De ante mano, gracias por leerte esto

De ante mano, gracias por leerte esto. Series de drabbles basados en el "Popurock" de Café Tacuba.

Fragmento: Pachuco

Interprete Original: La Maldita Vecindad Y los Hijos del Quinto Patio

Frase que ayudará a entender: "También te regañaban"

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Capitulo Uno

¿Realidad?

-"Medusa-sensei"-

Escuchó en cuanto abrió la puerta del consultorio.

Medusa, la aludida, posó sus ojos en la chica que estaba frente a ella, apretando la orilla de su corta y roja falda tableada, alzándola un poco más de lo debido. Si esa en verdad era la tan famosa Maka Albarn, algo malo en serio debía de tener en la cabeza, porque ella jamás estaría fuera de clase. Seguro no era un asunto que se arreglara con una simple aspirina. La bruja encubierta suspiró para después clavar sus ojos oscuros en los de la técnica, quien estaba con la cara fija en el suelo, sin razón aparente. Examinó el cuerpo de la paciente que por sus propios pies estaba pidiendo, silenciosamente, una consulta. Estaba bastante pálida, con la mirada ausente, pero fuera de eso no tenía ningún problema. Quizá era un poco de desnutrición… nada que un polvo proteico no arreglara después de dos semanas de consumo…

Eso pensó, hasta que la sombra de una lágrima tibia e involuntaria surcó el trecho entre el rostro cabizbajo de la rubia y el piso, depositándose ahí. La marca que dejó, era la prueba irrefutable de que necesitaba hacerla pasar. Suspiró profundamente.

-"Pasa… Maka-chan"-dijo tras esa breve pausa, haciéndose a un lado para dejarle pasar. La ojiverde penetró en el cuarto y tras la enfermera, la puerta se cerró con un golpe seco.


-"Oye… Soul-kun… ¿Dónde está Maka-chan?"-

La voz dulzona y tímida de Tsubaki entró a los oídos del arma de pelo blanco, sacándolo intencionalmente de sus pensamientos.

-"No se"-contestó secamente, aun sabiendo la respuesta a la pregunta antes formulada

¿Cómo podía estar ahí, tratando de prestar atención a la clase de Stein (por primera vez en su vida) en esas condiciones?-"¿Dónde está Black Star?"-

-"Castigado"-le contestó la chica, sin darse cuenta que intentaba, desesperadamente, cambiar de tema. Cualquier otro, el que fuera, que no incluyera a Maka. Tsubaki no volvió a preguntarle sobre el paradero de su amiga. Soul lo agradeció silenciosamente, mientras fijaba sus orbes granada sobre el profesor Stein, quien estaba preparando una disección de una linda serpiente de cascabel… últimamente tenía cierta predilección por ese tipo de reptiles…

Por otro lado, Soul estaba más lejos que de costumbre, aunque poseía un rostro de absoluta concentración que hasta impactó al tutor, creyendo estúpidamente (por primera vez en su vida) que estaba prestándole atención a él y a su clase. Pero era una reverenda mentira.

Miles de preguntas se anidaron en la cabeza del arma y poco a poco fueron aflorando, creando una fabulosa tormenta que al parecer, no tenía un fin cercano. ¿Debería ir a verla? Un no rotundo apareció proyectado en sus pensamientos.

Siguiente pregunta.

¿Creería su versión de la historia, si intentara contársela? Seguro que no.

¿Había una explicación coherente para explicar como dos personas amanecen desnudas en una cama? Evidentemente, no.

Lo que más le frustraba a Soul, era el hecho de que no había ninguna de las marcas que él recordaba haber hecho en cuerpo de Maka. De lo ocurrido durante la noche anterior, sólo la falta de ropa era lo que quedaba. La rubia no tenía sellos rojizos en el cuello, ni uno solo. Y eso que él había estado largo rato explorando su cuello, delineándolo con los labios. Parecía una mala broma. Quizá era malo con los chupetones (lo cual no era nada gracioso y le parecía todo menos, cool), pero eso era por demás, improbable, porque él mismo la había escuchado gemir por la brusquedad de sus acciones. Al menos… eso recordaba… y para ser sincero, ¡con bastante satisfacción!

Aun asi, al despertarse y ver el cuello blanco de Maka (anormalmente blanco, después de todo lo ocurrido) se asustó y salió corriendo antes de que ella se diera cuenta. Se había vestido y huido del departamento como si hubieran anunciado que una bacteria auto inmune pululaba por los corredores de su casa. Soul no tuvo el valor de ver los verdes ojos de su compañera, quien seguramente querría una explicación. Ni lo tuvo en ese momento, ni lo tendría ese día.


-"Oh… Maka-chan… ¿estás bien hijita mía?"-preguntó el pelirrojo a través de la puerta de roble, con esa melosa voz que empalagaba a cualquiera y más a su hija.

Maka no respondió. La posición de su cuerpo era bastante sugerente, con ambas piernas abiertas, la ropa interior abajo, enredada entre sus piernas y su entrepierna estaba siendo inspeccionada por una de las enfermeras del shibusen. Por la frente blanquecina de la chica, corrían pequeñas gotitas de sudor frío, completamente expuesta por elección propia.

-"No Maka-chan… no pasó nada de nada, nade de nada…"-explicó la enfermera indicándole que se vistiera debidamente.

-"Gracias…"-

-"Maka-chan… yo creo que deberías hablar con Soul-kun de esto…"-

La habían descubierto. Estaba completamente indefensa. Jamás creyó que esa mujer en específico, ligaría ideas y concluiría que Soul Eater era el causante de sus preocupaciones. Al menos no tan rápido.

-"No es lo que parece…"-trató, en vano, de defenderse.

-"Las borracheras no son buenas Maka-chan, procura estar en tus cinco sentidos la próxima ves ¿si? Además, es peligroso… ¿estás menstruando?"-

Aquel interrogatorio era bastante molesto y la ponía bastante nerviosa, más de lo debido.

Lo más patético era que no habían estado bajo la influencia del alcohol etílico, asi que era casi imposible tener lagunas mentales por esa razón.

Trató de responder lo más secamente posible a todas las cuestiones, cada una peor que la anterior. Quizá eran de índole médica, pero aun asi la cohibían demasiado. ¿De cuando acá creía la enfermera que consumía éxtasis para alcanzar un mejor orgasmo?

-"Gracias de nuevo… debo irme a clase…"-explicó la ojiverde en tono tajante, abriendo la puerta con violencia. Maldita la hora en que se le había metido la idea de ir al consultorio de Medusa-sensei y que esta la relevará con una chismosa de pelo rojo (evidentemente tan falso como sus pupilentes púrpuras)

-"Ten más cuidado con tu virginidad…Maka-chan…"-

La siguiente escena fue tan compleja que no podríamos definir todos los sentimientos que los personajes tenían en el rostro. Spirit clavó sus ojos azules en los de su hija, temblado de pies a cabeza, quizá de furia o puede que de estupefacción. El rostro de la chica se tornó rojo escarlata, mientras que intentaba salir corriendo a toda velocidad. Pero su cuerpo (el cual creía mancillado) no le respondía, por más que lo intentara. La encargada del caso, cerró la puerta, con aire triunfante, riendo para sus adentros.

Maka no podía despegar los ojos de los de su padre y tan solo pudo pensar intensamente, esperando clemencia…

"Se bueno conmigo… tu también… alguna vez tuviste que pasar por algo similar…"

°°°Continuará°°°

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Dollisapi Tao