caminaba con gracia mientras trataba de saltar entre toda la familia dormida. Reí en silencio mientras se movía como todo un espía. La gran sonrisa que lo caracterizaba no podía faltar mientras movía su mano para hacer una señal de que lo alcanzara. Corrí casi imitándolo, era divertido hacer los mismos movimientos que él, se reía en voz baja. – te ha crecido el pelo, Tachi – dijo Shisui cuando logre llegar con él, pasando sus dedos por mi flequillo. Era cierto pero para un niño de 4 años no importaba. – Cierto, tal vez lo deje largo un tiempo – dije tomando una punta que llegaba apenas a tocar mis ojos. – Sigamos se nos hace tarde – lo mire confundido, a donde me llevaba esta vez? Sin más decidí dejarlo, supuse que no era nada malo, era mi primo mayor y siempre me estaba cuidando. Pasamos al pequeño grupo de niños y ancianos que aún seguía despierto escuchando la historia sobre el sabio de los seis caminos. Shisui corrió a un pequeño hueco que había alado de donde Obachan y las demás señoras cocinaban, y se introdujo en él. – Vamos Tachi –dijo ofreciéndome una mano cuando se levantó al otro lado. ¿Quería que saliéramos? ¿Qué quería mostrarme con tanta urgencia? Tome su mano que me jalo al otro lado. La noche era relativamente callada a excepción de alguno que otro grillo cantor. Las luna brillaba sobre el cielo azul, y los arboles eran iluminados por la luz de esta. Shisui comenzó a caminar hacia un tipo de colina, solo lo seguí tratando de agudizar mis sentidos por si escuchaba algo fuera de lo normal. Caminamos colina arriba donde había un pequeño arbusto único y Shisui se tiro en el suelo, poniendo sus manos bajo su cabeza y cerrando sus ojos. - ¿Qué haces? Deberíamos de estar adentro - pregunte confundido, era riesgoso estar ahi afuera sin nada que nos cubriera. – Relájate, Itachi no nos pasara nada – dijo echando un vistazo con un solo ojo en mi dirección y luego al cielo. – Ven y mira el cielo – dijo abriendo el otro ojo y sosteniendo la mirada. Realmente estaba loco. Pero igual no podría hacer nada para que viniera conmigo de regreso. Así era Shisui.

Me recosté a su lado y mire el cielo. Era demasiado hermoso parecía que habían llenado el manto azul del cielo con brillantina blanca. Había tantas estrellas que sería imposible contarlas. – Oka-san dice que cada estrella tiene una historia – dijo Shisui mientras lo veía de reojo, pude notar una sonrisa formándose en su rostro – Dice que los grandes hombres que lideraron la Villa, están hay cuidando de chicos como tú y yo – dijo aun sin moverse - ¿Cómo tu y yo? Explícate – dije sentándome para poder entenderlo – Con la voluntad de fuego, tonto – dijo riendo y dándome una patada en mi pierna. Solo reí, muchas veces se nos había dicho lo mismos por Obachan, incluso a Mitsuki se le había dicho lo mismo. – Que quieres ser de grande, Itachi? – Pregunto sentándose conmigo y mirándome algo serio – Quiero ver mi Villa en paz, no me gustan las guerras, Shisui – dije mirándolo, mi primo tenia ojos tan negros como yo, sin embargo a veces pensaba que los de él se veían demasiado desafiantes para un niño de 6 años – Era lo que esperaba de ti, tonto. Pues yo quiero servir a la Villa y cuidar de Mitsuki. ¿Sabes? Crecerá a ser una mujer muy hermosa, una persona diferente dentro del clan, y la cuidare de cualquier idiota que se quiera pasar de listo con ella – dijo apretando los puños, fue la primera vez que escuche maldecir a mi primo. Nos quedamos callados por unos minutos, hasta que Shisui se levantó y camino detrás del arbusto. Se arrodillo y saco una pequeña manta color verde. Se paró frente a mí y pude ver como abría en un tipo de cortinas ese arbusto – A veces me gusta venir a recostarme aquí, por eso construí esto, no creas que soy tan imbécil para no tener cuidado – Asentí con la cabeza, porque realmente no me sorprendió. La prioridad más grande de Shisui era proteger a Mitsuki, y no haría nada tan arriesgado para pasar la noche a la intemperie. Recogió un par de hojas muertas y se recostó con la cabeza dentro de la cortina de arbusto, me indico que me acostara con él, y así lo hice. Cubrió mis pies con la manta e hizo lo mismo con él, cerrando al final las cortinas de hojas para acostarse a lado mío. Mire hacia arriba y me percaté de que atreves de las hojas aún era visible el cielo y sus estrellas, sonreí, mi primo realmente era un genio. Bostece. Al parecer hoy si dormiría así que me dispuse a recostarme sobre un costado haciendo una almohada con mis manos.

Pero ¿sabes otra cosa? – pregunto mientras miraba aun las estrellas. – Hmm? – estaba a una nada de quedarme dormido. – Quiero que tú seas Hokage, Itachi – dijo y pude ver como volteo a verme con su gran sonrisa, de que sabía que había cometido una travesura.

Buenas noches Shisui – Dije cerrando los ojos. – Buenas noches, Tachi - El sueño vino a mí.

[-]

Desperté al escuchar pasos acercándose y….. agua. Alce la vista y vi que Shisui seguía dormido, los rayos de sol pasaban atreves del escondite que teníamos sobre nuestras cabezas. Y vi una sombra, instintivamente me tire sobre Shisui, cubriéndolo con mi cuerpo. Vi a mi primo debajo roncando pacíficamente. Y paso.

Callo agua sobre mí – Despierten! – grito Obachan tirando de los pies de Shisui y esto alerto a mi primo. – ¿Qué?! – grito Shisui mientras éramos arrastrados fuera del escondite. – Mocosos, los hemos estado buscando toda la mañana! Nos tenían preocupadas! – dijo Obachan al vernos a los dos confundidos. Las gotas de agua caían desde las puntas de mi cabello a la frente de Shisui – ¿Por qué estas mojado? – pregunto Shisui tirándome de él. – Obachan, era realmente necesario el agua? – pregunte dejándome caer al pasto. Shisui empezó a reír, lo cual me contagio. Obachan nos miraba confundida mientras nos reíamos – Nii-san! Itachi-kun! – Gritaba una vocecilla mientras corría hacia nosotros- ¿Dónde estaban? – Dijo parándose frente a nosotros – Vamos Tachi tenemos que ir – Dijo Shisui mientras se levantaba – No deberían de salir hoy, al final pasaron la noche aquí afuera – dijo Obachan poniendo sus manos sobre su cadera – Irán a casa y no me quieren llevar – dijo Mitsuki escondiéndose detrás de la Obachan. – Chismosa – le dijo Shisui y esta le saco la lengua –Bien vámonos Tachi, hay que regresar antes del anochecer – dijo y se comenzó a mover. No supo cuando paso, que Obachan le dio un golpe en la nunca y Shisui cayó al suelo, gritando de dolor – ¡OBACHAN! ¿!Que le pasa?! – dijo Shisui sobándose la nuca. Comencé a reír y la risa me tumbo al suelo – De que te ríes, grandísimo idiota? – Pregunto Shisui aun sobándose – No irán a ningún lado Shisui, es demasiado peligroso – Shisui la miro con unos ojos que daban miedo, muy pocas veces lo vi ponerse así – No irán Shisui Uchiha – dijo Obachan activando su sharingan – Obachan queremos ir a inspeccionar, será rápido – dije abogando por mi primo mayor – puede acompañarnos – dije dándole mi más sincera sonrisa – Iré con ustedes para vigilarlos – dijo relajándose un poco – YUHU! – dijo Mitsuki abalanzándose sobre mí, la cargue y puso sus bracitos alrededor de mi cuello, realmente era una niña adorable – Tu no vas – dijo Shisui levantándose y poniéndose a mi lado, para regañar a su hermana – ¡Si voy! – Dijo Mitsuki tomando la nariz de su hermano, para tener 2 años tenía un carácter bastante definido – Es cierto Su-chan deberás quedarte, iremos y regresaremos lo prometo – Dijo Obachan con una cálida sonrisa en su rostro. Mitsuki bajo de mis brazos y empezó a hacer pucheros. Shisui y yo entramos de nuevo al escondite para tomar nuestras mochilas, nos iríamos en unos minutos solo esperábamos a que Obachan estuviera lista.

[-]

El día amenazaba con empeorar, a pesar de que era media mañana. El aire soplaba y movía mi cabello para tapar mi vista, Obachan iba frente a nosotros y Shisui a un lado mío. El distrito Yamanaka era conocido por sus muchos árboles, así que brincábamos de uno a otro. Cuando salimos de la gran arboleda, vimos que nuestras casas seguían aun en pie, o al menos no parecían escombros como las casas de las dos calles entre nosotros y ella. Eran ambas casas tradicionales, sin embargo el portón de mi casa estaba destruido y la de Shisui había inmensos hoyos en la pared. – Iré por aquí, en unos minutos los veré – dije despidiéndome para entrar a mi casa, vivíamos a tres casas de separación. Obachan iría con Shisui, para recoger ropa para los niños más pequeños del clan.

Me detuve frente al portón destruido, alce mi vista y se podría decir que la entrada estaba intacta. Camine con cuidado brincando entre el camino de piedras, de la misma manera en que Shisui y yo jugábamos fingiendo que entre ellas había lava ardiendo. Subí las escaleras para entrar, la puerta estaba caída, la brinque para entrar a lo que había sido mi casa. La luz entraba por las ventanas rotas. A pesar de todo, escuchaba a los pájaros cantar, era tranquilizante. Camine por el pasillo principal, la puerta que daba a la recamara de mis padres seguía hay, al abrirla pude ver que uno de los árboles que teníamos se había caído sobre la casa, supuse que toda la ala izquierda estaría semi o totalmente destruida. Seguí caminando un poco más hasta la cocina las telas que cubrían la puerta estaban agujeradas, atreves de ellas se pasaba la luz. Al abrirlas, en la cocina se podía ver la copa del árbol que había caído en la casa.

Mi cuarto estaba al fondo del pasillo exterior. La puerta de arroz estaba caída y partida a la mitad, me metí por un orificio que había entre las dos puertas. Casi no entraba la luz pero todo se veía casi intacto, a excepción del polvo y que mi futon estaba destendido como lo había dejado. Me dirigí al lado derecho donde tenía mi ropa.

Tome algunas camisas y pantalones, junto con mi otro par de sandalias. Detrás de la ropa tenía una cajita y un peluche de dinosaurio, la metí en mi bolso junto con la ropa, y me dirigí al patio. A excepción de que el pequeño estanque teníamos estaba sucio y había pedazos de vidrio y madera, la casa no se veía tan destrozada. El cerezo que teníamos se movió con el viento. Todo estaba muy tranquilo, hasta que un kunai me alerto.

ITACHI! – escuche gritar a mi abuela. Corrí por dentro de la casa, lo más rápido que pude, hasta el destruido portón. Había mucha tierra en el aire, pero pude ver frente a mí a Shisui sosteniendo a mi abuela en sus brazos, con algunas cosas encima, mientras la posaba en el suelo. Corrí a su lado, fue cuando el polvo se comenzó a aclarar y pude ver a un ninja enemigo de piel oscura, y pelo rojizo hasta los hombros. No llevaba ninguna insignia y su vestimenta contaba de un poncho viejo junto con pantalones y sandalias ninja.

¿Se encuentra bien, Obachan? – pregunte a mi abuela ayudándola a sentarse – No vayan a pelear, huyan niños – dijo con voz preocupada tomando nuestros brazos. – Itachi – dijo Shisui sin mirarme, no había manera de huir – Si – dije posicionándome a su lado. No teníamos kunais ni shurikens, pero había escombro y con eso practicábamos. Shisui tomo pequeñas cosas y las puso en sus bolsillos, yo un pedazo de madera largo. – A la cuenta de 3….1…2…3! – Grito Shisui y salió corriendo a la aun presente nube de polvo. Corrí detrás de él.- ¡REGRESEN!¡NIÑOS! – Escuche a mi abuela gritar. Ya habíamos empezado a correr, no había marcha atrás.

Shisui comenzó por arrojar las piedras y la silueta seguí hay, sin moverse. Fue cuando yo me acerque a golpearlo que pude ver una esfera de agua que revotaba todo. Muy tarde pude advertir a Shisui quien ya estaba en el suelo, acto seguido yo me golpeaba contra la barda destruida. – El futuro de la hija, sus niños – dijo el ninja, y pude ver dientes afilados. – Vamos, Tachi! – dijo Shisui corriendo hacia él una vez más. Lo cual lo hizo revotar hacia mí. Éramos muy pequeños, aun siendo la esperanza del clan no teníamos conocimientos suficientes. – ¡HUYAN! – grito de nuevo la abuela, poniéndose de pie. El ninja avanzaba hacia ella. Mi abuela se sacrificaría por nosotros eso podía entender de sus acciones. Tome a Shisui por los brazos para echarnos a correr.
- Shisui, huyamos nos podemos contra el – dije mientras se quería zafar de mi agarre
-¡No seas cobarde! ¡Si podemos! ¡Somos Uchihas! - dijo logrando zafar un brazo, fue cuando me percate que se había lastimado el que seguía en mi agarre. Fue su hombro, ya que tenía una cortada a lo largo del hombro y espalda que expedía sangre. – Vieja, si huyen están muertos – dijo el ninja acercándose a la abuela, mientras ella activaba su sharingan – Huyan, es una orden – dijo mirándonos y Shisui por fin entendió, se levantó y me jalo para comenzar a correr. No corrió mucho, cuando se paró en seco y se dio la vuelta comenzando a gritar un estruendoso "!NO!" .

Mi abuela estaba siendo asesinada por el ninja, para salvarnos y este lo estaba disfrutando. Shisui entonces se volvió rojo de la ira, pero se desmayó pasado unos segundos. Lo tome en mi espalda echándome a correr.

No sería la última vez que veríamos a alguien ser asesinado.

[-]

¡No podrán escapar!– Podía escuchar al ninja gritar detrás de nosotros. Mi velocidad era baja, pero la de el también. Me detuve en unos arbustos a lado del rio, donde había un tronco hueco. Metí a Shisui lo más rápido que pude para que no nos vieran. No escuche nada, ni un solo ruido. Solo el estruendo del tronco cuando el ninja cayó sobre este – Mierda, maldita vieja – dijo mientras caminaba sobre el tronco. Tenía miedo, mucho miedo. Por uno de los orificios vi caer gotas de sangre, mi abuela le había logrado hacerle algo de daño, por eso no nos había alcanzado. Escuche que comenzó a correr de nuevo. Pasaron unos minutos, los cuales sentí que fueron horas, hasta que salí retomando el paso con Shisui en mi espalda.

[-]

No me detuve hasta llegar al escondite, a pesar de la lluvia que había comenzado Shisui no se despertó, y los ancianos habían tomado a Shisui para darle primeros auxilios, mientras yo les explicaba lo sucedido, las abuelas fueron las que comenzaron llorar y algunos de mis primos, mientras que los ancianos ideaban una manera para resguardarnos mejor. Me dieron comida para mí y Mitsuki, en lo que Shisui despertaba necesitaba cuidarla, así como el me había cuidado. Pasaron unas horas, hasta que despertó mientras Su-chan y yo jugábamos un poco con sus peluches. Sin embargo no dijo nada y se quedó viendo al techo todo el tiempo, no importaba cuantas veces Mitsuki lo llamaba, el no atendía. A la hora de dormir, solo se movió un poco para dar espacio a su hermana, mientras yo me acomodaba en el otro futon contándole historias de tierras lejanas, no paso mucho hasta que se quedó dormida, y yo también.

Pasaron las horas, o al menos eso creo ya que seguía oscuro, cuando Mitsuki me despertó – Itachi-kun, despierta – dijo poniendo sus manitas en mi cara moviéndome. - ¿Qué pasa, Su-chan? – Dije somnoliento, parecía preocupada y sus ojos me veían fijamente – Ni-san no está - dijo, fue lo único que necesitaba para alertarme. Me levante sin decir nada y ella me siguió – Quédate aquí, tal vez solo fue al baño – dije dándole una sonrisa, cuando me asegure que se metió debajo de la cobija de nuevo, seguí caminando. No estaba en la parte donde guardaban la comida, no había comido así que era lógico, fue cuando me percaté de que el hoyo por el que habíamos salido la noche anterior estaba aún abierto.

Salí y me puse alerta. La lluvia caía demasiado rápido y fuerte en la oscuridad.
- ¡Shisui! – grite a la noche, y comencé a caminar al no ver respuesta, estaba oscuro pero la lluvia la hacía aún más oscura. Unos metros más adelante, me topé con una figura, la cual me hizo caer al suelo, mi instinto fue gritar, pero su voz me tranquilizo.
- Tranquilo, Tachi – dijo Shisui mirando al cielo. Estaba completamente empapado, al parecer llevaba un buen tiempo bajo la lluvia. - ¿Qué haces aquí? Te veas a enfermar – dije levantándome mientras lo miraba. – Ya sé que quiero ser de grande, Tachi – dijo aun sin mirarme, tome su mano y lo comencé a jalar, intento fallido ya que no se movía. – Cuéntame adentro Shisui, vamos - le dije aun jalando, parecía estar sonriendo debajo de la lluvia – Quiero ser Hokage – dijo mientras me volteaba a ver con una sonrisa sincera. Me percate de un extraño color rojizo en sus ojos.

[-]

Hola! Mucho gusto! Gracias por leerlo, es mi primer fic de esta pareja y espero y les guste. Amo a Itachi y amo a Hinata, también a Shisui. Por favor dejen reviews de que les pareció el cap! Es un poco largo pero prometo que la historia valdrá la pena y juro no tardarme tanto en subir caps nuevos. Nos leemos luego y muchas gracias de nuevo. :D