Sirius solo alcanzó a sentir el impacto en su pecho. Lo que vino después (el traspié, el grito de Harry) no es algo que su mente registrara. Solo fue consciente del escozor en su piel y, un segundo después, el vacío, la oscuridad, el silencio.

Remus solo alcanzó a oír el grito de Harry. Lo que provocó eso (el impacto en el pecho de Sirius, el traspié antes de caer) aparece como en nebulosa. Sabe que ocurrió pero no termina de entender exactamente cómo. Solo fue consciente del dolor de Harry (que se deshacía entre sus brazos) y, un segundo después, la angustia, la lentitud del tiempo, el silencio.

Harry solo alcanzó a ver el traspié. Lo que había pasado antes (el impacto en el pecho de Sirius) y lo que pasó después (su propio grito desgarrándole la garganta) es algo que parece sacado de una película muda, de esas que se ven en blanco y negro. Solo fue consciente del abrazo de Remus (sosteniéndole cuando él solo quería caer también) y, un segundo después, el dolor sordo, la ausencia de Sirius, el absoluto silencio de su voz.

***

Sirius aguarda a que alguien venga a buscarle. Mientras, para matar el tiempo (ya que el tiempo se ha empeñado en no matarle), juega a contar sus latidos.

Remus aguarda a que llegue el momento de marcharse. El otro lado del velo le espera pero mientras, para descontar el tiempo que le queda, resta latidos, buscando agotarlo con ello.

Harry aguarda a dejar de ser el héroe para poder vivir de verdad. Mientras, para sentirse un poco más vivo que de costumbre, cuenta latidos recostado en el pecho de Draco cuando éste está dormido.