Este evento ocurrió años atrás, en una cueva helada en donde se dice que solo los verdaderos entrenadores pueden sobrevivir. Con enormes picos de hielo, tan grandes como lo que es para nosotros el tamaño de un carro, que podían desgarrar la piel de cualquiera quien no tuviera cuidado. Se encontraba un hombre encapuchado caminando solitariamente con la única compañía de un enorme Haxorus, quien no parecía tener problemas con caminar en el suelo congelado de la cueva.
Estaba silencioso el lugar, solamente se escuchaba el sonido del viento que chocaba con el hielo haciendo así una sinfonía natural de silencio y naturaleza unidos. Finalmente, después de estar días en la cueva, el hombre encapuchado y su fiel Haxorus logran salir a la luz del sol. Para encontrarse con un enorme camino el cual se iba elevando dirigiéndose a un pequeño pueblo el cual se encontraba en una montaña. El Pokemón Dragón dio un gemido molesto, ya que esperaba llegar al pueblo para finalmente descansar. El hombre encapuchado le acarició el hocico mientras decía:
-Tranquilo, Haxorus, ya pronto llegaremos a nuestro destino-, el hombre se quitó la capucha revelando a un señor de barba y cabello blanco, ojos amarillos y una expresión penetradora-, en poco tiempo, el guardián de Blackthorn City nos podrá ayudar…
Capítulo 1: ¡El Prólogo de una Nueva Aventura!
(Opelucid City, siete años después)
Era una mañana cálida, anunciando así la llegada del verano. Eran principios de Junio y el sol recién salía iluminando las calles de la única ciudad que combinaba lo tradicional con lo moderno de una forma harmoniosa. Se podía ver a las personas saliendo de sus casas para dirigirse a su trabajo, algunos lecheros con sus Miltanks recogiendo y remplazando las botellas vacías de vidrio y sin faltar los carteros quienes recorrían cada calle pacientemente para entregar paquetes y cartas.
Pero hay un cartero en particular quien jamás sabrá que cambiará la vida de toda una región con haber entregado un sobre de papel manila de color amarillo en una casa antigua a pocas cuadras del gimnasio. Con su Watchdog caminando a su lado, el cartero abrió el buzón tradicional negro frente a la casa del alcalde y líder del gimnasio de Opelucid mientras que después se retiraba tranquilamente para realizar su próxima entrega.
Aunque la casa pareciera antigua de afuera, por dentro estaba muy bien equipada y modernizada. Tenía un ambiente iluminado, todo tenía una combinación de paredes blancas y algunos adornos negros. La cocina decorada con muebles de granito negro, se encontraba en una de las islas el bien conocido Drayden Lysander tomando un café tranquilamente mientras leía el periódico. El titular de hoy era: ¡Apertura de la Liga Pokemón de Unova! ¿Listos para la Acción o Destinados a la Destrucción… Otra Vez?
Mientras no aparezca otro niño con el dragón legendario y un clan de chiflados vestidos de caballeros medievales, no creo que vuelva a pasar-, pensó para sí Drayden mientras comenzaba a leer el artículo que hablaba de la liga.
Había escuchado de lo que había ocurrido en Sinnoh a finales del año pasado y no pudo evitar pensar que todo había sido culpa de Alder Adeku, el campeón de Unova (o Charlatán Cabeza de Piña, como lo llamaba Drayden a sus espaldas). Los sucesos fueron impactantes para todo el mundo y tenía en su mente la imagen perfecta del Battle Hall en llamas y cayéndose en pedazos. Seguramente el regreso de Caitlin Percila solo atrajo la atención de Team Galactic y eso los hizo querer invadir el Battle Frontier. Un campeón responsable hubiera regresado a Unova en lugar de quedarse ahí y empeorarlo todo, pero Drayden pensó que hablaba de Alder y no de un campeón responsable… como Cynthia Shirona… También pensó mientras le daba otro buen trago a su café que…
-¡HOLA DRAYDEN! –El grito repentino de Iris hizo que el líder del gimnasio y alcalde casi se atragantara con el café, obligándolo a escupir el líquido el cual cayó en el periódico y su camisa blanca... la cual era nueva-. ¡Buenos días!
La pequeña niña de casi once años corrió hacia la cocina entrando por la puerta principal, mientras que el líder del gimnasio tosía un poco y pegaba ligeramente su pecho con su mano empuñada, miró confundido a su aprendiz quien tenía en su cara una sonrisa enorme.
-Llevas casi siete años viviendo conmigo Iris… -dijo Drayden mientras ponía a un lado el periódico y se arreglaba un poco su corbata verde-, y aun así logras asustarme cada mañana cuando tienes algo para mi…
-Es para mantener tu mente activa, -respondió Iris mientras se sentaba en otra silla frente a su maestro-, jamás sabes lo que te puede atacar.
-Y el día de hoy fue una niña de casi once años con un… -Drayden observó curiosamente a su aprendiz, quien traía en sus manos un enorme sobre de papel manila de color amarillo-, ¿ese es mi correo?
-Así es, -Iris se levantó y se paró frente a su maestro presentándole el sobre-, ábrelo.
-Muy bien, -dijo Drayden mientras se levantaba de la mesa y tomaba el sobre caminando hacia su oficina, irritando a Iris por completo.
-Uuuugh, -dijo Iris un poco molesta mientras caminaba atrás de él-, ¿por qué no lo abriste en la cocina?
-Iris, sabes perfectamente lo que pienso, -dijo su maestro mientras buscaba su abrecartas en su escritorio, la cual extrañamente no estaba-, existe un lugar para cada ocasión y abrir cualquier correo implica algo de mi vida profesional siendo líder de gimnasio o alcalde… ¿en dónde está mi abrecartas?
-Ummm… -Iris rápidamente se retiró de la oficina corriendo, Drayden se sentó en su enorme silla de cuero negro mientras escuchaba el sonido de un cajón abriéndose, agua y finalmente los pasos de Iris entrando una vez más en la oficina-. Aquí está.
Drayden tomó su abrecartas, era una hermosa cuchilla con dos dragones que recorrían toda la monterilla y el puño de plata y una pequeña parte de la hoja de oro blanco. Las patas de ambos dragones majestuosamente descansaban en el puño del pequeño sable y los ojos de ambos dragones estaban decorados, uno con Rubí y otro con Zafiro… pero la hoja estaba pegajosa y se notaba que Iris había lavado rápidamente la cuchilla.
-¿Usaste mi abrecartas de plata y oro blanco para servirte jalea de Baya Chesto? –preguntó un poco molesto Drayden.
-N-no… -dijo Iris un poco apenada mirando el suelo de forma culpable-, la usé para servir mantequilla de maní…
-En fin… -dijo Drayden suspirando mientras sacaba un pañuelo de su bolsillo y la pasaba sobre el pequeño sable sin filo de oro blanco-, mínimo tuviste el valor para decirme la verdad.
-¡Oye! –Dijo molesta Iris-, ¡yo jamás te miento y lo sabes!
Si algo tenía que darle crédito el alcalde a su aprendiz era su honestidad. En tantos años tuvo miles de oportunidades de mentir, pero ella jamás le ocultó la verdad. Era una niña sincera con él y con cualquiera que conociera… incluso un día recordó cuando su honestidad casi mata a Burgh cuando le dio su opinión sobre una nueva pintura que había realizado. Curiosamente, ahora el líder del gimnasio de Castelia siempre la invitaba para ver sus ideas o nuevas pinturas, ya que siempre le daba una respuesta sincera (algo que Burgh dejó de recibir cuando se volvió en un famoso artista).
-Y espero que jamás lo cambies, -dijo Drayden mientras tomaba el abrecartas con una mano y con la otra el sobre de papel manila-, ¿desde cuándo te interesa el correo que recibo? Si recuerdo bien, una vez dijiste que todos los correos que recibía eran aburridos y predecibles.
-Desde que vi que fue Alder quien te envió la carta, -respondió Iris con una sonrisa inocente-. ¿Significa que ahora se llevan bien?
-Solo si no encuentro excremento de Garbodor aquí adentro… -dijo un poco molesto Drayden mientras abría el sobre y observaba su contenido, habían otros tres sobres pequeños y blancos y cuando tomó uno que decía su nombre pudo ver un post it que decía Confidencial (no le enseñes a Iris sin hablarlo antes conmigo)-. Mm…
-¿Había popó de Garbodor? –preguntó Iris.
-No, solo una carta, -Drayden comenzó a pensar en alguna excusa para que Iris lo dejara leer en privado la carta, miró el enorme reloj de su oficina y suspiró-. Bueno, ya son las siete y media de la mañana, ¿sabes lo que eso significa?
-Sí, -dijo Iris con una sonrisa-, hora de que juguemos mi Deino y tu Haxorus.
Drayden respondió levantando únicamente su ceja derecha y dirigir su mirada seria a su aprendiz.
-E-es decir, -dijo Iris nerviosa-, entrenar… vamos a entrenar claro..
-Trata de que Deino no se coma la mano de otro niño esta vez, -dijo Drayden mientras le entregaba la Pokeball de su confiado Haxorus.
-¡Oye! ¡Sabes que Deino no puede ver y que tiene que usar su boca para saber qué hay en sus alrededores! –Dijo molesta Iris-. ¡El niño fue quien exageró todo!
-Lo sé mí niña, lo sé, -dijo riéndose Drayden mientras le abría la puerta a su aprendiz y la pequeña salía de la oficina-. Solo tengan cuidado.
-¡Claro! ¡Adiós abuelito!
Habían pasado siete años desde que Iris comenzó a llamarlo así y aun sentía cómo esas palabras lograban endulzar un poco su alma discreta y disciplinada. Cerró la puerta de su oficina y se sentó en su silla de cuero negro una vez más. Observó los tres sobres y habían tres nombres en cada sobre: "Para mi Pequeña y Querida Iris"; "Para mi Amado y Queridísimo Benga" y finalmente "Drayden".
Poner un "Querido Drayden" o "Drayden presente" no te habría matado, Alder Adeku, -pensó molesto el líder del gimnasio mientras tomaba una vez más el abrecartas y pasaba la hoja sin filo por el sobre. La abrió y comenzó a leerla, de una forma cuidadosa y detallista (ya que leer la letra del campeón de Unova no era simple):
"Drayden:
Por primera vez en tantos años, te escribo pidiendo tu ayuda. Típicamente no me importa tu opinión y ni me interesa ya que, para serte franco, no me agradas. Pero esta vez decidí dejar el orgullo a un lado y concentrarme en lo único que nos une: el amor que sentimos por la pequeña Iris. He estado pensando en algo y temo que el tema es muy delicado como para escribirlo en una carta, así que si te interesa Iris (que sé que es así, ya que es lo único que reconozco de tu persona) búscame en la Liga Pokemón para discutir del tema.
No le comentes a Iris nada hasta que hablemos,
Alder Adeku (o como me llamas a mis espaldas: Charlatán Cabeza de Piña; sí, me enteré que me llamas así)."
Excelente, -pensó para sí Drayden mientras se levantaba de su silla y miraba por la ventana de su oficina-, ahora ya no tendré que ocultar el apodo si ya sabe que lo llamo así…
Miró por la ventana a Iris corriendo por la calle con su Deino (quien mordía su enorme moño para guiarse) y su Haxorus, saludando a todos los habitantes de la ciudad con una cálida sonrisa mientras que todos la saludaban de la misma forma. No pudo evitar sonreír, jamás tuvo hijos ya que no quiso ni siquiera casarse con los eventos que pasó años atrás, pero con Iris en su vida sentía que no necesitaba pensar en otra cosa más que en su nieta. Se volvió a sentar en su silla y releyó la carta una y otra vez (siempre fruncía el ceño cuando leía los comentarios sinceros del campeón de Unova). Se levantó de su silla, guardó las tres cartas con su sobre de papel manila en su escritorio bajo llave y salió de su casa. El día de hoy era feriado para todos los líderes de los Gimnasios en Unova, ya que hoy comenzaba la Liga Pokemón.
Caminó por la calle, buscando a Iris y recibiendo saludos de todos los habitantes, los cuales Drayden respondía educadamente. Finalmente encontró a su aprendiz jugando a las atrapadas con su Pokemón y con Deino, al ver a Drayden se lanzó al suelo y comenzó a hacer lagartijas.
-Quince… dieciséis… -decía Iris mientras realizaba los ejercicios-, ¡Drayden! ¿Qué decía la carta?
-Estaba pensando, -dijo Drayden mientras cruzaba sus brazos-, deberías de ir con Burgh, escuché que tiene nuevas pinturas.
-¿En serio? –Dijo Iris mientras se sentaba en la grama-, ¿por qué no me dijo?
-Bueno, son las siete y cuarenta de la mañana, -le respondió su maestro-, dale hasta las ocho y te aseguro que te llamará preguntándote si lo puedes ir a visitar hoy.
-¿Y mi entrenamiento?
-Ya que hoy es feriado para todos los líderes de gimnasios, pensé que te vendría bien un día libre mientras que yo voy a la Liga.
-¡Quiero ir contigo! –Dijo emocionada Iris-, ¡quiero ver los nuevos equipos de los de la Elite Four en persona! ¿Recuerdas la historia que Shauntal nos contó de su Froslass? ¡Quiero verla pelear!
-No, -dijo Drayden mientras que su celular sonaba y sonrió al leer el nombre Burgh-, además, creo que alguien querrá verte el día de hoy…
-Mínimo el estudio de Burgh tiene una televisión, -dijo Iris haciéndose la desinteresada mientras ponía una mano en cada lado de su cintura-. Ahí podré ver las peleas de todas formas.
(Liga Pokemón)
-¡Hola damas y caballeros! Soy Freddy O´Martian trayendo siempre las noticias emocionantes de la Liga Pokemón de Unova a ustedes, -dijo un hombre en un pequeño cuarto que tenía la vista perfecta del estadio mientras salía en vivo en televisión y la radio-. El día de hoy me acompaña el experto en batallas, Don George.
-Gracias The Scoop, -dijo el gran hombre de voz ronca-, el día de hoy es el primer torneo desde el accidente del Team Plasma y te digo que tenía miedo que los miembros de la Elite Four se aflojaran un poco.
-¿Y qué nos puedes decir hoy Don George? –preguntó el locutor con una sonrisa.
-Puedo decirte que la Elite Four me ha hecho ver mal en televisión, ya que el día de hoy… -el hombre se levantó de su silla y tomó el micrófono y después tomó un poco de aire antes de gritar-. ¡JAMÁS EN MI VIDA HABÍA VISTO UNA ELITE FOUR TAN FUERTE EN AÑOS!
-Wow, gracias George por darnos la imagen, -dijo Freddy O´Martian mientras pasaba un dedo por su oído-. En fin, sin más retrasos… este año se inscribieron en total unas 47 personas y al final solo lograron llegar del Victory Road 15.
-El Victory Road es muy conocido por asustar a los retadores, -dijo Don George mientras se sentaba y cruzaba sus brazos-. También es conocido por ser el colador de entrenadores así que los que salen de la cueva son en verdad muy fuertes.
-Pero esto no termina ahí, -dijo el famoso locutor con traje café y corbata amarilla-, después de superar el reto del Victory Road es necesario luchar con la Elite Four y vencer a los cuatro para luchar con el campeón.
-Por ahora Freddy solo han luchado 12 entrenadores con cada miembro de la Elite Four y no han logrado siquiera pasar de la primera ronda, rompiendo así un record que no se había establecido desde hace muchos años.
-Curiosamente, el que rompió el record fue el mismo campeón que hoy mismo se encuentra observando todo desde una cabina secreta en el estadio, -dijo Freddy O´Martian mientras miraba a George y se reía-. Tal vez deberíamos ir al Battle Froniter de Sinnoh o Hoenn, quien sabe si podremos volver más fuertes como los miembros de la Elite Four: Caitlin, Grimsley, Marshal y Shauntal.
Como el lector se podrá adivinar, después de todas las aventuras y peligros que vivieron la Elite Four de Unova en Sinnoh, era evidente que se volvieran más fuertes. En el estadio había varias cabinas con vidrios polarizados y típicamente se usaban para personas que compraran boletos VIP, ya que desde ahí se podía ver todo a la perfección. Pero todos los años (desde el comienzo de la Liga) siempre una de las cabinas estaba vacía con únicamente un espectador: el campeón de la Elite Four de Unova.
Así que se podrán imaginar un salón con sillas vacías y un hombre alto con poncho blanco y cabello explosivo, mirando todo con sus brazos cruzados y una sonrisa en el rostro. Alder se sentía orgulloso de ver la Elite Four tan fuerte, eso obligaría a los entrenadores a entrenar más duro y sin mencionar que le trajo muchas cosas buenas a cada miembro.
Quién diría que al final Caitlin y Shauntal conseguirían novio… no debería sorprenderme de eso, debería de sorprenderme que Marshal tuvo el valor para confesárselo a su chica, -pensó el campeón de Unova con una sonrisa-. Y Grimsley… bueno, el muchacho hizo nuevos amigos…
-¿S-Sr. Adeku? –la voz de una secretaria con lentes enormes y la cara tan pequeña como la de un Minccino desconcentró al campeón.
-¿Mmm? Hola Shannon, -dijo el campeón con una sonrisa-, ¿pasa algo?
-Sí, alguien desea hablar con usted y sé que todo esto supuestamente nadie debe de saber que está aquí pero… ¿le molesta si pasa?
-No te preocupes, que pase-, por un momento el campeón pensó que sería Cynthia, la verdad extrañaba sus apodos e insultos, pero al final paró viendo a otra persona-. Oh… Drayden.
-Alder Adeku, el mejor campeón de la historia, -dijo Drayden con voz sarcástica mientras entraba a la cabina y cerraba la puerta, se paró frente al campeón y cruzó sus brazos.
-Sabes, puedo ver un poco de sarcasmo justo allí en tu barbilla, -dijo Alder mientras señalaba su barbilla-. ¡Es cierto! Con esa barba, no podemos verla ya que eso es solamente otro misterio que jamás se sabrá su respuesta… ni que me interesa claro…
-Lo que sea Adeku, leí tu carta… -dijo Drayden y la expresión del campeón cambió a una más seria y menos molesta-, ¿qué quieres con Iris?
-La verdadera pregunta es: ¿qué esperas tú de Iris? –preguntó Alder mientras cruzaba sus brazos y se sentaba en una silla, se podía escuchar afuera de la cabina las grandes batallas que se desenvolvían en el estadio y el público aplaudiendo.
-Obviamente espero que sea la mejor Maestra Dragón de la historia, -dijo Drayden un poco molesto de que el campeón siempre lograra responderle su pregunta con otra pregunta-. Iris tiene un talento impresionante con la comunicación que tiene con los Pokemons Dragón…
-¿Solo con los Pokemons tipo Dragón? –cuestionó Alder levantando una ceja desde su asiento.
-¿A qué te refieres? –Drayden cruzó sus brazos molesto, ¿acaso el campeón se creía con el derecho de decirle cómo criar a su propia nieta?
-Iris ha viajado por toda Unova, -Alder se levantó y contempló una vez más la batalla-, pero siempre lo hace bajo tu cuidado y siempre está rodeada de Pokemons tipo Dragón… ¿no crees que es hora que conozca un lugar por su cuenta?
-Tiene diez años Adeku, -dijo Drayden molesto-, no soy como tú que envía a su nieto de once años a una región desconocida por su cuenta.
-Primero de todo, no metas a Benga en todo esto, -respondió sumamente molesto el campeón, odiaba cuando usaban a su nieto como excusa-. Segundo, Benga ya va para los trece años y ya lleva varios meses viajando por su cuenta. Pero esto es sobre Iris, como su guía espiritual pienso que debería ir un tiempo lejos de casa y conocer el mundo por su cuenta. Esa chiquitilla tiene un talento y yo pienso que no solo son con los Pokemons tipo Dragón…. Pienso que va más allá que de los Pokemons, Iris incluso ilumina la vida de quien sea que ella conozca. Necesita conocer el mundo por su cuenta y tú sabes que todo niño necesita estar un tiempo lejos de casa…
-Aunque tengas razón en casi todo lo que hayas dicho, -dijo Drayden que le incomodaba la idea de que Iris estuviera lejos y que él no la pudiera proteger-. No puedo dejar que Iris se vaya a otra región sola…
-Tiene siempre a sus Pokemons… así que técnicamente no estaría sola… -dijo Alder en bajo mirando a Drayden.
-¡Detesto cuando te crees con el derecho de decirme cómo criar a Iris! ¡Y tus métodos de crianza son estúpidos! –Drayden enfatizó la última palabra.
-¿Cuál de mis métodos de crianza te parecen estúpidos?
-Iris tenía siete años, en ese momento estaba traumatizada con el hielo a tal punto que no salía de la casa hasta que dejara de nevar y se negaba a salir sin que yo estuviera con ella sosteniendo su mano… -Drayden miró a Alder como si fuera un cuchillo atravesando un cadáver-. Y tú la llevas a que haga patinaje sobre hielo con tu Vanilluxe al día siguiente…
-Bueno, tenía que enfrentar su trauma tarde o temprano y pensé: ¿por qué no hacerlo divertido? –Alder se rió e irritó al líder de gimnasio-. Gracias a eso, ahora adora el invierno…
-Iris tenía ocho años, una noche entra a mi casa llorando diciendo que un Pokemón quería comer su alma y era porque le tenía miedo a los Pokemons Fantasmas -, volvió a mirar a Alder enojado y notó que su expresión seguía igual de simpática y tranquila-. ¿Y qué haces? ¡La llevas a un cementerio en la noche ese mismo fin de semana!
-Para tu información, la llevé al Festival de Otoño del Celestial Tower a que tocara la campana-, Alder encogió sus hombros sin darle importancia-. Como dije antes, hay veces que la mejor forma para enfrentar tu miedo es con diversión y…
-Otro de tus bellos métodos de enseñanza, el año ante pasado Iris…
-Sabes, cállate y ven un momento, -le dijo un poco molesto el campeón interrumpiéndolo, cuando Drayden se paró a su lado (casi bufando del enojo) miró la batalla y notó que era Marshal Lotto quien estaba peleando contra un entrenador-. Lo que miras ahora es el resultado de nuestro viaje a Sinnoh.
-Veo una cicatriz en su cabeza, -dijo Drayden mirando al Maestro de Pokemons Pelea en la arena-, me enteré que se lastimó durante una batalla contigo, ¿no es cierto?
-Pues yo lo veo con un Toxicroark, quien fue el Pokemón que nos salvó ese día de casi ahogarnos, -dijo Alder recordando esa tarde-, también puedo ver en el público varias personas apoyándolo… también puedo ver en el publico nuevos amigos que hicieron durante nuestro viaje… ahí está su novia Shauntal… también veo al novio de Caitlin, Darach Kokuran… Palmer Jericor, Dahlia Delila, Thorton Distmar… ¡wow! ¿Argenta? Creí que estaba en terapia por su hombro… incluso la Elite Four de Sinnoh y Volkner están ahí, con unos entrenadores de un lugar conocido como el Battleground...
-¿A qué quieres llegar con esto, Adeku?
-Lo que trato de decirte, Drayden, es que si jamás hubiéramos viajado a Sinnoh, Marshal no tendría a Toxicroark y no sería novio de Shauntal; si jamás hubiéramos viajado, Shauntal no se hubiera hecho amiga de Volkner y Flint… si no hubiéramos viajado, Caitlin y Darach seguramente seguirían como habían dejado las cosas hace cuatro años y no serían una pareja. También puedo ver ahí a unos entrenadores del Battleground… Marley, Aaron y Caitlin ahora son amigos cercanos y Thorton y Grimsley se hicieron buenos amigos… Quiero decirte que hay tanto esperando a Iris allá afuera y creo que es hora que vaya a descubrir el mundo.
-¿Haciendo qué? –preguntó un poco agresivo el líder del gimnasio.
-Entregando algo muy importante en Hoenn, -dijo Alder con una sonrisa-, deja que Iris lea la carta pero antes quería decírtelo para pedir tu permiso ya que tú, después de todo, eres su tutor legal…
Drayden miró una vez más por la ventana y notó que Marshal ganó la batalla y que lo celebró abrazando a Shauntal (quien saltó de las escaleras casi matando del susto a Grimsley y a Caitlin, quienes estaban sentados a su lado). Notó también cómo todos los entrenadores de Sinnoh le gritaban celebrando su victoria. Pero lo que más le sorprendió de todo, fue ver a Marshal Lotto con esa enorme sonrisa. Era muy extraño verlo sonreír ya que siempre pensaron que tendría esa naturaleza seria y que seguramente no le importaba nada más que su trabajo. Pensó por un momento lo que daría él por ver a Iris en el lugar de Marshal: feliz, con éxito… pero sobre todo… feliz…
-Está bien… hagámoslo…
Blackthorn City era una ciudad que descansaba entre las montañas, un lugar callado en donde el viento soplaba fuerte… pero no demasiado. Los habitantes del pequeño pueblo eran personas de tradiciones puras y estables, es normal que personas de un pueblo tan pequeño no estén acostumbradas a ver Pokemons de otras regiones. Si para todos era una fasinación ver a un Pokemón de otra región, podrán imaginar lo que sentían al ver un Pokemón Dragón y de otra región en su pequeño pueblo.
-¡Bienvenido a Blackthorn City! –dijo un lugareño recibiendo al forastero, quien venía vestido con una capa café que cubría su cara y un Haxorus-. ¿En qué lo puedo ayudar hoy, amante de los dragones?
-Necesito hablar con el Guardián del Santuario Dragón, -dijo el forastero.
-Lamento decirle, mi buen amigo, -dijo el amable lugareño-, solo los entrenadores fuertes pueden entrar.
-¿Cuenta un Maestro Dragón de la Región Unova? –preguntó Drayden mientras se quitaba la capa e impresionaba a los lugareños.
-¡Drayden! ¡Por supuesto que usted puede entrar! ¡El Guardián ha hablado maravillas de usted! –Dijo el lugareño con una sonrisa y la sorpresa era evidente en su mirada-, con gusto lo guiaré…
Notas del Autor:
Saludos lectores, soy Belle-BW03 y me presento ante ustedes con una nueva historia. Muchos se deben de estar preguntando de cuál universo viene esta historia. Bueno, yo pienso que el animé de Pokemón es bueno hasta cierto punto (sin mencionar que ya existen historias de sobra sobre el animé), así que se basará más en el universo de los juegos y en el Manga (más en los juegos). Esta historia está levemente conectada con mi historia anterior Cruzando Fronteras, pero la verdad solo son pequeños detalles. Para los que sí leyeron mi historia anterior, esto ocurre casi siete meses después de Cruzando Fronteras. Sin más demoras, siempre siéntase libres de dejar un comentario, opinión o sugerencia y yo siempre las agradeceré el próximo capítulo. Una nota más, estos flash backs los pondré de vez en cuando, básicamente cuando sienta que vayan con el capítulo.
Todo comentario siempre es apreciado y agradecido.
