Hora de aventura no me pertenece ni ninguno de sus personajes, pertenecen a sus dueños *no me digas* Blablabla, cosa que todos sabemos, pero lo ponemos igual .-.
En estos momentos, me encuentro atada a una vieja silla de metal, con una gran venda, cuya me amordaza. Es incomodo estar asi. Una larga cuerda, tenia atadas mis piernas por delante, juntas, y mis brazos por detrás de la silla, con las muñecas unidas por esposas. Mi cabeza está agachada, y me estoy congelando por el frio que hace en este lugar, y digamos que estar con musculosas no ayuda en el tema.
Siempre tuve malos presentimientos sobre él, pero nunca me imaginé que llegaría al punto de secuestrarme.
Mi silla, esta en una habitación negra y oscura, con un único reflector blanco, de la cual estoy debajo.
Si mis cálculos no fallan, estoy acá desde hace unas dos horas, o desde que el apareció en mi casa
FLASHBACK
Estaba flotando sobre mi sillón, al que mis amigos llaman incomodo, y sostenía mi bajo-hacha en mis manos.
Estaba tocando la canción, que horas atrás había compuesto con mi amigo Finn. A veces me cuestiono si es solamente mi amigo. Ultimamente estamos muchisisisisimo tiempo juntos, y eso a mi me encanta. Ya no es más el nenito de doce o trece años que conoci hace tiempo. Ahora es todo un nenito de 18 añotes, pero comparado a mi edad de mil años, no deja de ser un nenito chiquito. Esta soltero hace mucho tiempo. Estuvo de novio con la chiclosa, pero terminaron. Finn en persona me confió que no la soportaba, que le hacia honor al chicle, porque no te la podías despegar de ensima.
A fin de cuentas, me quedé sumergida en mis propios pensamientos, para que luego sean interrumpidos por alguien que tocaba la puerta.
Honestamente, tenía muchas ganas de estar sola en esos momentos, y volver a lo que estaba pensando, entonces abrí la puerta obligadamente.
Hubiese preferido no haberla abierto.
Frente a mi cara: Ash, mi ex-novio. Es un acosador. Insiste dia y noche en que volvamos. A demás de ser un acosador es un idiota. Fui su juguete, aunque nunca permití que me "tocara", y vendió a Hambo, lo más importante en mi vida, en ese entonces.
Apenas vi uno de sus pelos grises, cuales reconocí de inmediato, le cerré la puerta en la cara, y volví al sillón. Escuché gritos de súplica, pero no me molesté en prestarles la suficientemente cantidad de atención como para saber las palabras exactas.
-¡Andate! –le grité, en un tono en el que nadie podría contradecirme sin salir herido.
Ash me dejó de molestar. Al menos eso pensé.
Pasaron las horas y me fui a dormir. Siempre duermo con musculosas, o ropa vieja y escotada. No uso mucha ropa apretada, por simples hechos de que voy a dormir, obviamente.
Me quedé dormida en menos tiempo de lo que pensé. Escuché ruidos, pero mi cansancio no se dignó a dejarme ver que pasaba. Me arrepentí de eso, cuando sentí que el cloroformo me había sedado.
Desperté en mi actual locación
FIN DEL FLASHBACK
Comenzaba a sentir hambre y desesperación por salir. Escuché un ruido detrás de mi. Si mi buen oído de vampiro no me falla, es el ruido de una puerta abrirse, y posteriormente cerrarse. Escuché algunos pasos que venían hacia mí.
-Parece que te despertaste Mar-Mar –decía aquel desgraciado con ironía-. Te convendría estar dormida, sufrirías menos
Siguió caminando de una manera lenta y pausada, haciendo que el ruido de sus pasos resuenen por toda la maldita habitación. En cierto punto, se hacía irritante. Se posicionó delante de mí, agachándose hasta la altura de mi cabeza, quedando enfrentados. Sonrió de satisfacción al verme en tan deplorables condiciones.
-Que ironía, la temible reina de los vampiros, inmovilizada y débil –me dijo sin quitar aquella detestable sonrisa de satisfacción de su horrible rostro. Hice un gesto con mi boca, para indicarle que me des amordazara. El entendió y me quitó aquella horrible venda, que no parecía muy sucia.
-¿Por qué me trajiste acá? –le pregunté sin dar rodeos. Descidí ser cortante y directa con él. Ahora mi mente funcionaba a mil por hora, intentando armar un plan para escapar. El paso número uno, era soltarme. Pensé en flotar, pero el muy astuto se avivó de ponerme una esposa que ataba mi tobillo a un palo grueso que se encontraba en la zona. No me pude sentir menos que un perro con correa.
-Es simple. Si querés que te suelte, aceptá volver a ser mi novia, si no, decile hola a tu nuevo hogar –me respondió con frialdad en su voz, sin preocuparse por mí. El muy imbécil comenzó a caminar, dando los mismos pasos de antes, saturando mi paciencia.
-No volvería con un psicópata como vos ni por que me pagaran –le respondí firme a mi respuesta. Él se acercó hacia mi, volviéndose a agachar, para que nuestros rostros se vean frente a frente de nuevo. Simplemente, no pude evitar ver maldad y frialdad en su rostro, mientras que la satisfacción de la venganza se reflejaba en sus rastros faciales.
-Entonces, bienvenida a tu nuevo hogar, mi querida Marceline –me contestó el-. Hasta que te dignes a salir conmigo, te podes referir a mí como "Amo" o "Señor"
Giré un poco mi cabeza, en un movimiento suave, como que yo no entendiera, pero en realidad, entendí todo. Comencé a pestañear lentamente y pocas veces. Mi respiración se hizo pausada y lenta. Hice una pequeña sonrisa camuflada, pero se notaba a distancia que me estaba burlando de mi "amo". Mi mente ideó un pequeño plan. No era muy digno de mi parte. Arriesgarse a mi plan, era perder mi orgullo como mujer y como reina vampiro. Era perder mi dignidad. No me quería rebajar a su nivel, pero obligadamente tuve que hacerlo.
-Sí mi "amo" –le dije, queriéndome matar por las palabras que yo misma había dicho, pero un plan era un plan. Me acerqué hacia el, haciendo que nuestras respiraciones choquen.
-Bien hecho mi prisionera –me respondió el muy idiota, y yo, matándome por dentro, terminé la distancia entre los dos, con un beso. Creo que mi plan es un poco obvio: seducirlo para que me deje escapar.
El beso empezó lento y pausado, pero las cosas se tornaron demasiado serias. Ese beso dulce y tierno, se tornó en un desenfreno de lenguas. Me repugna de solo pensar lo que estaba haciendo en aquel momento. Agradecí cuando él necesitó aire para vivir, y se separo de mi, pero sin cortar mucho la distancia. Ahí empezó mi gran plan.
-Si me soltaras, podría hacer que las cosas suban de nivel –le dije con un tono "seductor" al que yo misma nunca me creería. Era la peor actuación de mi vida, pero estaba bien para el desesperado de Ash, quien volvió a besarme, para mi disgusto-, y al mismo tiempo a soltar las cuerdas que me aprisionaban. No tardó mucho en soltarme completamente. Agraceci a las hormonas por este momento.
Ahí estaba yo, disimulando el asco que me daba besarlo, completamente libre, sin esposas ni cuerdas, ni vendas, ni nada.
El depravado comenzó a sacarme mi musculosa blanca con detalles que tenía puesta. Agradecí en ese mismo instante dormir con sostén. Dejé que me la sacara, para proseguir con mi plan. Ni bien mi remera se encontraba tirada en algún lugar de aquella oscura y fría habitación, me salteé su remera, ya no aguantaba más ese momento. Me dirigí directamente a su pantalón, donde alguien estaba feliz de verme. Bajé su pantalón disimuladamente, y lo que parecía que iba a ser una caricia, fue un golpe. Le golpeé sus partes bajas, dejándolo tirado en el suelo. En ese momento, corrí hacia la puerta, donde lo que parecía ser mi libertad estaba servida.
Pero me equivoqué.
Sepan entender que es mi primer fan-fic de acá :$ (Tengan piedad por favor)
Me quedo muy FORMALOSO (?) para mi gusto, pero bueno, no importa
Me adelanto y les digo que va a ser Finnceline :3
Si tienen criticas de cualquier tipo, o simplemente quieren decirme algo, NO sientan culpa, pero me lo dicen .-.
En fin, si quieren que lo siga, lo sigo, si no, no lo sigo
Saluditos :33
Maru .-.
