Disclaimer: Bleach y sus personajes, son obra de Kubo y yo hago esto sin fines lucrativos.

Miradas.

Absurdo en realidad. Era como si todo lo demás en el planeta de esfumase por un corto segundo que parecía una eternidad, con sólo mirar sus ojos. Únicamente ese hecho le enternecía.

Trataba de evitar el sonrojo que perduraba en sus mejillas por largos minutos después de cada "encuentro", trataba de desviar la mirada cada que lo veía venir, pero era como si cada parte de su ser deseara con un fervor impasible seguirle el paso y se negara a obedecer a su cerebro, ya no sabía si era verdadero amor, o simplemente alguna especia de hipnosis.

Y él nunca le dirigía una sencilla mirada.

Así estaba bien, después de todo, era más fácil porque no tenía que lidiar con el hecho de que seguramente le miraría como a una extraña por observarle con tal frecuencia y únicamente a distancia. No importaba. Tan sólo, a ella le bastaba con mirar sus verdes ojos como cada mañana, cuando lo veía salir de ese salón, antes de entrar ella, sin dirigirle la palabra, sin compartir siquiera el oxígeno que se respira.

Y esa no sería la excepción. Volvería a tratar de auto controlarse para no desviar la vista, ella sólo debía caminar a su destino, tal como él: Puntual y sin prisas. Mas volvería a fallar, y sentiría la penetrante y acusadora mirada de todas las personas de su alrededor juzgándole de cobarde o de sumisa. Y no importaba, porque vislumbrar sus ojos, era la sensación más grata que podía sentir y no habría nada que lo cambiara.

Seguiría caminando hacia adelante con la vista en alto, sin importarle más del mundo; sin embargo, lo que ella no sabía era que algo diferente ocurriría en la rutina de cada día, fuera del salón de historia. Porque al ver esos ojos verdes, tan carentes de expresión, de frente y mirándole, bastaría para que su autosuficiencia y control se derrumbaran. Y quien sabe... probablemente fuera correspondida.